Sin barreras Cap. II final

Las llamadas se acumulan y las historias también

Continuamos con todos nuestros oyentes después de estos minutos de publicidad, la verdad que he de decir que la noche se ha caldeado, hay muchos mensajes y llamadas, me temo que por tiempo no podremos dar cabida a todas.

Eloísa sigue con nosotros

-          Si aquí estoy

L e leo algunos mensajes, le ruego que a cada uno de ellos dé, una pequeña contestación

-          Muy bien de acuerdo, pero espere….espe…..espe…..mmm…..ahh….esp…estate quieto,…ahora  nnnnoooo….mmm

-          ¿Se encuentra bien Eloisa?

Solo se oye por el auricular y en antena, suspiros y jadeos

-          ¿Hola?

-          Es…es…mi hijo…..es que…..ahhhg…..ahhh….mmm….ahhh…ay, ay, ay……mmmmm, no...no...no…no… pares, no pares, no pares, ….ahhhhh…. siiiiiii… mmmffff…. siii… sigue…sigue…dale….dale…así….mmffff… (después de unas breces respiraciones), ya estoy, perdone, lo siento, …ya estoy, ya estoy

-          ¿Qué ha pasado Eloísa, no parecía que fuera nada grave, más bien intenso?

-          ¿Intenso? Si pudieran ustedes sentir lo que yo….mi hijo,…que muchas veces, si eso estoy distraída, pues además de darme un masaje en los pies, pues va subiendo y…

-          ¿Y que Eloísa?

-          Pues eso, que se emociona, y sus hormonas, que le voy a contar, pues yo me dejo llevar y cuando me doy cuenta…

-          ¿Quiere …decir….que le hace…el amor?

-          No!!! De ninguna manera, eso si que no lo consentiría, eso ya le tocará para su novia, digamos que es nuestra frontera. No, me refiero a que pues con su boca y su lengua pues….oh…que maravilla…

-          Bueno creo que no hace falta mas, empecemos con los mensajes, después de lo que acaba de contar, entran muchos mas

-          Aquí dice uno de Alfredo, “me parece bastante hipócrita, tiene sexo con su hijo, pero le da reparo hacer el amor, resulta que ahí si tiene responsabilidad social, de que no se debe hacer, usted lo que es una buscona”

-          Que le den, solo eso

-          Otra pregunta,, esta de Sonia: “opino que cada uno en su casa puede hacerlo que quiera y si es tener una relación muy cercana a su hijo, pues muy bien, y apoyo lo que hace, yo lo hago con mi hija y nos va muy bien y eso que tiene su novio y todo y eso no interfiere, es mas…”

-          Disculpe soy Inés vuestra locutora, ¿con tu hija?

-          Si, desde hace ya tres años, todo empezó cuando le regalé la depilación laser para ya sabe, sus partes intimas

-          ¿Nos puede contar mas?

-          Si claro

-          Bien pero antes, despedimos a Eloísa, que sin duda ha dejado muy encendida la noche y este programa, yo estoy alucinada, no pensé que esto fuera digamos tan actual, seguimos con nuestra oyente Sonia, cuéntanos, ¿Cómo fue todo?

-          Pues como te decía le regalé la depilación integral a mi hija con laser, desde pequeña me lo ha estado pidiendo y al final por agotamiento creo yo, pues venga, la acompañe…

Llegamos al local donde se dan esos tratamientos y afines, cuidado de la piel, uñas, masajes,…. Cuando lo contratamos, pues como hacen muchas franquicias, resultaba que si pagaba dos tratamientos es decir si traía a un conocido u otro, pues tenía un gran descuento, en un principio me quise ir, pero mi hija como es habitual, muy mona, muy cuidada, my arreglada, muy de falda y bra, pero muy ordinaria, pues me montó el espectáculo, que tenía que ser ahora, que si se lo había prometido,…

Total que me apunté yo también, empezamos con nuestras sesiones y para no aburrir, pues cuando llegábamos a casa, yo quería ver como le iba, así que la hacía desnudar y observaba la evolución, le hacía poner leche… “corporal jajajaja”, bueno,…y así varios días.

Yo luego me iba al baño y me miraba yo, hasta que un día de esos, ya en las últimas sesiones, pues ella me dijo ¿mama y porque no puedo ver yo como te va a ti?. Pues va, bien, como a ti le conteste, pero insistió.

Así que como estábamos solas, ya que mi marido es marchante y pasa casi toda la semana fuera, pues nos desnudamos en su habitación y allí entre sabanas pastel y poster de cantantes, pues me puse sentada en la cama, con las piernas cruzadas, ella hizo igual que yo y nos miramos.

