Sigue la historia, volví 12
Sexo con hija y madre, primera vez, sexo de lo más variado, asunto delicado, trío con maduras, festejo, actuación y nueva propuesta, fiesta por todos lados, es malo disfrutar la venganza, sigue la fiesta.
Volví 12
Sexo con hija y madre.
El viernes a las diez llegaron, las chicas de la limpieza, clave, clave, adentro, doña Luisa y Yésica, apenas pasó por mi lado me dio un papel, era de Josefina, que si quería hoy podía cenar una hora más temprano, que la llamara y estaba el número…
Fui a buscar a Yésica y la llevé al ropero de mi madre, hice que se probara alguna ropa, se desnudaba frente a mí, en ropa interior se probaba, cuando vio corpiños quedó en tetas y después se sacó la bombacha, yo la miraba con el miembro duro, ella se arrodilló, me bajó la ropa y me hizo una mamada espectacular, se tragó todo, se llevó la ropa en una bolsa de residuos…
Al rato llamé a doña Luisa, también la llevé al dormitorio…
Luisa, de lo que hay acá, si te va, podés llevártelo, probate algo para ver cómo te queda…
Me miró, buscó unos vestidos de cuando estaba embarazada mi mamá, sin ningún problema adelante mío se sacó la ropa, en bombacha y corpiño quedó, qué pedazo de culo y que buenas tetas que tiene…
Se los probó y le quedaban bien, cuando vio corpiños, quedó en bombacha, se probó uno, se dio vuelta.
Y cómo me queda.
Me arrimé, la tomé de los hombros, la arrimé a la cama, la hice poner en cuatro, le corrí en poco la bombacha y se la metí de un viaje…
Ah, ah.
Así te queda mejor le dije y la empecé a coger con furia, con fuerza.
Sí, sí, dame fuerte.
Le di unos cachetazos en el culo, noté como acababa por dos veces.
Papi, no me acabes adentro lo quiero en la boca, dejame que te la chupe…
Cuando estaba por terminar se la saqué, ella se sentó en la cama, me agarró el miembro, se tragó toda la leche…
En otra bolsa de residuos se llevó la ropa…
Pedí unas pizzas de almuerzo…
Se fueron a las seis de la tarde, hasta el sótano y garaje limpiaron…
Otra lista extensa al supermercado, que venían a las seis, había llamado a Josefina, a las diez tenía que pasar a buscarla…
Siesta, a las seis vinieron del súper, más siesta, a las ocho preparé la cena, carne mechada con papas al horno, me fui a bañar.
Con la moto a las diez estaba en la puerta de Josefina, estaban Yésica y Lumila en la puerta.
Señor Tito, cuándo nos va a llevar otra vez a pasear.
Pronto, chicas, pronto, a propósito Lumila podés venir por casa el viernes con ellas.
Allí estaré y se metieron para su casa…
Primera vez.
Cuando bajó Jose estaba solo, mejor pensé…
Venía vestida con un vaquero ajustado, una camisa anudada a la cintura, como la vez anterior me parece, sus anteojos y un bolsito…
Cuando se puso el casco, le pregunté si quería ir a dar una vuelta.
No, no, vamos a tu casa, dale…
Cuando mentalmente estaba preparado para la cena, me dice…
Tito, podemos dejar la cena, me podés llevar a la cama, que estoy temblando, el corazón me está latiendo a mil por hora, creo que me va a dar un infarto…
Ja ja, Jose, tranquila, que somos muy amigos nos queremos desde chicos, todo va a salir bien, vení.
Le estiré la mano y la atraje hacia mí, le besé con dulzura, ella se estremecía, no reaccionaba, yo pasé de su boca a su cuello, sus mejillas, le mordisqueaba la oreja, de pronto reaccionó, me agarró la cabeza con sus dos manos y me estampó en beso que casi me ahoga…
Se desató, no sabía por dónde pasarme sus manos, menos por el miembro, yo le tomé una mano y despacio se la puse sobre él, bien duro, con suavidad empujaba para que lo recorra, fue tomando confianza y no tuve que acompañar más su mano, ella sola acariciaba…
Fuimos a la habitación de mis padres, a la cama grande, muy despacio le fui sacando la ropa, temblaba, pero no se oponía, me ayudó con su bombacha, desnuda tirada boca arriba en la cama, le empecé a besar todo su cuerpo, seguía temblando, cuando mordí apenas sus pezones.
Ah, ah, acabó…
Seguí bajando con mis besos, lengüetazos, al llegar a pasarle la lengua por sus labios vaginales.
