Silvia y el admirador
Conozco a un admirador, que quiere hacerme subir de nivel.
Silviay eladmirador
Desde que empecé a escribir he recibido muchos correos de gente que le gustaban mis relatos, pero hubo uno que consiguió llamar mi atención, un tal Jorge (nombre ficticio) me escribió:
Hola Silvia me han encantado tus relatos, pero creo que solo has empezado a vislumbrar lo que significa ser una verdadera putita, si de verdad quieres ver de qué eres capaz, me escribirás. Aunque se que no lo harás.
PD: Me encanta tu culo y tus tetas.
Esto y una foto de su polla (menuda polla) fue lo que recibí.
Cómo estaba pasando una mala racha con Marcos ( de hecho ahora mismo no estábamos juntos) , decidí escribirle.
Hola Jorge, de verdad crees que podrías llevarme a otro nivel?
Si es así, estoy dispuesta a quedar contigo (le di mi número de teléfono) besos.
Pasaron dos días, desde que le escribí y no hubo contestación. Esa mañana después de haberle comido la polla a mi jefe en el baño (desde que me separé, estaba especialmente desbocada), y volver a la sala de máquinas con todo lleno de hombres, y pensando en cuál de ellos sería el afortunado hoy, recibí un wasap de un número desconocido.
Hola Silvia soy Jorge, espero que no te moleste, pero no pensaba que fueses a contestar.
Hola, ya pensaba que te habías arrepentido.
Jajajaja, no qué va, de hecho estoy harto de hacerme pajas viendo tu facebook
Pobre, jajajaja, te envío una foto de mi cara ahora mismo.
Wauuu eres preciosa, tengo unas ganas de cogerme ese culo
Jajajaja gracias y tú no me envías nada?
No, tu quieres quedar conmigo por lo que soy capaz de hacerte, no por mi físico.
Ufff no sé y si resulta que eres un viejo verde?
Jajajaja estoy seguro que eso te gustaría, eh? Creo que te gustó mi polla, y con eso basta.
Seguimos conversando los días siguientes, con conversaciones subidas de tono y cosas personales; hasta que concretamos algo más.
Jorge: Bueno Silvia cuando te vas a animar y quedamos.
Silvia: Ufffff es que vives muy lejos.
Jorge: Venga va, quedamos este fin de semana, te cojo una habitación de hotel y te pago el billete del Ave, que me dices?
Silvia: Es que no se, no sé ni cómo eres y tú si me conoces.
Jorge: Entonces no hablaremos más, tu realmente no quieres saber cuáles son tus límites. Adiós.
Silvia: No no, espera.
Jorge: Si dime, te doy un minuto para aceptar mi propuesta, piénsalo y me llamas.
Colgó el teléfono, y yo me quedé pensando; realmente los últimos días desde que Marcos me dejó por otra, yo me había acostado con varios hombres, me había liberado en parte en venganza hacia Marcos, y ese hombre había despertado mi curiosidad, a pesar de no saber ni que edad, ni apariencia tenía (solo sabia que tenía una gran polla), me tenía todo el día pendiente del móvil, así que lo llamé.
Jorge: Dime Silvia que has decidido?
Silvia: Está bien, iré.
Jorge: Muy bien, pero ahora será con mis condiciones.
Silvia: Condiciones?
Jorge: Si, vestirás y harás lo que yo te diga, sin dudar y te aseguro que cuando pase este fin de semana, verás a la auténtica zorrita que llevas dentro y esta deseando salir.
Silvia: Ufffff me das un poco de miedo, pero lo haré.
Así que en los días siguientes, concretamos todo para ese fin de semana.
Jorge: Mañana cogerás el Ave en María Zambrano a las 6 y llevarás puesto, una mini falda negra, medias de encaje, tacones de aguja, y una camisa blanca lo más ajustada posible con un sujetador negro de encaje, ah… se me olvidaba y sin bragas.
Silvia: Pero son 3 horas, alguien me verá que no llevo ropa interior.