Al principio me dio un poco de reparo, era mas o menos igual, aunque claro su vagina o mejor su coñito, era mas rosado que el mío, ella me dijo que eso se podía operar, pero para mi era suficiente.

Entre que nos pusimos hablar de chicos y demás, pues yo me peinaba, mi hija se balanceaba en la cama mientras hablábamos es joven y se emociona hablando del chico que le gusta y eso,…en un balanceo, se vio hacia mí y apoyo la mano, justo al lado de mi vagina, la cual rozo con dos de sus dedos, era una postura un poco ridícula, se dio con el cepillo, entonces tome su cabeza con mis manos y le pregunté cómo estaba

Ella me sin mirar me dijo que bien, pero su otra mano, se había unido, las dos apoyadas junto en mi vagina la cual rozaban con sus dedos, ahí fue donde sentí un cosquilleo, egoístamente seguía acariciando su cabeza y mimándola porque se había hecho daño, pero en realidad quería que se quedará como estaba.

Ella cambio de postura y ahora doblo sus piernas hacia atrás y quedo a cuatro patas hacia mí, nunca lo olvidaré. Todo me parecía muy cercano, muy limpio, muy bonito

Entonces bien, porque como dice la otra madre, la inocencia o las hormonas o las ganas de explorar con su mano derecha, la levantó y acaricio mi sexo. Yo seguía sentada con las piernas cruzadas ofreciendo un cuenco perfecto para sus manos y si ella quería su cabeza, sus besos, sus abrazos

Mi hija me acariciaba con la palma de su mano, muy suave, yo fui cerrando mis ojos, y exclamaba su nombre en bajito luego añadía mi dulce hijita.

Sin darme cuenta, mi zona se humedeció y ella ahora poniendo la mano como una cucharita, con dos de sus dedos, entró un poco en mi vagina, yo me mareaba, nunca había sentido una sensación tan linda, créame

-          Pero señora, ¿no notaba que era su hija?

En ese momento, era amor, nada más, ella me decía mami, te quiero y si, me decía mami, pero yo correspondí, y sí, yo le decía mama te quiere mucho, así repetimos varias veces.

Ella seguía acariciándome con sus dedos, y yo sentía como un torrente dentro de mí que aumentaba su caudal cada vez más, me deje caer hacia atrás, necesitaba estirarme, ella cayó sobre mi y sin decirnos nada, nos pusimos a besarnos.

A mi encantó pasarle la mano por su pelo, mientras sentía sus labios en los míos, ella se puso encima de mí, trabó sus muslos con los míos, y ahora abrazadas, retozábamos juntas en su cama.

Si, somos madre e hija, pero éramos dos volcanes en erupción que no podían parar.

-          Sonia, yo le doy las gracias y creo que es sufí…..no…continúe, continúe, yo ….quiero que continúe

Pues estuvimos bastante tiempo besándonos, el tiempo parecía detenido, pero en un momento dado, nos giramos y yo me puse a besar los pezones de mi hija, blancos, preciosos, puros, duros, muy rozados, mi carmín se escribía en todo su pecho y quise corresponder

Sin dejar de besarnos y mirarnos, yo calentaba sus muslos con mis caricias, las cuales llevé a su sexo limpio, donde como tantas veces en la soledad de mi habitación había realizado, masajee su clítoris, con delicadeza

Su cara se encendió, solo me miraba y yo solo le susurraba, sssshhh, sssshhh, cariño.

Varios calambres cortos, creo que indicaron que su primer orgasmo había sido con su madre.

Desde esa fecha somos uña y carne si mas se puede decir, hacemos casi todo juntas, por suerte nos podemos prestar ropa, salimos por ahí y eso no ha impedido que ella tenga sus novietes.

Aunque debo decirte que cuando le han  roto el corazón o esta tensa por los estudios, o simplemente el día hace malo, ahí estoy yo para darle todo mi amor y todo mi cariño, y para recibir el que ella quiera de mi y nos…va….muy…bien

-          Seguimos en vuestro programa favorito “sin barreras”, muchas gracias por este inestimable testimonio, continuo leyendo mensajes de todo tipo, omitiré los nombres pues creo que es mas interesante lo que dicen en si

  • Creo que en este país hay una verdad oculta de la que no se habla, estoy alucinada
  • Quiero mucho a mi madre y estoy deseando volver de clase o del gym para estar con ella
  • He tenido muchas novias pero ninguna me ha llenado como mi madre a la que sigo visitando cada día, a pesar de vivir independiente
  • Nunca he llegado a sentir un orgasmo con mi novio, en cambio con mi padre, son continuos y me siento protegida
  • Recuperé a mi nieta a la que he criado, el día que le demostré a quien debe autoridad, y nos queremos

-          Los mensajes son infinitos, como el de esta señora que nos escribe su pequeña historia, nos dice si la podemos leer pues no se atreve a hablarla…

Verá, llevo oyendo el programa desde el principio y he escrito mi historia, si entra en el programa bien y sino espero la pueda leer.