Oh, oh.
Con los dedos se los abrí y le pasé la lengua por el clítoris, acabó de nuevo, estaba repleta de fluidos su vagina, puse unos dedos, jugando en la entrada.
Si, siiii…
Me desnudé tratando de que no mirara mi miembro, me acomodé entre sus piernas, la besaba, besaba sus pecho, despacio se la fui metiendo.
Ah, ah, otra vez acabó.
Sí que estaba necesitada de sexo, pensé, cuando llegué a su preciado himen, me detuve…
Jose, si empujo un poco más vas a dejar de ser virgen, lo querés.
Ella sola empujó.
Ay, sentí un pinchazo dijo.
Dejaste de ser virgen Jose.
Se la fui metiendo hasta el fondo, muy despacio esperando que las paredes de su vagina se adapten a la intrusión, cuando estaba toda adentro empecé muy despacio a sacar y meter, al rato…
Dame más fuerte y más.
Al rato cogíamos como dos descosidos, nos pasamos todo el fin de semana cogiendo, no solo la desvirgué sino que estrené su culo, con mucho, pero mucho cuidado, luego de varias horas, mucha dilatación y vaselina, ya no le duele nada y goza lo mismo por adelante como por atrás.
A la mañana y a la noche del sábado y del domingo la llevaba para darle el desayuno y la cena a su madre, después volvíamos a seguir cogiendo…
Cuando el lunes a las siete y media de la mañana la dejé en su casa me dijo…
Tito, éste fin de semana no se me va a olvidar nunca, no sabés lo bien que lo he pasado, fuiste todo un caballero, una dulzura y muy firme cuando hizo falta, espero poder seguir teniendo encuentro como este, sé que lo nuestro se llama “amigos con derecho”, ahora que lo pienso me encantó haberme reservado para una ocasión así, ah y no te olvides de lo que conversamos sobre dar música y baile, chau, me dio un beso apasionado…
Sexo de lo más variado.
Y así pasaban mis días, alguna noche con Nacha, con Sonia, con Josefina, el viernes vino Lumila con doña Luisa y con Yésica, la llevé a la habitación de mi madre, se llevó todo lo que quedaba para su talle, también me hizo una mamada espectacular (estas chicas sí que practican, pensé).
Sexo anal con otra madura.
Una tarde apareció doña Rosa, por el portero…
Si...
Señor Tito soy Rosa, la hermana de Luisa, la madre de Lumila, clave de mi hermana…
La estaba viendo, la dejé entrar.
Señor Tito, me dijo mi hermana que le regaló unos vestidos de su finada madre, me mandó que le pidiera si me puede dar a mí también…
Igual situación, se desnudó frente a mí, nos pasamos toda la tarde cogiendo, después me contó que lo que en verdad quería era un polvo, además de algo de ropa, es más tetona y más culona que la hermana, no le dice no a nada, le gusta mucho que se la meta por el culo…
Se llevó toda la ropa, le quedara o no, para qué mi iba a quedar con algo…
La ropa de mi viejo la llevamos con Josefina al parroquial, ellos la repartirían…
Y tomamos por rutina algunos días a la tarde tenía sexos o con Luisa o con Rosa y muy de vez en cuando con las primas, casi nunca con una prima sola…
Los viernes a la tarde viajaba a Iguazú, me pasaba disfrutando con amigos, asado, pileta y sexo con Cristina, si alguna vez se daba la oportunidad se la metía a mi tía, se lo hacía con bronca pero a ella le encantaba, yo para darme manija me acordaba de lo mal que me trataba y que quería que Cristina me engañara…
Algún sábado o lunes iba al diario y a la televisión, se decía que estaba tratando una fusión con un canal nacional, (para los que pensaban que me estaba rascando, tenían razón). También algunos sábados íbamos con el conjunto a tocar, con Carlos el otro guitarrista, el novio de Leonela, la violinista nos complementábamos y seguíamos pensando sobre la idea de innovar un poco…
Asunto delicado.
Mirá Tito, lo encontré debajo de la bañera que está arriba, me rompí el orto para darla vuelta, pesa como la concha de su madre,
Delicada la criatura, me dijo Yésica y me entregó un sobre de esos con cierre hermético de nailon y se fue a seguir con su trabajo, adentro había una agenda bastante grande…
Cuando lo abrí a simple vista parecían anotaciones de entradas y salidas, como un libro diario, pero estaba en el idioma del embajador, que no entendía nada, con el traductor de internet, con paciencia y deduciendo, fui descifrando, el libro.
