Simplemente un error XV (Ahora y Siempre)

Final-A veces los finales son impredecibles?No lo sé, solo disfruta cada momento como si fuera el último...

Y he regresado con el final de esta historia, les agradezco a los que la han leido en todos sus capítulos y perdonenme por la tardanza pero es que he estado muy ocupado estos días pero espero luego regresar con una nueva historia que anda por mi cabeza y bueno sin más ni más les agradezco de nuevo, les pido que por favor comenten, valoren y shalala shalala si les gusto :D jejeje y espero les encanten que esto lo he escrito con todo el corazón pues se me hacía que bueno n.n luego les digo y ya este parlanchin los deja para que disfruten del relato :D jeje un gran abrazo...

CAPITULO 15:

SEBASTIAN:

Al seguir a Darwin pude notar que el terreno era más grande de lo que aparentaba, tendría unos 40 metros de frente por otros 200 o 300 de fondo, cada que nos metíamos más en el terreno había más hierba, se hacía más grande, tupida y un poco tenebrosa.

El camino parecía interminable y al momento en el que yo empezaba a desesperarme aun más alcancé a notar una pequeña casa, o quizás una bodega en extremo abandonada, era algo como que no se espera en un momento, pues no aparentaba movimiento alguno.

Dejé que Darwin siguiera caminando un poco más mientras yo me quedaba a una distancia considerada para que no notara mi presencia, poco a poco abrió la puerta de la aparentada bodega, me acerqué rápido para apartar a Darwin de la puerta, sin embargo no pude, paré en seco al ver a Isra amordazado y tirado en el suelo.

-Hazte a un lado-grito desesperada una mujer que se encontraba a lado de Isra a Darwin.

Este volteó a ver por qué la indicación de la que a mi parecer estaba a cargo en ese lugar, al verme se quedo congelado y no se hizo a un lado, otro grito de la mujer desconocida para mí hizo que Darwin se hiciera a un  lado y baje la cabeza.

-¿Quién eres tú?-pregunto la mujer desconocida.

-Es lo que yo quiero saber de ti-respondí un poco temeroso pues note que tenía bajo su control una pistola.

-Soy Angie querido-decía mientras se acercaba a mí-la querida hermana de Isrita-dijo en un tono burlón.

Aquello me dejó descolocado y solo volteé a ver a Isra que se encontraba llorando, en sus ojos pude ver un gran sufrimiento, sus ojos a parte de ese gran sufrimiento me indicaban que me fuera en ese instante, que me olvidara de todo y comenzara de cero.

Escuche un disparo mientras alguien me empujaba y caía al suelo, sentí el cuerpo de Darwin sobre mí, poco a poco empezaba a emanar sangre de la herida, no sabía qué hacer y me quede inmóvil.

Estuve con el cuerpo ya inerte de Darwin un rato, quizás unos 15 minutos duré con él encima, preguntándome por qué dio su vida, en un momento dado volteé a ver por dónde se encontraba Isra y note como Angie le hacía unas cortadas en los brazos.

-¡Déjalo en paz!-gritaba una y otra vez.

-¡Cállate!-contestó sin voltearme  ver.

Reaccione y como pude me quite de encima el cuerpo de Darwin y escribí un mensaje rápido dando la dirección de dónde nos encontrábamos, espere un a que se envíe y me tiré encima de Angie…

ROSA:

-Rosa en que piensas-decía una y otra vez Sam sin que recibiera respuesta por mi parte.

Los minutos pasaban y el tráfico seguía atascado, desde mi lugar podía alcanzar a ver como algunas personas salían de los autobuses y seguían su camino a pie, pensé en hacer lo mismo pero al recordar que Isra podía ser una de las persona sin vida de las que había comentado el chofer me detenía, recordé los buenos momentos que me traía su nombre, aquellas tonterías que de alguna manera eran únicas entre nosotros, él era por decirlo de alguna manera mi hermano, ambos nos preocupábamos por el otro y siempre nos protegimos, pero ahora me sentía impotente al saber que quizás el estaba muerto y yo no hice nada por evitarlo.

El vibrar de mi celular me saco de mis pensamientos y con un poco de miedo saque el celular y ni siquiera tuve que mirarlo cuando Sam me jaló del brazo y me sacó del autobús.

