Silvia H (4)

Pedro iba recorriendo con la punta del hielo los hombros, luego columna abajo, hasta las manos cruzadas... Silvia se arqueaba a cada movimiento del hielo, a veces intentando evitarlo, a veces como buscándolo... ahora el cuello, ahora bajando por sus pechos hasta el pezón.

El traqueteo de los tacones de Silvia por el pasillo se me antojaba como la música de una película de suspense. Hay que reconocer que sabía manejarse con soltura y naturalidad a esa altura. Pese a llevar, incluso, los ojos vendados y no poder equilibrarse con los brazos, su andar no era como el de ir con zancos que gastan algunas.

Me sentía poderoso... y generoso... tirando de la correa atada a su cuello, llevándola como “ofrenda” a mis amigos.

La entrada en la sala era previsible... si sus ojos fuesen lásers en menos de un minuto no hubiese quedado un centímetro de Silvia sin marcar... jeje. Los comentarios, atropellados entre sí, imposibles de reproducir.

  • ¿Quién... quien está aquí?

El pecho de Silvia volvía a pillar ese ritmo que tanto me gustaba, pues agitaba sus tetas deliciosamente y hacía aún más puntiagudos, si cabe, sus pezones

  • Unos amigos... míos y dentro de nada tuyos también

  • No, por favor, yo...

  • Tú te vas a dejar llevar... poco más puedes hacer. Te recuerdo que estás atada pero, aunque no lo estuvieras, sabes que esta noche estas a mi merced.

La puse en el centro de la sala... temblaba como un flan

  • Señores, nuestra “anfitriona” está aquí. Como veis, en perfecto estado de revista y disponible para hacernos pasar un rato excelente, ¿verdad, puta?

No contestó... el corazón le iba a mil... tuve que calmarla un poco poniendo mi mano sobre su coño...

  • Por favor, preséntate a estos señores.... ¿cual es tu nombre?

  • No, no, por favor... -susurraba-

Hundí mis dedos en su coño y pregunté de nuevo

  • Creo que estos señores no te han oído... ¿como te llamas?

  • Sil... Puta Silvia

Ramón saltó del sofá como si tuviese un resorte y fue directo a sobarle el culo, los pechos... parecía querer comprobar que no era una muñeca de plástico.

  • Excelente, hechas las presentaciones... Oh, disculpa, ellos aún no se han presentado, pero tampoco es necesario, ya iras intimando con todos... por favor, ponte de rodillas, puta.

Le ayude a bajarse de sus alturas y en cuanto estuvo de rodillas, erguida, levanté el extremo de la correa sobre la palma de mi mano

  • ¿Quién quiere comenzar a presentarse?

Luis extendió la mano, era el que estaba más cerca y comenzó a tirar de ella... Para Silvia ya no era tan cómodo como caminar sobre tacones, pese a la alfombra supongo que la rejilla de la media debía marcarse al ir de rodillas, pero tampoco quiso emitir ninguna queja pese a que su cara mostraba el disgusto.

  • Vamos a ver que tan golosa eres - Dijo Luis al tiempo que se abría la bragueta y se esforzaba por sacarse la polla... tarea no sencilla pues estaba tan rígida que le costó desencajarla del pantalón.

Pasó sus dedos por la punta, sacando el jugo preseminal y restregó con él los labios de Silvia que adquirieron un brillo especial... luego los metió en su boca, le separó los dientes y cogiéndola por la nuca fue introduciendo su palpitante polla en tan acogedor lugar.

Despacio... despacio... disfrutando cada milímetro que se perdía dentro de ella, hasta notar que ya había alcanzado un tope en su garganta...

  • Diooooos! - Se convulsionó tirando la cabeza hacia atrás al tiempo que la boca de Silvia iba soltando su presa... vuelta a empezar, la mano cogiendo la nuca y ahora optó por ir manejando su cabeza, marcando el ritmo.

  • No la aguanto... es....

  • Pues no dejes que desperdicie ni una gota, hoy ha cenado poco y le sentarán bien las proteínas - dije riendo-

Ese comentario sin duda fue la chispa... casi gritando Luis cogió la cabeza de Silvia con ambas manos y sus convulsiones no dejaban lugar a dudas de que estaba vaciando una cantidad ingente de leche en su garganta...

Como pudo Silvia se zafó de su presión... no podía tragar tanto y escupió una parte de la leche en la alfombra, mientras Luis seguía soltando chorretones que caían por todas partes, la espalda de Silvia, la alfombra...

