Silvia H 12 (Despedida de soltera)

Casi treinta tías de juerga con unos niveles de alcohol en sangre que les dejarían sin carnet de conducir bastantes meses, "recluidas" en una sala de boys con taparrabos... aderezalo con la calenturienta mente de Carlos y la complicidad de Jessi. ¿Qué podría pasar?

  • ¡¡¿QUE HACES TU AQUI?!!

  • Yo también me alegro de verte, jeje

Sorpresa, desconcierto, mosqueo, terror...¡pánico! La cara de Silvia mostraba un cúmulo de sensaciones al verme tras la barra del bar donde iban a celebrar su despedida de soltera

  • No-no-no-no.... ¿porqué estás aquí?

  • ...Es que me han contratado de camarero... lo de “contratar” es un decir, porque en lugar de cobrar tengo que pagar por estar aquí

  • No lo hagas...

  • Ya estás pensando cosas raras... ¡encima que me esfuerzo porque tengas una despedida inolvidable! ¡Hola Jessi!

Con una sonrisa de oreja a oreja y su mirada perversa, una despampanante Jessi se adelantó sobre la barra para darme un par de castos besos en las mejillas... mientras me enseñaba un escote que casi mostraba hasta el ombligo.

  • ¿Tú sabías algo de ésto?

Jessi asiente sonriendo

  • Creía que te gustaría la sorpresa, jeje

  • Va, no le tires la culpa solo a ella... Yo soy el que se lo ha currado.

  • Sois unos hijos de puta

No, no parecía muy contenta de verme ahí

  • Va, no te preocupes, que me voy a portar bien

  • No me lo  creo

  • En serio... no me pienso mover de detrás de la barra... jeje

  • No-me-lo-creo

  • Diselo tú, Jessi

  • A mí no me líes... bastante he hecho ya... vamos con las chicas, Silvia

Comenzaban a entrar el grueso de sus amigas, como Silvia y Jessi “tocadas” con una pollita a modo de peineta y coloretes en las mejillas... el resto del vestuario ¡¡Ufff!!... salvando unas pocas que iba discretas, la mayoría parecían “uniformadas” para una orgía desenfrenada: microfaldas ceñidisimas que hasta a la mas escultural de ellas mostraba un inexistente michelín, escotes adornados por los bordes de los sujetadores (las que lo llevaban) o la marca del pezón destacada en la tela... ¡Joder! Trabajar en un lugar como éste no es apto para cardíacos...

Y se armó el follón... solo Silvia me dedicaba una furtiva mirada de vez en cuando, el resto vociferaban y gritaban entre ellas, mientras iban tomando asiento junto al escenario... Algunas parecían ya bastante “afectadas” por el alcohol... una de ellas le sacó la teta a otra y se dedicó a chuparle el pezón... uuuuufffff ¡qué calentón!

En el local, aparte de mí y una preciosidad que compartía conmigo la barra (¡intocable! me habían advertido con vehemencia) tres camareros que parecían escaparates de gimnasio: con sus camisas ceñidas y pantalones que dejaban perfectamente el tanga interior (y su contenido, jeje)... Lógicamente esos bultos de las entrepiernas eran el objetivo de la mayoría de las miradas femeninas, alguna incluso se relamía entre las risas de las compañeras.

  • Van como motos

Jessi se había acercado a la barra a darme un “parte de situación”. Tenía estrictas instrucciones que parecía haber cumplido a la perfección

  • Es la última vez que me lías... tio, no he bebido apenas y eso que ha corrido el vino y la cerveza a saco... eres un cabrón

  • Vaya, encima que os regalo el vino

  • Caja y media... pero yo lo he probado poco. Me tienes que regalar una caja de esas para compensarme.

  • Hecho

  • Es que parecía agua... a alguna le he tenido que quitar el vaso, para que no se pasase... A Carmen, por ejemplo

Carmen es la futura suegra de Silvia... mi mayor preocupación para las sorpresas de la noche... pero la sorpresa me la estaba dando ella: una cara de vicio indescriptible y unas manos que se iban al culo de cada camarero que pasaba por su lado... y alguna que otra amiga de su hija, jeje

  • ¿Y la cuñadita?

