Sigue la pasión.
Hago que mi mujer llegue a un orgasmo en el baño.
Mis relatos podrán ser leídos de forma individual, pero todos guardarán una relación temporal con el primero y desencadenante, y todos girarán en torno a la relación que mantengo con mi mujer. Unas veces más largos y otras como este en forma de microrrelatos.
… entré al baño y estaba sentada en la taza orinando, sólo con las braguitas a la altura de los tobillos, yo seguía completamente excitado después de la escena de la ducha, y tenía la polla completamente morcillona, me quedé mirando como meaba y le solté: Me encanta verte mear, estás tan sexy!! Ella me miró y se sonrió un poco, abriendo algo las piernas e indicándome que me acercara a ver como ya sólo caían las última gotas de su chorro, a continuación agarró un trozo de papel higiénico y se secó un sobre la taza, levantándose y subiendo las bragas. Yo seguía desnudo y me disponía a orinar así que la agarré de la mano y le dije que me la sujetara mientras meaba, era una sensación cojonuda, mi polla caliente, mi mujer aplastando sus tetas en mi espalda y controlando mi meada con su mano, terminé y le dije sin esperanza alguna… me la limpias?? Ella estiró el brazo hacia el rollo de papel y yo le dije… Con la boca. A lo que ella me dijo… No te pases. Le sonreí y dejé que me secara las últimas gotas que aún guardaba mi capullo, me giré y la apreté contra la pared del baño, le subí los brazos y empecé a morder sus tetas que seguían teniendo sus pezones duros y gordos, los apretaba con la boca sin morderlos, agarraba y soltaba, y como sus brazos tensaban su cuerpo estos siempre volvían a su posición natural, una y otra vez, una y otras vez, bajé mi mano y acaricié su sexo sobra la tela de las bragas, que estaban empapadas, comenzando a jugar con ellas y con su sexo, frotaba sus bragas con su sexo, tirando desde el culete dejando al aire todo su bello rizado fuera, mi polla ya estaba frotándose por ahí, así que tire de la tela hacia un lado y sin bajárselas coloqué la punta de mi polla en su entrada, es de las cosas que más me gustan y a ella también, no llegaba a meterla, sólo dos centímetros, entraba un poquito y salía, sólo un poco, notaba como su coño se abría y se cerraba, no llegaba a empujar del todo, la miré a los ojos y le pregunté…. La quieres? La quieres entera? Y ella ahí perdió el control suplicándome con un escueto. Fóllame. Fue escucharla decir eso y empujé con ganas, llevando mis manos atrás para abrirle su cuele, ella no bajó los brazos, se agarraba dos llaves de paso que había en la pared, dejando su cuerpo estirado, sus pechos turgentes y tensos, sus axilas completamente depiladas y que encantaba lamer ya acariciar, pero al meterle la polla entera retiré mi pecho para ver como entraba y salía, tenaz una visión magnífica de frente, agarraba su culo y jugaba con mis dedos que tocaban sus sexo abierto y mi polla entrar y salir, empujaba con los dedos tocando mi rabo, su ano y sus labios abiertos, mis manos chorreaban sexo, le metí un poquito más mis dedos con la polla y ella estaba perdiendo el control, jadeaba como nunca antes y me gritó…. Me vas a matar cabrón, me vas a matar a gusto…. Mientras se soltaba jadeando sin parar y sin poder contener una respiración acelerada me empujó para que saliera del coño, se dejó caer al suelo, abriendo las piernas y acariciando sus muslos con delicadeza, arriba y abajo sin llegar a sexo, que aún tapaban las braguitas de forma desornada, alzó la vista y se encontró mi polla que aún estaba empapada de ella, mi miró y sacó la lengua pero sin acercarse, sonriendo… me incliné, la besé mientras bajaba mi mano a su sexo diciéndole: Qué cuerpo más increible tienes, te estaría follando todo el día, ahora descansa.