Me acerqué a ella y tomándola del pelo la obligué a volver a la entrepierna de Luis

  • Eres muy desobediente ¿que te he dicho de desperdiciar la leche de rabo? Anda límpiasela bien, al menos... Mañana vas a tener que llevar la alfombra a la tintorería por descuidada...

Obediente se introdujo de nuevo la polla, que aún no había perdido la rigidez, en la boca y suavemente comenzó un mete-saca solita.

  • Para!, para!... no más!

Luis tuvo que poner la mano en su frente para impedirla seguir su cometido... creo que la muy puta esbozó una sonrisa... o es que intentaba quitarse la leche que aún quedaba en sus labios...

Ramón no perdía el tiempo, se sentó junto a Luis y tomó las riendas (nunca tan apropiado el símil) de Silvia atrayéndola hacia su polla ya liberada y apuntando al techo...

  • Me toca, vamos a probar esa boca tan deliciosa

Un poco bruto sí que iba, o fue la tensión acumulada o que cogió a Silvia desprevenida, pero al primer envión toda su polla desapareció en la boca de ella. Lanzó un grito de “Joder!” al tiempo que Silvia se apartaba dando arcadas...

  • Tío, no te pases!.

  • Se me ha escapao, pero que buena está la tragona!, ven aquí no te me escapes

Cogiéndola del pelo la volvió a insertar en su polla y, ahora más suavemente, se la iba deslizando arriba y abajo.

  • No te esfuerces mucho niña, porque quiero probarte el coñito antes de que ésto escupa, jeje.

Viéndoles tan entretenidos decidí aprovechar la coyuntura para acercarme a la cocina. Los tíos estos se estaban trajinando el ron a palo seco, pero yo no estaba por la labor.

En la nevera encontré hielo, ginebra, pepsi light (jo!)... y a Pedro , que acababa de entrar.

  • Joder, Carlos, todavía estoy flipando. Está buenísima la tía... mira que hay mujeres que desmerecen al quedarse en bolas pero ésta...

  • Ni se te ocurra largar nada en la oficina!...

  • ¡Qué dices, tío!... el lunes a primera hora lo cuento.

  • Tus muertos!

  • Que no, que no voy a decir que era ella, pero ésto de que nos trajinamos una tía entre los cinco, jejeje... ¡si no lo cuento, reviento!... pero tranqui, no diré su nombre...

  • Pero su novio también se va a enterar... ¡cómo se lo cuente y ate cabos!

  • ¿Tú crees que el capullo ese le diría algo a Silvia? Si seguro que no le cuenta ni lo del estriptis de esta noche... jeje... lo que no voy a poder resistirme es de partirme el culo como se le ocurra fardar de que su novia folla mejor... jajajaja

  • Hablando del novio... - el tirirín del telefonino volvia a sonar en mi bolsillo- Seguro que es él... ah!, no, mira, ¡será la pesada de su amiga!... Hola? … Jessi? … que Jessi? Ah, ya!... pues yo soy el tipo que has conocido en el bater de tíos esta noche... sí, estoy en su casa... no, no puede ponerse porque tiene la boca ocupada... Ah, no, perdona, ya no... se está cabalgando un tío - me acerqué donde Ramón. Silvia estaba cabalgándole  con unos gemidos tremendos...

  • ¡Qué bien se lo están pasando los dos! ¿La oyes? -  acerqué el móvil a la cara de Silvia - ¿ahora la has oído mejor? ¿oye? ¿Jessi? ¡pues no va y me cuelga, la tía!... ahora que iba a invitarla a que viniera... en fin, ella se lo pierde... y nosotros, porque con dos sería más divertido, jeje.

  • ¡Que cabrón eres! Ya me contarás como te lo has hecho.

  • Yo? Soy inocente, es ella la que se ha lanzado sobre mí...

  • Pobresito... qué pena me das

  • En seriooo!... yo solo le he propuesto un jueguecito y ella me ha seguido el rollo... ¡hasta ahora!

  • Creo que estaban ya pensando en boda

  • Si, me han chivado que es dentro de tres meses

  • Joder!... ¡Pedazo puta!... pues a ésta no parece que se le vaya a pasar el vicio tras el “sacrosanto vínculo del matrimonio”... vamos a tener que ampliar la puerta del despacho de Alberto para que le quepan los cuernos

  • JAJAJAJA...

