Simplemente Ella y su delicioso ser
El momento cumbre de esto al fin llego y el tan esperado andar hasta mi vehículo fue una luz que lleno mis pupilas y logro hacer revolucionar mi sangre a lo largo de todo mi cuerpo y llevarla a todos los rincones y levantar todo lo levantable, que sensación.
Desde hace mucho tiempo he tenido una fijación de manera muy especial por mi cuñada, ya que la verdad es una mujer muy hermosa, carece de un cuerpo espectacular, esa es la verdad, pero lo bello de su rostro y la delicadeza de su esbelto cuerpo son una divina tentación digna de cualquier travesía erótica.
Por supuesto que hay una descripción mas detallada de ella, su nombre no importa tiene 23 años es de estatura media, delgada sin ser flaca ni llenita, su cabello es largo y lacio por debajo del hombro y color negro pesado y abundante, de rostro pequeño y facciones muy finas, nada de imperfecciones en el rostro ni arrugas o cualquier cosa que se le parezca, su nariz es respingada y delineada, ojos grandes y oscuros enmarcados con unas cejas abundantes y delineadas, su cuello es largo y delicado, sus pechos son medianos pero muy bien formados y firmes, su cintura es tenue y limitada, sus piernas son bien torneadas y lo suficientemente largas como para darle un muy buen porte, sus nalgas son muy medianas pero bien formadas.
Por mi parte soy un tipo que le anda tirando a los treinta, casado sin hijos y que le gustan demasiado las mujeres, eso es todo lo que interesa de mi.
Todo comenzó cierto día que por cosas del destino a Ella se le descompuso su vehículo y afortunadamente para mi había terminado poco tiempo atrás a su novio el cual la recogía cuando no traía carro, pero a falta de novio y de alguien que pudiera recogerla pues esa ardua labor paso a ser designada por mi esposa a mi, ya que mi trabajo es cerca del suyo y los horarios de salida son casi el mismo, así que muy a mi pesar me resigne a pasar a recoger a esta belleza por lo largo de dos semanas, no puedo describir lo que por mi mente pasaba cada que me ponía a pensar en ella subiéndose a mi carro con las faldas cortas o esos pantalones de vestir ajustados a su cuerpo que tenia que usar en su empresa, aaah, que placer aquel.
El primer día que pasaría por Ella una sensación bastante extraña recorría mi cuerpo ya que faltaba todavía un buen para salir de mi trabajo y ya la ansiedad por salir corriendo del lugar me estaba dominando, no paraba de ver como lentamente las manecillas del reloj hacia su rotación, leeeento para mi querer. Al fin llego la hora de salir y pasar por a su trabajo, no lo podía creer, mis manos sudando y un nudo en el estomago eran el presagio de mi caída inevitable hacia el mundo de los nervios, a mi edad y con mi experiencia (jaja) como era posible que una niña me trajera sudando nervios por todos lados. El momento cumbre de esto al fin llego y el tan esperado andar hasta mi vehículo fue una luz que lleno mis pupilas y logro hacer revolucionar mi sangre a lo largo de todo mi cuerpo y llevarla a todos los rincones y levantar todo lo levantable, que sensación.
Esos primeros tres días fueron simplemente un deleite visual el ver cuando setenia que subir al carro y el trayecto a su casa.
Para el cuarto día la cosa mejoro de manara considerable ya que por alguna extraña razón los dos nos encontramos hablando de sexo de con quien y cuantas veces lo habiamos hecho, en esta parte no dudo que haya inventado algunas cuantas cosas ya que algunas sonaban un tanto fantasiosas, pero en fin, en realidad eso me tenia sin cuidado, yo sabia que no era virgen y eso era suficiente para mi.
A partir de esa platica nuestras barreras de proximidad física cambiaron radicalmente, ahora cuando platicábamos ella se acercaba mas hacia mi, mi mano ya podia rozar su pierna sin que ella se alejara o cambiara su posición, ahora se sentaba y se giraba hacia mi para poder estar casi de frente, en fin, la cosa fue mejorando exquisitamente.
