Silvia H (3)

Deliciosa visión...boca abajo en la cama, con las piernas abiertas, las manos cruzadas en la espalda y un culo suave, respingón, ofrecido, una tentación... no pude evitar darle un sonoro azote con mi mano que quedó marcada en rojo sobre su nalga. Su grito fue seco y breve.

Claro que tenía mis dudas de que el chavalote cumpliera y Silvia se portara con él como me gustaría pero, a decir verdad, lo que más ocupaba mi mente al volver al salón era que mi vejiga estaba a punto de reventar... ¿donde estaba el aseo?

Me enfilaba rápido por el largo pasillo que conducía al meódromo, cuando una tía se me encara

  • ¿Has visto a Silvia?

Tras la sorpresa recapitulo... sí, eéta es una de las amigas con las que compartía mesa

  • Te he visto antes con ella, ¿la has visto?

  • Si, se ha ido a casa

  • No puede ser, si tenía que irse conmigo, no ha traído coche

  • La ha acompañado un chavalín, iban a follar a su casa

  • ¡Qué dices! Tú estás pasao, tío

  • Lo que me estoy es meando, permiso

Intente apartarme para entrar en el aseo pero la tía me bloqueaba el paso

  • ¿Donde esta Silvia?

  • Joder tía, pasa dentro y te explico... que me voy a mear aquí mismo

La empuje hacia la puerta y entro conmigo... no se si no se había enterado donde estaba o si era asi de descarada... los tres mendas que había en el aseo sí que se quedaron de pasta boniato al ver entrar una tía en el meadero de tíos. Me puse en un minguitorio, la saqué en dos segundos y empecé a respirar aliviado

  • ¿Me vas a contestar?

  • Ostia, tía, que te lo estoy diciendo y no me crees: va camino de su casa en el coche de un jovencito para follar hasta hartarse. El chaval se llama Pito, aunque te parezca una coña

  • No me creo nada...

Diciendo esto sacó su móvil y empezó a marcar

  • Si intentas llamarla vas de cráneo, me ha dejado su móvil para que nadie les moleste, luego he quedado en llevárselo - en ese momento comenzó a sonar el móvil en mi bolsillo-

  • ¿Porque llevas su móvil?

  • Te lo vuelvo a contar... mira que eres dura de mollera: se ha ido a follar con un tío. No, no la hemos secuestrado, si quieres luego te vienes conmigo a ver como se lo están montando...

  • Pero... no me creo nada.

  • Van a la calle Garcilaso, 12, ¿es donde vive, verdad?... ¿qué pasa? ¿que no puede follar sin tu permiso?

  • Pero ¡cómo va a irse a su casa con un tío! ¿Y su novio?

Ostía! Tiene novio? Eso no me lo había contado la muy puta... empecé a temer una movida muuuuy gorda

  • ¿Su novio? ¿vive con ella?

  • Qué va, pero... ¿yo qué hago contándote nada?

En ese momento creo que fue cuando la niña se percató exactamente de donde estaba, porque se puso a mirar a todos lados con los ojos como platos y salió por la puerta como alma que lleva el diablo.

No, no me había librado de ella.. la tipa estaba al otro lado de la puerta esperándome.

  • ¿Pero que le ha pasado? ¿Como se lo ha montado así? ¿Y tú que pintas en ésto?

  • Buff, cuánta pregunta... Bueno, yo me la he follado hace un rato; mira, aún llevo en el bolsillo el tanga que me ha regalado ¿lo reconoces? jeje. Luego hemos vuelto y, como se ve que aún le pica el chichi, se ha llevado a un tipo a casa... yo he quedado con ellos en ir más tarde, en cuanto me recupere de las dos corridas... que uno ya tiene una edad.

  • Será golfa! Pero si tiene novio... y se casa dentro de tres meses!

Esto es genial, la puta además está más que ligada... ¡en que lío te has metido, Carlos!... bueno, no pasa nada... ya veremos como acaba la cosa. Ante todo mucha calma

  • Pues nada, chica, que se ve que ha adelantado la despedida de soltera, jeje... o que su novio no la “llena” lo suficiente, jejeje.

  • Que te jodan, tí! Y ella ya podía haber avisado y no tenernos esperándola para irnos.

  • Si quieres pasa por su casa, yo creo que el chaval ese tiene fuelle para las dos … para las cinco ya no creo, pero...

  • Paso de tus rollos, tío, ¡que la den por culo!

“A eso voy a su casa, niña” pensé mientras la veía alejarse por el pasillo

En la barra la fiesta ya iba decayendo, cada vez quedábamos menos. Las amigas de Silvia ya estaban en la puerta esperando a la enfurecida que me había acompañado al aseo... una lástima que se vaya, me hubiese gustado guardar también sus bragas en mi bolsillo esta noche.