Ramón acababa..  entre bufidos, hincando sus uñas en el culo de Silvia como si quisiera arrancárselo y dejándose caer sobre sus pechos... pero Silvia seguía moviéndose... “ostia, joder, la leche”... el vocabulario de Ramón no era demasiado variado, pero a estas alturas tampoco nadie podría reprochárselo.

  • Anda, Juanjo, hazle alguna foto a la pareja para que la tenga de de recuerdo.

  • ¡Como me hagas una foto te corto los güebos!

  • Tíiiio... ¿no quieres un recuerdo de la velada?

  • ¿Y que por una puta casualidad la pille Laura? ¡Por los cojones!...

  • Venga, que te haga una foto sin que se te vea la cara

  • ¡Que NOOOO! Que seguro que me reconoce... Tú no sabes como se las gasta!

Jajaja... La risotada fue unánime...

Llegó el momento de Pedro... supongo que no quería hablar para no ser “descubierto” (aunque a él le debía preocurar menos que a ella que le reconociera). Sin descabalgarla aún de Ramón empezó a pasarle un dado de hielo por el cuello... hubo una tímida reacción de ella, alzando la espalda, pero tras la primera impresión se dejó hacer... Pedro iba recorriendo con la punta del hielo los hombros, luego columna abajo, hasta las manos cruzadas... Silvia se arqueaba a cada movimiento del hielo, a veces intentando evitarlo, a veces como buscándolo... ahora el cuello, ahora bajando por sus pechos hasta el pezón.

  • Joder!, ya está bien, tío! -protestó Ramón - Quitáos de aquí, me estás echando el agua helada... además la tía esta no para de moverse y ya se me ha salido la polla y chorrea...

Que manera de gruñir... pero tenia razón, Silvia volvía a mover las caderas como si buscara volver a empalarse. Ayudado por Ramón, Pedro levantó a Silvia, la dejó de pie y siguió jugando con el hielo. Hice señas a Juanjo de que pillara el móvil para grabar la escena... en silencio me dejó ver que su móvil no estaba para esos menesteres, así que le pasé el mío... En momentos como éstos lamento no llevar una cámara de guardia en el coche... eh... un momento... ella tendrá una, ¿no?

Fui a la habitación donde hace un rato estuvo con el chavalote... pues no había demasiado desastre: las sabanas hechas el lógico “embolic”, el cajón de las medias que me olvidé cerrar y su vestido... ¿su vestido? ¿donde estaba el vestido que llevaba puesto?... Bah!, de qué me preocupaba. Ya aparecerá. No creo que el Pito se lo haya llevado como trofeo, jeje.

¡Bien equipada! sobre un escritorio, un flamante iMac de aluminio, no se cuida mal la niña, no... ¿y la cámara? Bingo!, en el primer cajón tiene 2... bueno, una de ellas parece de juguete, la otra... “12mpx” en esta le saldrá hasta el clítoris en primer plano, jeje...

Mmm... el ordenador no está apagado, la lucecita dice que está en reposo... ¡Ay, que descuido!, pues no le he dado sin querer al ratón... jeje... no, no me gusta fisgonear, pero ya que está abierto (y sin contraseña, ay-ay-ay) me pillaré su mail para mantener el contacto.

Esto es ilegal, o debería serlo, lo se... nada, no me interesa su correo, solo me envío uno desde su cuenta y listo, así ya tengo su dirección... elciamxx@...mail.com... ¿voy a enviarlo vacío? ¡qué desperdicio!... A ver, “Imágenes” …¡caray!, también le gusta el Flickr... ¡Ostia la niña! ¡Lo que tiene por aqui!... Ufff... mogollón de fotos “interesantes”, ...cierra, cierra que me pierdo...

“Mias” ¡Que nombre tan expresivo! Mmmmm... preciosas... ¿”xxx”? claro! no podia faltar, ésta es la carpeta que buscaba... ¿También te gustas, eh putita? ¿te pone autofotarte?, jejeje... en ninguna sale el tal Alvaro... Pues me envio la carpeta entera!... ¡50Mb!... ufff... no, mejor selecciono unas cuantas... hop-hop...

¿Cuantas llevaré ya? Paso de más, “enviar”... que tengo que ir a hacer mis propias fotos, jejeje... luego te dejaré copias aquí, preciosa...

Pero... ¿Porqué coño la han desatado? Al cabrón de Pedro también le gusta jugar con fuego... No se que pasaría si decide sacarse la venda de los ojos... pues allá él (o ella).

