Simple historia de una penetración.
Cuenta una noche de una universitaria con un compañero que al final resulta ser un juguetón con la polla muy larga y muchas ganas de partirla en dos.
Voy camino de la universidad, bastante lejos de mi casa como para tener que alquilar un piso de mala muerte en un barrio chungo de la ciudad. Noto las miradas sobre mí cuando camino, aquí es algo normal que de regreso (que ya está oscuro) pase cualquier capullo y te enseñe su micropene ofreciéndote la cena, patético. Repaso los primeros días de universidad, bastantes chicos un dato muy interesante.
Sobre mí diré que tengo novio pero, igual que todo elpueblo sabe, soy una cornuda porque no le dejo que me folle. Me encanta cuando se pone cachondo y intenta de cualquier forma bajarme las bragas, la semana pasada mientras ponía la lavadora con elculo en pompa se acerco por etrás y empezó a restregar mi culo en su enorme y erecta polla, puso susmanos en mis laterales y lo movió de lado a lado, yo apoyé las manos encima de la lavadora y empecé a moverlo por mi misma a lo que respondió levantándome la falda... Me giré y me fui riéndome y él salió de casa enfadado, yo me fui y desde entonces hemos hablado una vez por teléfono, sinceramente me da igual.
Cuando me di cuenta ya había llegado a mi facultad, entré y me senté en la penúltima fila, sola. Pasó la tarde y ni me inmuté tomando apuntes. Salí a tomarme un café en la máquina ya dispuesta a irme.
-Hola.-Levanté la vista.
-Hola...Lo siento ahora cojo el café.-Dije tras enrollarme la bufanda.
-Ah, no pasa nada, tranquila... Esto, ¿tú vas a primero verdad?,¿última fila?-Levanté la vista y lo miré, un chico moreno, guapito, fuerte y ceñido.
-Penúltima en realidad...pero no sé quien eres...lo siento.-El chico sonrió y sacó un Monster de la máquina contigua, el cabrón ni siquiera quería café...menuda excusa.
-Álex, no creo que me hayas visto si no despegas los ojos de tus apuntes.-Sonrió, bonita sonrisa, todas se derriten seguro.
-Ya...
-Bueno, ¿como te llamas?-Le susurré: "Carla" y me terminé el chocolate y recogí la carpeta.-Oye...pareces aplicada y quería pedirte los apuntes...no he podido ir a clase y eso.
-¿Qué?-Incredulidad máxima.
-Eh...Mmm, lo siento si te he ofendido.
-Toma.-Le tendí mi carpeta.-Tráemela mañana a clase... la necesitaré.-Me fui.
Volví a casa pensando en la cara que tiene la gente y en lo duro que se le veía el cuerpo, prieto este Álex. Crucé la vía del tren y repentinamente un chirriar de ruedas y un pitido.
-¡Guaaaaaaaaaapaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
-Mierda...-Susurré para mí y retrocedí hacia la acera, me giré y me encaminé a la derecha, sería un rodeo pero era más seguro.
-Que es coña, dice el pavo este que te conoce... Ese culo no se olvida, desde luego.-Me giré para mirar el coche que me acompañaba.-Ostia, pero si también tiene tetas... -Apreté el paso y escondí el móvil en mi bolsillo delantero.
-Cállate y acelera.-Otra vez el tío ese... ya no me quedaban apuntes por darle, lo juro.
-Va Oliver...no seas cabrón.-No recordaba que se llamara así, de todas formas me la sudaba la batalla de testosterona que se estaban montando.
-Que la dejes te digo.- El otro rió y frenó justo a mi lado.
-Teta, ¿quieres pasar un buen rato? ¡Porque polla tengo pa' rato!-Se empezó a descojonar mientras yo miraba al frente sin siquiera girarme. Oí la puerta del coche abrirse. Ni me lo pensé. empecé a correr nada más girar la calle, otro giro de calle y estaría en mi portal. LLegué y metí la llave.
-Abre, está casi aquí.-Empujó la puerta y me hizo entrar agrrándome del brazo y empujándome detrás de la escalera donde no podíamos ser vistos desde la calle. Yo miraba con los ojos como platos... la adrenalina me había hecho mojar las bragas... es duro reconocerlo pero que me salvara y me cogiera con fuerza y me estampara contra él en ese sitio oscuro me hizo estremecer. No le veía la cara pero sabía que su cara miraba hacia el lado de la puerta. Cuando iba a empujarle se oyeron pasos fuera y se apretó más contra mí apoyando su cabeza en la pared junto a la mía. Yo estaba apoyada en la pared con una mano inmobilizada por su mano. Mi otra mano estaba aprisionada entre mis tetas y su pecho. Cuando los pasos se alejaron resopló en mi oído y erizó mi piel.-Ha sido mi culpa por decir que te conocía- Se alejó y soltó mi muñeca.-Aunque creo que se hubiera fijado igual.
-Si eso es una disculpa y un halago no sé como tomármelo.
-Lo siento, ¿así te va mejor?