Mis colegas, como siempre, esforzándose por ser los últimos, aunque se les oía porque la música ya habia bajado bastante el volumen, era un murmullo ininteligible.

La parienta de Ramón empezaba a echarle miradas de aburrimiento supremo y Juanjo discutía con su ex por enésima vez en una mesa a la derecha... lo de discutir es por decir algo, pues la única que parecía hablar (embroncar, como siempre) era Rosa.

  • Bueno, tíos, ¿qué? ¿seguimos la juerga en otro lado?

  • Yo tengo que ir a casa

  • Va, Ramón, ¿que no puede irse sola?

  • Yo conduzco.

  • Tú te lo pierdes - dije

  • ¿Que me pierdo el qué?

  • Yo que tú le daba las llaves del coche a la parienta...

  • ¿Porqué? ¿qué quieres hacer?

  • Sorpresa... pero mejor vivirlo que esperar que te lo contemos mañana

  • ¡Qué cabrón!... ¿qué vais a hacer?

Luis y Pedro no decían nada, me miraban con cara de complicidad, pero tampoco sabían de que iba el asunto, se dejaban hacer, les daba lo mismo, no tenían ningún compromiso.

  • Joder!, esperadme, voy a hablar con ella.

La conversación no parecía transcurrir por los cauces adecuados, así que me vi en la obligación de intervenir.

  • Anda, mujer, déjanoslo un rato, te lo devolveremos entero, total mañana no tiene que madrugar

  • Eso se lo cree él, tiene que llevar a Roberto a entrenar y estoy hasta las narices de decirle que arregle la luz del trastero que ya no cabe más mierda... ¡claro, como ahora no se ve!.

  • Joder, Ramón, mira que eres manta!... Vas a tener que prometerle que mañana sin falta le arreglas el tema... yo si es por la tarde te puedo echar un cable

  • ¡Y una mierda! Si vienes tú ya está todo hecho... ¡os ponéis a chupar cerveza y el trastero para el siglo que viene!

  • Tio,lo he intentado, pero ahi ya me ha dejado sin argumentos... “lo que no pue ser no pue ser i a más es imposible”

  • Anda, iros a freir monas los dos... o los cinco!. De todos modos, tal como vas, no me fío de que conduzcas. Me llevo el coche. Me llevaré también a Rosa sino creo que le va a saltar una vena por como se está poniendo con Juanjo... ¡menuda tropa! ¡Como mañana no oigas el despertador te vas al suelo de una patada!

  • Si, amorcito... seré bueno...

  • ...de pelar!... ahí os quedáis capullos. ¡Y no se te ocurra acostarte apestando a tabaco!

Laura se alejaba hacia Rosa mientras Ramón esboza una cara de infinita felicidad

  • ¡Cómo se ha aprovechado de las circunstancias, eh, tio!

  • Bah, mañana cuando deje al chiquillo le llevo el desayuno a la cama y hacemos las paces

  • Jeje, eso será si tienes fuerzas....

  • ¿Serás cabrón? ¿Pero me vas contar de una puta vez donde vamos?

  • Secreto... por lo pronto a tomar algo fuera de aquí que nos están echando.

En Garcilaso hay una cervecería. Hacía mucho tiempo que no iba. Me encanta su Guiness... Y me encantó también ver el coche del tal Pito en la puerta del número 12... todo va bien.

Cuando iba a entrar sonó el móvil de Silvia... “Alberto” ¿Será el novio? ¿Se habrá chivado la guarra del aseo? Dejé que sonara hasta el final. Tres llamadas perdidas. El tío era insistente. Algo tendría que hacer para evitar que se presentara aquí antes de tiempo. Mmmmm. Mensajito: "No puedo hablar. Mcho ruido. Luego t llamo"... A ver si con ésto se calma, vuelve a sonar: "Ok. Bso" ¡Genial!

  • ¿Con quien chateas?

  • Eh? Con nadie.. Bueno, si, confirmando el fin de fiesta.

Ramón se desesperaba

  • ¿Nos vas a decir ya que estás mascullando?

  • Vaaale... ¿Queréis follaros a la rubia de la fiesta?

Sin duda había logrado centrar su atención. Ahora los cuatro estaban mirándome como pasmarotes esperando que siguiera.

  • De aquí a un rato he quedado en hacerle una visita. Vive aquí al lado y tiene tantas ganas de rabo que seguro que no le importará que venga acompañado.

"Ostias!" fue lo más suave que salió de sus labios, querían más datos, explicaciones... Como esperaba Juanjo era el menos apasionado

  • No se yo si...