Pero hay que reconocer que la posición lo requería: Silvia estaba tumbada en el sofa enganchada al cuello de Pedro que la pistoneaba con un ritmo frenético.

  • Vaya, ya veo que lo pasáis bien sin mí, eh? Toma Juanjo para hacer fotos... ¿Juanjo?... Pero Juanjo, ¿tu no decías que no querias?

  • Tío, me he puesto como una moto... ¡Como esta la hijaputa!

  • No, si ya veo, pero deja de cascártela así o se te va a escapar la corrida antes de catarla, jeje

¡Hala! ...y ahora gritos!, la corrida que se estaban pegando los dos era sublime... Pedro se había quedado quieto, apretando su cadera contra la entrepierna de ella, como si quisiera traspasarla, sacársela por esa boca abierta que gemía sin parar, ella hincaba las uñas en su espalda... ¡Ya tiene una prueba “fisica” para convencer a sus compas del curro!...

Se acabó, Pedro cayó derrumbado sobre su “víctima” que también, con el brazo caído fuera del sofá y la respiración parecía haber llegado al agotamiento... mentira... un movimiento de cadera de Pedro y la niña volvió a engancharlo del cuello.... ¡es insaciable! ...O ya era un monstruo o acabamos de crearlo, jeje.

Luis me había tomado la cámara y comenzó a hacer fotos mientras Pedro se apartaba de ella... se ofrecía totalmente vencida, los brazos caídos las piernas abiertas dejaban ver su coño rebosando leche... la boca abierta, los labios rojos, carnosos, hinchados de tanto uso..., los pechos firmes con alguna señal roja...

Me giré hacia Juanjo

  • ¿Qué? ¿Te animas?

  • Yo soy más tradicional... no puedo concentrarme con público. La llevaré a la habitación.

  • Entonces te esperas - saltó Ramón- Luis me lleva a casa y vamos a hacerle un sandwich de despedida... Vamos, puta, al suelo, de rodillas, que es como estás más guapa... ¿cola o punta?- preguntó mirando a Luis-

  • Tu ya has probado su coño, me toca... ¿coño o culo? ¡que duda!

  • Ninguna duda - corté yo- ese culo aún no lo he probado, así que, como “anfitrión” no me vas a quitar el privilegio de estrenarlo esta noche... si os vais te jodes...

  • Vale, tío, no te sulfures - dijo arrodillándose tras él con la cámara en ristre

  • ¡Que no me hagas fotos!

  • Joder, cuanto estrés!.. vale, ya dejo la cámara- se situó tras el culo de Silvia que estaba en cuatro y empujó su nuca hacia Ramón - hora de comer, chica.

Luego le separó un poco las piernas, hurgó un poco en su entrepierna y, de una sola estocada, la clavó al fondo. Silvia levantó la cabeza al sentir la embestida

  • ¿Pero dónde vas tú?- Ramón cogió su cabeza y la volvió a encajar en su polla- No me creo que te haya hecho daño, si con tanto lubricante debe haber entrado de lo más suave

  • Ya te digo - Luis había comenzado un brioso mete-saca enganchado a sus caderas, mientras Juanjo, con las dos manos hundía su cabeza en la entrepierna.

Silvia intentó evitar la presión de ambos empujándolos con sus manos.

  • ¿Pero que haces, puta?, Si es que no tenias que haberla desatado... Pásame el panty

Luis lanzó una palmada en su nalga que dejó marcada su mano

  • Las manos a la espalda, puta!

No hubo de repetirlo, sumisamente Silvia cruzó sus muñecas en la espalda mientras Ramón seguía subiendo y bajando su cabeza por el tronco de su polla... Una vez ligada, Luis también siguió dándole con fuerza, parecía una carrera a ver quien le daba más rápido.

Ganó Ramón... Hundiendo con dos manos la cabeza de Silvia, sus gritos indicaban que ya estaba estallando

  • Hasta la última gota, puta! Uaaaaaa! que pasada!

Silvia movía la cabeza intentando zafarse de su presión, al final fue Ramón el que la apartó de golpe, pero Luis volvió a bajarle la cabeza... ahora su cabeza quedaba bajo la polla de Ramón que aún escupía leche, sobre su pelo... fue restregando su polla y sus huevos en el pelo de Silvia mientras Luis dando palmadas en sus nalgas iba anunciando que ya llegaba la corrida... La de Silvia también, gemía hasta gritar...

Las últimas gotas de Luis cayeron sobre el culo de Silvia, momento que inmortalicé en foto... al tiempo que Ramón se apartaba rápidamente para no aparecer en ella ni por casualidad, jeje... ¡cobardica!

