Silvia H (6 - Jessi)

No tenía las piernas cruzadas, sino ligeramente abiertas, lo que debía ofrecer una estupenda visión al dependiente que, agachado ante ella, no mostraba el más mínimo interés por terminar de ajustarle el zapato.

Después de casi dos semanas ya me había olvidado de ella, cuando recibí el mensaje de Jessi en el chat de gmail mientras revisaba el correo

  • Hola, Carlos

  • Hola

  • ¿Me envías las fotos de Silvia?

  • No

  • ¿Porque? :-(

  • Mujer, entiéndelo, soy muy respetuoso en eso de la confidencialidad. Son fotos muy comprometedoras

  • Pero luego las vas enseñando a todo el mundo

  • Eso es otra cosa

  • Es igual

  • Si quieres te las enseño, pero no voy a dejar que te las guardes

  • ?

  • Te vienes a casa y las podrás ver

  • Y una porra

  • ¿Por?

  • No me fío

  • Si soy muy buena persona!

  • No me lo creo

  • Tú misma

Su “silencio” duró un buen rato. Cuando estaba a punto de cerrar el chat, saltó de nuevo

  • ¿Y si quedamos en otro sitio?

  • ¿En tu casa? No hay problema

  • No

  • Pues ya dirás

  • En un sitio público

  • Así que te gusta hacerlo en sitios públicos, ¿eh, guarrilla?

… silencio … insistí yo

  • Vale. ¿En una cafetería?

  • No me fío

  • ¿No te fías de tí? Yo creo que ese es el problema

  • Quedamos. ¿Dónde?

  • En la Cafetería La Estrella, en Gran Vía. Mañana por la tarde. A las 7

  • No tendré el coche mañana

  • Te recojo

  • No se

  • Pues si que eres desconfiada! ¿Temes que te secuestre?

  • No me fío de tí

  • No te fías de tí misma, jeje

  • Vale. Recógeme frente el Ayuntamiento. A las 7

  • Ok. Nos vemos

  • Bye

La Jessi!... Tan disgustada no parece... Yo tampoco debería fiarme, pero me “pone” mucho la idea de volver a tenerla “a mano”, jeje..

Tras concertar la cita me puse a seleccionar las fotos para descargarlas en el iPad. No todas... procuré evitar las que se veía claramente las caras de los colegas y, sobre todo, las de la sesión de Juanjo... Revisar la selección me puso burro... inevitable recordar la velada, así que me la tuve que pelar...

Faltaban 10 minutos cuando llegué... confiando no esperar mucho, pues el aparcamiento está bastante jodido allí. En cuanto paré el motor oi unos golpes en la ventanilla del copiloto ¿Esa era Jessi? Caray, como cambian con el vestuario: pantalón vaquero, camiseta holgada... Le abrí la puerta.

  • ¿Dónde vas con esa pinta?

  • ¿Qué pinta?

  • Creí que te ibas a poner guapa para la cita

  • Esto no es una cita. Además visto como me da la gana

  • Vale, pues ya nos veremos, baja

  • ¿Qué dices?- me miró sorprendida

  • Que te bajes, yo con esa pinta no te llevo a ninguna parte

  • ¿Pero tú que quieres? ¿Prefieres que me lo quite?

  • Pues sí. En bolas estás mucho mejor, mira

  • No digas gelipolleces

  • Que bajes. Yo paso

Abrió la puerta e hizo ademán de bajar, pero me miró de nuevo y mi mente se emocionó. Estaba borde... domesticarla no iba a ser fácil, pero me gustó el reto... y, por supuesto, la posibilidad de follarla de nuevo, jeje

  • Vale. Seguimos, pero antes has de cambiar de vestuario

  • Ahora no voy a ir a casa a cambiarme

  • Yo no he dicho que vayas a casa. Cierra que nos vamos.