  • Vale tío, si no quieres quedarte no pasa nada, pero vente. Aunque no te la folles nos haces de fotógrafo, jeje... Yo creo que al final te animarás. Estas fotos las he hecho yo, pero hubiera molado más desde otra perspectiva, jeje

Ahi acabó de liarse la cosa. Se iban quitando mi móvil unos a otros y comentando lo buena que estaba la tía y lindezas varias que no puedo recordar... Yo me sentía de p.m. disfrutando de su ansiedad, de mi negra (la birra, jeje) y mirando el reloj: le daré 15 minutos más al chaval, mmm.

Cuando salimos del bar esperaba tener que calmarlos para que no siguieran con el follón que tenian... pero fue innecesario, en cuanto nos levantamos de la silla el silencio fue absoluto. Llegamos al portal, cogimos el ascensor y casi sin cruzarnos apenas algún murmullo nos presentamos en el tercer piso.

La puerta no estaba cerrada, ¡buen chico!... les hice entrar poniendo el dedo en mis labios, pero daba igual... seguían callados, expectantes, hasta que Pedro saltó al ver una foto.

  • Ostias! Si es la publicista!

  • ¿La conoces?

  • Claro, creo que se llama Silvia... joder con la tipa! Está buenísima.

  • Será un placer que puedas disfrutarla esta noche, no?

  • Ya te digo, pero ¡tío! ¡Si tiene novio!... mandagüebos...

Hablabamos bajito, había algo de música suave en el salón de la casa, les invité a sentarse... “como si estuvierais en vuestra casa” creo que dije. Pedro siguió.

  • Joder, esta tía es la novia del contable. Yo creo que por eso toda la publicidad y la imprenta se la encargamos a su agencia... ¡menudo zorrón esta hecha! Y yo creía que era de “esas de mírame y no me toques”

  • Un calientapollas, vamos,

  • A mí me la calienta bastante, ya te digo... a veces te trae un vestuario que al que no se le empalme es que esta pa tomar viagra... Ostia, puta, la Silvia... esto es acojonante, pues todavía es más bestia la cosa.

Pedro mostraba un semblante entre divertido y alucinado a medida que avanzaba el relato

  • ...puta madre! ¿sabéis porque he llegado tarde esta noche?

  • Estabas en una despedida de soltero o algo así?

  • Jeje, exactamente así: el domingo se casa un compa del curro, estábamos todos, incluido el novio de la tipa ésta, Alberto.

  • El de la “cornamenta”, jaja

  • Yo flipo... el capullo se ha pasado toda la cena fardando de novia, contándonos que es multiorgásmica y polladas así

  • De eso puedo dar fe, jeje

  • ¿Pero en serio te la has tirado ya? Ostias...

  • Sigue contando, luego podrás probarla tu también.

  • No hay nada más... Cuando hemos acabado la cena han dicho de ir a un estriptis y a mí no me apetece pagar por ponerme palote... eso ya se hacerlo solito ¡y gratis!

  • ….Mmm... bueno, ésto me sugiere un cambio de planes... no quiero que se corte al verte... por otra parte también puede ser divertido que no sepa cuantos tíos se la estén trajinando... jeje ¿multiorgásmica? pues hoy va a tener rabos suficientes para hartarse... el lunes os visitará parrancana, jejeje

Tuve que hacerles callar, porque las risas empezaban a superar el sonido de la música...

  • Esperadme y poneos cómodos, jeje... en un momento os traigo a la “estrella” de la velada...

Abrí despacio la puerta de la habitación. El chavalote le había pillado el punto al tema y se le veía de lo más a gusto sentado en el borde de la cama mientras Silvia, de rodillas, subía y bajaba su cabeza entre sus piernas.

  • Ya veo que las cosas por aquí van bien, eh?

Silvia se sacó la polla de hizo el ademán de volverse, pero el chico le pilló la cabeza con ambas manos, haciéndola volver a la tarea

  • ¿Donde vas, puta? Aún no has acabado de comer... ya te he dicho que la tercera me va a costar más, así que esmérate un poquito más o no acabaremos nunca

Ahora era Pito el que, con su mano en la nuca, le marcaba el ritmo.

  • Tipo, -le dije- pásame tu móvil y te hago una foto para que fardes con la peña

  • Mola, tío... lo tengo ahí en el pantalón, sobre la silla... tú sigue comiendo puta, que nadie te ha dicho que pares... y saca bien el culo para que salga guapo en la foto.

