Silvia H (14)
Ni siquiera hizo ademán de levantarse cuando salí de ella, mi leche corría muslos abajo pero el único movimiento era el de su pecho acelerado, la cabeza apoyada en la mesa, los ojos cerrados y la boca entreabierta soltando un poco de saliva.
Con cuatro histéricas frente a él y la “homenajeada” chupandole el culo (no se ve pero se supone porque le aplastaba la cabeza contra su culo) la “herramienta” de Oscar iba tomando consistencia… así que era inevitable que una de las “espectadoras” se lanzara a por ella, casi a rastras y jaleada por sus compas (como chillan las condenadas, que pito!) llegó a ponerse de rodillas ante la tercera pierna.
No parece que le doliera mucho los pollazos que le propinaba Oscar en la cara pues sonreía feliz y embobada.
El colega la pilló por la barbilla y lentamente la puso de pie… liberó de su tenaza a Silvia y engancho por debajo a su atrevida amiga. En las manazas de ese mulato era poco menos que una muñeca de trapo… levantada por el coño y cogida del cuello le pegó un morreo de impresión. La pobre chica se deshizo, sino la hubiese mantenido con sus manazas quizas caería redonda… pero aún se mantenía en pie, de hecho se mantuvo cuando Oscar la soltó… para de un estirón arrancarle el vestido. Cogiendo los tirantes lo tiró hacia abajo, sino hubiese sido tan ceñido no se habría desgarrado, pero ya no tenía remedio, cayó a sus pies hecho un trapo… tampoco mostró ningún interés en buscar el cierre del sujetador, directamente cogió las copas y lo reventó, como el minúsculo tanga.
Instintivamente la chica intentó llevarse las manos a sus desprotegidas partes, pero Oscar fue más rápido, con una sola de sus manazas le aprisionó ambas muñecas en la espalda y con la otra le tomó por la cintura para restregarse contra su cuerpo… ella intentó darle un beso pero Oscar prefirió atacar su cuello como un vampiro… hasta que alguien cogió su cabeza.
Otra de las “espectadoras” también había preferido pasar a la acción, se había desecho del vestido, ni me dió tiempo a fijarme si llevaba tambien sujetador pero solo le quedaba unas bragas de encaje y unas medias de rejilla enfundadas en sus tacones de vértigo.
El muchachote se dejó hacer, la tipa parecía querer meterse por entero dentro de su boca.
La escena subió muchos grados cuando al cabrón le dió por pillar ambas cabezas con las manos para que se morrearan… hubo un conato de resistencia entre las chicas que el tipo pronto acalló dándoles un lametón entre sus morros y aprisionándolas con sus manazas por las cinturas y, sobresaliendo entre las dos, el enorme pollón.
El morbo pudo más que el rechazo inicial y ambas tías acabaron abrazándose y morreandose para deleite de todos y todas, Oscar las tomaba por la culo masturbandose entre sus coños…
Nadie, salvo yo, parecía darse cuenta de que la puta de Jessi estaba “inmortalizando” todo eso con su móvil… ¡Ufff! ¡como voy a disfrutar editando ese video!
La diosa fortuna se alió conmigo y otra de las espectadoras se giró hacia mí cuando mi paquete estaba a punto de chocar contra la barra… mirándola fijamente levanté un vaso de chupito y con la botella en la otra mano lo llené.
Entendió perfectamente la invitación y vino hacia la barra, su minifalda arrugada casi llegaba a mostrar sus bragas, era una arruga central que no hacía falta ser muy sagaz para deducir que había provocado su mano. Mientras llegaba llené dos chupitos más sobre la barra.
- ¿Todos son para mí? ¿quieres emborracharme?
- Sin manos
No hizo falta más explicaciones, se tomó las muñecas por detrás y engulló el primero… el segundo… al tercero ya estaba yo junto a ella con la polla liberada… en cuanto soltó el tercer vasito giró la cabeza, me miró y la tomé por la nuca para dirigir su boca hacia mi palpitante polla.
Es ideal. La boca de una borrachina es ideal para las mamadas, el concepto “garganta profunda” adquiere una gratificante dimensión.
Necesité una gran dosis de autocontrol para separarla de mí… no quería correrme tan pronto, debía compensarla, por lo que la levante, metí dos dedos en su coño apartando su minúsculo tanga y en unos segundos estaba enganchada a mi cuello jadeando como una loca.