Permanecimos en silencio casi todo el trayecto, Jessi sólo me preguntó una vez por las fotos a lo que respondí con un escueto “luego”. Detuve el coche frente un bazar chino. Por fuera no parecía muy grande, pero ya sabía que su interior era bastante amplio... Salimos del coche y la tomé por la espalda para que entrara

  • ¿Aquí?... Yo pensaba que iriamos por ropa a Zara o el Corte Inglés - me soltó con un morrito de enfado que a punto estuve de enviarle a la mierda

  • Aquí tienen cosas que te vendrán bien...

Pocos pasillos después teníamos ante nosotros una sección de ropa “fashion”, algo cutre pero graciosa.

  • ¿Esto que és? ¿No querrás que me ponga algo de ésto?

  • Camisa ceñida y minifalda... Seguro que hay algo que te guste y, sino, puerta.

Gruñó, refunfuñó, pero enseguida se enganchó a revisar las perchas... Había cosas tremendamente sexys: corsés, tops, faldas, shorts, cazadoras, bodys...

Cogió varias prendas y se metió en el probador... como no era espacioso me limité a abrir un poco la cortina para verla.

  • Eeeh! Cierra eso

  • Ya te he visto en bolas, no se que problema tienes.

  • Bueno... pero es que está demasiado abierta, nos puede ver alguien.

  • No hay casi gente... aunque la abriera del todo solo te podría ver el encargado desde sus espejos.

Vestidos con cinturón incorporado, faldas con cadenitas de adorno, camiseta de un solo hombro...

Me canse de mirar... no era eso. Me acerqué a los colgadores y pillé el típico conjunto fetish de colegiala: camisa blanca y falda tableada de cuadros rojos (con corbata a juego, jeje)

  • Ponte ésto

  • Pero tío!, ¿de qué vas?

  • Pruébatelo

Me miró con desgana, pero me hizo caso... Me estorbaban el tanga y el sujetador, pero ya haríamos algo al respecto más tarde.

  • Estoy ridícula... la camisa no me cabe... van a reventar los botones como siga...

Cuestión de matices, pues mi polla empezaba a ponerse morcillona de tan alegre visión

  • Dámela

Mientras seguía con las probaturas fui por otras dos tallas superiores. Me gustó la primera.

  • Es exagerada... se marca mucho el sujetador

  • Es perfecta, si acaso lo que sobra es el sujetador

Se ruborizó graciosamente al oírlo. pero no dijo nada más

Al final nos quedamos con la minifalda tableada, otra de imitación a cuero con una cremallera que la recorría de arriba abajo, otra gris, elástica que se ceñía perfectamente y que fue con la que salió del probador... y la camisa blanca... No se la veía muy a disgusto con el atuendo. Las prendas modelaban su figura evidenciando que todo lo tenía en su sitio... y muy bien puesto.

  • Nos queda la puntilla...

Me encaminé a la zona de mascotas, ante su cara de sorpresa tomé un collarín marrón y se lo acerqué al cuello

  • ¿Ésto que es?

  • Me gustó el collar que lucías el otro día... creo que siempre deberías llevar el cuello cubierto.

  • Pero ésto no es un collar...

  • Si lo es - dije mientras se lo anudaba tras el cuello... y ella se levantaba el pelo para facilitarme la tarea - precioso

Me desconcertó no solo que no dijera nada, sino que que, además, se puso a buscar entre los collares... mientras se probaba uno morado, muy fino, aproveché para hacer la “cata” de su estado. La minifalda no supuso ningún impedimento para que mi mano llegara a su tanga y comprobara que estaba húmedo... y provocar su sonrojo mientras miraba a todos lados.

  • ¿Que...?

  • Estas mojadísima, chiquilla... o te has meado o estás a punto de correrte

Su profundo suspiro fue la respuesta que esperaba... bajó la mirada y se dejó hacer... fui deslizando mis dos dedos por encima de su tanga, mientras ella intentaba cerrar el collar en su nuca.

Me llevé los dedos a la nariz para oler el dulce perfume que emanaba de su coño

  • Delicioso...

Era bonito el collar, pero yo quería algo más evidente... tomé otro rojo, con figuritas de huesos, y otro ancho, que le molestaba al cerrarlo.... ahí enganché una cadena... espectacular. Notaba como mi polla iba quedándose sin espacio en el pantalón.