-¿Qué te pasa?

-Rosa no leas el mensaje solo busca a Cristo y a Carlos nos debemos movilizar ya.

-Claro pero al menos déjame leer el mensaje ¿no crees?

-El mensaje dice dónde se encuentran Isra y Sebas y apúrale que cada segundo es valioso.

Empecé a buscarlos con la vista pero simplemente no los encontraba, es que era tan escurridizos que cuando más prisa tenía una nunca los encontraba.

-Rosa ven-grito Sam y yo corrí hacia dónde ella se encontraba.

-¡Que pasa!-gritaba mientras corría donde ella.

-Los encontré-dijo cuando llegue con ella-están allí-aumento mientras señalaba con el dedo.

-Ok y bueno vamos-dije mientras empezaba a caminar, Sam empezó a contarme algo pero no le preste atención.

En cambio me sumergía en mis recuerdos, lo primero fue cuando conocí a Isra en la primaria, era un niño agradable a primera vista y aunque parecía amigable era muy tímido, a la hora del recreo se iba a guardar a una esquina del patio de la escuela, era algo raro también pues entro sabiendo leer y escribir un niño cerebrito ahora que lo pensaba, más y más recuerdos se venían a mi mente, la primera excursión que tuvimos por parte de la escuela fue un terror gracias a él, se había terminado mareando a medio viaje y por lo tanto llegamos un poco tarde a nuestro destino final.

-Rosa ¿me has estado escuchando?-pregunto un poco molesta Sam.

-Este si si si, por supuesto-conteste un poco confuso pues no sabía a qué se refería.

-Dime de que hablaba.

-Este ammm-no sabía que contestar, no le preste la más mínima atención.

-¡¡Ves!!

-Perdón es que me perdí en mis pensamientos-conteste un poco apenada.

-No te preocupes yo te entiendo, digamos que bueno yo note que…

-Chicas-interrumpió Cristo a Sam-vamos ya sabemos dónde se encuentra Isra y Sebas.

-Nosotras igual pero antes hay que avisar a la policía-dijo Sam.

-Claro mejor ustedes vayan a la policía y nosotros vamos a la dirección, quizás ayudemos en algo-le respondió Carlos.

La conversación siguió y yo me mantenía fuera de ella, me planteaba todas las posibilidades que pudieran pasar…

CRISTOPHER:

-Vale vayan ustedes mientras nosotros nos adelantamos-dije para cerrar la conversación con las chicas.

-Claro claro pero por favor tengan mucho cuidado-comentó Sam un poco preocupada.

-Claro que la tendremos-dijo Carlos.

-¡Rosa!-grite al ver que estaba metida en sus pensamientos.

-Estem si si dime-contestó un poco desconcertada.

-Todo estará bien, no te preocupes verás que en una semana Isra y Sebas estarán con nosotros de nuevo.

-Espero-dijo en voz baja mientras Sam la agarraba del brazo y se dirigían a la estación de policía.

Como pude me puse en el carril contrario y empecé el largo recorrido, era atravesar la ciudad de extremo a extremo y no me preocupe por la policía de caminos, empezaba a alcanzar velocidades altas, 130-150 km/h en una moto.

-Cristo bájale-grito Carlos un poco asustado, su grito me hizo reaccionar y baje la velocidad.

-Per…perdón no lo vi.

-Claro que no es obvio.

-Es que ando muy preocupado, que tal si ya le hicieron algo a Isra y a Sebas.

-No les han hecho nada, no son niños y sabrán que hacer mientras llega la ayuda.

-Esperemos.

-Oye Cristo una pregunta algo incómoda.

-Dime.

-¿Te…te gusta Isra?-pregunto sin animarse al 100%

-Y eso viene a que…-deje incompleta la frase para que el la terminara y a ser verdad su pregunta me abrió los ojos y es que mi actitud hacia Isra parecía el de un novio.

-Te veo muy encariñado con el chico-interrumpió mis sentimientos Carlos.

No contesté, mi mente se convertía cada vez más en un revoltijo y una muy bueno, cada idea que pasaba por mi mente era realmente algo “loca”, empecé a sentir miedo mientras nos acercábamos cada vez más a la dirección del mensaje, solo 20 calles más y estaríamos allí.