  • Ella está más entera... y preocupada porque su madre no se pase. Pero ya ves que también viene “pidiendo guerra”

La “mozuela” llevaba uno de esos vestidos ceñidos que marcaba claramante unos gordos pezones... y que debía ir tirando hacia abajo porque al caminar mostraba el inicio de sus nalgas... y cuando cruzaba las piernas mostraba claramente que no quiso que se le marcara el tanga sobre el vestido, jeje. No... era evidente que no llevaba nada debajo, pues os laterales del vestido eran una franja de trasparencias... oscura, pero que dejaba a las claras que no había ni siquiera el hilo de un fino tanga.

  • Oye, la cuñada ¿no es un poco “bollo”?

  • JAJAJA... pues ahora que lo dices no me extrañaría, cuando hemos subido al autobús me ha “ayudado” a subir empujandome del culo, jaja

  • Si, va en plan pulpo y tampoco se la ve muy interesada en los camareros.

Jessi miraba divertida la cuñada que hablaba con una chica con su mano deslizándose por el muslo.

  • Vaya, vaya con Carmencita... ¡y qué observador eres, cabrón!

  • ...Muchos años de experiencia, jeje... pero podíamos comprobarlo

  • ¡¿Qué dices?!! Ni se te ocurra pensarlo...

  • Ehhh... no pensaba en ti. ¿Quién es la bollera que llevaste al piso de Luis?

  • Será capullo!... ¿porqué te lo ha contado?

  • Ya sabes que en esos temas no podemos tener secretos, jeje... Vamos, ¿está aquí?

  • Si

  • ¿No será del vestido con la flor en el culo?

Jessi recorrió con la mirada la sala hasta descubrirla. De espaldas a nosotros una chica tenía sentada a otra en su regazo... la de bajo nos mostraba un vestido azul con un flor estampada en poco más bajo de la cintura

-...Si que eres un genio en esto, si...

  • Esta era muy fácil... ¿La que está encima no será su novia?

  • Que yo sepa no tiene novia formal... esa es una tontalculo que se deja sobar por cualquiera.

  • Bueno es saberlo....

  • Ya estás maquinando de nuevo... joder, tío, ¡no paras!

  • Es que me teneis los huevos a reventar, so putas, y ese pedazo escote que te has puesto no ayuda, no

Intenté llevar mi mano al canalillo pero Jessi se apartó burlona de la barra

  • Eh! Se ve pero no se toca!... hoy eres solo un camarero, no puedes sobar a las clientas, jeje

Silvia acaba de llegar, se sorprendió del  movimiento de Jessi, pero de inmediato dirigió hacia mí su “mirada asesina”

  • ¿Qué estáis maquinando?

  • Mira que eres malpensada - dijo Jessi - Carlos hoy no está para nada más que servir copas, ¿verdad?

  • Ya veremos

  • Oye, que si me chivo al jefe te despide

  • ¿El jefe? Si está encantado conmigo! No ves que no cobro.

  • Pues no pegas ni chapa, aquí de charreta, anda ponnos algo - dijo Jessi

  • ¿Cómo has conseguido meterte aquí? - Silvia seguía con su cara de mosqueo

  • Ya sabes: el amigo de un amigo que... bueno, sobre todo porque le he prometido que le va a comer la polla una novia

  • ¡¡¡¡Queeee!!!! ¿No serás tan cabrón?

La cara de Silvia pasó en segundos del enfado a la angustia

  • Tranquila, nena, que no será delante de tus amigas... delante de ella solo vas a tener que comerle la polla a Oscar

Su cara iba descomponiéndose por momentos

  • ¿Qué dices, qué dices, qué dices?!!! NI lo sueñes...

  • A ver, te explico. Oscar es el stripper... no es el oficial. De hecho esos tres camareros son los strippers “de la casa”, a Oscar le he invitado yo

  • ¿Porqué? ¿Quién es Oscar? ¿Tú sabías algo de esto Jessi?