Cogí todo y salimos hacia el mostrador... el “chinito” que parecía andar un poco despistado, se despertó de pronto al verla venir hacia él... ¡hombres!, jeje.

A cada producto que marcaba le echaba una mirada a Jessi. La etiqueta de la camisa estaba en el lateral, pero la enganchada a la falda era más complicada. Le ayudé estirándola un poco por la cintura, con lo que el menda pudo echar un vistazo al interior y admirar su tanga....

Cuando hubo marcado el collar rojo se lo dí a Jessi para que se lo pusiera, con lo que el dependiente empezó a ponerse más nervioso aún... se suponía que yo debía firmar el ticket de la VISA, pero hasta se olvidó de pedírmelo... Para rematarlo, antes de irnos desabotoné la camisa hasta el inicio del sujetador... Jessi me miraba pero siquiera intentó detenerme.

Para salir ofrecí una nueva alegría al dependiente (y los clientes que se estaban quedando con la movida), levante la falda por detrás y posicioné mi mano en su culo.

Una vez fuera de la tienda comprobé dos cosas: una que la camisa transparentaba bastante al sol, el sujetador le daba una tonalidad violeta suave, la otra que nos habíamos olvidado de los zapatos. Un atuendo así no pegaba con las deportivas.

Justo al lado una zapatería me ofreció la solución, entramos, una chica se ofreció de inmediato a atendernos, pero me fijé en el único dependiente varón que había. Cuando se lo dije a la muchacha me puso mala cara pero se apartó... nos dirigimos hacia el tipo

  • Buscábamos unos zapatos de tacón, a ser posible con enganche en el tobillo o anudados en la pierna.

Tras el repaso ocular del interfecto se ofreció a mostrarnos los zapatos del expositor

  • Disculpa- dije a Jessi- He olvidado comprar alguna cosa... elígelo tú, ya sabes lo que me gusta

Jessi me sonrió... había un deje de malicia en su semblante, por lo que supuse que ambos iban a pasarlo bien... ella provocando y él dejándose provocar

Volví al bazar, creo que con una mirada de decepción por parte del encargado al verme entrar solo, que se tornó en sonrisa cuando dejé sobre el mostrador los artículos que iba a llevarme.

Cuando entraba en la tienda la escena era la prevista: apartados discretamente, el dependiente, agachado, probaba unos zapatos a tono con la falda, mientras Jessi le sonreía desde el taburete... por supuesto no tenía las piernas cruzadas, sino ligeramente abiertas, lo que debía ofrecer una estupenda visión al tipo que no mostraba el más mínimo interés por terminar de ajustarle el zapato.

  • ¿Has elegido ya?

  • Sí, creo que estos me están bien - se levantó y dió dos pasos frente al espejo mientras el dependiente babeaba mirando fijamente su culo.

  • Me gustan - miré la etiqueta mientras Jessi volvía a sentarse para ofrecer su pie al dependiente, separando descaradamente sus rodillas.

  • No te los quites, llévatelos puestos... Son un poco caros ¿no es posible algún descuento?

El dependiente me miró a los ojos, algo ruborizado y nervioso, con sus manos en el zapato, impidiendo que Jessi pudiese mover la pierna que tan grata visión le ofrecía,

  • Por supuesto, señor, veremos que se puede hacer

  • Muchas gracías - le respondió Jessi mirándole melosa

¡Veinte euros de descuento!, caray con la Jessi... al salir de la zapatería la detuve, quería hacerle unas fotos... no se si posaba o le salia así de natural, pero estaba muy apetitosa... en ningún momento la ví incomoda con el vestuario... esta chica ofrecía muchísimas posibilidades a mi podrida imaginación, jeje

Entré al coche pero bloquee la puerta del copiloto y bajé la ventanilla mientras Jessi intentaba abrir la puerta

  • ¿No me vas a dejar entrar?

  • Antes quítate el tanga

  • ¿Aquí en la calle?

  • Claro, ya me demostraste el otro día que sabes hacerlo rápido y discreto.