-No me has contestado-me volvió a interrumpir Carlos.

-¿Qué cosa?-pregunte un poco confundido, se me había olvidado su pregunta.

-¿Te gusta Isra?

-Este no, claro que no-contesté nervioso pues quizás si me gustaba y yo ni enterado estaba.

-Eso es un sí, vamos hombre no tiene nada de malo que seas gay o bi- respondió con una palmada en el hombro.

-Yo creo que tienes razón pero por lo menos por ahora no siento más por él.

-Parece que sí y al parecer te gusta mucho-respondió Carlos…

ISRAEL:

Cada cortada dolía más que la anterior, la primera solo fue superficial pero poco a poco las que seguían se iban profundizando más de lo que aparentaban, sentía mi vida irse con cada gota de sangre que emanaba de mi ser, Sebas por el contrario se había quedado inmóvil con el cuerpo inerte de Darwin sobre él, sin duda alguna pensaba en algo pero ¿en qué pensaba?, solo veía el techo y en esa posición se me hacía muy tierno, quizás solo quizás sería la última vez que lo vería, intente hablar pero un ardor insoportable hizo que en lugar de que mis siguientes palabras fueran para aquella persona que tanto me había dado y protegido fuesen de dolor, a cada grito Sebas no reaccionaba y eso me empezaba a preocupar mucho, por mi mente paso la posibilidad de que la bala también lo hubieses alcanzado.

-¿Te sientes bien cariño?-pregunto Angie cuando vació la última botella de alcohol sobre mis heridas.

-¡Eres una enferma!¡comprende que no está bien lo que haces!

-¿Acaso crees que eso a mí me importa?

-Se…se-empecé a tartamudear al ver que este se paraba y se tiraba encima de Angie.

-Pero que cara…-no pudo terminar de decir nada cuando Sebas la tenía agarrada y forcejeaba con ella-¡Quítate mocoso asqueroso!-grito cuando logro empujar a Sebas.

-¡Isra!-grito Sebas mientras me lanzaba un pedazo de madera.

-¡Ni que Isra ni que nada!-grito Angie mientras se acerco corriendo a mí y me jalo de los cabellos para que no me moviera, apunto la pistola a mi cabeza mientras Sebas miraba atónito.

-¡Suéltalo!¡déjalo ir!-gritaba desesperado Sebas mientras veía como Angie no dudaba en apretar el gatillo.

-Lo dejo vivo si tú cooperas conmigo querido-respondió Angie con un tono de voz autoritario.

-Hago lo que quieras pero por favor déjalo vivir-rogaba Sebas mientras unas lágrimas salían de sus ojos, aquellos ojos que me enloquecían ahora me partían el corazón.

-Bueno bueno pues párate y sin ningún truco comprendes no?, o prefieres que te lo explique con palitos y dibujitos?

-Como quieras pero no le hagas daño-comentaba Sebas mientras se paraba poco a poco.

Cuando al fin se encontró de pie escuché un disparo y cerré los ojos, no quería ver…

SAMANTA:

-Es aquí-dijo Rosa con un poco de alivio mientras corríamos a hacer la denuncia.

-Espérate un momento rosita-suspire un poco para luego continuar-sabes que aremos? Yo sinceramente no tengo la más mínima idea de que es lo que aremos así que por favor te pido que me ayudes un poco, yo sé que de alguna manera soy la mayor de edad y que yo debería llenar los datos y demás pero espero me ayudes en esto, si?

-Obviamente Sam pero apúrale que cada segundo puede significar la vida o la muerte de Isra.

Esta niña, a veces me sacaba de quicio y en algunas ocasiones me preguntaba si sentía algo más que una simple amistad por Isra, al final y acabo su vida sentimental era algo privado y no me sentía con plena confianza para preguntarle algo así, era un tema un poco complicado.

-Buenas tardes-nos saludo una señora de unos 35 años bien cuidada y es que para su edad aparentaba 20.

-Buenas tardes venimos a levantar…-unos gritos me interrumpieron.

