Simplemente .…..omar

Omar, ese chiquillo de 21 años me cautivo, su sonrisa juvenil, su descaro y desparpajo y su lindo cuerpo me enloquecieron….

Trabajo en un afamado instituto de investigación agropecuaria en España, tengo 35 años y recibí, previa solicitud mía, la autorización para un periodo sabático en una de las mejores universidades de México. Soy casado sin hijos. En mi adolescencia tuve algún encuentro homosexual sin importancia, así que me consideraba heterosexual….hasta que llegue a México y conocí a Omar, el que sería mi mas grande amor……………mi Omar.

En la universidad se me asignó ayudar a un profesor titular, y por ese motivo me pidió que lo cubriera en una de sus ausencias en la aplicación de un examen.  El grupo de estudiantes a examinar,  estaba compuesto de cerca de 30, repartí la prueba, le di las instrucciones necesarias y empezaron el examen, al recorrer el grupo cuidándoles, vi por primera  vez vi a ese chico tan lindo,  era uno de los chicos que llevaría a cabo el examen. Lo observaba y de repente el levanto la mirada y con una sonrisa me habló y me dijo, - no entiendo esta pregunta- al mirarlo pude apreciar al chico más lindo que había yo conocido, el me siguió hablando pero yo no lo escuchaba, mi atención estaba puesto en el, en sus ojos claros, su cabello rizado y rebelde, su incipiente barba de tres días, su linda, cautivadora y pícara sonrisa, era todo un cromo el chamaco, hasta que me dijo- he,.. profe- que le pasa, ¡ despierte !. Ahí reaccione y me acerque a él, le explique lo que quería, para ello tuve que acercarme a pocos cm. de él, y pude aspirar su rico aroma a juventud, a hombre joven, a macho joven casi niño, con las hormonas a todo lo que dan, también pude sentir la dureza de sus músculos al tomarlo de un hombro. Durante el transcurso del examen no puede evitar verlo continuamente, admirar su cuerpo, sus lindos ojos, el vestía una camiseta negra, unos jeans del mismo color de donde se podía apreciar un rico y delicioso paquete en su entrepierna. Al terminar la prueba se levanto a entregarla y ahí pude ver su estatura de 1.78 cm aproximadamente, todo su cuerpo en su extensión, sus agiles músculos y de nuevo su rico paquete. Al entregarme el examen me susurro,- écheme a mano profe he - con esa linda y picara sonrisa que me cautivo desde un principio y  salió del salón.

Al terminar de recoger las pruebas me dirigí a mi oficina y por coincidencia o  el destino rumbo a la oficina en un banca lo vi sentado, de nuevo me sonrío y me dijo –¡ he profe!, para donde ve va?, - le dijo que a mi oficina y me pregunto que si podía acompañarme, que iba a otra clase por ese rumbo,  le dije que sí y caminamos juntos.  Me dijo que era del estado de Sonora, que se llamaba Omar que, cursaba el 5to. semestre y que iba a tomar otra clase. Al sentir su cercanía no pude dejar de sentir un cosquillo en el cuerpo, una ráfaga de deseo de tenerlo, de estar con él me embargo al tener a semejante muchacho a mi lado. Así llegamos a m oficina nos despedimos y al tener su mano en la mía, al despedirse sentí su grandes y calientes manos mi deseo por él se acentuaba. De nuevo me sonrió con su linda y cautivadora sonrisa y me dijo- eh., écheme la mano por fa, no me sentí seguro en el examen.- yo solo le sonreí y le respondí con un - a ver qué pasa y se fue corriendo a su siguiente clase.

Pasaron varios días sin verlo, anhelaba tenerlo de nuevo a mi lado, sin embargo, no sabía dónde buscarlo. En las noches soñaba con ese chiquillo que me había quitado el sueño, lo deseaba de tal manera que tenía que masturbarme con su figura, su rostro en mi mente pata bajarme la calentura. Ese chiquillo me había pegado duro. Tenía que encontrarlo.

Pasaron los días, y un día estaba en mi oficina con las puertas abiertas revisando unos documentos cuando escuche – hola profe – para mi sorpresa era mi chiquillo, que me saludaba, de nuevo sonriente con esa sonrisa que me tenia loquito. –Hola- le dije, y le pregunte que hacía por allá, me dijo que acompañaba a un compañero a ver a un profesor pero que al verme decidió saludarme. Le ofrecí una silla frente de mi, para ver su lindo cuerpo, empezó a contarme algunas cosa de su vida. Que su situación económica de su familia no era buena, que estaba pensando dejar la carrera para ponerse a trabajar y ayudar a su madre, entre otras cosas, yo le comente que lo pensara bien que con una carrera las cosas se le facilitarían, etc. Platicamos como una hora y yo feliz de tenerlo ahí, hasta que se despidió de mi dándome de nuevo la mano, yo aproveche para tenerla un buen rato entre la mías, y así se fue de nuevo, dejándome con ese deseo por el que ya no aguantaba.