Ni rechistó, ni siquiera disimuló, se levantó un poco la falda y en segundos echó su tanga sobre el asiento

  • No, no... dámelo en la mano

Me miró condescendiente y metiendo casi medio cuerpo por la ventanilla me ofreció sonriendo el tanga... me demoré un poco en tomarlo... imaginaba su culo ofrecido a la visión de los transeuntes... ¡en el fondo es que soy de un generoso!

Abrí la puerta, entró y le desabotoné la camisa...

  • Aprovecha para quitarte el sujetador - le dije arrancando el coche

A esta tía le pone el exhibicionismo, si tenía alguna duda se me disiparon de inmediato al verla quitarse la camisa para desabotonar el sujetador y ofrecérmelo, con los pechos al aire

  • Déjalo detras...

Volvió a ponerse la camisa, pero sin abotonar... mi polla bregaba por salir de su encierro, pero me contuve... Ibamos cerca

Se trata de una especie de pensión que ya conocía. En realidad, dada la carencia de identificación externa, más parecía el original recurso de alguien que, para pagar la hipoteca, alquilaba las 5 habitaciones de su casa por horas... ideal y económico para discretos encuentros.

A Jessi la veía cada vez más “en su salsa”, bajó del coche con la camisa aún abierta... estaba deliciosa: bajo su collar una franja de suave piel hasta llegar a la falda. Con la mirada picarona me preguntó:

  • ¿Me puedo abotonar?

  • Si, pero sólo un botón, elígelo tú

Sonrió y eligió el botón inmediatamente inferior a sus pechos... ideal, mostraba su ombligo y la curva de sus pechos a ambos lados.

El “recepcionista” era un señor que rondaría los 40... sus ojos brillaron al vernos venir. Imagino que estaría acostumbrado a recibir parejas y alguna “profesional” con atuendos provocativos, pero Jessi capturó su mirada desde el mismo momento que nos abrió la puerta.

Imposible saber el efecto que produjo en su entrepierna pues inmediatamente se atrincheró tras el pequeño mostrador que hacía las veces de recepción, en un salón que en poco se diferenciaría del de una casa convencional.

  • Con baño 15, sin baño 10...

Jessi me miró, el tipo miraba su escote que, de lado, seguro mostraba todo el esplendor de su pecho...

  • Tú misma, pero supongo que con baño

  • Con baño

  • ¿Cuantas horas?

Volvió a mirarme y volví a dejarle ver que debía decidir ella

  • Dos horas - respondió sonriendo

  • 30 euros

Por enésima vez tuve que insistir que el tema era cosa suya... Sin duda esperaba que lo pagara yo pero, un poco a regañadientes, echó mano al bolso y pagó.

  • Al fondo del pasillo

Me puse frente a ella en cuanto se dió la vuelta, enganché la cadenita a la anilla de su collar y nos dirigimos hacia la habitación.

Apenas cerrada la puerta comencé a mostrarle mi impaciencia

  • De rodillas

No hizo falta explicarle nada más: bajó la mirada, se hincó de rodillas y sin dejar de mirar mi bragueta en ningún momento comenzó a bajarme la cremallera... la “rigidez del asunto” le supuso alguna dificultad para liberarla, pero tampoco parecía ser la primera ve que se afanaba en esos menesteres.

Con la polla ya suelta se dedicó a lamerla, a recorrer todo el tronco con su lengua... pero cogiéndola por la nuca le dí a entender que no estaba para demasiados prolegómenos... encaré su boca y comencé a forzar su cabeza para introducir mi polla... ¡dios! ¡que ganas le tenía!... las palpitaciones de mi polla debían sentirse perfectamente en su paladar. Al tercer intento decidí dar un poco mas de “profundidad” al encuentro... o tropezaba o se resistía más de lo que yo deseaba... aún así mis piernas empezaban a desfallecer.

Opté por salirme de ella, sentarme en el borde la de cama y atraerla tirando de la cadena. Se acercó de rodillas, apenas medio metro que pudo recorrer sin problema... sentado en la cama seguí manejando su cabeza para introducirla en mi polla cada vez un poco más... No me gustó que apoyara sus codos sobre la cama para impedir mi avance. Me levanté.