Jorge: Como quieras esas son mis instrucciones, si quieres venir será así, además te llamaré y me lo tendrás que mostrar.
Silvia: Ok de acuerdo, mañana hablamos.
Así me acosté, pensando en si no me abría equivocado.
A las 4:30 sonó el despertador, y empecé a prepararme, me desnudé y me metí en la ducha, pensando en el viaje me empecé a tocar, primero mis pechos, poco a poco, imaginando las miradas de los hombres, cuando me viesen así vestida, y sin darme cuenta me moje entera; comencé a meterme los dedos en mi coño y mi culo, frotando a la vez mi clítoris, cada vez más rápido y más dedos, hasta que logré alcanzar un orgasmo genial. Salí de la ducha y me empecé a vestir, primero las ligas de encaje, luego la mini falda negra (me quedaba por la mitad de mis muslos, sería difícil evitar que no me vieran sin bragas), mi sujetador negro de encaje, unos tacones de aguja negros y finalmente una camisa blanca muyyy ajustada, me miré en el espejo y pensé que sería difícil no llamar la atención. Ya eran las 5:30 cuando bajé a coger el taxi, por suerte no vivo muy lejos.
El taxista era un hombre bien parecido, de unos 35 años más o menos; no paró de mirarme durante el trayecto mientras yo me esforzaba por cruzar las piernas y que no me viese sin bragas, esa situación me excitaba; por fin llegamos a la estación, me bajé y pagué al taxista, que debió darse cuenta de algo, porque se despidió de mi, diciendo que lo pasara bien.
Me encaminé, hacia el control para acceder al tren, no había mucha gente la verdad, allí había dos vigilantes muy guapos, cuando llegue a su altura uno de ellos, me invitó a abrir el equipaje (llevaba una maleta pequeña con ruedas), abrí el equipaje, y allí apareció mis tangas, mi traje de colegiala sexy, mis ligas, en fin la ropa que me había ordenado Jorge llevar; así que el vigilante me miró y sonrió, yo me quedé un poco cortada. Cerramos la maleta, y cuando parecía que me podía ir por fin, me paró y me dio un papel.
Vigilante: Toma guapa, si cuando vuelvas, todavía tienes ganas de fiesta, llámame.
Yo me quedé cortada y no contesté, solo cogí el papel, por si acaso.
Subí al tren a las 5:55, y me senté en mi sitio, esperando ir sola todo el viaje.
A las 6 se cerraron las puertas y empezó a moverse el tren, parecía que si, que había tenido suerte y que iría sola en mi viaje; me recosté hacia atrás y me disponía a dormir, cuando no llevaba ni 15 minutos intentando dormir, escuché una voz.
Hola, perdona que te moleste.( Y se sentó al lado mía)
Silvia: Ah, hola.
Álvaro: Mi nombre es Álvaro y tú?
Silvia: Me llamo Silvia.
Álvaro tenía unos 18 años, era moreno, de ojos verdes, delgado y muy extrovertido ( para mí gusto demasiado), al parecer haríamos el viaje juntos, ya que el era de Madrid y estaba estudiando en Málaga.
Sobre las 7:15 más o menos, me llamó Jorge.
Jorge: Buenos días guapa, qué tal, cogiste bien el tren?
Silvia: Buenos días, si claro y como tú dijiste.
Jorge: Genial, pues quiero una foto, de como vas vestida y de que no llevas bragas.
Silvia: Ok pues voy al baño.
Jorge: No no, al baño no, tienes que hacerte la ahí donde estás.
Silvia: Pero estoy acompañada, tengo un chico justo en el asiento de al lado.
Jorge: jajajaja genial, mejor……que te la haga el.
Silvia: Pero, como se lo voy a decir!!!
Jorge: Ese es tu problema, tu envíame la foto.
Silvia: Ok
Así que tenía que decirle a un perfecto desconocido, que me hiciera unas fotos, una de ellas íntima.
Silvia: Álvaro, te puedo pedir un favor?
Álvaro: Si claro.