Soy una afectada por la Talidomida, un medicamento muy usado para las embarazadas en los setenta, pero de desastrosos efectos secundarios como en el caso de mi hijo, el cual a pesar de ser muy apuesto e inteligente lo dejó con unos brazos no desarrollados y a pesar de que se desenvuelve relativamente bien, necesita de ayuda externa para muchas cosas.

Yo comprendí que al pasar a la pubertad sus necesidades cambiarían y le sería difícil disfrutar de su hombría. No estaba dispuesta a pagarle una prostituta pero no quería que sus pensamientos le volvieran inestable o nervioso, cosa que le sucedía cada vez con maás frecuencia.

Fue en uno de aquellos baños, donde yo le enjabonaba y luego le dejaba la ducha para que se refrescara unos minutos, al ir a secarlo era muy evidente que se excitaba al notar el roce de la toalla, me daba cuenta como me miraba el escote de la bata, con el que me gusta estar por casa.

Después de pensarlo mucho y hablarlo con mi marido (hoy ya fallecido), al taparlo en la cama, le hable, pero no de las chicas ni del futuro ni nada de eso, solamente le hablé como mujer.

Le dije que me gustaba su cuerpo y que yo sabía valorar sus otras virtudes, (el no dijo nada lo recuerdo perfectamente, pero miraba atónito), yo le acariciaba el pecho, si bien en los primeros minutos me costó mirarlo y decir esas palabras, era yo ó una fulana, y por supuesto respiré hondo y dije…yo.

Así que continuaba adulándolo, diciéndole que guapo era, que lo es, y desabrochaba su camisa, mientras con toda la intención afloje el nudo de mi bata, el peso de mis pechos, abrieron el escote.

Todo fue continuo, su pantalón se hinchó (pobrecito mío, tenía que estar muy muy lleno), yo me incliné y bese su pecho, con besos cortos mientras le decía que lo quería.

Pronto me di cuenta que actuaba mas como madre, por lo que me puse a besarlo otra vez por su pecho, pero sacando esta vez la lengua y cambiando un poco el tono…

-          Mmm, que buen pecho tienes, cariño…que fuerte…mmmuackkk…que piel tan tersa….mmmm

Ya metida en el papel fui bajando la mano, y salvando el elástico del pantalón agarré con todos mis dedos su polla que estaba muy caliente, notaba su piel caliente, unas breves gotas salían de su prepucio, el cual pellizcaba con mis dedos.

Abrí los botones del pantalón, su cosita saltó como un resorte, yo seguía besando sus pecho y no quería mirar, así que con mi mano, le hice una masturbación que acabó muy rápido, con unos klinex de mi bolsillo lo limpié y le di las buenas noches, sin besarlo, el no dijo nada, solo apague la luz y me retiré

Volví al salón junto a mi marido, ninguno dijo nada, pero ambos lo sabíamos todo, a partir de ese momento y aunque mi matrimonio, no se rompió, el sexo con mi esposo disminuyó a medida que aumentó con mi hijo.

¿Qué no haría una madre por un hijo? Aunque después de aquello los primeros días fueron de un inusual silencio, su carácter fue cambiando ahora más alegre y divertido. Me llamaba para compartir cosas, algo de la tele, algo que había leído, una canción…

A mi me gustaba, me sentía feliz, quería sentir como el, sus vivencias, eso hizo que mientras se preparaba la comida, aprovechara esos minutos para sentarme con el, poniendo mi brazo en su pierna.

O que le pidiera tal canción y yo lo tomara por la cintura y bailáramos

Así pasaba el tiempo entre semana cuando solos él y yo estábamos en casa, enseguida adiviné los tiempos que su cuerpo marcaba, cuando ya dejaba de ser cariñoso, o se ponía mas arisco, sabía que estaba tenso, necesitaba relajarse y haría cualquier cosa por verlo feliz

En una ocasión que estábamos almorzando, mientras le ayudaba con la sopa, veía como él me miraba mi vestido,  y sobre todo mi escote, yo de hacía un tiempo vestía con camisas sueltas con toda la intención, yo le hablaba y me hacia la tonta

-¿Qué te pasa con mama, cariño, porque estas tan agrio conmigo?