  • Desnúdame

Abrió mi cinturón y la presilla del pantalón, mientras lo bajaba volvió a meter mi polla en su boca y en esa posición estuvó hasta que logró sacármelos completamente... me senté de nuevo.

  • Date la vuelta, las manos en la espalda.

Ahora venían geniales las correitas para gatos que compré en el bazar, enganché sus muñecas y volteándola la hice seguir con su tarea... quería follarla, pero sobretodo necesitaba vaciarme urgentemente, mis cojones estaban a punto de reventar, mi polla estaba en la gloria mientras marcaba el ritmo con mi mano en su nunca... apretando cada vez un poco más.

La tomé del pelo y mirándola fijamente, con la boca llena de polla, le dí instrucciones

  • Mira puta, quiero que te esmeres y abras más tu garganta para mí. Vamos a intentar que entre toda ¿verdad?

Jessi sacó la polla de la boca para responder

  • No me cabe

  • Mala respuesta- volví a introducir mi polla- primero porque no quiero que te la saques de la boca siquiera para responder y después porque lo que te estoy pidiendo es que te esfuerces, que hagas lo posible para acomodar tu garganta y que pueda entrar toda mi polla... y espero que lo hagas, ¿verdad?

Ahora asintió moviendo la cabeza de arriba a abajo...

  • Así me gusta... como soy muy bueno y quiero ayudarte a conseguirlo, ahora tú solita vas a meterte la polla el máximo que puedas y cuando hayas llegado levantas un dedito de tu espalda para que yo te ayude a meterla un poco más ¿entendido?

Movió su cabeza, pero yo quería algo más, así que libere su boca de la “intrusa”

  • A ver repítelo para ver si lo tienes claro

  • Voy a meterme la polla lo más que pueda y levantaré el dedo para que me ayudes a meterla más

  • Buena chica, empieza

Tuve que hacer un gran esfuerzo para evitar correrme la primera vez que vi su dedo levantado... presioné con fuerza su nuca pero apenas avanzó. La tomé del pelo y la mire fijamente a la cara... ella entornaba los ojos

  • No ha estado mal, pero seguro que cabe más, ¿verdad?

  • Si que?

  • Sí que cabe más

  • Segundo intento

Notaba abrir sus labios y el interior de su boca para acomodarse mejor a mi polla... dedo levantado y... ¡adentro! ¡Diosmiío! Ésto ya era un delirio, casi rozó con su nariz mi cuerpo. Se apartó entre arcadas, pero mi palpitante polla no me permitió apiadarme de ella. Cogiéndola por el pelo la encaré de nuevo a mi polla...

  • Casi lo hemos conseguido, ¿verdad, puta? un esfuerzo más y logramos que entre toda... ¿volvemos a intentarlo?

No se movió, permanecía con la mirada baja, la boca llena, abandonada a sí misma, sentada sobre sus talones... Una bofetada, suave pero contundente, la hizo reaccionar

  • ¿Lo intentamos de nuevo?

Movió su cabeza arriba o abajo

  • ¿Crees que cabrá un poco más?

Titubeó pero volvió a mover la cabeza

  • Pues allá vamos

Cogí con mis dos manos el cogote, la notaba alargar sus labios para alargar más la porción de polla que abarcaban, su garganta encajándose deliciosamente, ...levantó el dedo, pero preferí esperar.. agitaba el dedo, tensándolo... cuando noté que movía un poco su cabeza decidí actuar, presioné con ambas manos su cabeza, fui moviéndola para encajarla mejor, notaba sus vanos esfuerzos por liberarse de mi presión... Una pena su sufrimiento pero mi placer era infinito

La dejé ir pero tomándola del pelo apenas la dejé toser y respirar un poco, mi polla ya no resistía, cogí de nuevo su cabeza y me la follé, apenas dos o tres embestidas y empecé a escupir mi leche en su boca... cogí su cabeza. Conseguí dejarla, pese a sus esfuerzos, inmóvil mientras mi polla iba vaciándose en su interior, la leche incluso empezó a salir por su nariz...