Silvia cayó hecha un ovillo al suelo en cuanto Luis se desacopló... Ramón cerraba su bragueta

  • Ha sido genial... ésto tenemos que repetirlo... Ufffff... hacía siglos que no disfrutaba así. Joder, son las 3 y media. Lástima que sea tan tarde. Podíamos llevarnosla un fin de semana al chalet para una sesión más larga.

  • No sueñes, tipo - dijo Luis

  • ¿Porque no? Ya se lo propondré cuando esté menos ocupada - les dije

Juanjo ya se había destapado... cogiéndola de la barbilla habia vuelto a arrodillarla. Con las manos inspeccionaba su cuerpo, acariciando las mejillas, metiendo el pulgar en su boca para abrirla, sopesando sus tetas , cubriendo su coño... el cuerpo de Silvia respondía  a las caricias estremeciéndose a cada paso...

  • Que si, Juanjo, que es real

  • Está buenísima.

El móvil volvió a sonar

  • Joder que pesada... ¡Anda, no! Ahora es el novio... Quieres hablar con él, puta?

Silvia agitó la cabeza... con los dedos de Juanjo en la boca no podía hablar

  • Si quieres contestó yo y le digo que estás ocupadísima...

  • No, nogg... por favor! -acertó a balbucear

  • Me encanta... ya vuelve a saltar tu pecho... me has dado una idea

  • No... - temblaba, se agitaba... mientras me agachaba sacándome la polla y situándome a su lado - ¿qué vas a...?

Acaricie sus nalgas

  • Es hora de estrenar este delicioso culo ¿verdad puta?

  • No...mmm - Juanjo volvio a meter sus dedos en la boca y se la abría como intentando comprobar cuanto podía dar de sí abierta..

  • Si, puta... ya te dije que hoy no me puedes negar nada... y tampoco quiero que te quejes... así que mejor  te controlas... - Pasé el móvil a Pedro mientras marcaba respondiendo la llamada perdida - porque, ¿no querrás preocupar a tu novio y que venga a comprobar lo puta que eres? ¿verdad? Toma, habla con él

Pedro acercó el móvil a su oreja

  • No!, no! por fav.... Hola Cari...- El tono de su voz cambió radicalmente, se volvió más dulce, aunque se le notaba un cierto temblor...

Fui agachando su cabeza entre las piernas de Pedro, que empezó a restregarle su polla por la cara... la mía estaba a punto de reventar por la situación... metí un dedo en su culo, Silvia dió un respingo, pero sin apartarse del móvil

  • Si ya he llegado a casa, cari... estoy agotada

“Jeje... pues todavía queda noche!” Pensé mientras introducía un segundo dedo y los forzaba un poco para abrir su culo. Silvia agitaba sus caderas intentando esquivarlo.

  • No! No vengas! - La voz delataba su temor, pronto se calmó, pensaba rápido pese a la situación, de inmediato encontró la excusa - Me duele mucho la cabez... ¡Nnnnññññ!

¡Insuperable! Tras apoyar mi polla en su agujero, y cogerla firmemente de las caderas fui largándola toda dentro de su acogedor culito... sin prisas, pero sin pausa... milímetro a milímetro mi polla se iba enterrando entre sus nalgas. Silvia intentó apartarme con sus manos, pero Juanjo colaboraba manteniéndolas bien fijas en mitad de su espalda

  • N-no, no... Nnnnno - sabía disimular la puta, evitar las ganas de gritar que seguramente tenía por el dolor de su culo abriéndose inevitablemente - Vo- voy a tomarme una pastilla y acos....tarme. Mañana te llamo... NNNNNN.... cuando me levante.

Uaaaa!... mi polla había desaparecido completamente en su culo! Espectacular, delicioso!... Mi ombligo quedaba encajado entre sus nalgas... y Pedro ya había ubicado su recuperada polla en la boca de Silvia y subía y bajaba su cabeza tomándola por la nuca, sin despegarle el movil de la oreja... Luego le permitió seguir hablando

  • Gggg... me duele muchogggg - vuelta a comer polla - gggme cuesta hablar - abajo de nuevo!

Yo mantenía la polla bien encajada sin moverla en su culo ¿sería ese el dolor de que hablaba? Será cuestión de comprobarlo... saqué la polla hasta casi la punta y de un golpe de cadera volví a enterrarla en sus entrañas... A Silvia se le escapó un grito aunque ahogado por tener la boca llena de polla... “habla puta” susurró Pedro sacándola de su polla

  • No... es que me duele mucho - Sin duda Alberto había oído el semi-grito, ¡que bien mientes, puta!

