Siguen las siestas divinas

Continuan las siestas de las tres amigas, Maria Cecilia, Raquel y yo, en mi relato anterior fue el inicio y ahora es mi desfloracion y resulto exquisita.

Siguen las siestas divinas

Con mi primita Maria Celeste y mi adorada amiga Raquel, continuamos disfrutando de las siestas que tanto nos gustan, en el relato anterior quedamos en los instantes precisos de que me tocara a mi recibir en mis nalguitas el juguito de la vida, y perder mi virginidad y ser toda una mujercita, por lo que entremos en materias.

Cada tarde nos reuníamos las tres para ponernos bonitas y disfrutar de amor carnal que tanto deseábamos con el vigor de la juventud no había descanso ni tregua, yo dormía todas las noches con mi faja que me modelaba mis cintura y me ponía mas bonita, y en las tardes teníamos nuestra sección de modelaje con vestuario y maquillaje, por lo que después para la hora del amor estábamos muy lindas y coquetas las tres vestidas como unas princesas, primorosas y delicadas, pues mi primita tenia un baúl bien aprovisionado de cositas para vernos bonitas, que incluían collares, pulseras, aros, pañuelos, sombreros y carteras y de un cuanto hay, pues ella tenia un delirio de ponernos muy lindas y no escatimaba en nada para hacerlo pues eso le producía un gran placer tenernos a nosotras como mujeres que a ella le gustaban mas que nada en el mundo, de forma tal que fueron tardes y días y noches exquisitas donde las tres disfrutábamos montones y gozábamos como locas.

Y llego el día de mi desfloración, y como se trataba de una ocasión especial preparamos todo el escenario para que resultara de lo mas bonito y tierno, me vistieren como una novia, con ropita intima blanca y un traje que había usado una delas tías de mi prima, zapatos y hasta un ajuara tuve en mi boda, Maria Cecilia oficio de sacerdotisa, y Raquel hizo del novio, camine como una reina por la estancia y llegue al altar para ser desposada y entregada a mi novio, fue la verdad que emocionante y muy linda la ceremonia, pues mi prima gusta de las cosas bonitas y no faltaron flores y adornos para tal evento, una ves que nos juramos amor los dos nos besamos con mucha ternura en el altar y mi prima nos bendijo y todo.

En la fiesta de matrimonio Brindamos con vino que Raquel aporta a la reunión, y hasta bailamos el vals de las novias, muy abrazadas y contentas, los besos fueron mucho entre las tres, con mucha pasión y deseo, y se acorto la fiestas por las prisas que teníamos de consumar el matrimonio, tomadas de la manos las tres nos dirigimos a la cama y con mucho ternura me despojaron de mis ropitas bellas y me dejaron solo con calzones y sostenes, los cuales le tocaba a Raquel quitármelos para hacerme suya, Maria Cecilia me beso apasionadamente en la boca y me dijo que luego me tomaría ella, pero que primero lo hiciera con un penecito de verdad, y nos dejo discretamente solas para que todo ocurriera de la r manera mas linda.

A tropezones le quite sus ropas los besos se sucedían con pasión y arrebato, los acontecimientos se precipitaron y Raquel me tomo de la cintura y me atrajo hacia ella, tenia su aparato a millón era un rico y delicioso penecito que tenia muy roja su cabecita y mas bien grueso y corto, de muy buen sabor pues lo había chupado bastante en días pasados y lo sentía palpitar en la entrada de mi culito, con ternura me puso en la cama y fue metiendo con cuidado en mi culito, este bien lubricado y acariciado se entrego sin oponer mucha resistencia y en breve lo tuve todo metido y la sensación fue maravillosa me sentía un nena a quien poseen en su noche de bodas, y goce no como novia sino como una autentica puta, entraba y salía y yo gemía de placer y chillaba de alegría estaba siendo poseída como una mujer y me sentía divina, bella y bonita en brazos de mi Raquel adorada a quien pedía que siguiera eternamente en ese mete y saca tan rico, que me hacia la mujer mas feliz de la tierra, perdimos la conciencia del momento tan especial que vivimos y yo en particular al ser penetrada y gozada como una nena, mi culito fue inundado de leche y su calor me llego al cerebro que respondió con un orgasmo divino y placentero, se salió de mi y nos besamos con mucha ternura y me dijo al oído estas muy pero muy rica mi niña, abrazadas dichosas y contentas nos dormitamos y no sentimos cuando Maria Cecilia se acostó a nuestro lado y nos beso a las dos y nos felicito pues había escuchado nuestros gemidos donde ella estaba se ha calentado muchísimo y quería participar también.

Besos y caricia múltiples nos prodigamos las tres, y luego todas estuvimos a punto para una nueva posesión múltiple esta vez, pues nos pusimos de lado de forma tal que Maria Cecilia me penetro con un hermoso pene artificial que tenita una enorme cabeza y unas dimensiones que daba miedo pero ella me dijo tranquila que con paciencia te meteré este penecito en tu culito divino, pues quería ser mi novia segunda, y aprovechando a Raquel que estaba libre le pidió que la tomara por su culito a ella también y entonces los tres nos dispusimos a cumplir con tan hermosa tarea, mi prima con mucho cuidado me fue metiendo su aparato y curiosamente aunque era bastante mas grande me dolió menos pues mi trasero ya estaba bastante dilatado, y era rico, mas que rico tenerlo metido en mi culito, pues además sentía sus finas y tiernas manos en el mío y su piel tan tersa pegada a mis nalgas, era una divina cosa, ella gemía por su culito penetrado también y Raquel gozaba por nosotras dos, nos movimos mucho y yo sentía las manos de las dos acariciando mi penecito que gozaba por las dos manitas de lo regaloneaban, también mis tetitas fueron objeto de caricias por mis dos novias, que rico resulto el amor a tres, gozamos como unas hembras en celo, gritando y gimiendo como putas sueltas, y al terminar los juguitos nos inundaban pro todos lados, Maria Cecilia se quedo metida en mi, mientras Raquel nos lamía por todos lados chupando la lechita calientita, por lo cual se relamía de gusto, le encantaba el sabor del semen y del juguito de mi primita, con el aparato de mi prima en mis nalgas me dijo que yo tenia un culito divino y que estaba encantada de ser mi novia segunda.

Luego me saco el pene, nos besamos muy tiernamente dichosas de ser esposas, y nos dormimos abrazadas, felices y con sendas sonrisas en las caritas femeninas de las tres amigas. amantes, novias y esposas.

A mis lectoras les digo que me encantara que me escriban y me comenten estos relatos y también para ser amigas y confidentes de nuestras cositas femeninas.