Eran a mí entender anotaciones de sobornos, de aportes de comerciantes, de pagos por trabajos non santos, aparecían algunos nombres muy conocidos, empresas muy conocidas y registraba hechos criminales que en su tiempo dieron mucho de qué hablar, era el libro de la mafia…
En algunos casos, coincidían con las carpetas que encontramos tiradas en la habitación de arriba…
Le hice copia a todo y un fin de semana se lo di a Teresa, para que lo guardara en la caja fuerte del diario…
Una noche, cuando había ido a buscar a Josefina, al entrar por el portón corredizo aparecieron tres encapuchados, nos apuntaron y nos hicieron subir a la casa, nos ataron a unas sillas de la cocina…
Estuvimos esperando como una hora, nadie decía nada, Josefina llorisqueaba, cuando apareció un personaje, muy bien vestido, con un traje de confección, que costaría una fortuna, también encapuchado…
Tito, sé que tú no tienes nada que ver, pero necesito saber si no has encontrado documentación de tu antiguo inquilino.
Sí, varias carpetas, están en la caja fuerte y una carta que me dejó la señora Úrsula, también está en la caja fuerte, la combinación es…
Y se fue a buscar todo, al rato volvió con las carpetas y con la carta en la mano.
Ja ja, veo que Vladimir te dejó su moto y su bodega, bueno mira, no te queremos importunar más, acá te dejo un número, llama solo si encuentras algún papel del antiguo inquilino, sino no llames, has entendido.
Entendí señor!
Me aflojaron un poco las ataduras y se fueron, estuve un buen rato todavía para desatarme y desatar a Josefina, que se puso a llorar a moco tendido, yo la abracé y le mencionaba…
Ya pasó Jose, tomalo como un juego, como una anécdota, la que no podremos contarle a nadie, entendiste Jose, a nadie…
Si sí, apretame, apretame…
Esa noche cogimos poco, nos la pasamos hablando de cómo íbamos a implementar una academia de música y baile…
A unos días del acontecimiento me llaman al celular…
Señor Mendoza, la que le habla es la señora Úrsula Wesmuler, esposa del embajador, necesito hablar con usted, me he enterado que tuvo visitas hace unas noches, señora.
Así es, nos han hecho pasar unos momentos horribles, la chica que estaba conmigo todavía no puede recuperarse, qué necesita.
Hablar con usted, me puede dar el celular de algún conocido, para darle un mensaje…
Y le di mi número viejo, el que descarté cuando fui engañado por Susana, me citó en un restaurante del centro, inmenso, con estacionamiento, salidas por tres calles, (lindo lugar para entrar y escapar, pensé).
Cuando estaba sentado tomándome un cortado, se me presentó, cuerpo de mi ideal, 120, 70, 120, rubia blanca vestida de trajecito verde, con un pañuelo al cuello, labios rojos y unos ojos azules, parecía salida de un almanaque de los años 50, a mí me encantó…
Señor Tito, me permite sentar, soy Úrsula, la…
La paré con la mano y le acomodé la silla.
Sí, ya sé quién es, siéntese por favor, qué desea tomar.
Un wiski doble por favor.
(Ahora sé qué tomaba la señora, pensé en la bodega)
Señor Tito, sé que un comando fue a su casa, yo deseo saber qué fue lo que se llevaron.
Se llevaron las carpetas que dejaron tiradas en la habitación del primer piso, leyeron la carta y se fueron, me dejaron un número para que llame en caso de encontrar algo más.
Está seguro que no se llevaron nada más.
Usted pregunta por el libro que dejaron debajo de la bañera de hierro que sacaron, ya no está más en mi casa, lo envié muy lejos, para que no me molesten…
Señor Tito, si me lo devuelve le doy cien mil dólares.
No, no…
Doscientos.
Yo lo que quería decirle era que no quería plata, pero, quinientos dije…
No llego a tanto, lo que tengo son trescientos cuarenta…
Ok, pero tendrá que ir a buscarlo bien lejos.
No hay problema, mando a alguien.
Y quedamos que le iba mandar las indicaciones, el trato se hizo en un restaurante de Ciudad del Este, Paraguay, comando de Marcos y Narciso, dirigidos por Teresa.
Le entregaron el libro y una carta en la que se les decía que teníamos copias, que de nuestra parte jamás utilizaríamos, lo único es que no nos molestasen.
El que recibió el libro dijo que era para un reaseguro, que se utilizaría en otro país…
Ahora en la conversación del restaurante hubo otra petición.