Me levanté, me arrodillé tras Jessi, que permanecía también de rodilla, apoyando la cabeza en la cama, tosiendo... enfundé mi polla en su coño, al primer intento entró hasta la empuñadura haciendo que levantara la cabeza con la sorpresa; la zorra estaba muy lubricada, mi polla resbalaba en el interior de su coño. La follé con brío para mantener la rigidez de mi polla, me enganché a sus manos, como si fuesen bridas para cabalgarla, ahora su tos se transformaba en gemidos, en gritos, su corrida fue brutal e inacabable... hasta que oí una especie de súplica mientras estiraba las manos en su espalda para intentar tocarme

  • Ya, ya... para... ya.

Paré de golpe, con mi polla aún ensartada completamente dentro de su coño, cogiéndome a sus caderas para que no se saliera, pese a que comenzaba a flojearme...

  • Ya... por favor... déjame respirar.

Desaté su manos que cayeron abatidas hacia el suelo... toda ella, salvo la cabeza que permanecía en la cama, estaba hundida sobre sus piernas...

Me levanté y me tumbé sobre la cama... tirando de la cadena logré que se arrastrara hasta mi lado... la acosté boca arriba, siquiera abrió los ojos, jadeaba como si hubiese corrido un maratón... en sus labios aún quedaban restos de mi leche... pellizqué sus pezones por encima de la camisa, luego la abrí y comencé a jugar con ellos, cogí uno con mis dientes mientras amasaba el otro con dos dedos... tiraba de ellos... Jessi se dejaba hacer, temblando, fuí dando pequeños mordiscos desde su teta hasta su cuello; jadeaba de nuevo... y dió un respingo cuando hundí dos dedos en su coño y comencé a follarla con ellos... se enganchó a mi cuello, casi gritando... sentí su explosión, paré... y calló rendida musitando algo que no entendí.

Me desperté sobresaltado... no tenía la sensación de haberme dormido. Miré el reloj, tampoco creo que hubiese pasado más de 15 o 20 minutos... el suficiente para que mi polla se recuperase, jeje... Jessi dormía de lado, con la mano entre las piernas, curiosa postura ¿dormiría siempre igual?

Empecé a amasar su culo y noté que despertaba... ella ¡y mi polla!, dando la vuelta me besó... más que eso invadió mi boca con su lengua... la mordí para que no puediera retirarla... la solté y siguió al asalto... me tumbé sobre ella y metí la polla en su coño... seguía estando muy acogedor.

Se enganchaba a mi cuello mientras iba mordiendo de un pezón a otro y penetrándola con un vaivén lento y profundo... no abría los ojos, se mordía los labios y agitaba su cabeza de un lado a otro, clavó sus uñas en mi espalda... rodé por la cama y ella se quedó encima, la tomé por la correa y estiré hacia mis partes

  • Vamos pequeña, a ver como está tu boca

Intentó metérsela de lado pero la obligué a ponerse de rodillas... una buena mamada requiere una buena postura... Con una mano la tomaba del pelo guiándola para que se llenara de polla o me lamiera arriba y abajo, hasta el inicio de mis huevos, cerca del culo...

la otra enganchaba la cadena para que, cuando tuviera su boca llena no pudiese sacársela.

Cogiéndola del pelo la levanté

  • Vamos puta, cabálgame...

Se insertó mi polla y comenzó a follarse. Yo alternaba palmadas en el culo para que arreciara la marcha con pellizcos en los pezones que la ponían a cien... En pocas embestidas comenzó una cabalgada bestial la sacaba casi toda y volvía a introducírsela hasta que sentía la punta de mi polla golpear en su interior... en una de esas salidas apunto estuvo de doblarme la polla... hube de pararla tomandola firmemente de la falda que se había enrollado en sus caderas

  • Quieta, puta... Ahora vamos a probar tu culo

Ahora si, abrió sus ojos y me miró

  • No lo he hecho nunca

  • ¿Quieres decir que nunca te han follado el culo?

