Simplemente un historia más II

Sólo sonreí en lo que caminaba a la puerta sin darme cuenta de que alguien miraba por la ventana de la biblioteca del segundo piso

Regresé con Jordan al baile y estuve buscando a Arlette un buen rato.

-Es probable que ya se haya ido- me dijo Jordan con una sonrisa.

-No creo, se supone nos iríamos juntos a mi casa.

-Bueno, en ese caso por qué mejor no salimos y le marcas, si está dentro saldrá a contestar y ya la vemos.

-Buena idea, vamos-terminaba de decir mientras lo jalaba y Caroline nos veía a lo lejos.

Estuve marcando un buen rato a Arlette pero nunca me contestó, todo el tiempo me mandaba a buzón y yo, ya un poco preocupado, no me percaté que se acercaba por detrás de nosotros con Sebastián y Nathanael.

-Hey, romi, te me perdiste-decía mientras miraba intrigada a Jordan.

-Lo siento, estuve platicando con Jordan y bueno…

-Fue mi culpa- interrumpió Jordan mientras veía a Arlette buscando comprensión.

-Oye Romar, ¿traes algo con Jordan?-preguntó Nathanael de un momento a otro.

Aquella pregunta me dejó completamente helado y volteé a ver a Jordan buscando su mirada para sentir un poco de apoyo emocional.

-Este de… yo… él…-no sabía como continuar hasta que Jordan interrumpió.

-No somos nada, pero estaría chido que lo fuéramos, ¿Apoco no nos vemos lindos juntos?-Terminaba de decir mientras me miraba a los ojos y me daba un beso de pico.

-¡Qué ingenuo!, claro, como eres el súper estrella siempre te tienes que quedar con lo mejor de esta prepa, pero ni creas que te dejaré el camino libre-espetó Nathanael mientras se alejaba de nosotros visiblemente molesto e incómodo por la situación.

-¡Qué guardado se lo traían!-exclamó Sebastián mientras pasaba un brazo por Jordan y le tiraba una sonrisa sincera-la verdad me alegro que ustedes dos puedan tener algo, ya era necesario que te buscaras a alguien más que excelente como lo es Romi- decía mientras me veía y susurraba “me lo cuidas bien”.

Regresamos al baile y Sebastián se la pasó demostrando sus “mejores” pasos de baile a mi amiga. De un momento a otro nos encontrábamos los cuatro bailando y ya habíamos bebido un poco de más Arlette y yo, por lo que Sebas y Joss nos quedaron viendo un poco divertidos y decidieron llevarnos a casa.

En el camino estuve platicando un rato de cosas sin sentido con Joss y este sólo reía a cada tontería que mi estado me permitía decir. Cuando por fin llegamos a casa, doña Carmen nos recibió y después de indicarle a Sebas y Joss que mi madre no estaba y que era muy tarde para que se fueran manejando les preparó dos de los cuartos de huéspedes que teníamos.

-Hey, con cuidado- decía Jordan mientras entrábamos a mi cuarto e intentaba dejarme acostado al tiempo que me miraba.

-Joss… yo… sólo quiero decirte que te me haces un ser de ensueño, hermoso ¡UN DIOS!-grité lo último mientras me largaba a reir, él simplemente se me quedó viendo y lanzó una pregunta perspicaz.

-¿Me dejarías dormir contigo esta noche?-preguntó mientras ponía cara de cachorro.

Yo asentí mientras me hacía a un lado y abría las cobijas para dejarlo entrar. Sin más, se quito la ropa hasta quedar en bóxer y se metió a la cama, mientras yo me acomodaba en su pecho y me dejaba llevar por morfeo…


Los primeros rayos de luz que empezaban a traspasar por la ventana me despertaron y volteé para encontrarme con Romi acostado en mi pecho, sonreí para mi adentros y me volví a dormir.

Pasaron unas dos horas para que Romi se despertara y me levantara por segunda ocasión.

-Hola guapo-dijo mientras se estiraba y me daba un beso en la mejilla.

-Hola campeón, buenos días, ¿cómo amaneciste?

-Un poco mal, me duele la cabeza y me siento muy mareado-me decía con una cara de risa.

-Bueno, creo que ahora deberíamos vestirnos y bajar a desayunar… por cierto, Sebas y Arlette se quedaron en el cuarto de alado-le decía mientras me ponía los pantalones y se me quedaba viendo como un niño con juguete nuevo.

-¡Arlette!-dijo para sí y me volteó a ver- dime que no se puso igual que yo… me va a odiar si ese es el caso…-decía entre cortado y agarrándose la cabeza como no queriendo creerlo.

-Ya, vístete y bajemos, será lo que tenga que ser.

Una vez vestidos, bajamos y vimos a Doña Carmen sirviendo el desayuno.

-Así que ese rico olor provenía de la cocina-dije elogiando lo que se encontraba en la mesa, Doña Carmen sólo me miró y sonrió.