Me gustaría dijo Úrsula, un encuentro con unas primas, si me lo consigues te doy mil dólares.
Que sean dos mil dije.
Ok.
El viernes a las 18,30 la voy a buscar a, vengasé de pantalones, para para andar en moto, nada llamativa, fijese si puede ser vaquero azul y camisa blanca.
Con las primas también arreglé, que se iban a ganar unos buenos pesos, que vinieran con vaqueros azules y camisa blanca (elegí esa ropa porque era la que usaba mi mamá y tenía un montón).
Trío con maduras.
El viernes hice que vinieran las cuatro, si pudieran las madres también con la misma ropa, a la tarde mientras las chicas limpiaban yo estaba encamado con las madres, en medio de la cama, los tres desnudos me la chuparon, tuvimos sexo oral, vaginal, anal, la pasamos de lo más entretenidos como dos horas, la chicas meta limpiar…
A las seis, empecé a llevar a las primas, a Luisa, traje a Úrsula, llevé a Rosa, traje a las primas, fue un ir y venir de mujeres de vaquero azul y camisa blanca.
Y ahí estábamos los cuatro en la habitación de mis viejos, Úrsula y yo en unas sillas frente a la cama, en la cama Yésica y Lumila, se empezaron a besar, a desnudarse, Úrsula a cada movimiento de las chicas, se acomodaba en la silla.
Oh, oh, gemía, la señora.
Ellas cuando se quedaron en ropa interior empezaron a hacer un 69, por sobre la ropa, la señora seguía moviéndose, se comenzaron a sacar las bombachas, la señora ya no se aguantaba, comenzó a acariciarse entre las piernas.
Me paré y me puse detrás de ella, le entré a masajear los hombros, en un principio estuvo medio reacia, pero se dejó hacer, cuando las chicas se subieron una sobre la otra y comenzaron a gemir, la señora se metía los dedos.
De los masajes a los hombros pasé a las tetas, le desabroché la camisa, le saqué el corpiño, le apretaba los pezones, se volvió loca se dio vuelta con la boca abierta, la besé con lengua, le saqué el pantalón y la tanga.
La hice subir en medio de las primas y ellas le empezaron a meter mano por todos lados, la señora bramaba, gemía, la hice ponerse en cuatro y se la metí hasta el fondo.
Ah, ah, sí, sí, más, más.
Y le estuve dando como diez minutos, creo que acabó dos o tres veces, después le hice señas a Yésica, mirando el culo, ella se lo escupió mientras yo le daba, le metió primero un dedo, después dos y un tercero, la señora gritaba, gemía. Lumila la besaba o le mordía los pezones, cuando acabó por tercera o cuarta vez, se la saqué.
Yésica me la agarró y se la puso en la entrada del culo, yo empujé.
Ah, ah, sí, sí, otra vez, métela, métela,.
Empujé con todo, aggg, puteó en su idioma y se acomodó, yo le seguí dando como diez minutos más, (menos mal que a la tarde con Rosa y Luisa me descargué al máximo, sino no aguantaba, pensé), cuando sintió que acababa ella también lo hizo, al rato nos fuimos al hidro, me dijo al oído…
No graves, no graves…
No, le dije, fijesé que está apagado…
Ok.
Y los cuatro en medio de espuma, las chicas me hicieron una mamada y se me puso dura, se empalaron, acabaron primero una, luego la otra, la señora dijo.
Yo también quiero probar
Y se sentó también en mis rodillas con el miembro todo adentro, la abrazaba y la besaba, las chicas nos enjabonaban, Lumila le metía los dedos en el culo, Yésica le mordía los pezones, creo que acabó dos veces más…
Cuando con Yésica la fuimos a llevar a unas cuadras para que se tomara un taxi, me dio dos mil dólares más en un sobre, a Lumila le dijimos que nos esperara en el hidro con champaña…
Cuando volvimos estaban las tres copas transpirando por el frío, al brindar les dije…
Chicas hoy se ha ganado cada una dos mil dólares…
La alegría, la de besos que recibí, se fueron el sábado cerca del mediodía…
Viajé esa tarde a Iguazú…
Festejo, actuación y nueva propuesta.
Cuando llegué a los departamentos Cristina me entregó un bolso que me había dejado Marcos…
Los llamé y los invité a una noche de asado, me dijeron que primero teníamos que ir a tocar a un pueblo acá cerca, es temprano, así que prepara el asador despacio…
Compré un costillar y un lechón, prendí el fuego, le encargué a mi tía y a Silvina que cada tanto le vayan arrimando unas leñas.