Las cosas siguieron así un par de dias hasta que por ahí del octavo dia ella no llegaba a la hora de la salida, pasaron 20 minutos, 30, 40, aquí fue cuando la cosa me extraño ya que ella siempre habia sido súper puntual además de que me habría avisado de alguna manera su retraso, así que me baje del vehículo y fui hasta su lugar en su empresa, no habia nadie, anduve por los pasillos hasta que la encontré junto a otra mujer platicando, pero estaba llorando, lentamente me acerque y sin decir nada me abrazo, yo sabia que en ese momento estaba triste o sufriendo por algo, pero para mi ese abrazo fue sentir todo su cuerpo sintiéndolo junto al mio en toda su expresión, aproveché para acariciar tiernamente su cabello y su espalda, para esto la amiga simplemente se retiro sin decir nada y nos dejo ahí, solos en medio pasillo desolado enfundados en un firme abrazo, lentamente levante su rostro y comenzamos a hablar mientras nos íbamos al carro mi brazo sobre sus hombros y su brazo sobre mi cintura y su cabeza reclinada en mi, el motivo por el cual lloraba es de menor importancia. Ya estando en la privacidad del vehículo y atenuado con una calle oscura y sin tráfico Ella continuo su historia mientras yo la abrazaba y acariciaba, lentamente su cabeza estrecho mi pecho y su mano mi rostro, comenzó a decirme lo agradecida que estaba y esas cosas, como si de película se tratará su rostro subió hasta la altura del mio y nos besamos, yo sentí como mi miembro, que de por si ya estaba al 100, estaba duro hasta doler, el beso continuo y nuestras lenguas se encontraron y se mezclaron sin parar por sabrá dios cuanto tiempo, instintivamente mis manos tocaron toda su espalda, sus hombros, su cuello, los pequeños gemiditos que empezó a soltar fueron la señal para continuar mi camino, sus muslos fueron el siguiente blanco; duras , firmes y bien hechas, gracias a su falda sentí su piel con mi mano, el beso continuaba y la respiración de los dos crecia cada vez mas, sus manos lentamente y como sin quererlo se postraron en mi entrepierna sin tocar mi miembro, a cada vaivén de mis manos que ahora ya estaban sobre sus pechos apretándolos y haciéndola gemir aún mas, su mano se acercaba lentamente a su objetivo, primero el roce de sus dedos, después uno de sus dedos sobre el, al fin ya nada importo y sin piedad la palma de su mano firmemente apretó sin piedad el ya húmedo pantalón, justo cuando lo tomo se mordió un labio y gimió fuertemente. Para ese momento, no importaba en donde estábamos ni que hora era ni que parentesco teníamos, solo éramos dos personas disfrutándose el uno al otro con una desesperación que parecía haber estado guardada y restringida en lo mas profundo de los dos.
Mis manos levantaron su blusa dejando al descubierto sus senos envueltos en un bra semitransparente que me permitía disfrutar su pezón, muy poco duró ese bra en su lugar ya que fue substituido por mis manos y a su vez por mi boca, mi lengua recorría toda su teta y agitaba a la piedra que tenia por pezón, mis manos libres circulaban sin restricción alguna cada palmo de su cuerpo, teniendo especial interés entre sus piernas, la meta final, lentamente metí mi mano entre sus piernas, al principio ella se resistió, pero lentamente se dejo llevar y mi mano tuvo acceso total a su linda conchita, estaba húmeda, mis dedos comenzaron su labor en aquel lugar, en mi lengua nació la necesidad de ayudar a los dedos pero no era un buen lugar para dicha acción, después seria su momento.
Perdí la noción del tiempo y de todo lo que a mi alrededor pasaba, lentamente recobre la razón y circulación normal de sangre y el palpitar regular de mi corazón volvió a la normalidad, ella lentamente se separó un poco de mi y comenzó a acomodarse el bra, la blusa, bajo su falda a su posición original y acomodar su hermosa cabellera y así sin decir mas nos dimos un tierno beso y partimos a nuestros respectivos destinos.