-Informe de disparos calle Día de la raza colonia metropolitana del sur número 139 C-gritaba un oficial y la sangre se me heló al escuchar la dirección pues era la misma que Sebas nos había mandado en el mensaje, volteé a ver a Rosa y pude ver como esta se desmayaba…

CARLOS:

-Parece que sí y al parecer te gusta mucho-le respondí a Cristo mientras este quedaba mudo, pasados unos minutos retome la palabra-hombre contesta que no tiene nada de malo.

-Este Carlo mira lo que pasa es que no sé pero quizás solo quizás o tal vez si pueda pero es que-decía sin buscar una manera correcta de comunicar sus ideas.

-Hombre tranquilízate yo no te pido explicaciones solo quiero que me contestes si te gusta o no Isra, digo no tiene nada de malo que te guste pues es un buen chico y para mi harían bonita pareja pero también tengo en cuenta a Sebas.

-Si-contesto en voz baja que casi no se escucho su respuesta.

-¿Qué?, repite que luego no se te entiende mi querido Cristo-empecé a decir burlonamente.

-Si me gusta-suspiro-daría la vida por él.

-Eso es lo que quería escuchar campeón.

-Pero que te pasa? Campeón? Ni que fuera perro wee.

-Jajaja lo lamente entonces eso es lo que quería escuchar Cristopher de la Cruz Martínez.

-Cálmate mejor prefiero campeón.

-Tú lo dijiste ehh?luego no llores.

-Es aquí-dijo Cristo y esas palabras daban por concluida nuestra conversación.

-Espera calla-hice un momento de silencio-¿escuchaste eso?-pregunte.

-Los disparos?

-Aparte-suspire-es como si alguien gritara pidiendo auxilio…

SAMANTA:

-¡Rosa reacciona!-decía una y otra vez.

-Señorita ya viene el paramédicos-comentó una secretaria que amablemente me había ayudado desde que rosita se desmayo.

Pasaron unos 30 minutos desde que el médico reviso a rosita y nos dio indicaciones para luego retirarse del lugar, mientras rosa seguía desmayada en mi mente paso el primer momento en el que todos nos conocimos.

-Hola-dijeron al mismo tiempo 2 chavitas y un muchachito mientras platicaba con Carlos.

-Hola que tal-me adelante a Carlos.

-Hola mucho gusto-comento Carlos después de mi, lo que ocasiono un leve sonrojo en las caritas de esos 3 chiquillos.

-Que tal me llamo Isra-comento el chavito-ellas son mis amigas Rosa y Verónica.

-¡Sam!!Carlos!-exclamo una pequeña desde lejos y al irse acercando la reconocí y corrí a abrazarla, tenía tiempo sin verla, la abrace y le di un gran beso en la frente a lo que ella quedo roja y eso me causo una leve sonrisa-disculpen estem ella es Alejandra creo tiene la misma edad de ustedes.

-Hola pero si a ustedes ya los había visto en mi salón, tu eres Israel y ustedes Verónica y Rosita, me equivoco?

-Si si si yo también ya te había visto-comento la niña que si mal no recordaba era rosita.

-Bueno pues ojala seamos buenos amigos-comento Ale.

-Y creo que nos sacaron de la plática Sam mejor vámonos-comento Carlos mientras sacaba la lengua…

Esos recuerdos de cuando Carlos y yo teníamos 12 años y los pequeñines 6 eran muy gratos, siempre me sacaban sonrisas y una que otra lágrima de felicidad, aunque en los últimos días eran de tristeza.

-Señorita su amiga-me llamo la secretaria que había estado con nosotros por lo que corrí donde se encontraba Rosa.

-¡Rosa me alegro de que te encuentres bien!-grite con una gran sonrisa en mi rostro.

-Pe…pero ¿qué me paso?-preguntaba un poco confundida.

-Nada tu solo descansa un poco en un rato te digo-me dolía no decirle lo que estaba ocurriendo pero todo fuese por su bien…

SEBASTIAN:

Me quedé inmóvil para luego escuchar un disparo y con ello pensar que mi fin ya había llegado pero no era nada de eso, solo sentí un gran dolor en mi pierna y sentí el golpe de caer al suelo, por ningún momento hubiese pensado que me iba a disparar en la pierna, sentía como poco a poco la sangre escurría y escuchaba el llorar de Israel.