Los de la carpintería del Remanso, cada vez que venían a la ciudad nos traían leña, ellos tienen tanta que no saben dónde ponerla, Marcos y Narciso con unos carros viejos que quedaron de la compra al mecánico, habían hecho unas casuchas de los más bonitas para guardarla, toda apilada en troncos chicos…
Fuimos con nuestra casa rodante una hora más o menos, era una parrilla inmensa, con un patio al aire libre, que daba al campo, había como doscientas mesas, el escenario a un costado, como cuando estoy, me dejan llevar el repertorio y estaba muy, pero muy contento, los hice empezar a chacarera y a bailar todo el mundo, estuvimos como una hora dándole a la música para bailar, no los dejamos descansar
Cuando nos fuimos ya que era una sola entrada nos felicitaron todos, que ya no daban más pero que no se habían divertido tanto desde hace tiempo…
Que para la próxima fiesta querían contar con nosotros…
Teresita andaba de novia con Ismael, el chofer, el hermano de Carlos, el novio de Leonela, ella iba sentada en las rodillas de su novio a la vuelta, la miré a Cristina y le señalé, me dijo con mímica, querés, yo moví la cabeza afirmando, como un flecha se vino a sentar en mis piernas, abrazó mi cuello y me besó, nadie dijo nada, es más Marcos protestó… Nosotros también queremos y en medio de risas de todo el mundo Aurora y Claudia se subieron a las rodillas de sus parejas…
Marcos antes que quede inútil, haceme acordar que tengo algo que conversar con ustedes…
Cuando llegamos, la carne al asador casi estaba, Silvina se había ocupado, mi tía estaba mirando la tv, hasta había hecho las ensaladas, la criatura cada día me sorprende más, (creo que sale todo a la madre, poco a la abuela y al padre menos, pensé).
Meta asado y vino, cuando me quise dar cuenta, ya me costaba hablar, Marcos y Narciso lo mismo, Carlos e Ismael no tanto, menos mal que manejan las mujeres.
Quedamos que venían mañana a una picada pasado el mediodía, el domingo les conté de mi idea, la de comprar otro terreno y hacer otro complejo igual o mejor que este…
En las mismas condiciones, les encantó, el lunes fui a hablar con Débora, que es mi contadora, antigua amante, le conté que tenía una plata negra, no le dije de dónde la saqué, y quería hacer más departamentos.
Me aconsejó que sacáramos créditos en los bancos, aunque no nos haga falta, después ella con los departamentos terminados se ocupaba de pagarlos…
Así le dije a Marcos, a Narciso, a Aurora y a Claudia, sacaríamos todos unos créditos y los departamentos serían 70% míos y 30% de todos ellos, total se iban a casar…
Estuve dos días trabajando en la escuela y en el diario…
El jueves a la noche llegué a casa….
Jose, querés venir a cenar…
Fiestas por todos lados.
Había como 20 personas delante mío, (vas a tener que tener paciencia pensé), estaba en el banco, tenía que pagar la patente del auto nuevo y de la moto…
Tito, me doy vuelta, Susy! qué alegría verte y la atraje hacia mí y la abracé, vení ponete acá conmigo, contame cómo andás, qué hacés, (que falluto, si hace no mucho la dejé hablando sola y pagando la cena, por mentirosa, pensé). Tengo que hacer unos aportes de unos expedientes y vos… Pagar unas patentes, compré auto nuevo…
Te felicito, tenemos que seguir la conversación que nos quedó…
Si Susy, pero no me mientas, ya pasó, tratemos de ser honestos y nos vamos a llevar bien, qué tenés que hacer ahora…
Después de pagar esto pensaba ir al estudio, pero puedo dejarlo, por…
Te invito a almorzar en casa, querés, te preparo yo la comida…
Dale, dejame avisar que ya no vuelvo al estudio, tomá pagame esto, y me dio unas carpetas con el dinero ya acomodado en su interior.
Me tocó a mí, pagué todo y salí, ella había venido en auto, yo caminando, así que por tres cuadras me llevó, metió el auto al garaje, le dije que tomara dos vinos y subimos a casa, ella había estado algunas veces en mi casa, si éramos novios desde un mes antes de la muerte de mis padres, cuando pasó eso me fui a vivir a lo de mi tía, en la zona oeste, bastante lejos, nos veíamos en el instituto y algunos fines de semana…
Le di una bermuda grande y una camiseta mía.