-La mesa está servida joven, espero los omelletes sean de su agrado-comentó mientras se dirigía a la cocina y regresaba con una jarra de jugo de naranja para luego subir lo que supuse era el desayuno de alguien más.

-Bueno… Romar… la verdad es que sí me gustas y el tiempo que hemos estado conviviendo me ha dejado ver que me gustaría…

-Basta-dijo interrumpiendo mi improvisado diálogo- yo también quiero, así que si no tiene problemas yo digo que oficialmente ya somos algo, ¿no?-preguntaba con aquellos ojos hermosos mientras se servía un café muy cargado.

-Yo creo que sí-le respondí emocionado mientras me sentaba a su lado y le tomaba la mejilla para darle un beso.

Aquel beso duró muy poco pues mientras nos empezábamos a acostumbrar a el, Arlette hizo presencia con Sebas.

-Vaya que ustedes no pierden el tiempo-dijo Sebas mientras se servía un poco de jugo de naranja.

-Mmmmmm-exclamaba Arlette mientras veía a Romi y luego a mi para luego preguntar-¿Son novios?, digo, porque si no lo son que par de tontos tengo enfrente-sonrió mientras se sentaba y agarraba un pan tostado y le untaba mantequilla.

-Sí, sí lo somos-respondió Romi mientras me tiraba una mirada de complicidad.

-¡Excelente!-exclamó Sebas-nosotros también nos hicimos novios el día de ayer, ¿verdad pequeña?-preguntó mientras abrazaba un tanto incómodo a la amiga de Romi.

-Sí, es muy chistoso que nos hiciéramos novios el mismo día-sentenció Arlette mientras todos empezábamos a desayunar.

La mañana pasó algo rápida, vimos una película que luego me enteraría era la favorita de Romi “La otra reina”. Después, al llegar la mamá de Romar, nos tuvimos que ir, ya que a ella no le pareció muy bien que su hijo haya quedado borracho la noche anterior; nunca entenderé porque le contó todo a su madre.

Al salir de su casa, Sebas se me quedó viendo y sin más me preguntó si estaba consciente de lo que vendría para Romar en la escuela si hacíamos pública nuestra relación, sólo asentí y me subí al coche. ¡Mierda!, me había olvidado de lo cruel que llegaba a ser Caroline con personas cercanas a mí…


Me quedé muy tarde hasta que todos se habían retirado del baile.

-Caro, ¿viste que Jordan y Sebastián no se separaban de Romar y la tipina que los acompañaba?-preguntó Cynthia mientras revisábamos que todas las mesas y sillas estuvieran en buen estado.

-Sí, nunca se separaron, por ahí me comentaron que este chico Romar es gay y le está tirando los perros a tu ex-comentaba Matty con un aire de ser la ganadora por averiguar el chisme del año.

-Mmmmm muy a mi pesar de que me caga Jordan, Romar se me hace un chico agradable-contesté mientras las veía perspicazmente.

-¡Es cierto!-exclamó Cynthia- Nathanael me dijo que esta niña Arlette, la amiga de Romar, lo invitó para que fuera la pareja de éste último, porque a mi amigo le gusta el tal Romi.

-Vaya, un triángulo amoroso-dije mientras le tiraba una mirada de complicidad a mis compañeras…


Puedo decir que el baile fue un éxito, Caroline gozaba de una popularidad cada vez mayor y yo, bueno, simplemente me la pasaba alado de Jordan.

El segundo corte de calificaciones me fue excelente, logré sacar 100 en todas las materias y con eso lograba exentar todos los exámenes finales.

-¿Por qué tan sonriente?-preguntaba Jordan mientras regresaba de una de las cooperativas y me daba un beso de pico.

-De que logré librarme de todos mis exámenes finales-repliqué mientras lo veía y empezaba a comer del sandwich que me había comprado.

-¡Me alegro mucho por ti mi amor!-exclamó mientras me abrazaba y prosiguió-yo no tuve la misma suerte, la maestra de latín me puso un 80 y tengo que presentar el final de esa materia-dijo un poco decepcionado-es que si hubiera sacado 100 en el primer corte hubiera exentado-se decía mientras apretaba un poco el jugo.

-Oye, ¿qué tal si te ayudo a estudiar estas dos semanas?-le dije mientras tomaba su barbilla.

-Pero no has llevado latín-espetó.

-Estudié latín y griego en una escuela aparte en la secundaria. creo vi más cosas de las que enseñan aquí-le dije un tanto molesto por su actitud.

-Perdona, es que me frustra mucho no haber exentado esa materia-decía mientras sonaba la campana para regresar a clases.

-Bueno, te veo en la salida-dije sin más mientras alzaba la mano a Arlette y la alcanzaba para ir al siguiente salón.

Las últimas clases realmente sólo fueron para calentar bancas, los maestros ya habían dado la revisión de los exámenes y en medio de tanto tiempo muerto Arlette empezó a comportarse un tanto extraña.