El camino de regreso fue sin palabras, cada quién analizaba lo acontecido, cuando llegamos a casa de mis suegros solo nos pusimos de acuerdo en que diríamos por el retraso de tiempo, pensé que se bajaría sin decir nada, pero no fue así, se volteo hacia mi se acerco y me beso lentamente en los labios y me regalo una mirada que me lleno de nuevamente de esperanzas, una mirada coqueta y llena de lujuria acompañada de una sonrisa muy maliciosa.
En mi casa gracias al mutuo acuerdo que llegamos no tuvimos ningún problema ni ella ni yo. Así pasaron un par de dias y cuando todo parecía que habia terminado Ella me dijo que si para el día siguiente podría recogerla un par de horas antes de lo normal, yo accedí al instante y por supuesto que en mi casa no dije nada de dicha situación.
Puntualmente llegue a su trabajo, se subió y comenzamos la partida, no habia ningún indicio de nada, la platica era común y corriente, pero a mitad del camino y con mucha firmeza pero con nerviosismo me dijo "quiero terminar lo que iniciamos" y sin decir nada mas, cambié el rumbo y nos fuimos a un motel que ya conocía, simplemente entramos en la habitación y al cerrar la puerta todo comenzó, besos cargados de pura adrenalina, manos llenas de deseo incontrolable, ahora sí, el clima, el lugar, el momento, el tiempo, todo estaban a nuestro favor.
Mientras nos besábamos desesperadamente nos desnudábamos, mis manos acariciaron toda la piel de su cuerpo, la olía y comencé a saborearla, nos tiramos en la cama, sus labios pegados a los míos, sus manos en mi cuerpo. Ella se deslizo hacia abajo, con fuerza tomo mi pene erecto con las dos manos y comenzó un suave sube-baja, delicadamente lo veía y lo acariciaba, se acerco lentamente hasta el y sin pensarlo lo metió a su boca, ese momento vale oro, siguió chupando y lamiendo sin parar, su lengua lo recorría todo, fue espectacular, lo hacia como nunca nadie me lo habia hecho, llego el momento en que sentí que ya no aguantaría mas así que la separé de ahí y me puse sobre ella, lentamente la bese en el cuello, en sus pechos, en su estomago hasta llegar hasta su linda vagina, mi lengua al fin pudo saborear este manjar, era simplemente deliciosa, cuando fue el momento indicado me separé de ella y la puse boca abajo, la puse en cuatro puntos (de perrito) y al fin logre meterla, después de varios dias de extremo deseo y de grandes sueños, al fin era mía, estaba adentro de ella y por dios que la disfrutaria, no puedo describir la excitación y a que grado llegó.
Cada que la metia era un placer, sus gemidos me motivaban a darle mas y mas, con mis manos acariciaba sus nalgas y sus pechos y la empujaba hacia mi, me separé de ella y me recosté de espaldas sobre la cama Ella se montó en mi regalándome sus ricos pechos los cuales eran duramente oprimidos por mis manos, la posición permitía que la penetrara profundamente, Ella se balanceaba y se movia de arriba a bajo, queria dejarme sin miembro se lo queria comer todo y no regresármelo, sus gemidos se convirtieron en gritos cuando al fin y para placer de ella llego un orgasmo, que momento, sentir como se aprieta su vagina y sentir como te lo quiere cercenar, eso es genial.
Lentamente se inclino hacia mi, sus rostro era otro, estaba desfasado de la realidad y el mio estaba siguiendo ese mismo camino, suavemente la deje sobre la cama y sin dejarla descansar puse sus piernas sobre mis hombres y nuevamente la penetre, en mi mente no habia otra cosa mas que un deseo loco por ella, le di con todo lo que me quedaba y así, casi como un sueño toque la gloria, me desistí a sacar mi pene de ella mientras terminaba, mis gritos y mi rictus de placer fueron enormes, sentí el mayor orgasmo de mi vida, todo, absolutamente todo lo deje dentro de ella, no importaba ninguna consecuencia, todo lo que fuimos durante esos dias quedo reflejado ahí, dentro de su calido vientre. Nos recostamos exhaustos sobre la cama, acariciándonos y besándonos, tocándonos.
Lo demás no importa, lo único relevante es que fue mía esa y otras veces mas, y de que manera.