Tomá cambiate esa ropa y ayudame a cocinar, qué querés almorzar.
Cualquier cosa, lo que prepares.
Hicimos papas fritas con churrascos, ella con mi bermuda y mi camiseta estaba hermosa, mientras comíamos con unos buenos vinos, le daba lindo al trago, le volví a contar o no, de lo que me habían dejado en la bodega, de la moto, de la apretada que me vinieron a hacer una noche, de que toco en un conjunto, que nunca me casé, que no tengo pareja, ella me volvió a contar que se casó, que estaba separada, que trabaja en el estudio de su padre…
Susy, si vamos a ser amigos, quiero que no haya mentiras entre nosotros, así que no hace falta que contemos lo que no queremos, no hay obligación.
No, no, te lo cuento, es cierto que me drogaron, pero fue antes, cuando lo de tus viejos y me cogieron entre los tres, me filmaron, me amenazaron con decírtelo y no me atreví a contártelo, encima con lo de tus padres vos andabas como loco, después me empezó a gustar, una o dos veces por semana le dábamos y no quise con vos para que no te dieras cuenta que estaba recogida, quería hacerlo con vos cuando nos casáramos, que no pensaras que era una fácil, que boluda no y me gustaba coger, con vos no nos veíamos más que en el instituto, al no dejarte avanzar te ibas, sé que recaliente, yo me iba a coger con cualquiera de los tres…
Si todavía seguimos cogiendo de vez en cuando y mirá que están los tres casados, no podemos con el genio, ja ja.
Ya hablaba el vino.
Si hasta los tengo grabados…
Andá, te dije que no me mientas, mirá si lo vas a tener grabados.
Siii, esperá que te muestro los videos.
Y me los mostró, ella con cada uno, se hacían de todo, en un descuido de ella pasé los videos a mis dos números, me parece que tengo ganas de vengarme, de guacho nomás… Después de comer puse música y seguimos con la champaña, al rato de estar bailando la empecé a besar, a apretar el culo, a apoyarla con descaro, no decía nada, le saqué la camiseta y la tiré lejos, le desabroché el corpiño y le chupé los pezones.
Ah, ah, gemía.
Subimos a la habitación de la cama grande, había puesto a grabar todo, (no me había dado cuenta que podía grabar hasta que me avivó Úrsula), nos desnudamos y estuvimos cogiendo como dos horas, no hubo agujero en que no se lo metiera, es cierto que estaba recogida.
Después fuimos al hidro, nos pasamos como dos horas más, cenamos y a la cama de vuelta, yo me había tomado una pastilla azul de cien, estaba recontra excitado, le di casi toda la noche, ella me decía
Basta, no doy más, esperá me duele la concha, el culo.
Yo más le daba, creo que me saqué las ganas de todos esos años, llegó un momento que parecía desmayada, yo igual le seguía dando, cuando en serio no respondía busqué unos consoladores que tengo y se lo puse uno por adelante y otro por atrás.
Parecía que estaba haciendo ejercicio de brazos, me propuse llegar a mil entradas y salidas, llegué a mil quinientas, no pude seguir, se me acalambraron los brazos. Al otro día se despertó como a las once de la mañana, yo estaba preparando el almuerzo, iba a hacer carne mechada, tenía puesta música clásica y tarareaba, cuando llegó a la cocina en bombacha únicamente, la abracé, la besé, la levanté a la mesa de la cocina, le corrí la bombacha y empecé a chupársela.
Pará, pará que me duele.
No hice caso seguí, ella por momentos gemía de dolor, otros de placer, me puse un forro de esos rugosos, le había puesto unas gotitas de picante…
Se la metí de un golpe.
Ay, ay, bruto, ah, ah, me duele, me duele.
Vamos acordate que me debés muchísimas cogidas, sacrificate un poco por mí, yo estoy disfrutando de tu compañía como nunca…
Se la metí por el culo también…
Almorzamos, me pidió que la lleve a una farmacia, le dolía y picaba la concha y el culo (así lo dijo la abogada).
Quedamos que el sábado nos volvíamos a ver, se celebraba fecha de recibidos, que la tenía que pasar a buscar por … que nos íbamos a encontrar con todos, que yo sería su pareja y ella la mía…
Es malo disfrutar la venganza, sigue la fiesta.
La pasé a buscar con la moto, al bajar me preguntó.
Por qué no viniste con el auto nuevo para hacer facha.
Ésta moto vale más que el auto.
