Sigue la historia, volví 10

Mi casa, recorriendo el barrio, cenas, la carta, limpieza primer día, la vecinita de al lado, mala o buena noticia.

10

PARA TENER EN CUENTA.

EL PRESENTE RELATO SE LLAMA “VOLVÍ”.

El presente relato es una continuación de “AVENTURAS EN GUARDAPOLVO BLANCO 1 al 5” , de “CAMBIO DE RUBRO 6 y 7” y de “CON LA MÚSICA A OTRA PARTE 8 y 9” , los que se deberían leer antes, para comprender algunas partes del presente, que se dan por entendidas…

DE QUÉ SE TRATA .

En anteriores relatos se trató sobre una etapas de la vida de un muchacho…

Hablamos de su trabajo como maestro de una escuela fronteriza, en medio de la selva,  de su trabajo como concejal, de su trabajo como representante legal de una escuela, de su trabajo en un diario, en la televisión, en Iguazú, provincia de Misiones, República Argentina, sus amores, sus desengaños…

Con ideales de ética y lucha y con los golpes va transformándose…

Vuelve a su hogar después de trece años, donde vivió los primeros 20 años de su vida, donde pasó su niñez, cuenta la etapa de su vida desde los 33 a los 35 años…

Casi 3 años de aventuras, romances, trabajos, peleas…

SOY.

Soy Roberto Mendoza, me dicen Tito, tengo 33 años, 1,80m. rubio, de ojos grises, con buen estado físico, practico natación, baile, artes marciales y toco la guitarra…

Soy huérfano, mis padres murieron cuando yo tenía 20 años, desde ese día no volví más a mi casa…

Viví casi dos años con mi tía Gladys, la esposa del difunto hermano de mi padre .

Cuando fui de viaje de egresados (me recibí de profesor de enseñanza primaria, maestro) mi novia, me engaño y me quedé en Iguazú, ahí fui maestro de frontera, concejal, soy representante legal y dueño de una escuela privada, asesor de un diario, tengo departamentos y bastante dinero ahorrado, cuando fallecieron mis padres puse en alquiler un taller de carpintería que tenía mi papá y ésta casa…

El inquilino que tenía se fue de improviso, de la inmobiliaria me llamaron, temían que se metieran gente al verla abandonada, me dieron un sobre y las llaves y acá estoy, sentado esperando que se me pase el temblor de todo el cuerpo y poder entrar…

MI CASA.

Para abrir el portón de la calle tuve fuerzas, ahora para abrir la puerta de mi casa, me temblaban las manos, sentía un hormigueo en todo el cuerpo, me dolía el pecho estaba parado en la vereda que va del portón hasta el comienzo de la escalera, con mi valija rodante, me senté en el segundo escalón…

Voy a esperar que se me pase el sofocón…

El inquilino que se fue era embajador, parece que tuvo que volver de urgencia a su país, desde afuera parecía bien cuidada la casa, mi casa es de las llamadas pequeño hotel, con un cerco con rejas, a la izquierda portón corredizo,  para abajo, entrada para el garaje, sótano, el portón de entrada, jardín, vereda y comienza una escalera de unos 10 escalones, por lo tanto la puerta de entrada está como  a 1,50m de altura, por el costado derecho hay otro portón con un pasillo amplio que va al fondo.

Cuando pude al fin recomponerme abrí la hermosa puerta de entrada, estaba todo como lo recordaba, la misma ubicación de los muebles, los mismos muebles, la sala estar, en las que millares de horas practicaba guitarra mirando la calle, tenía hasta la misma araña, la que un día con mi papá   fuimos a buscar a la Boca, de un conventillo que demolían…

El baño de planta baja, la habitación de servicio, que muchas veces usaba, el comedor con la increíble mesa y sillas hechas por mi padre, el desayunador, la cocina…

Había una heladera impresionante como del triple de la que teníamos, el pequeño estudio de mi papá, todo estaba igual, abrí las puertas corredizas, las rejas, que daban al jardín interior,  a la pileta, a la parrilla,  al fondo,  dentro del inmenso quincho, una mesa hecha por mi viejo como de cinco metros con sus bancos, además estaba la puerta que daba a la carpintería de madera de mi papá, que tenía alquilada, todo igual hasta el pasto cortado. Después subí al primer piso, la habitación de mis padres, con su inmensa cama, que  había hecho mi papá, estaba con la ropa, entré a mi habitación, todo igual, con mis banderines  la foto de Susy y yo abrazados (mi ex novia, la que me cagó), tenía mi cama mi cobertor, el que me compró mi mamá cuando tiré el café en el otro, todo limpio, increíblemente limpio, en la otra habitación, en la que mi mamá guardaba sus cosas de costura, con dos camas individuales,  había papeles tirados por el suelo, parece que tuvieron que llevarse cosas apresuradamente…

En el baño, estaban los jabones, champús, toallas, habían sacado la bañadera y puesto un hidro impresionante, como el que pusimos en la casa de Teresa, en Iguazú, para seis, entrabas acostado…

En el segundo piso, parece que no iban mucho, estaban las máquinas de hacer ejercicio bastante sucias, no les gustaba la gimnasia…