Silvia: A ver cómo te lo digo, mi chico y yo nos gusta hacer juegos eróticos. Y me ha pedido unas fotos.
Álvaro: ah y como son las fotos?
Le expliqué que la primera, era de cuerpo entero, la cual me hizo sin problema, y la segunda era por debajo de la mini falda,( el chico se quedó boquiabierto) pero accedió a hacerla. Así que el con la mano del móvil, la metió por debajo de mi falda, e hizo la foto, cuando el chico vio que no llevaba bragas, se puso colorado y yo también. Le di las gracias y le envié las fotos a Jorge, que me llamó:
Jorge: joder que puta eres de verdad se lo has dicho?
Silvia: Si, se lo he dicho.
Jorge: Tendrás que darle las gracias, no?
Silvia: Ya se las di
Jorge: Una tía cómo tú al lado, pobre. Quiero que se lo agradezcas de verdad. Esta será tu segunda prueba, recuerda que desde que aceptaste subir en ese tren, este fin de semana eres mía, y harás lo que yo te diga. Así que quiero, que lo lleves al baño y te lo folles.
Silvia: Estás loco?
Jorge: Lo harás, porque te aseguro que no quieras verme enfadar.
Silvia: Está bien, lo haré.
Así que sin saber muy bien, porque le hacía caso (en el fondo de mi corazón, deseaba que me tratará así).
Silvia: Álvaro, no sé cómo pedirte esto.
Álvaro: El que?
Silvia: Mi chico quiere que te agradezco lo de las fotos.
Álvaro: A eso, no hay de que.
Silvia: No me has entendido, quiere que te lo agradezca con mi cuerpo.
Álvaro: Como, enserio?
Silvia: Si, quiere que me folles en el baño. ¿ Quieres?
Álvaro: Seguro, que no hay problema?
Silvia: Si, puedes hacerme lo que quieras.
Álvaro: Joder pues claro.
Así que me levanté yo primera al baño, y le esperé hasta que llamo a la puerta, le abrí y lo metí para adentro, le dije que se quedará quieto y no hiciera ruido, le besé para que se relajará, y acto seguido me bajé a la altura de su cremallera, se la abrí y metí mi mano para sacarse la. La tenía durísima y le apestaba, debía llevar tiempo sin limpiarse la, pero eso me hizo ponerme más cachonda, así que la metí en la boca y empecé a mamársela, cuando apenas llevaba unos minutos se corrió abundantemente en mi garganta, no me lo esperaba así que se la limpie con mi lengua y cuando creía que había terminado, el chico me cogió con fuerza y me abrió la camisa, poniéndome contra el espejo.
Silvia: eh que haces! Uhhhg ( empezó a comerme la boca con ganas)
Me subió la falda y me la metió con ganas, Dios la tenía todavía dura como una piedra, empezó a moverse con fuerza y cada vez más profundo, me tapaba la boca con su mano para que no gimiera y me mordía los pezones, el muy cabrón sabia como follar, cuando se fue a correr, me obligó a ponerme de rodillas y a tragarme su semen, joder con el niño, vaya pedazo de polvo me acababa de dar, cuando termino de correrse, se la limpié y le dije que saliera primero, me recompuse y salí del baño, encontrándome con un hombre que esperaba para entrar, me miró y se rió.
Me fui de la cafetería y llamé a Jorge.
Jorge: Hola, ya lo hicistes?
Silvia: Si, aunque no estoy segura, si he sido yo o el. Prácticamente me ha violado.
Jorge: jajajaja joder con los niños de hoy en día.
Silvia: Espera te envío el vídeo, que deje grabando el móvil antes de que entrará.
Jorge: Wauuu, joder como me pones, que bien lo vamos a pasar este fin de semana, será inolvidable. Descansa y luego nos vemos.
Así que allí en la cafetería desayuné, y apareció el hombre del baño, que me vio y se fue con un grupo de tres hombres, y mirándome se sonreían.
Continuará, me he extendido demasiado.
PD: Este saga está dedicada a un admirador, él sabe quién es. Besos.