-Por supuesto.-Hubo un silencio y lo invité a subir, no sé ni porqué.-lo siento si está sucio...-Lo había limpiado ayer y no había ni una mota de polvo, apostaría cualquier cosa.
-Has limpiado hoy, aun huele a don limpio. -Iba a responder que en realidad fue ayer pero rehusé comentar y le ofrecí una cerveza.-Gracias. -Seguimos bebiendo un buen rato y saqué el tequila, hablamos sin parar...yo solo miraba su boca y la forma en que se mordía el labio con el colmillo al sonreir. Le sonó algo en el móbil.-Pon telecinco, corre.-Le tendí el mando, se acomodó en el sofá y se puso a ver una película.-Túmbate, es buena, lo juro.
Me senté a su lado, ni lejos ni cerca pero mi corazón palpitaba y le miraba de reojo de vez en cuando, estaba realmente bueno. Acabó la película pero él ya se había dormido, abrazado a la almohada y con la cabeza ladeada, me hizo sonreír.
-Álex...-¿Cómo le habían llamado...Olivier...Bolivio...?-Oliver...¿quieres dormiren una habitación?-Se levantó y le cogí la mano para guiarle mientras se frotaba los ojos con la otra mano.-Espera y enciendo la luz...
-No hace falta...creo que la he encontrado, ya.-Le solté la mano pero él me la volvió a coger y tiró de mí sobre él, apoyó su cabeza en la mía, olía a cerveza y a una de esas colonias tan sexys de pachá, empezaba a notar calores de nuevo. Puso sus manos por debajo de mis brazos, en la parte baja de mi espalda y a continuación más abajo, en mi culo. Puso sus manos en mi culo, y luego agarrándome se sentó y me puso a horcajadas sobre él. Me agarró del pelo y besó mi cuello. Luego se recostó de lado y se puso sobre mí. Noté su excitació cuando se frotó con fuerza contra mí, se acercó y me besó en la boca, metiendo la lengua y inundándome, me mordía los labios. Me cogió del pelo tiró hacia un lado haciéndome daño...me excitó...inundaba mis bragas. Las notaba empapadas y unas sacudidas nuevas para mí hacían que me estremeciera...era como si algo me abriera y cerrara mi coñito húmedo...siguió mordiendo y mantenía su mano estirando mi cuello. Estiró de mi camisa hasta romperla y apretó mis tetas haciéndome estremecer. Soltó mi pelo y me cogió del cuello con fuerza, me metió la lengua y y rompió de un tirón los broches de mi sujetador. Aun con la mano en el cuello mordió mis pezones, le arañé la espalda y le hice ponerse abajo rudamente. Le quité la camiseta y le froté la polla por fuera, estabamos muy cachondos, le bajé los pantalones y de un tirón de pelo me hizo bajar a chupársela, estaba treméndamente excitada, la quería dentro, quería que doliera, porque eso era lo que me gustaba, meterla a lo bruto, cuanto más grande mejor y mi boca quedaba por la mitad de su polla. La chupaba por dentro moviendo la lengua mientras la metia y la sacaba, y chupé sus huevos, los lamí, haciéndole arquearse de placer. Notaba en el principio de la garganta sus líquidos antes de la corrida, pequeñas gotas que quemaban mi garganta. Se levantó y me enfrentócontra la pared con fuerza, de un tirón bajo mis shorts y mis bragas y me la metió, y grité... grité como una puta en celo mientras me cogía del pelo y empujó aun más. Noté que tocaba mi pared y la sacó y me volvió a empotrar con su gran polla, me hacía daño y me encantaba, me sentí sucia... me penetró de nuevo y yo gritaba contra la pared. Golpeaba mi culo con su mano libre, xas...xas..., sacó su polla y esta vez no la metió,cuando me giré intentó metérmela por el ano.
-No...me duele...
-Te encanta.
Penetró con fuerza y jamás había notado tanto gozo, me corrí y tras unos momentos me la volvió a meter en mi coñito... noté de nuevo palpitaciones mientras me la metía con fuerza y derrepente empujo hasta dentro, lo más adentro y noté caer gotas...se había corrido dentro de mí, y yo me había vuelto a correr...se quedó ahí jadeando en mi oído...con su polla aun herecta metida. Yo estaba contra la pared con el pelo pegado a la espalda y un mar entre mis rizos vaginales.
La sacó y se quedó de rodillas en la cama, me giré y me estaba mirando.
-Eres una puta gata...me duele la espalda.-Río y yo sonreí, no podía ni pensar en como me había foyado y como era ahora...-¿Te he hecho daño?
-¿Tenía pinta?-Sonreí y me puse de rodillas frente a él.
-No sé... Las palmaditas y los gemidos podrían haber sido de dolor.-Sonreí.-Duerme conmigo, prometo no volver a hacerte sentir tan bien, por hoy.
-Muy considerado por tu parte. ¿Tienes miedo a algo?
-Solo a que tubieras rabo.-Ambos reímos y nos dormimos abrazados
CONTINUARÁ.