  • No

  • ¿Que eres aún virgen por detrás? No me lo creo

  • Solo me he metido un dedo a veces

Si sorprendente era la revelación, aún lo era más la cara que ponía al decirlo... yo hubiese imaginado un poco de susto, pero en absoluto, su expresión era como quien confiesa que no fuma o no sabe montar en bici...jeje

  • Pues eso hay que celebrarlo... voy a tener el honor de inaugurártelo ahora mismo.

  • Pero despacio, por favor, me han dicho que eso duele mucho

  • Por ser la primera vez seré amable, pero no te acostumbres, jeje... de rodillas al suelo, puta... y quítate lo que te queda de ropa... de todos modos ya la tienes hecha un nudo...

Puse el extremo de la cadena entre sus dientes y le señale los pies de la cama

Verla tan obediente, bajando a cuatro patas de la cama, posicionándose a los pies.. irguiéndose de rodillas para sacarse la camisa y la falda por encima de su cabeza... tuve que apretarme la polla con fuerza para que se me calmara... ¿podría resistir la tentación de romperle el culo de un solo envite?... ufff... ¡contrólate Carlos!

Me acerqué al pie de la cama, me senté en ella y recogí el liquido que iba manando de mi ávida polla para restregarlo sobre sus labios, introduje mis dedos en su boca abriéndola

  • Bueno, puta, pónmela bien dura para tu puto culo

Obediente se la introdujo cuanto pudo, luego fue entrando y saliendo... comencé a jugar con ella... cuando tenía la boca llena le tapaba la nariz, lo que la obligaba a abrir un poco más los labios para respirar, sin sacársela, le empujaba por la nuca para que entrara más... ¡dios! esta tía es una puta de carrera, debería estar subvencionada...

Hube de cogerle fuertemente del pelo para impedir que siguiera, se comía mi polla con tanta gana que parecía que tuviese su punto “g” en el paladar.

  • Alto puta, o me correré antes de tiempo. No querrás quedarte sin probar mi polla en tu culo, ¿verdad?... ¿quieres que me folle tu culo?

  • Sí, fóllame por el culo

  • Quiero que me lo pidas muchas veces, que me supliques que me haga tu culo

  • fóllame el culo... por favor, fóllate mi culo

Me fui colocando detrás de ella mientras seguía su soniquete

  • Folla mi culo, por favor

  • ¿Tu culo de puta quiere mi polla?

  • Si, folla mi culo de puta con tu polla, clávamela hasta el fonnnnn...

Arranqué el primer gemido al entrar por sorpresa en su coño, hasta el fondo, unas pocas embestidas y sus gemidos descontrolados... paré

  • ¿Ya no quieres que te la meta? No te oigo

  • Uff. si, por... por favor, fóllame el culo

  • Abrete el culo con tus putas manitas

  • fo..fóllame el culo

Obediente, entregada... una delicia. Puse un dedo en la boca, lo ensalivó como si fuese mi polla

  • No te oigo

  • Fóllame el culo, llena mi culo de pu...¡Ah!

Mi dedo entró en su pequeño agujero, apretadito. Con la otra mano aprisionaba fuertemente mi polla, calmándola para que esperara su turno... saqué el dedo y volví a llevarlo a su boca

  • Saborealo, puta, es tu culo... ese que me voy a hacer dentro de poco

Ni la más mínima queja... siquiera cuando le hice salivar dos dedos y los introduje de nuevo en su culo, separándolos para comprobar su elasticidad... este culo virgen estaba bien apretado...

Con mis rodillas separe cuanto pude sus piernas para que no pudiese cerrarlas al tiempo que le daba de nuevo a probar el sabor de mis dedos. Sus manitas separando las nalgas, sus dedos muy próximos al lugar donde ya apoyaba la punta de mi polla.

  • No te oigo

  • Por fbbbs- apenas podía hablar con mis dedos en la boca... los saqué para poder cogerme mejor a sus caderas - Fóllame el culo... el culo de puta.