No me hizo falta más, su movimiento en la silla, y su pantalón corto de verano me lo dijeron, al terminar la sopa y si dejar de pensar en nuestros buenos momentos donde lo veo tan alegre, puse mi mano en su entrepierna y apreté.

-          ¿Es esto cariño?, ¿te duele? Sabes que mami esta para ayudarte amor mío

Y como el pantalón era ancho no me hizo falta ni bajárselo, solo pasé mi mano por encima de una de sus piernas para llegar agarrar su pene que otra vez duro, como una persona joven lo es, y caliente como hombre que es, me saludaba con palpitaciones y lo saqué.

Cuando me puse a masajearlo, rodé los cubiertos que cayeron al suelo, le pedí que esperara un momento que lo recogía. Me agaché y los tomé debajo de la mesa al ir a incorporarme me encontré de frente con sus muslos separados, su pene erguido y esperándome.

Dudé por unos instantes pero me pareció más íntimo para los dos o mejor dicho más fácil para los dos que no tuviera que mirarme a la cara y pensara en quien quisiera, por lo que puse mis manos en sus piernas y me acerque con mi boca a su polla la cual chupé con mi lengua

El dio un pequeño salto en la silla que yo rápidamente calmé introduciéndome su pene de arriba abajo, como tantas veces con su padre.

Con una mano, la agarraba y mientras yo soltaba para tomar aire, no paraba de moverla de arriba abajo, volví a chupar y hacer ruido a consciencia,…slrup…slruo…slrup…slrup…quería que sintiera que una mujer le estaba haciendo una mamada.

Lo oía gemir y reconozco que me gustó porque sabía que era feliz. Así estuve otra vez poco tiempo hasta que brotó en mis labios chorros fuertes de su esperma, que salpicaron mi cara.

Salí de la mesa, fui al fregadero y me limpié luego tome papel de cocina, y sin decirle nada sentada a su lado hice lo mismo, le subí el pantalón y se fue a ver la tele. Pasamos toda la tarde sin hablarnos pero sentado juntos, muy juntos, yo me encontraba bien y mi hijo tenía una cara reluciente

De todo esto ya hace bastantes años, más de veinte y ahora aunque mi cuerpo no es el mismo, debo confesar que los dos tenemos adicción el uno por el otro.

A el le gusta hablarme bajo para que yo tenga que acercarme a su cara, momento en el cual me besa, yo no la retiro al contrario, me quedo quieta y el siempre abre mis labios con su lengua, estamos unos minutos así y seguimos a lo nuestro.

Dormimos juntos, y reconozco que he perdido todo pudor con él, yo soy su mujer y aunque sé que no ha conocido a otra en la misma situación a pesar de sus amistades, en nuestra intimidad, me gusta chuparle, a mi me gusta decir, mamarle su polla hasta que se corra en mi boca. El siempre me pide que se lo haga sin la dentadura puesta y somos felices.

-          Amiga oyente, curiosa por el hecho en sí, pero entrañable historia que nos cuenta, comparto con usted que, ¿Qué no haría una madre por un hijo, claro que si? Sin embargo este tema en que ha derivado el programa esta tan sujeto a convenciones sociales, que daría para muchos programas el mismo tema. Lamento no poder continuar por hoy, pero os emplazó a escucharnos mañana a la misma hora. Gracias a todos

La locutora por fin, hace el gesto de cuello que indica que corten su micro, muy agitada, se encuentra sobre excitada, busca sus zapatos, entre la silla del estudio, se peina con ayuda de un pequeño espejo del  bolso y se remarca los labios y el colorete.

Y bien entrada la noche es, e Inés está tan absorta en todo lo que ha escuchado, que mas erguida de lo habitual, un pecho correcto, luce en una chaqueta corta correcta y sigue luciendo aun cuando un abrigo correcto cubre sus hombros.

Una vez recogido todo, se dirige a toda prisa al cuarto de sonido, y guiñando un ojo a su compañera la técnica de sonido, Isabel, le dice…

-          ¿Qué te dije? ¿Ves como no estoy tan loca? Me debes una cena, ¿ok?

-          Si, tu ganas Ines, estoy alucinada

-          Y me voy ya, te puedo asegurar que hoy me tiro a mi hija sí ó si.

Ya saliendo por la puerta y volviendo a dirigirse a Isabel, le dice… ¡Viva el amor libre, libre! Chao.