Tres fotos le saque... solo se veía la cara (de satisfacción) de Pito y el estupendo cuerpo que tenia entre sus piernas. Quería fotografiar la cara de Silvia llena de polla, pero esa foto la haría con mi móvil, no quería que el tipo se pasara de rosca... pero el primer móvil que saqué del bolsillo fue el de Silvia. Da igual, foto al canto y “guardar como fondo de pantalla”, jeje.. mañana cuando pillara el móvil tendría un “grato” recuerdo de la velada ¡y una subida de coloretes en las mejillas! jajaja

Luego con el mío le hice algunas más y un vídeo para el que pedí la colaboración de Pito

  • Haz que se la meta poco a poco a ver hasta donde es capaz de llegar

  • ¿Has odo, puta? Pues esmérate que vas a salir en la tele.

La cogió del pelo y fue moviendo su cabeza hasta que casi sus labios rozaban la base de su polla.. ·entonces musitó “un poquito más” y de un empujoón en la nuca acabó de clavársela; la nariz de Silvia chocó contra su estómago e inmediatamente se salió a punto de vomitar. Pito la volvió a tomar del pelo

  • Eso ha estado genial puta... otra así y me corro.. vamos..

Ella intento negarse moviendo la cabeza pero de nuevo Pito la tomó por la cabeza. Esta vez no fue la cabeza la que se movió sino la polla la que entró hasta el fondo de su garganta...ella intentaba apartarlo con las manos, pero Pito ya no estaba por la labor: inició un rápido mete-saca y paró en seco....

  • Hasta la última gota, puta, exprime mi polla hasta secármela.

Aunque hubiese querido, que no parecia intentarlo siquiera, Silvia no podría haberse sacado la polla de la boca pues Pito mantenía su cabeza sujeta con ambas manos.

  • Ufff... tío. ¡Cómo traga la puta esta!

  • ¿Y qué? ¿Cómo se ha portado? ¿Cuántas veces se ha corrido?

  • Bueno, solo una, mientras la follaba, o quizás han sido dos, tampoco me enteraba mucho de ella... A mí  sí que me ha exprimido a base de bien, la muy zorra.

  • ¡Qué desconsiderado!, con lo bien que se porta ella, ¿verdad, puta?

  • Eso sí... no le he tocado el culo, aunque ganas no me han faltado

  • Me hubiese mosqueado mucho sino...

  • Por cierto que han llamado un puñado de veces al fijo, pero he pasado de dejarla contestar

  • Sería la puta de su amiga.

  • ¿Otra puta como ésta? Si lo llego a saber contesto y le digo que se apunte.

  • No te pases, niño, de todos modos es una tía bastante borde, te hubiese jodido la noche... menos mal que no se le ha ocurrido venir.

  • Con la puerta abierta y todo que estaba... ¡jaja!, hubiese sido un flipe.

La levanté de las axilas e inmediatamente clavé dos dedos en su coño y me puse a moverlos frenéticamente. Silvia se enganchó a mi cuello, supongo que para no caerse mientras sus gemidos anunciaban la inminencia de la corrida.

  • Con lo poco que cuesta hacerla feliz, ¿verdad, puta? ¿me añorabas?

  • Sss... si

Le costaba articular palabras... o estaba agotada o la corrida le estaba absorbiendo... Sí, era la corrida, los gritos no dejaban lugar a dudas... después se derrumbó en mis brazos y la solté sobre la cama... estaba esplendida, totalmente espatarrada, abierta de pies y brazos suponía una invitación irrenunciable, inevitable. Mientras comenzaba a abrirme la bragueta despedí a Pito.

  • Bueno, ya puedes irte, ahora me toca a mi ocuparme de ella,...  ...disfrutarte, zorrita...

  • ¿No puedo quedarme un rato más?

  • No, niño, date por satisfecho con lo que te has comido esta noche y se agradecido, caray, no me des la murga ahora.

  • Es que es la ostia.

  • Que sí, lo se, pero ya está. Has tenido una suerte tremenda, no la cagues ahora.

  • ¿Quedamos para otro día?

  • Lo dudo mucho, si quieres déjame el teléfono pero lo más seguro es que no te llame... ya has tenido tu momento de gloria...que digo momento, ¡más de una hora! ¡ y gratis!

  • Pues no sabes como lo siento...

  • Me imagino... y, por si te sientes tentado, te advierto que te olvides de esta tía y su dirección, si no te juro que tendrás serios problemas... de buen rollo te lo digo

  • ….De buen rollo, gracias tío...

Se acercó hasta la cama y le plantó un beso en los morros mientras le magreaba la teta

  • Y gracias a tí también, puta, ojalá pueda volver a tenerte algún día de nuevo.