Pasaron los días y de nuevo fui requerido para aplicar el examen final del curso  y me dirigí al salón con el corazón latiendo a mil, porque seguramente ahí estaría Omar, y no estaba equivocado, ¡ahí estaba el!. Al acomodar a los estudiantes lo hice pasar al frente para tenerlo cerca de mí y admirarlo en toda su belleza. Durante el examen me eche un taco de ojo del chiquillo y seguido me acercaba a él con el pretexto de que lo estaba cuidando.

Al concluir el examen me lo entrego y de nuevo me dijo. -ahora sí, profe écheme la mano, estuvo de pelos el examen- yo le sonreí le dije -  a ver qué puedo hacer por ti- y  salió del salón.

Al recoger el último examen salí del salón lo busque con la mirada y pude verlo a lo lejos platicando con otros compañeros. Me dirigí a mi oficina y cuál fue mi sorpresa que al entrar al edificio ahí estaba el revisando en un cartel los resultados de otro examen que ya había presentado. –profe – me dijo – salí mal en este examen, y si usted no me ayuda tendré que dejar la universidad porque no puede irme al siguiente semestre con dos materias reprobadas, además no puedo quedarme al examen extra, porque ya no tengo dinero y este noche salgo para Sonora-. No lo pensé dos veces, no podía permitir que ese chiquillo se alejara de mi, así que le pedí que me acompañara a la oficina, ya en la oficina, le dije que si le ayudaría pero con la promesa de que olvide esa idea de dejar la universidad, le hice prometer que volvería al siguiente semestre y le pregunte en que lo podía ayudar. Me pidió que le permitiera contestar correctamente solo dos preguntas para asegurar su pase, yo le dije que no podía hacer eso, que no era ético, el con su rostro angustiado me dijo que por favor, si no quedaría fuera de la Universidad, que por favor, que yo le podía pedir lo que sea pero que lo ayude a pasar la materia. Ante eso mi cuerpo se cimbro y empecé a tener una erección. ¡Dios ¡ yo podía pedirle lo que sea, sus palabras retumbaron en mi cabeza, lo tenía tan cerca de mí, a escasos 50 cm con solo estirar mi mano podía tocarlo, acariciarlo, ese chiquillo que me tenia loco estaba a mi merced prácticamente entregado a mí, eche una mirada a su paquete, que se dejaba ver a través de sus jeans y me imagine chupándoselo, pasando mis labios por su glande, mamarle la verga hasta tomarme su leche juvenil,  chuparle sus huevos, pasar mis dedos y labios por todo su lindo cuerpo, besarle sus rosados labios, besarle el cuello, y al final que penetre con esa enorme verga que se dejaba ver a través de su ropa. Sí mi chiquillo estaba al alcance de mis deseos. Estuve a punto de pedirle que a cambio de ayudarlo me regale una noche de sexo con él, sin embargo me contuve pues no sabía cómo lo tomaría y preferí tenerlo más tiempo a mi lado, hacerlo mi amigo, y ver que se puede dar después entre él y yo,  que tenerlo una noche y luego se fuera despreciándome, en caso que accediera a mi petición,  los demás ya vendría después. Así que acariciándole tiernamente el cabello, pero con ganas de agarrarlo a besos, y viéndolo a sus ojos claros que tanto me gustaban, le dije que tomara su examen hiciera lo que considerara necesario para que aprobara el examen. Tomo sus examen empezó a corregir las prueba. Mientras que yo admiraba su belleza juvenil a solo 50 cm de mi, conteniendo mi deseo por él, cuando termino su examen, se deshizo en agradecimiento hacia mí, me dijo que me traería un recuerdo de su natal Sonora, y se despidió de mi con un abrazo, ¡ oh dios ¡, que rico sentí al estar en su brazos, sentir su calor, su aroma de macho joven, sus músculos fuertes apretando mi cuerpo, sentí su vega rozando mi cuerpo, así que trate de tardar lo mas que pude en ese abrazo, hasta que él se  zafo de mí, me dijo nos vemos y salió corriendo de mi oficina dejándome con el deseo  por él a flor de piel, no pude mas, así que rápido saque mi verga y me hice una puñeta, con el nombre y el aroma de Omar en mis labios y en mi cuerpo.  Ese chiquillo tenía que ser mío y no solo una vez. Estaba enamorado de él y tenía que ver la forma de hacerlo mi amante, de que poseyera d que me diera su verga en la boca y en mi cuerpo, que me diera su cuerpo y que me dejara acariciarlo, en  fin hacerlo mio. Si que lo haría. Pero eso se lo cuento en una segunda parte.j.martinezcarrillo@yahoo.com.mx