...Y vino el silencio... o más exactamente la respiración agitada, cada milímetro que mi entusiasmada polla se ocultaba en su pequeño agujero la respiración se aceleraba... me recordaba unos ejercicios de respiración al parto

  • ¡Sácalo, sácalo!... uff! ufff!

  • No ha entrado ni la cabeza, puta... vamos de nuevo. En posición. Ábreme tu culo con las manitas

Obediente. Volví a apuntar mi polla a la entrada

  • ¿Qué se dice?

  • Folla mi culo... pero despacio, por favor

  • No es eso...

  • Folla mi culo, folla mi culo, folla el culo de pu!

Nueva entrada, más placentera

  • No, no, no...

  • No hay vuelta atras, ahora ya no

  • Por favor sácala, uf-uf-uf

  • No puta, iré despacio pero esta vez va a entrar toda

  • Uf-uf-uf

  • No te oigo

  • fo- folla mi culo, uf, uf... folla... para-para-para

  • No puta, lo más duro es la cabeza, luego entra mejor...

En efecto... su pequeño grito indicó que la primera parte de mi polla ya había conseguido sobrepasar su virginal anillo

  • No, no, para-para

  • Va adentro, puta... y quiero oirte... como calles te la voy a meter de golpe para chilles como una cerda

  • No, no, fóllame-fóllame-fóllame- follaaaah...

De nuevo el silencio, apenas un gruñido sordo, sus manos aferrándose con fuerza a la sabana, media polla ya había desaparecido en su culo y el resto seguía su paso constante, encajándose perfectamente en ese gratificante envase... cuando llegué al fondo oi de nuevo los bufidos de Jessi y como la base de mi polla era aprisionada por el anillo de entrada a su culo... un placer infinito se adueño de mí... comencé un lento mete-saca.... “dentro-fuera-dentro”... iba recitando en mi mente esa letanía propia de los mismismos Epi y Blas, jeje... poco a poco la dificultad fue cediendo, Jessi dejó de masacrar las sábanas y su gruñido se convirtió en jadeo

  • fóllame, fóllame

  • Mejor ahora ¿verdad?

  • Siiiii- susurraba- fóllame el culo

Llevó sus manos a las nalgas y volvió a separarlas para facilitarme la entrada aún más. Eso era ya demasiado para mi polla... me tumbé sobre ella, aprisionando sus tetas con fuerza mientras empezaba a estallar dentro de ella... ahora si quería ir más adentro... a cada corrida daba un golpe de caderas para intentar meterle más polla... con cada golpe gritaba de dolor y placer... se corría, la muy puta también celebraba el desvirgue de su culo con una corrida tan o más intensa que la mía.

Cuando paró todo me quedé sobre ella, enganchado aún a sus ubres...

  • ¡Sácala- sácala!... gimió apresurada

De un solo movimiento salió mi polla de su acogedor encierro

  • Ufff... no podía más... duele

  • ¿Ahora duele, puta? ¿Pues bien que te has corrido?

  • Ufff... sí... ha sido una pasada... jeje... al principio creía que me cagaba, jajaja

Me tumbé en la cama mientras Jessi se encaminaba hacia el baño con la mano en su culo evitando desparramar por todas partes lo que de él emanaba... al poco regresó con el rollo de papel... limpió mi polla con suavidad y luego pasó la lengua por ella y volvió a metérsela en la boca, poniéndomela morcillona de nuevo.

  • ¿Está sabroso tu culo?

  • Enseguida desaparece el sabor... Mmm

Viendo la cara de golosa con que saboreaba mi rabo, no tardé en imaginar mil y un situaciones para poner en práctica sus habilidades.... lógicamente mi polla respondió al ataque mental (y físico) recuperando su rigidez de hacía unos minutos.... y soltando una nueva carga de leche que Jessi tragó con ganas, recogiendo después con la lengua las gotas que iban manando ya sin fuerza de ella...

  • ¡Qué puta eres!- fue lo más original que se me podía ocurrir en aquellos momentos.

Jessi, aún con la lengua resbalando por mi polla, me miró sonriendo.