Ella venía con un vestido verde enterizo, con un tajo al costado, con algunas alhajas y unos tacos infernales, casi me alcanzaba…
La hice sentar de costado, le puse el casco, (habrá que recomponer el peinado pensé), yo llevaba un vaquero, unas botas, camisa crema y chaleco negro, con un cinto con una hermosa hebilla de plata, parecía un convoy moderno, a propósito quería llamar la atención, encima la camisa no tenía botones, era con una abertura que se permitía ver los pelos del pecho y la mmm tabla…
Cuando llegamos ya casi estaban todos, a Gastón, a Teté y al negro Chocolate los reconocí enseguida, claro si los había visto en los videos, a los otros me costó, nos entramos a presentar, Gastón me presentó a Isabel su esposa, lindas tetas, poco culo, Teté a Rosa, al revés pocas tetas lindo culo y Chocolate a Irma, una mulata, buena por donde la mires. Me acerqué a los demás, con ellos no éramos tan amigos, pero conversamos mucho tiempo, eran tres muchachos más y cinco chicas, de todos esos solo dos chicas habían ido a las cataratas de egresados, a esas dos sí que las ubicaba.
Nos pasamos la reunión recordando de nuestro paso por la secundaria, sacándonos fotos y lo que hicimos después, todos trabajábamos en la docencia, menos Susana, de abogada, (bueno yo mucho que trabajar, mmm, pero ellos no lo saben, pensé).
Los invité a todos a mi casa el próximo viernes, que festejaba mi cumpleaños 34 el sábado, así que después de las doce brindamos, vengan con quien quieran, esposo, novio, amante, nadie va a preguntar, ja ja, vamos a comer asado afuera, hay pileta así que traigan mallas, ja, ja, todos casados, menos Susana divorciada y yo soltero…
Nos despedimos todos hasta el viernes que viene…
Cuando íbamos en la moto le pregunto a Susy.
Querés ir a casa o a la tuya.
Vamos a coger Tito que estos hijos de puta me tocaron con disimulo por todos lados y me dejaron recaliente y con las señoras ahí, ja ja…
Te apuesto mil dólares, a qué no sos capaz de cogértelos en mi fiesta y si te cogés a los tres cinco mil.
El audio del casco se puede grabar en el celular.
Que no voy a poder, dame quince minutos con cada uno y perdés cinco grandes, ja ja.
Cuando llegamos a casa, no hay caso mirá que le di el otro día, igual como si no hubiera pasado nada, esta vez se trajo una crema y yo con saña le daba, traté de romperle el culo, como si nada, de destrozarle la concha, como si lloviera, con lo único que me saqué las ganas, con los cachetazos en el culo, le quedaron las nalgas rojas, con la pastilla de cien otra vez estuvimos como tres horas cogiendo, (yo no puedo con esta mina, pensé).
A la mañana del domingo la llevé a su casa y fui al aeropuerto, viajé a Iguazú,.
Parrilla, Cristina, pileta, Cristina, asado Cristina, Marcos me dijo que la tierra de al lado se vende.
Mandá a comprarla a otro, a alguien que no conozcan, que diga que va a poner un aserradero.
Los vecinos siempre se quejaron que por la obra se hacía mucho ruido, que los gritos de la pileta, de la guitarra, nada les venía bien y eso que son dos viejos casi sordos.
Pasé por el diario, por la escuela, era la fiesta de fin de curso, hermosa ceremonia, me tocó entregar diplomas, estuve hasta el jueves.
Cuando viajaba dejaba la moto en el estacionamiento del aeroparque y a las ocho estaba entrando a mi casa…
Querés venir a cenar a casa Nacha.
A la mañana del viernes la llevé después de desayunar directamente a la peluquería, llamé a Yésica que vinieran las cuatro, y a las diez, clave, clave, adentro, les convidé con un café y las senté a la mesa de la cocina…
Chicas, pueden trabajar hasta altas horas de la madrugada, yo les voy a pagar seis veces más.
Siiii, dijeron todas.
Aviso a, a quien mierda voy a avisar dijo Rosa
Y no reímos todos.
Bueno entonces les voy a contar algo de mi vida, cuando yo tenía 22 años, me iba a casar con esta chica y le mostré el celular.