-¡Por favor no dejes que muera!-suplicaba una y otra vez mi querido Isra, era algo que me partía el corazón pero no quería que se sintiera culpable.

Como pude saque fuerzas para emitir unas palabra ya que el dolor era insoportable y si abría mi boca lo primero que saldría serían uno gritos de dolor horripilante y lo que menos quería era asustar más a Isra-¡Isra te amo te amo te amo te amo!, no llores que cada lágrima tuya es una acuchillada en mi alma.

-¡Sebas no te puedes ir sin mí!

-No me iré mi amor.

-¡Basta de cursilerías!, ¡me da un dolor de cabeza escuchar tantas tonterías de un par de mocosos como ustedes dos!

-¡No son cursilerías es AMOR!-le contesto Isra lo que ocasiono que Angie se molestara más de lo que ya estaba.

-Mira chiquillo del demonio ¡mete en esta cabeza de niño ingenuo que el amor no existe ok!

-¡Claro que existe!-gritaba una y otra vez Isra para sí mismo con lágrimas en sus ojos.

-¡Calla!-grito Angie mientras le daba un golpe con la mano y le dejaba marcado con un anillo que traía puesto.

-¡No te metas con él!-grite sin pensarlo 2 veces al ver que Isra había empezado a sangrar de nuevo.

-Hay chiquillo si yo fuera tu me voy guardando mis palabras para no meterme en más pro…-un ruido en la parte de afuera hizo que callara de repente y con unos pasos ligeros salió a ver qué pasaba.

Como pude me fui arrastrando hasta donde se encontraba Isra, pude ver mientras me acercaba las heridas que le había provocado la loca de Angie pero aun así para mí era hermoso y jamás lo cambiaría por nada del mundo.

-Isra-susurré en su oído.

-Se…sebas te amo-dijo con dificultad mi pequeño.

-No hables Isra, no te esfuerces yo sé que me amas y eso es lo único que me importa, no gastes más energía que la necesitaras cuando todo esto acabe-termine de decir mientras le daba un pequeño beso en la frente.

-No creo que esto acabe Sebas-suspiro-tengo miedo a que no salgamos jamás de aquí, que nunca nos encuentren.

-Acabará, ya verás que si tú solo ten fe.

-Ojala Sebas no quiero tener que vivir así el resto de mis días.

-No lo harás eso yo te lo prometo.

-¿Seguro?

-Sí, seguro que no lo vivirás así por qué de eso yo me encargaré aunque tenga que dar mi vida.

-Sebas eso no…-un disparo interrumpió  Isra.

CRISTOPHER:

-Vamos corre Carlitos-grite mientras me adentraba en la maleza del predio.

-Pero que carajos es esto-exclamo Carlos al ver la casa abandonada y atrás una pequeña bodega con luces encendidas.

-Vamos ven con cuidado Cristo, no queremos que nos escuchen.

-Claro y he de llegar gritando ya llegamos? usa tu lógica Carlos.

-Hay bueno ya, solo ven con cuidado.

Con cada paso se venía a mi mente recuerdos de cómo conocí a esa bola de locos de los que solo quedaban Carlos, Sam, Isra, Rosa y yo.

Me encontraba en una de las mesas de la escuela, para ser mi primer día en una escuela nueva no había hecho el más mínimo intento por hacer nuevos amigos y por lo tanto me había alejado un poco de todos.

-Hola me llamo Isra-saludo sonriente un niño menor a mí, mi primera impresión de él es que era muy agradable.

-Hola soy Cris…Cristopher-dije tartamudeando.

-¡Vero!¡Ale!¡Rosa!-grito el pequeño y a lo lejos vi como se acercaba 3 niñas muy sonrientes entre sí.

-Hola ¿cómo estás?¿cómo te llamas?¿estás bien?-preguntaron las 3 niñas casi al mismo tiempo y a lo lejos divise a 2 personas que se acercaban a nosotros.

-Chiquillos que hacen por aquí los podrían robar-comentó una bella chica, la había visto en último grado y por lo tanto me llevaba 4 años.

-Pues saludando al nuevo-dijo Isra con una gran sonrisa.

-Vaya si que no nos hemos enterado de nada-comento el chico.

-Pues ya ves-comento Vero o al menos yo recordaba que era Vero.