  • Si no es por Jessi no me entero de donde era la despedida... ni tú lo sabías

  • ¿Quién es Oscar? ¿Dónde está? - Dijo Silvia mirando a todos lados

  • No ha venido, espero que no me falle el cabrón... Es un mulatón con un nabo que le llega casi a la rodilla, lo conozco del gimnasio, nadie quiere ducharse con él por envidia.

  • ¿Qué le voy a comer la polla a un tío aquí enmedio? ¡Tú alucinas! Carlos, no, por favor

  • No va a ser aquí, sino en el escenario...

  • ¡Estás loco! ¡Que aquí está mi suegra... y mi cuñada ...y mis primas y...! No, no no

  • Que está todo controlado, Silvia, no te agobies... ¿Desde cuándo te he fallado?

  • Eres un cabrón

  • Un delicioso cabrón, verdad? Si seguro que acabas poniéndote como una moto... va, para celebrarlo enviadme a las chicas para aquí que voy a invitarlas a una mamada

La cara de sorpresa de ambas era un poema

  • La bebida... el cóctel ese que probasteis el otro día

  • Ahhh - soltó Jessi

  • Uff... ¿Acaso pensabais que mi polla podría soportar veinte o treinta mamadas seguidas? Uno tiene su aguante pero no tanto, jeje

  • Jajaja - Jessi reía, Silvia ya parecía más calmada pero aún asomaba la preocupación en su rostro- Será divertido, haremos un concurso, la que mejor lo haga repite...

Comencé a poner los vasitos en fila sobre la barra

  • Oye! que esos no son como los del otro día!

No, no se trataba de vasitos de chupito como los que habían probado, eran igual de anchos pero un poco más altos

  • Vamos... ¿no me vas a decir que ésto no te cabe, Silvia? ¡Cosas más grandes han entrado en tu boca!

  • Jeje, será divertido... ve preparándolos

Jessi fue hacia el grupo de chicas, Silvia detrás, remolona... No todas aceptaron el “desafío”, pero si que se acercaron todas a fisgonear.

  • A ver, Jessi, explica de que va ésto.

  • Mira y aprende, jeje

Ls camareros también se habían acercado al ver la espectación que habían creado esos 11 vasitos... y las 11 tías que se habían posicionado frente a ellos. Lo de Jessi, como era de esperar, espectacular... la tía parecía haber estado practicando bastante porque mejoraba con creces: primero, alargando la punta de su lengua lamió el vidrio desde la barra hasta el borde. Repeló la nata que desbordaba, y fue dando besos a la nata... nata que se quedaba en sus labios y repelaba con su lengua. Abrió su boca y fue engullendo el vaso sin tocarlo con los labios casi hasta hacerlo desaparecer... cerró los labios y fue poco a poco subiendo por el vasito hasta sacarlo de nuevo de su boca, no sin antes sorber un poquito de la punta, que volvió a dejarle los labios con nata y... se relamió... Nuevo intento: esta vez sus labios llegaron a tocar la barra, el vaso estaba totalmente engullido... lo levantó de golpe... Se oyó un “qué puta eres” que ni me preocupé en averiguar de donde salió absorto como estaba en los movimientos de entrada y salida del vaso de su boca: hasta cinco veces conté ese movimiento antes de que tomara el vasito vacio con los dedos y con golosa sonrisa.

Ordenadamente las niñas no-tan-niñas fueron mostrando sus dotes “feladoras” con el vasito... hubo quien se le cayó, derramándose sobre la barra, las toses tras “engullirlo” y a quien le salió por la nariz, jeje... pero la más espectacular, al menos para mi y mi polla, fue Trini, la bollera (o bi, según el relato de Luis).

La “ejecución” de la mamada no fue gran cosa, ni siquiera lamió la nata de arriba como hicieron sus compas, pero cuando tenia el vaso arriba, se lo sacó, cerró la boca, se giró hacia Carmen, la cuñadisima, que no habia querido participar y estaba de “voyeur”, la tomó de la barbilla, le abrió la boca...y le pegó un morreo impresionante, supongo que “trasvasando” lo que acababa de meterse en la boca.

