Silvia la sumisa parte 1

Mi conversión en una putita obediente y complaciente.

SILVIA LA SUMISA parte 1

Me

llamo S

ilvia tengo 25 años, soy pelirroja, tengo los ojos verdes, mido 1´70, peso 56 kg y mis medidas son 93-60-90; mi novio y mis amigos dicen

que estoy muy buena. Me encanta el sexo y

sobre todo

sentirme dominada (

uffff

como

me

pone

).

O

s voy a contar como fue mi primer trio y de

cómo mi chico me hizo ser la sumisa que soy hoy en día.

Cuando

tení

a

21 años

comencé

a vivir con

mi

novio;

podéi

s

imaginaros que lo

hací

amos

a

todas horas, yo no le

decí

a

que no a nada,

practicá

bamos

sexo en todas las posturas y formas.

U

na noche cuando

está

bamos

en el salón

viendo porno, vimos una escena en la que el marido de la chica la entregaba a sus

tres amigos y estos le hicieron de todo; esta escena me puso

super calie

nte

así que me

arrodillé

delante de

Marcos (

mi

novio) y le comí la polla y los huevos con ganas, me la metí hasta el fondo de la garganta mientras é

l

me agarraba el pelo con fuerza a la vez que se

corrí

a

en mi

estó

mago

. Mas tarde en la cama me preguntó que me había hecho ponerme así de cachonda tan de repente, le dije que la sumisión con que la chica había aceptado el ofrecimiento de su marido. El tema lo dejamos aparcado ahí y no me comento nada

en

los

días siguientes.

D

os días

despué

s

me llamo por

telé

fono

a la casa:

Marcos:

Silvia porque no te arreglas y bajas a la cafetería de la esquina, que estoy con un

par

de

amigos.

Silvia: ¿Qué amigos?

Marcos: Ramón y Mario, anda ponte algo sexy y baja

Silvia:

¿

algo

sexy?

Marcos: Si ponte la mini falda escocesa, la camisa blanca y los pantys negros.

Silvia: Pero se me ve todo con eso.

Marcos: T

e he dicho que te lo pongas y que bajes de una vez, ¡YA!

No me

atreví a replicarle, así que le hice caso y me

vestí

como me

habí

a

dicho.

B

ajé y

los hombres se giraban para mirarme, cuando

llegué

a la cafetería (que por suerte

está

al lado de

mi

casa)

vi

que

Marcos

estaba en una mesa, en una esquina de la cafetería con dos chicos realmente guapos.

Marcos: Silvia estos son Ramón y Mario, dos amigos del curro.

Silvia:

Hola (

le

di dos besos a cada uno y un morreo a Marcos)

Ramón: Joder

Mar

cos

no

mentí

as, vaya pedazo de tía.

Mario: Q

ue cabrón, vaya suerte tienes.

Marcos: Y eso nos es nada,

ademá

s

es

una

guarra de cuidado.

Yo en ese momento me puse toda colorada y no

sabí

a

que decir. Marcos me miro y me dijo

:

Marcos: C

oge a Ramón,

vete al baño de hombres y le comes la polla como

sabes.

Aun no

muy bien

porque,

pero me

levanté

y cogí de la mano a Ramón yendo los dos hacía el baño de caballeros. Con cuidado entramos en el baño y sin mediar palabra me arrodille y le baje la cremallera, dejando salir una hermosa polla de unos 20 cm. Empecé a besar aquella hermosa polla y comerle los huevos, hasta que el no pudo aguantar

más

y me

cogió

del pelo fuertemente

metié

ndome

su polla hasta el fondo de mi garganta, literalmente me follo la garganta sin miramientos,

corrié

ndose

abundantemente en mi estómago.

Ramón:

Traga puta

Silvia:

ghhghghhh

( me lo

trague todo)

Ramón: Zorra ahora

mpi

amela

bien y

quédate aquí.

Ramón

salió

y odio reconocer que me

corrí por

mo

me había tratado. Sin tiempo a recomponerme entro en el baño

Mario y se me quedo mirando.

Mario: Dios que buena estas y que puta eres, ven aquí.

Me puso contra la pared del baño,

me quito el tanga y me lo

metió

en la boca.

Mario: Y ahora calladita, a v

er

si eres tan buena como dice tu

nov

io,

puta

.

Me

volvió

a poner contra la pared y

empezó

a comerme el culo e introducir dos y tres dedos.

Mario: Si que te han dado por el culo nena, ten entran hasta cuatro dedos, pedazo de puta te voy a

reve

ntar.

Silvia:

ugggggghhhh

.

De golpe me vi ensartada contra la pared por la enorme polla de Mario

(

tenía

por lo menos 25cm)

M

ientras, me agarraba de las tetas y tiraba de mis pezones como si quisiera

quedá

rselos

, y

yo

caliente

como una perra y no

sabí

a

por

qué

;

Mario se

tiró

por lo menos 10 minutos

destrozá

ndome

el culo hasta que nos corrimos los dos a la

vez,

dejá

ndome

allí tirada y dolorida, pero muy satisfecha.

Mario: Tu novio tiene razón eres putita sumisa

, nos lo vamos a pasar muy bien contigo puta.

Me recompuse como pude y

salí de allí, yendo hacía la mesa en la que estaban los tres

mirá

ndome

, cuando me

senté

todavía

me

chorreaba él semen de M

ario por las piernas poniendo el asiento todo perdido.

Marcos: ¿

Que tal putita mía?

Silvia: No sé, creo que me va a gustar ser vuestra puta.

Marcos: Esto solo acaba de empezar putita.

Continuará

.......................

PD: Son historias basadas en hechos reales vividos por mí;

no ser muy duros conmigo, es mi primer relato y quisiera seguir contado mis andanzas. Un beso a todos.