-Romi, me he enterado de que Carol… mmm-decía sin saber como continuar.

-¿Carol qué?

-Carol se enteró de ti y Jordan, digo, no es como que lo hayan ocultado-sonreía un tanto preocupada- pero las malas lenguas empiezan a hablar de que anda celosa-terminó.

-Bueno, creo que si lo está no tiene razón de ser, es decir, ya no son nada y yo llegué a la vida de Jordan un tanto después de que los sucesos habían pasado.

-Bueno, no sé, yo sólo quiero que seas feliz y estés prevenido por cualquier cosa que pase-me dijo con una sonrisa sincera-¡Ya sé! ¿Por qué no vamos a tomar un café con Sebas y Jordan a la salida?-preguntó un tanto emocionada.

-Me parece una magnífica idea-le respondí-hasta donde tengo entendido hoy Sebas vino con Jordan.

-¿O sea que no te trajo?-preguntó preocupada.

-No, mi madre se empeñó a traerme.

-Vaya, entonces si nos queda ir a una plaza.

Lo poco que quedaba del día escolar pasó de volada entre chismes y gente que se acercaba a nosotros por ciertas dudas que tenían en algunos temas para posterior pedirnos ayuda con asesorías.

-¡Vaya!-exclamó cansada Arlette- creo que muchos no lograron exentar.

-Mmmm la verdad ahora que lo dices tienes razón, creo la mayoría se confió o no se ha logrado adaptar a este sistema opresor capitalista-terminaba de decir mientras mi amiga se reía y me daba un pequeño golpe en el antebrazo.

-Hola guapo-dijo Jordan mientras me tomaba de la cintura y me mordía la oreja.

-Hey tú- le respondí mientras me volteaba y le daba un pequeño beso.

-¿Saben qué es de mal gusto darse besos enfrente de los mejores amigos?- recriminó divertido Sebas.

Mientras caminábamos al coche Sebas y Jordan nos contaban de su pena por no haber exentado latín, a lo que me ofrecí a apoyarlos a ambos y Arlette se apuntó pues quería empezar a aprenderlo.

-Mal amigo, no me dijiste que sabías latín-me recriminó con una cara de puchero.

-Nunca preguntas-respondí-además, no es usual que la gente quiera aprender latín.

-En eso tiene razón tu pequeño amigo-dijo Sebas.

-Oigan, ¿no les parecería ir por un café o al cine?-preguntó Joss en su primera intervención después de mucho tiempo.

-Sí, precisamente eso quería proponer con Arlette- le respondí antes que todos.

En el camino íbamos escuchando diversas canciones hasta que en la radio pusieron una que todos nos sabíamos.

“Juegos de Amor-Moenia”.

Mientras la canción iba sonando a todo lo que da en las bocinas del coche de Joss, nosotros íbamos tarareando hasta que Jordan empezó a cantar.

-Amarte asi solo y sin ti estando presos, lejos y aquí verte pasar  y fingir no verte sin sospechar y trabajar esperando el momento de hacerte vibrar.

-¡Llegamos!-exclamó Arlette- parecías gato mojado Jordan-terminó de decir mientras Joss le dedicaba una mirada de disgusto fingido.

Entramos y empezamos a platicar, nos decíamos sobre los planes que teníamos para las vacaciones de invierno y acordamos reunirnos para un viaje el 26 de diciembre y regresar hasta el 30.

Posterior a todo ello, decidimos entrar al cine y después de que Sebas y Jordan discutían por la película, Arlette y yo nos escabullimos y compramos los boletos para una que ambos queríamos ver.

Sebas y Joss se vieron sorprendidos por nuestra acción y al final accedieron y entramos a verla; en lo personal, la película me decepcionó mucho y creo le pasó lo mismo a Arlette.

Al final Sebas nos repartió por casa y al llegar a mi casa propuso algo nuevo para él.

-Romi, antes de que te bajes quisiera pedirte algo-decía mientras estacionaba el coche frente a mi casa.

-Dime-respondí un poco preocupado.

-Mira, llevamos casi cuatro meses de novios y la verdad algunas cosas necesitan darse…-no sabía como continuar.

-¿Quieres que tengamos relaciones?-pregunté divertido.

-Sí-dijo apenado y un poco rojo.

-Bueno, ya me temía que eso fuera a pasar-dije un poco incómodo-pero creo que ya estoy listo para ser tuyo, aunque… me gustaría que lo planeemos bien.

-¡Claro que sí!-me dijo eufórico mientras me daba un beso.

-Hasta mañana- le dije mientras le daba otro pequeño beso y me bajaba del coche- te quiero- le dije mientras me viraba y le guiñaba el ojo derecho.

-Yo igual te quiero pequeño Romi- me dijo mientras me daba la vuelta y me daba una nalgada.

Sólo sonreí en lo que caminaba a la puerta sin darme cuenta de que alguien miraba por la ventana de la biblioteca del segundo piso…