Simplemente me gustas - 3

Aquí les dejo mi tercer capitulo, comentelo y valorenlo por favor. Bendiciones‏

Felipe

  • ¡¡Por fin!! - casi gritaba  mientras me paqueaba en la acera. Me desmonte del auto y me dirigí hacia la casa de Carlos para tocar la puerta, oía que me respondían desde el otro extremo

  • ¡¡Ya voy!!- casi gritando

Carlos abrió la puerta, tras verme me abrazo de tal manera como si desde hace mucho no me hubiese visto

-¡Ca...Carlos ya basta me vas arrugar la camisa!

  • Hay Felipe, que aguafiestas eres -dijo Carlos fingiendo enojo- pero entra Felipe que hace mucho sol

Hice lo que dijo, entré y juntos nos sentamos en la sala de su casa.

La casa de Carlos era de muy amplios espacios: constaba de 2 habitaciones, 2 baños, una sala y antesala, una cocina moderna que en la parte trasera reguardaba el sótano junto con mi parte favorita de la casa de Carlos ¨el jardín¨

Pues como le dije ante me encanta la naturaleza, en toda su formas y detalles que hace resaltar la hermosura de las factores estructurado por el hombre.

  • Y cuéntame Felipe... ¿Cuándo comienzas a trabajar como profesor de matemática?

  • Mmmm... no sé, creo que pronto, el director M.H me dijo que me lo diría después, los días de las semanas en que iría .

  • Ok, espero que sea pronto -me dijo medio sonriente- mira que estas muy vago -esto último lo dijo con tono burlón.

-¡¡Oye!!- me sobre salte fingiendo estar ofendido- que malo eres... -señal de dando el momento del tema por aludido.

De pronto me vino a la mente el rostro de aquel chico de ojos grises intensos y sin darme cuenta pronuncie su nombre en voz alta

-Mark....- dejando fluir tras ese nombre un alarido suspiro.

Carlos me miro medio aturdido y dijo- ¿Qué dijiste?

Volví en si preguntando - ¿Dijiste algo?

Carlos me miro con una cara de ”perdimos  a Felipe”- eso mismo te pregunto yo a ti ¿Quién es Mark?

  • ¡¡¡Maldición!!! Acaso lo dije en voz alta, al parecer que sí. -decía en mis pensamiento mientras lo miraba nervioso. No sabía que responderle, no quería que se diera cuenta  que algo me pasaba, pero al parecer y por mala suerte mía Carlos me conocía de lo que ni yo mismo me conozco literalmente hablando.

Él sabe que soy gay, pero nunca le dije que en algún momento de mi vida, yo le llegue a verlo a el de otra manera y ojala que nunca se allá dado cuenta. Bueno, él nunca me dio a demostrar algo parecido, así que puedo decir con certeza que nunca se dio cuenta (al menos eso espero).

Me quede callado. No sabía que responderle, no sabía que decirle, al menos algo en mi me impedía hablar, pero en mi dilatadora cara hizo dar cuenta a Carlos de que algo me pasaba.

Carlos sonrió  y dijo - veo que  te pasa, tu cara sonrojada me lo dice todo.

  • ¡¡¡Maldición!!!  ¿Cómo es que hace eso? Adivina mis pensamientos; bueno, con ayuda de mi tarada cara sonrojada quien no –pensaba-.

  • Haber Felipe... - puso la mano derecha en unas de mis piernas, señal que indicaba que le pusiera atención a la que iba a decirme- entonces estás enamorado y esa persona que no se quien, se llama Mark.

Me desespere levantándome del sofá a una rapidez algo abrupta y exagerada, comencé a dar rodas corta al frente de Carlos mientras decía

-¿¡Como!?... Estás loco que te pasa- bajaba mi cabeza de la vergüenza que sentía.

Carlos se paró posicionándose en frente de mí frenando mis cortas rondas, con el pulgar de su mano izquierda, hizo que levantara levemente mi mentón haciendo que nuestras miradas se cruzaran.

  • Felipe, dime la verdad ¿Te estas enamorando de alguien? ¿Te gusta alguien? No me mientas o de verdad me enojare contigo - su mirada reflejaba sinceridad, ansiedad por saber la vedad.

-Carlos yo..... -un nudo sentía en la garganta, no sé pero por primera vez no sabía que respondedle a Carlos.

Simplemente acentué con la cabeza confirmando sus sospechas hacia mí

Me senté con la cara cabizbaja, ese niño quizás me gustaba pero aún no estaba seguro si lo volvería a ver, y además de nada sirve si me gusta o no, si era obvio que tenía novia. Una persona que se exprese así al defender a una persona es obvio de que le importe demasiado.

Carlos interrumpió mis pensamientos volviéndome a preguntar del tema.

  • Y ese chico, ese tal Mark ¿Dónde lo conociste?

  • Pues no lo conozco bien. Es más, no lo conozco nada de él. Todo fue una casualidad.

Le contaba a Carlos lo que había pasado antes de llegar a su casa.

  • ¿Qué? Entonces, te enamoraste de ese chico a primera vista -decía algo sorprendido mientras que lo miraba algo avergonzado.

  • ¡¡Oye!! Baja la voz que alguien te puedes escuchar -lo decía con un tono medio susurrante a la vez mi cara se sonrojaba.

Carlos solo me miraba con cara cómica, no por lo que había dicho; sino, porque cada vez que hablo de mi vida amorosa siempre me sonrojo como un niño cuando lo elogian por primera vez o algo parecido.

  • Carlos por favor de verdad ya no hablemos de ese tema ¿sí?, mira que me apena mucho

  • Ok -decía Carlos un poco sonriente

Estuvimos toda la tarde hablando de cosas de nuestra infancia y riéndonos de nuestras ocurrencias....