-Bueno bueno olvidemos todo eso y a lo que venimos, como hemos visto que andas muy solito venimos a decirte que si querías andar con nosotros no ha ningún problema-dijo Rosa de una manera muy amable.

-Bueno chicos vamos que no podemos obligarlo-agrego Vero mientras todos se iban.

-Esperen…

-Qué carajo-dijo en voz baja a escuchar como sus pisadas se escucharon y nos dejaba en evidencia.

- Ya cálmate, no creo que lo hayan escuchado adentro.

-Como que me calle.

De repente solo de repente se abrió la puerta y se escucho un disparo, vi a Carlos caer y lo único que pude hacer es arrancar a correr, me cercioré de que no me haya estado siguiendo la tipa que le disparo a Carlos y corrí por él a ver si podía hacer algo, sin embargo ya era tarde cuando llegue su cuerpo yacía inerte en el suelo, corrí hacia la calle a pedir ayuda pero sentí un disparo que me dio en la pierna e hizo que cayera, me hice el muerto y cuando me asegure que se había ido emprendí de nuevo el viaje hacia la calle.

SEBASTIAN:

Después del primer disparo Isra comenzó a llorar más, me partía el alma el verlo así y lo único que podía hacer era abrazarlo y darle mi calor, mi pequeño era un valiente guerrero y saldríamos de allí a como diera lugar, escuchamos un segundo disparo que intranquilizó más a Isra pero para no preocuparlo más no le dije lo del mensaje, no me perdonaría haber llevado a ese fatal destino a nuestros amigos.

Escuchamos otras pisadas que se acercaban de nuevo a donde nosotros nos encontrábamos a lo que Isra reacciono aferrándose más a mí.

-Querido hermanito me hubiese gustado jugar más contigo pero no me puedo arriesgar de esta manera-dijo sin piedad la desconocida para mí.

-¡Angie no! ¡basta!¡para!-gritaba Isra con lágrimas en los ojos.

-Cállate maldito bastardo, entiende que ya llegue hasta este punto no puedo regresar, allí afuera se encuentran 2 de tus amiguitos-Cristo y Carlos pensé y la sangre se me heló-y no me arriesgare más así que ya sabes.

Como pudo Isra se puso de pie y se lanzo a dónde la tal Angie se encontraba, se escuchó un disparo y vi caer a Isra al suelo, me quede atónito mientras Angie salía de ahí limpiándose las manos y con una gran sonrisa, como pude me arrastre hasta donde él se encontraba, lo cogí entre mis brazos y le di el mejor beso que jamás haya dado en mi vida.

-Se…Sebastian y…yo te a…amo-decía con dificultad mientras le tapaba la boca y le indicaba que no hablara, busque la herida y de ella emanaba sangre como si de un río se tratara, se la apreté con mi mano para que saliera lo menos posible y volqué mi atención en sus ojos que me miraban con extrema dulzura…

FIN…

Hablan de un amor alucinante

Tan intenso y fascinante

Como el sol de primavera

Cuentan de un amor que es tan perfecto

Tan hermoso y tan honesto

Que se exhibe donde quiera

Dicen de ese amor que son el uno para el otro

Y es que están hablando simplemente de nosotros

Lo nuestro es un amor para la historia

Cada memoria nos marcará la vida entera

Lo nuestro es un amor

Más grande que el amor

Tan grande que es mi estrella y mi bandera

Lo nuestro es un amor que es tan profundo

Que asombra al mundo

Que da esperanza y ganas nuevas

Lo nuestro es un amor

Que escapa la razón

Violento como el fuego que no quema

Hablan de un amor casi imposible

Excitante e impredecible

Que acaricia y atropella

Dicen de ese amor que son el uno para el otro

Y es que están hablando simplemente de nosotros

Lo nuestro es un amor para la historia

Cada memoria nos marcará la vida entera

Lo nuestro es un amor

Más grande que el amor

Tan grande que es mi estrella y mi bandera

Lo nuestro es un amor que es tan profundo

Que asombra al mundo

Que da esperanza y ganas nuevas

Lo nuestro es un amor

Que escapa la razón

Violento como el fuego que no quema

Lo nuestro es un amor---- para la historia---