Ah, es la del cuadro de la pieza de los banderines, dijo Yésica…
Y me cagó con estos tres, miren, los ven, los encontré cogiendo a los cuatro y lo más lindo, que da gracia, es que a mí, mi novia no me dejaba ni tocarle una teta, esta noche, voy a hacer una fiesta porque mañana es mi cumpleaños, quiero vengarme de los tres, aposté con la conchuda de mi ex novia que no se los cogía en mi fiesta, yo quiero que se los coja, así que ustedes tienen que buscar la vuelta para que ella pueda coger con los tres, pero además quiero que escuchen a las tres mujeres de éstos, miren son estas, yo voy a hacer asado y quiero que ustedes hagan empanadas, ustedes en la cocina y ustedes de mozas, ta.
Todo organizado las chicas después de almorzar siguieron limpiando y las madres a las empanadas, un olor a fritura había montones de empanadas, yo me comí como cuatro, a las seis de la tarde todo estaba listo.
Las chicas habían ido a su casa a buscar unos delantales de lo más bonitos, las cuatro iguales, se fueron a cambiar y de vaquero azul y camisa blanca, también estaban invitadas Sonia, Nacha y la hijita, Josefina, Camilo y Camila.
Fueron llegando todos, cerca de las diez, largamos el asado con las ensaladas, las empanadas ya hace rato que habían debutado, amplia aceptación y felicitaciones para las cocineras, a las chicas…
Que corra mucho el vino, que se llenaran las copas a medida que se vaciaran, a Yésica y a Lumila las veía metidas entre las tres esposas, los maridos después de cenar charlaban en una mesa aparte, otros matrimonios, se metieron en la pileta.
Yo charlaba con Camilo y Camila, (que linda mujer es Camila, como le daría pensé), Nacha, Sonia y Josefina estaban en otra mesita, lo que noté que cada tanto faltaba uno de los tres mosqueteros y fue transcurriendo la noche, algunos se fueron, otros estaban bastante borrachos, todo era alegría.
Cuando sonó música de salsa, Josefina pidió que hicieran un poco de lugar en el quincho que una pareja de bailarines profesionales nos va a entretener.
Cuando la música empezó a sonar, con un fuerte volumen, ella empezó a bailar y a arrimarse a varios hombres, lo intentó con Teté, a Camilo le hizo dar unas vueltas, le dio un beso y lo descartó, yo estaba medio escondido, a propósito, este baile lo hemos hecho como mil veces, me encontró detrás de Luisa y Rosa, yo les había dicho que ellas jugaran un poco a que no me dejaban ir, cuando Josefina me tomó de la mano, las dos tetonas le cerraron el paso , mi brazo quedó entre dos semejantes cinturas, Jose, quedó asombrada, ella no sabía de la broma, las dos tetonas negaban con la cabeza.
Yésica empezó a gritar, que lo dejen! que lo dejen! y todos a gritar.
Y mirá vos, cuando se abrieron yo pasé entre las dos, me resistía y Jose me tiraba a la pista, yo negaba.
(Mientras iba haciendo el teatro noté que el negro Chocolate no estaba, listo pensé).
Cuando llegamos a la pista ella quiso abrazarme y yo la empujé, fue a parar al suelo, como a dos metros.
Oh, oh, qué bruto dijo una.
Jose se levantó, vino de nuevo, la volví a arrojar para el otro lado.
Oh, oh, pero se dieron cuenta que estaba preparado.
Al tercer intento, nos abrazamos y comenzamos a bailar, hicimos todo tipo de piruetas, movimientos, súper profesionales, ya te digo, mil veces, terminó con Josefina tirada a mis pies y yo con los brazos cruzados a los macho…
Aplausos por todos lados, Josefina avisó a todo el mundo que el año que viene abriríamos una academia de música y de baile acá en la casa de Tito, más aplausos, las mujeres se querían anotar todas.
Después traje la guitarra y a cantar todo el mundo, iba mucho por las esposas de mi ex amigos, las hacía cantar juntas, la estaban pasando espectacular.
Lumila, pasó una planilla, para que pongan las direcciones y los teléfonos que le enviaríamos la filmación de la fiesta a cada uno.
No, no dijo, el teléfono personal, no el de casa, que va a ir por wasap y todo el mundo quedó registrado.
Cuando se fueron todos yo pasé a mi escritorio a ver las grabaciones, la hija de puta de mi ex novia se había llevado primero a Gastón, a mi pieza, se quedó mirando la foto en la que estamos juntos, me pareció que se le quería salir una lágrima, pero se lo cogió en un rato, en otro momento en la cama de mis padres a Teté, se acostó y el guacho la agarró de los tobillos la atrajo hacia él y le metió semejante pedazo de un viaje, al negro Chocolate se la chupó y se hizo acabar en la cara…
Continuará…