Empezaba a desesperarme el tipo, yo me la estaba cascando de pie al lado de la cama para que se mantuviese firme, pero el mamón éste podía destremparme.

  • Bueno, me voy - se puso con desgana sus pantalones y los zapatos mientras yo me colocaba sobre ella.

  • Espera, antes de irte, ¿quieres pasarme unas medias? En algún cajón tiene que haber

  • Claro, tio... Aquí hay pantys...

  • Servirán, acércame un par. Gracias tipo... y adiós

  • A... Adiós. Aquí te dejo mi número por si acaso

  • ¡Joder, tio!...

  • Vale, vale...

Salió cerrando la puerta, pero aún así alcancé a oir un murmullo... acababa de conocer a los que iban a sustituirle, jeje.

Mi polla entró como un palo, pero resbaló en su coño lleno de jugos... de semen no, pues el condón que había en el suelo junto la mesita delataba que, al menos, ese agujero solo contenía lo poco que quedara de mi corrida anterior. Su boca tampoco tenía rastros... la muy puta ya sabía tragar leche... luego le daría de postre ese condón relleno, jeje.

Entre el calentón que llevaba acumulado y los gritos de Silvia corriéndose duré muy poco sin vaciarme dentro... ¡Joder!, cai sobre ella  y la niña se enganchó a mi cuello moviendo su cadera... ¿quieres más, puta, eh? Pues vas a tener para rato.

Le mordí el cuello, los pezones,  ...y le di la vuelta... mi polla quedó encajada entre los cachetes de su nalga. Si no hubiese estado morcillona ahí mismo me hubiese hecho ese culo que tanto deseaba romper... pero paciencia... ya habría tiempo. Seguro que viéndola pasearse por las pollas de los colegas alcanzaría de nuevo la rigidez suficiente para saborear ese pequeño orificio como se merecía la ocasión.

Me agaché sobre su espalda, susurrándole al oido

  • Ahora vamos a jugar un poco, puta, y como no vas a necesitar los ojos, mejor los cerramos.

Mis manos anudaron uno de los pantys en su nuca, tapándole la vista... Balbuceo algo ininteligible pero se dejó hacer...

  • Tus manos también pueden ser un estorbo, puta, sobre todo si intentas sacarte la venda que te acabo de poner

  • No, no la haré, por favor, no me ates...

Su voz denotaba preocupación: se estaba quedando a mi merced al sentir las muñecas unidas entre sí por la espalda.

  • No te preocupes puta... no has de temerme... solo disfrutar... te dejaré la boca libre para que puedas gritar si te lo pasas mal...  pero seguro que preferirás emplearla en otros menesteres, ¿verdad, puta?

Deliciosa visión: la puta boca abajo en la cama, con las piernas abiertas, las manos atadas y un culo suave, respingón, ofrecido, una tentación... no pude evitar darle un sonoro azote con mi mano que quedó marcada en rojo sobre su nalga. El grito fue seco pero breve.

  • Lo siento, puta, no he podido resistirme... mmmm

Hice un par de fotos y luego la senté en el borde de la cama... otra foto...

Pellizqué sus pezones puntiagudos, los lamí, los mordí arrancando leves quejidos de Silvia... una prospección de mis dedos en su coño y la puta comenzó de nuevo a mover la cadera... no era precisamente temor lo que estaba sintiendo en esos momentos, no.

Iba a ponerle los zapatos de aguja que había junto a la cama, pero pensé que la visión podía ser aún más golosa para los colegas que nos esperaban fuera.

No tardé en encontrar en el mismo cajón de los pantys lo que quería... ¡el chavalote este no sabe buscar! Una medias de rejilla y un liguero completarían el atuendo ideal de esta sabrosa puta... Sujetador no... sus tetas permanecen bastante firmes, y sería una pena ocultar esos delicados y golosos pezones que me apuntaban desafiantes, jeje...

Ya de pie, junto la cama, Silvia conseguía que mi polla fuese recuperando la rigidez a medida que le hacía fotos, mordia sus tetas o le daba cachetes en el culo...

  • Estás estupenda, mi puta... en estos momento te dejaría así en medio de un campo de fútbol... Y tú disfrutas imaginándolo, verdad puta? Se te va a salir el corazón del pecho.

Me saqué la correa del pantalón y se la coloqué alrededor del cuello

  • Así está mucho mejor, ya está completo el conjunto: Ahora podré indicarte por donde has de ir tirando de él.

  • ¿Ir? ¿donde quieres ir?

  • ¿Que te he dicho de tu boca? Que salvo que te pregunte reservala para comer pollas... Calla y camina... nos lo vamos a pasar muuuuy bien, puta. No lo dudes.