Cuando la agaché sobre la mesa la oí murmurar algo, solo entendí la palabra “condón” pero tampoco es que se quejara cuando mi polla se hundió en su encharcado coño… volvieron los gemidos, de ambos, apenas veía que pasaba por el escenario ni los alrededores solo su culo, firmemente aprisionado contra la mesa por mis manos y adornado por el fino hilo de tanga desplazado. Algo así como un “cabrón” oi mientras mis huevos se vaciaban dentro de ella, pero poco más, nuestra respiración agitada…
Ni siquiera hizo ademán de levantarse cuando salí de ella, mi leche corría muslos abajo pero el único movimiento era el de su pecho acelerado, la cabeza apoyada en la mesa, los ojos cerrados y la boca entreabierta soltando un poco de saliva.
No era la única que estaba hecha polvo (y que había echado un idem, jeje) la mayoría de la sala descansaban hasta los strippers, uno de ellos intentaba sin mucho éxito (ni demasiado interés tampoco) detener la cabeza de la tía que intentaba reanimar su fláccida polla. Trini y sus amigas habían desaparecido, y algún stripper también… había tías semidesnudas acurrucadas en los sillones, hasta las dos tipas del escenario, en bolas dormían abrazadas una a la otra… solo Oscar parecía estar “vivo” y, por la posición, deduje que Silvia también. Me imaginaba que estaría haciendo lo posible para que su mandíbula no se desencajara… me acerqué hacia ellos… Jessy tambien estaba activa, sacando primeros planos de la cara de Silvia, deformada por la monstruosidad que albergaba su boca… los ojos llorosos, algo de vomito sobre sus tetas, pero imposibilitada de hacer nada, con las manos y piernas firmemente atadas a la silla y la manaza de Oscar atenazando su nuca.
Ella no me vió llegar, no podía, Oscar sí. Me miró, me sonrió y soltó un
- Hora del biberón, niña, ni se te ocurra soltar una gota
Ahora si. Se arqueó hacia atrás y aplastó la nuca de descargando su torrente. La cara de Silvia se congestionó, enrojecida, los párpados apretados, la garganta bombeando no se sabe bien si dentro o fuera, el semen saliendo a borbotones por su nariz…
- Ufff!... vamos zorra, exprimemela bien
Silvia comenzó a removerse, a intentar dar saltos en la silla hasta que Oscar se dió cuenta de su axfisia y le sacó el rabo… y con él salieron vómitos, semen…
- Que hermosura - dijo Oscar mientras le abria la boca y le echaba dentro un escupitajo.
- Va tío, no te pases más
- Es que me encantan estas zorras… parecen muy recatadas pero son una guarras de cuidado. Bueno perla, dale un besito a tu amigo
Con los ojos llorosos, Silvia miró el nabo lleno de babas y levantó los ojos hacia su dueño
- Que le des un beso, puta!
No se resistió, junto sus labios para darle un beso
- Y saca la lengua para lamer tus babas, ¿no querrás dejarmela así de guarra?
Sin fuerzas, sin defensas alargó la lengua para repasar el monstruo que le había atravesado la garganta.
- Eso es, bien limpita, aprovecha que la próxima vez que lo hagas estará adornada con la mierda de tu culo
- No… no… yo no puedo más - balbuceó
- No, guapa, hoy no… otro dia te romperé el culo, hoy estoy muy cansado… demasiadas guarras juntas.
Cuando Óscar se alejó me acerqué a desatarla. Jessy me ayudó. La limpiamos un poco con la arrugada cofia.
- ¿Qué tal estás?
- Agotada
- Vamos chica, tu por lo menos estás aún entera… mira que panorama
Silvia esbozó una sonrisa al ver el panorama que se le ofrecía desde el escenario… de pronto le entró una especie de pánico
- ¿Mi suegra, mi cuñada..?
- Tranquila, no te han visto, no han podido ver nada
- ¿Qué…?
- Jeje, nada, que han estado muy ocupadas… ya te contaré. Vamos al aseo, a limpiarte un poco.
Aproveché el rato de “intimidad” para hacerle una paja mientras se duchaba… tras su corrida me preguntó extrañada
- ¿No vas a follarme?
- No.
- ¿Ni quieres que te la chupe?
- Nooo… aún no
- ¿”Aún”? ¿Es que no ha acabado?
- Vamos chica, es tu fiesta, no querrás acabar tan pronto.