Muy molesta no se la veia a la carmencita, no... ni siquiera le dió tiempo a sorprenderse cuando Trini le estampó el morreo, ni se inmutó ante las risas y aplausos de las “observantes” (qué pesadas, lo aplaudían todo) y, aunque desde mi posición no podia confirmarlo, Trini  había posado su mano en el culo de la cuñada mientras esta le tomaba de la cintura... ¡que buenos “celestinos” somos Jessi y yo!.

Yo intentaba no perder la pista de lo que ocurría en la barra y los “manejos” de la “parejita feliz” que se habian colocado tras el grupo de amiga y se iban comiendo la boca de vez en cuando... lógicamente eso me estaba costando un dolor de huevos enorme... debia haberme masturbado antes de venir (de casa hay que salir cagao, meao...y corrio!). Si no llega a ser por la barra... la hijaputa de mi compa de barra si que se me reia mirando el tremendo bulto que chocaba contra la nevera.

La penúltima también fue espectacular, creo que era la niña que tenía Trini antes sobre sus rodillas, de haberme fijado al entrar le hubiese pedido el carnet; no para confirmar la edad sino para quedarme con su dirección... apenas le cabía el vaso de caliche en su boquita ¿no es increible? Viendo sus esfuerzos para abrirla lo suficiente no podia dejar de imaginar como se sentiria mi polla encajándose ahi... Y si ese era el tamaño de su boca... ¿como tendría el coñito y el.... ? Uffff... por mas que restregaba a mi “compa” sobre la nevera no se calmaba... para mas cachondeo de la barman. Como era previsible, el vasito se le resbaló cuando intentaba levantarlo y le cayó casi todo en la barra. Me acerqué a secarlo con el paño y... tuve el primer plano espectacular de su lenguita intentando repelar el interior del vasito ¡qué visión tan divina! su carita aniñada, maquillada lo justito pero bien... el lapiz de labios no se corria, remarcado con una fina linea... mientras lamía me dedicó una mirada con sus ojitos de avellan... JO-DER si solo de recordarla ya me estoy poniendo palote.

Estaba sirviendo la segunda ronda (solo cuatro se animaron a repetir) cuando apareció Oscar... No se si alguna de ellas estudió en colegios de monjas pero los piropos no tenían nada que envidiar de los que tradicionalmente se atribuyen a los “paletas” de las obras. Se me acercó para disculparse por el retraso, momento que apovechó ¡la suegra! para atrapar su culo... Oscar se volvió hacia ella, Carmen le dedicó una mirada desafiante y el sonriendo se fue hacia el vestuario entre gritos y silbidos... ¡vaya panda de salidas, caray! luego diran de los hombres

Cuando acabé de servir los vasitos el grupo ya se estaba apartando... y Trini y Carmencita habían desaparecido. La sala tiene algunos rincones discretos por lo que supuse (y maldije) que habían optado por apartarse de las miradas indiscretas para... jugar un poco.

Carmen, la madre, llevaba una moña de impresión, le había dicho a Jessi que la “animara” pero viendola así solo esperaba que la cosa no acabara en vomitos. Pero no, la tía tiene aguante, me acerqué a ella para comprobar su estado y no, no se le trababa la lengua, ni soltaba sandeces, pero “contenta” estaba un rato. Habia que aprovechar...

  • ¿Quiere que se lo presente?

  • ¿Qué?

  • Si quiere conocer a Oscar

  • Yo... ya lo veré cuando salga

  • Ah, bien... era por si quería conocerlo mas discretamente

  • ¡de que vas!

  • Perdone, perdone... como... lo siento

Me retiré discretamente y me puse a limpiar la barra de la “batalla de las mamadas” maldiciendo mi mala cabeza... la habia cagado con la suegra... o no

  • Oye, chico

Me sorprendió la llamada de Carmen.

  • Digame

  • Lo primero no me vuelvas a llamar de usted que tampoco nos diferenciamos tanto en la edad

  • Lo siento

  • ¡Y deja de disculparte, leches!... ¿qué querias decir antes...?