¡Como me pones! … comencé un mete-saca contínuo, la sacaba y volvía a meter entera. Pedro solo le permitía una frase entre mamada y mamada

  • Nos vemos mañana.... Mmmmmm.... no puedo seguir …Mmmmm.... me cuesta hablaAAAr

Juanjo se apuntaba a la “fiesta” pellizcando su pezón, presionándolo con sus uñas

Me cansaba de la charla... dí una fuerte palmada en el culo de Silvia que debió retumbar en el móvil... Silvia entendió que debía cortar ya

  • No... no es nada ….mmmmm..... mañana te llamo.... mmmmm... adios , cari.... mmmmm....  buenas noches... mmmm.... mmmm....

Ahora era ella la que se metió la polla en la boca... una manera expeditiva de indicar que quería acabar la conversación... Pedro miró el móvil... y me lo entregó... Alberto aún no había colgado “¿Estás ahí? ...Silvia?” Vencí la tentación de responder y colgué. Señalé “mensajes” y le envie un escueto  “Gracias” que seguramente lo dejaría desconcertado.

  • Esto ya está abierto... ¿cambiamos? - sugerí a Pedro-

  • Claro

Intercambiamos posiciones... me limpié la suciedad de la polla con un pañuelito de papel y la encajé en su boca, con un cierto disgusto de Silvia

  • Es el sabor de tu culo, puta, deberías apreciarlo e irte acostumbrando... da gracias que la he limpiado pues me la has dejado bastante sucia

La primera embestida en el culo de Pedro debió pillarle desprevenida, pero yo no iba a permitirle que soltara mi polla... cogiéndola del pelo la subía y bajaba a mi antojo... parando de vez en cuando para no correrme...

  • Ahora que ya sabes tragar, puta, espero que no dejes escapar ni una gota

Juanjo estaba hecho todo un reportero... desde todos los ángulos iba tomando fotos. A Silvia ya no parecía disgustarle tanto la enculada... ahora era ella la que me comía la polla con gula y yo el que debía pararla de vez en cuando cogiendola del pelo para evitar correrme...

Pedro ya descargaba con profundos caderazos contra el culo de Silvia y ésta parecía también estar corriéndose como una loca pues su boca se abría espectacularmente permitiéndome llegar hasta el fondo de su garganta que parecía inacabable... yo no iba a quedarme atrás ¡y menos ahora que su boca estaba tan “acogedora”!... cogí su cabeza con las dos manos y, literamente, me follé su boca hasta notar que mi polla se vaciaba, Silvia intentó sacársela, pero una bofetada y mi mano presionando su nuca le quitaron las ganas

  • Toda, puta, vacíamela toda... yo diré cuando puedes soltarla

Cuando noté unas pequeñas arcadas la saqué... no era cuestión de que potara... unos hilillos de leche caían desde sus labios... instantánea que Juanjo tampoco dejó escapar.

Ramón estaba tirado sobre la alfombra, yo hundido en el sofá y Silvia acurrucada entre mis piernas, cuando Juanjo habló.

  • Me toca

Tiró  de la correa para incorporar a Silvia que, obediente, aunque con síntomas de debilidad,

se arrodilló... Juanjo le desató las manos... Silvia se frotó las muñecas e hizo el ademán de levantarse, pero Juanjo se lo impidió apoyándose en su hombro

  • No, zorra, si te he librado las manos es para que vayas a cuatro patas, como la buena perrita que eres...

Le empujó con el pie en el culo hasta que Silvia se puso en cuatro y comenzó a tirar de ella hacia la puerta del salón.

Los vimos enfilar el pasillo, Silvia intentó ir de puntillas para no apoyar las rodillas, la malla del panty sobre el piso debía ser bastante más desagradable que en la alfombra, pero Juanjo, presionándole en el culo con su zapato se lo impidió.

  • En cuatro, perra, ¿es que no entiendes?

El recorrido se hizo más lento, Silvia paraba de vez en cuando para aliviar un poco las doloridas rodillas a lo que Juanjo respondía con un fuerte tirón de la correa.

Ramón, aun desecho, se había sentado junto la mesita y se preparaba un lingotazo, yo me levanté para parar la música, estaba ya harto de ruido ...Oí cerrarse la puerta de la habitación.