- Estoy cansada
- Me da igual
- Pero mis amigas…
- A esas vamos a despacharlas ya
Cuando salimos ya la fiesta estaba acabada… los camareros recogiendo, las chicas vestidas… o casi, alguna buscaba infructuosamente su ropa interior y la que “asaltó” a Óscar se había anudado los trozos rotos de su vestido y se tapaba con una chaqueta que le tapaba poco más del culo
- El autobús espera, señoras
Carmencita se nos acercó
- ¿Y mi madre? ¿habéis visto a mi madre?
Vaya, parece que han habido daños colaterales… bueno, habrá que inventarse una mentira piadosa
- Creo que se ha ido hace rato. Se sentía mal y la han llevado a casa.
“Pero no se a cual, jeje”
Despedimos a las chicas, la cuñada insistía infructuosamente en localizar a su madre por el móvil
- No lo pilla, en casa tampoco cogen el teléfono
- Va, mujer, si está con resaca lo peor que puedes hacer es martillearla con el ruido del teléfono
- Joder, si es que lo sabía!... no está acostumbrada a salir… ya le dije que no debería haber venido.
“Pobre ignorante, si supieras como ha disfrutado la noche!”
- Tu que haces, Silvia? No vienes con nosotras?
- No, me voy con Jessy a tomar algo, no he cenado apenas y…
- ¿Queréis que os acompañe?
- Eh?? Nooo!... No, no, en serio, descansa… mañana me cuentas como está Carmen, me preocupa que se haya ido tan pronto
- Bueh… en fin, no se si me levantaré pronto mañana… a lo mejor seguimos la juerga en casa de Trini, si quereis apuntaros
- No, no, divertíos, yo no puedo beber más, necesito un bocado antes de dormir y…
El ruido del motor acabó con el enrevesado diálogo. Apenas el bus arrancó me enganché a las caderas de las chicas
- Bueno, ¿nos vamos?
- ¿Dónde… dónde vamos? - preguntó Silvia
- Es un secreto: a una fiesta
- ¿Fiesta? ¿qué fiesta?
- La fiesta eres tú preciosa, sube
Hice de chófer. Silvia y Jessy iban en el asiento de atrás. Pasado 10 minutos solté:
- Jessy, a tus pies tienes la bolsa
- ¿Bolsa? ¿qué bolsa? - preguntó Silvia
- Tu atuendo para la fiesta - respondió Jessy
- ¿Cómo que…? Hey, eso es…
- Si, tu corsé.
- ¿El corsé del traje de novia? ¿pero cómo…?
- ¿Te olvidas que fuimos juntas?
- ¡Y las bragas!...
- ...y el sujetador… hasta la cofia que llevabas puesta esta noche ¿no te sonaba?
- ...y las medias y los zapatos
- No, eso no… no creo que superaran esta noche.
- ¿Esta noche???? Dónde vamos??
- Sssshhht. estamos llegando…
- No, no pero… y…?
- Es un antifaz
- No, no… no me lo…
- Calla, mira, tiene una mirilla. Se puede quitar o poner. para que veas o no
- No quiero, no…
- Da igual si quieres, vístete que estamos llegando
- Por favor, no…
- Callaaa… que va a ser muy divertido… para todos
- No! que? por favor? No veo nada!
- Mejor… mete la tripa que te ajuste el corsé
- Por favor…
- Venga, Silvia - corté yo - Ya sabes que cuidamos de tí, te lo pasarás bien, no te preocupes.
- ¡SI me preocupo! ¡Sois…!
- Tranquilaaaa… bien, solo quedan las bragas, sube el culo
- Por favor…
- Hemos llegado, chicas ¿estáis listas?
- Por favor, por favor, ¿dónde estamos?
Una vez se detuvo el coche salí a abrir la puerta de Silvia
- Vamos, sal
- ¡Estoy casi desnuda!
- Que noooo… ahora te pongo la gabardina
- Por dios!, que vais a hacerme? donde estoy?
- En tu fiesta… vamos sal...
Con los tacones y los ojos tapados le costó salir del coche… cuando estuvo fuera, Jessy le pilló ambas manos y… le colocó unas esposas!
- Noooo… qué vais a hacerme? por favor! ¿Dónde estamos? ¿que fiesta es esta?
- Estamos en una despedida…
- ¿En una despedida? ¿de quien?
- De soltero.