Mark

Eran las 6:35 pm y mi abuela no llegaba, estaba sentado en la escalera de la sala y había captado que mi abuelo tampoco estaba. Me dolía la cabeza, recordaba lo sucedido hace horas atrás, de cómo había discutido con mi ex y de cómo casi me atropellan.

Al instante de recordar esto último, en mí vino un deseo inesperado de pronunciar su nombre en medio de un suspiro profundo

  • Felipe... lindo nombre -pasó un segundo para luego replicar -¡¡Wow!! ¿¡Qué fue eso!? Sí que di miedo, y sonó raro como muchacha enamorada de pueblo.

La puerta se abrió de golpe captando mi atención

  • ¡¡Hola Makito!!

Me di cuenta que era mi abuela, y también me fije que venía con mi abuelo, los salude a ambos con mucho cariño.


Estábamos cenando, mi abuela nos contaba a mi abuelo y a mí como le había ido en su día, mi abuela es muy buena persona, me encanta su comida, ella es de características normales y frágiles. Su pelo es abundante encanado y su estatura es un poco más bajita que la de mi abuelo, y su cuerpo es un poco algo erguida por la vejez.

Había terminado de cenar, subí a mi habitación y me abalance sobre mi cama cansado y exhausto por aquel día, no les conté a mis abuelos que casi me atropellan, no los quería preocupar y sin darme cuenta me quede dormido.

Felipe

Llegue a mi casa eran las la 9:50 pm. Tenía un hambre de lo peor, prepare comida instantánea y me senté en un sillón que quedaba en frente del televisor de plasma, ponía diversos programas para entretenerme.

Una vez terminado esto, opte por dirigirme a mi habitación. Me quitaba mis zapatos formales uno tras el orden del otro, de pronto vino de nuevo sin previo aviso el reflejos de esos ojos grises... mi cuerpo como si estuviera en automático comenzó a calentarse, mi imaginación volaba ofreciéndole morbosidad a mis fantasías teniendo como resultado que mi miembro se erectara.

Me sentía excitado de tan solo pensar en sus ojos e imaginar que me miraba con cara de querer quitarme la ropa con pasión y lujuria para chupármela. Mi excitación era intensa, mi miembro pedía a gritos que le echara una manita urgente.

Con una mano acariciaba lentamente mis entrepiernas y con la otra desabrochaba ansiosa mente mi camisa, mientras mi imaginación se adueñaba de la realidad

Despacio me recostaba en mi cama, jadeando de la excitación tras quitarme la camisa una de mi inquietas manos se depositó en mi vientre, haciendo pequeños círculos de caricias al compás que, de vez en cuando  pellizcaba mis tetillas rosadita de la fricción y excitación que generaba este, haciendo suspirar el nombre de aquel chico.

  • ¡¡Mark!!... Me mordía los labios mientras complacía a mi amiguito, daba pequeñas rondas alrededor de mi glande con mi pulgar lubricado con liquido pre-seminal, me imaginaba que mi pulgar era su lengua que me daba lengüetazos desenfrenados a mi glande. La situación meritaba mis jadeos alaridos, los jadeos aumentaban cuando unas de mis manos pellizcaban mis tetillas de vez en cuando.

Mi calentura, mi placer estaba llegando a lo imaginable, se sentía tan real. Me masturbaba dando eco de van y ven a mi prepucio, imaginándome que con sus ojos grises penetrantes en mi de manera morbosa me la chupaba a no más poder. Sentía una cosquilla electrizable que me evadía, dando como señal que venía lo esperado: 4 trallazos de semen provenientes de mi pene de 19 cm, mientras me ahogaba en un jadeo por el eminente placer. Caí exhausto y todo sudoroso en mi cama.

Me tranquilizaba un poco en suspiros pausados, mientras mi pulsaciones se calmaban y mi respiración dejaba de agitarse.

No tenía que pensar mucho para darme cuenta que ese niño de los ojos grises, hacia despertar en mí un interés. No tengo que buscar palabras sublimes para darme cuenta que “Simplemente me gustas Mark”.

Mark

Me desertaba a la orilla de un hermoso lago, donde los árboles se movían al compás del viento, mis pensamientos iban y venían como eco, no podía pronunciar palabra alguna.

Vi el destello de alguien y me esmere para definir con la vista sus rasgo claramente, dentro de un flash elocuente sentí sus labios posados entre los míos mientras el clímax y las sensaciones que me penetraban, comenzaban a transformarse de manera extraordinaria donde lo simple era grandioso, donde mi corazón retumbaba, emociones que de mis labios querían salir, tras aquel hermoso calor que trasmitían aquellos labios tan suaves y a la vez apasionantes.

En aquel momento deje de sentir su calor que proporcionaba sus labios mientras se alejaba su voz desenvolvía un eco susurrante, donde eran tan claras las palabras “Simplemente me gustas Mark”, donde entre suspiros mi boca pronunciaba un nombre.

  • Felipe.......

Mis ojos se abrieron desganados mientras los rayos del sol entraban como intrusos en mi habitación, me senté en el borde de la cama para estirar mi cuerpo y no podía creer lo que veía entre mis piernas, mi pequeño amiguito estaba erecto. Tras soñar con el beso de alguien, y además ese alguien era.....era... era un hombre.

Me detuve a pensar quien era ese hombre, tras un flash inesperado vino a la mente el nombre de Felipe.

  • ¡¡NO, NO, NO!! -no lo quería creer- , ¡¡Demonios!! ¿¡En qué diablos estoy pensando!? ¿¡Acaso me estoy volviendo loco!? - Me tranquilice un poco- Mejor me calmo, solo fue un sueño...

Espero que les haya gustado. Recuerden: Cualquier sugerencia será aceptada. ¡¡Bendiciones!! :D