Respiré aliviado, la cosa se me volvia a poner de cara

  • Si quería que le.... perdón, si querias que te presentara a Oscar antes de que salga al escenario, pero...

Me miró, agachó la cabeza, se giró hacia la sala donde los camareros ya empezaban a ser “acosados inmisericordemente” por sus compañeras y otras se divertían pasando algunos juguetitos de mano en mano... y lo que no son las manos!

  • Vale

  • ¿Qué?

Aunque lo deseaba y esperaba no dejó de sorprenderme, sobre todo por la cara de “pilla” con que lo dijo

  • Que si, que me lo presentes

Rapidamente me deslice por la barra y me situé frente a ella

  • Vamos?

  • Donde? al vestuario?

  • Esta muy... mejor al despacho.

Lo malo de las planificaciones “calenturientas” es que no suelen salir bien, pero por ahora, aunque fuese con trompicones la cosa iba saliendo... no se si me miraba el culo mientras me seguía o no, al menos el “empalme” que llevaba quedaba al otro lado de su vision. Entramos en el despacho de Ricardo, el jefe... perdon “Ricky”, jeje

  • Se puede?

  • Vaya, ¿esta es la novia?

  • No, su “política”...

No se lo esperaba, no estaba acordado así, pero Ricardo... Ricky, pronto se hizo cargo de la situación... claro que la Carmen lo valia

  • Me ha dicho que quiere conocer a Oscar antes de que salga

  • Oscar es...? Si claro... pues nadie diria que es usted madre de todo un casadero, pase siéntese, ¿quiere tomar algo?

  • No, gracias, ya voy bastante “tomada”...

El vestuario quedaba enfrente, así que avisar a Oscar fue inmediato

  • Tengo a la suegra en el despacho del jefe, ¿vienes?

  • Ese no era el plan

  • Improvisando, esta a huevo... anda,ven

Novato no es el cabrón. Cuando le propuse hacer de stripper en una despedida me pareció que no tenía ninguna experiencia, pero su vestuario... es demasiado para exhibirlo solo ante sus conquistas... ¡el cabrón como me ha engañado en las “negociaciones”!... ya lo hablaremos, ya

  • Estás?

  • Si, me pongo las zapatillas... vamos

Al entrar en el despacho Carmen saltó como un muelle y se puso frente a Oscar, del voluminoso “paquete” su mirada fue a los ojos del colega... Las horas de gimnasio se le reconocen: la levantó en peso cogiendola de la nuca y...el culo y le estampó un morreo antológico: Carmen cerró los ojos pero nosotros, los espectadores, los teniamos como platos... Joder!, su mano le abarcaba casi todo el culo y eso que la Carmen no está desprovista de curvas precisamente... la apretaba contra su “cosa” y la restregaba, arriba-abajo derecha-izquierda.

La levantó un poco más, parecía querer empalarla con ropa y todo, pero no, era para bajarle el escote y liberar sus tetas del sujetador... y lamerlas y morderlas... la cabeza de Carmen libre de su tenaza se agitaba entre suspiros y gritos, se había enganchado con brazos y piernas a Oscar como si se tratase de la barra del escenario, éste le levantó la falda para manosear su culo plenamente accesible por el tanga... ¡vaya con la suegrita!

-¿Te apetece destaparla?

La sugerencia de Oscar no precisó respuesta, en cuanto pudo poner los pies en el suelo se agachó, acarició el bulto y le bajo el tanga de cuero... impresionante. Hasta ahora solo se la había visto en “posición de reposo” en el gimnasio pero... ¿como se puede llevar eso entre las piernas sin tropezar? ¡qué desfase!

Lógico que Carmen se quedase “epatada”, sin moverse, solo contemplando “lo” que se ofrecía a su vista ¡existen! no son solo efectos de las pelis porno. Oscar tuvo que tomar la iniciativa: de nuevo la tomó por la nuca y le restregó la cara por ella... La cara de Carmen era como si acariciase un peluche, hasta que Oscar la encaró, le abrió la boca con dos dedos y la empujó sobre su polla... Imposible... a la pobre señora le cabía poco más que la punta del capullo, aunque le ponía ganas, hasta iba a arrodillarse para tener más estabilidad cuando Oscar la paró en seco, la levantó, le acabó de enredar en vestido en la cintura y tiró hacia abajo su tanga. Carmen acabó de sacarselo mientras Oscar se sentaba en el sillón con su mastil mirando al techo... un poco más y lo toca, jeje

Carmen quería seguir chupando pero Oscar no, la tomó casi en volandas y comenzó a descenderla sobre su herramienta, poco a poco... están bien éstos sillones sin reposabrazos, tengo que pillarme alguno para casa... son geniales para... que Carmen se empalara en Oscar... los primeros jadeos, los vanos intentos de “profundizar” un poco más.

Desde su posición Oscar nos miró y parece que se “compadeció” y la hizo girar sobre su polla, de manera que la mujer nos mostrara sus encantos... y eran muchos, ¡cómo esta la señora!, con su sujetador doblado en forma de cuenco nos ofrecía unos pechos deliciosos, con unas areolas considerables y los pezones a reventar... más cuando Carmen los tomó entre sus dedos y comenzó a presionarlos... el coño depiladiito, con apenas una sombrita de pelo arriba... y una monstruosidad dentro! Si Oscar le empujara hacia abajo le sale el capullo por el ombligo.

Ni te cuento los gritos que daba la señora... ahí descubrí que las paredes estaban insonorizadas pues de lo contrario no solo habrían venido sus compañeras de farra sino que los vecinos hubiesen llamado a la policía creyendo que estabamos degollando a alguien.

Ricky tuvo la solución perfecta para acabar con el griterío: le endosó la polla en su boca.

¿Se sorprendió Carmen por la intromisión? En absoluto, empezó a mover la cabeza hasta que Ricky decidió llevar el ritmo tomándola por la nuca

Era inevitable que yo inmortalizara la escena, no solo porque me podría servir como “elemento disuasorio” si la cosa se complicaba, sino porque era digna de las mejores escenas del porno: Carmen “medio” empalada, su boca ocupada por una tampoco nada desmerecida polla... joder!, creo que hasta me daba corte sacar la mía porque, aunque no está nada mal, como dicen quienes las han probado, quedaba un poco alfeñique en aquella habitación... y como remate la “carmen saltarina” pegándose unos tirones de pezón que parecía quisiera arrancárselos.

Ricky explotó pronto... ¡a ver quien no!... la primera carga le entró a Carmen hasta las entrañas, ...por más que quiso Ricky hubo de dejarle la cabeza para que pudiese soltar lastre tras la segunda oleda... el resto de “escupitajos” cayeron sobre su cara, pelo... de su boca resbalaba el semen sobre sus pechos... foto no, que saldría movida, así que opté por tomar la escena con el video del móvil, total no podría enterarse ya que sus ojos estaban cerrados por los lecherones: la cara embadurnada de blanco, el reguero de leche resbalando desde su entreabierta boca sobre los pechos, esa tranca morena que asomaba que aparecía y desaparecía... a medias, claro, imposible meter más... Tragó lo que quedaba en su boca y siguió gritando desmadejada hasta un agónico...

  • ¡¡PARA!! ¡¡PARA!!, por favor!

Oscar, sonriendo, la mantuvo en vilo (nunca mejor dicho) con sus dos manazas en las caderas, como si fuese una muñeca hinchable

  • No puedo más, por favor, … no más

Con cuidado la “desempaló”, la llevó en volandas hasta el sofá y la dejó tumbada en él... su respiración, los jadeos de Carmen eran como de haber corrido la maratón, se limpió los restos de semen con la mano pero seguía sin poder (o querer) abrir los ojos... tumbada, resoplando y el pecho moviéndose a marcha martillo

  • Bueno, ésta ya va lista, vamos por las otras - dijo Oscar arreglándose el body antes de salir por la puerta, ¡Será chulo! ...qué peazo mamón, cómo me ha engañado!

.....

PS: agradecido de antemano por vuestros comentarios y valoraciones, sean buenas o malas.