Encontré muchas cajas, muchísimas cajas, con todas las cosas de mi antigua vida, cuando me senté en el suelo, en medio de la tierra, a revisar, me encontré con los cuadros de la familia, con los libros de carpintería de mi viejo, los de música de mi madre, los míos de la secundaria, mi ropa en valijas, la de mis padres y todas las chucherías que uno va acumulando con el correr de los años, la heladera nuestra…

Me puse a llorar con desesperación…

El baño también estaba muy sucio…

Subí al altillo, donde jugaba a las escondidas, ese amplio espacio de techo del cual se puede ver varias cuadras, sucio a más no poder, estaba la bañadera de hierro, dada vuelta…

La electricidad y los artefactos funcionaban todos, en el amplio garaje que teníamos encontré una moto, un hermosa moto, estaba con la llave, le di arranque y lo más bien, hasta di unas vueltas por el garaje, en el sótano encontré un bodega, con más de 200 botellas, todas de vinos y champanes exquisitos y como 20 de whisky, muy valiosos.

Sí que tuvieron que salir de urgencia…

RECORRIENDO EL BARRIO.

Con una extensa lista de lo que me hacía falta me llegué hasta un supermercado exprés que estaba a tres cuadras, hablé con el gerente, me hizo la cuenta más o menos pagué con la tarjeta,  quedamos que si salía más vendría a pagar, sino que tenía a mi favor para futura compra, que me lo llevarían cerca de las 18horas…

Después fui a la peluquería de Nacha, ella había sido compañera mía del secundario, cuando yo fui a estudiar de maestro ella siguió peluquería, su propaganda decía corte ambos sexos…

Cuando entré, estaba barriendo.

Nachita, seguís estando muy pero muy fuerte eh!!!...

Me miró y luego de unos segundos…

Tito!... Tito!

Y corrió a mis brazos, la levanté y le di un beso en la trompa, de amigos, es cierto que estaba fuerte, lindo culo, tetas operadas, bien paraditas, su pelo parecía un muestrario de colores, desde amarillo, violeta, rojo y verde, le quedaba hermoso, estaba hecho con gusto…

Después de los abrazos me hizo sentar en el sillón de los clientes y me puso una toalla. Tenés el pelo largo y feo, yo te lo voy a dejar joya y vos me vas a contar todo, entendés, todo…

Y le conté, que Susy me había cagado (por qué tengo que ocultarlo, ma que caballero ni las pelotas), con Gastón, Teté y el negro Chocolate, que estuve de maestro en la frontera, de concejal, que trabajo en un diario, no me casé ni tengo pareja…

Y vos...

Y yo de peluquera, me casé, me divorcié, tengo una hijita de dos años, Linda, que ahora está con mi mamá y dejando pasar el tiempo y qué hacés por acá...

Se fueron los inquilinos y me llamaron de la inmobiliaria…

Se fueron, cuándo se fueron, si el viernes vi a la mujer en el banco…

La verdad no sé cuándo, pero la casa la dejaron bien, decime sabés si alguien hacía la limpieza en casa...

Siii, doña Luisa con la hija, vos no las conocés, vinieron hace tres años, viven al lado de Josefina, te acordás dónde vive...

Josefina la que iba conmigo a baile...

Esa, sigue cuidando a la madre, no le conocemos novio, da clases en la escuela parroquial y te vas a quedar...

La verdad Nachita, no sé qué voy a hacer de mi vida, ni sé dónde voy a cenar hoy…

Boludo vení a cenar a mi casa, es chiquita pero acogedora, ja ja, muy acogedora…

Y por qué no venís vos con tu hijita a cenar a la mía que es inmensa y me siento como el orto ahí adentro…

Ok, llevo un vino…

No, no, vino no, trae un poco de helado…

Qué no tomás, a mí me gusta un traguito con la cena…

No, ya te voy a mostrar cuando vengas…

8,30 vamos, te gusta cómo te quedó.

Me puso un espejo para que me mirara de atrás, genial.

Cuánto te debo...

Andá a cagar, 8,30…

Y fui a lo de Josefina, toqué el timbre, me salió a atender una mujer, preciosa, con rasgos, delicados, anteojos grandes, cuerpo que mucho no se podía apreciar por la ropa holgada que llevaba, no me reconoció.

Señor, qué necesita...

Estoy buscando una compañera de baile.

Me miró extrañada y…

Tito!

Un abrazo y también le di un beso en la trompa de amigos, la di vueltas en el aire, cuando la bajé, me miraba con la cara roja…

Ja ja, Jose, sabés cómo he pensado en vos, cuando bailaba por montones de lugares, hacíamos un conjunto de baile carioca, bailé salsa, qué alegría verte, cómo anda tu madre, me contó Nacha que anda medio embromada…

Vení pasá, vamos a tomar algo…

Esperá, me dijo Nacha que al lado de tu casa vive una señora que hacía la limpieza en la mía, sabés dónde.

Sí, doña Luisa, ahí, por el pasillo, departamento 3.

Esperame un rato, prepará el mate, el té, el café lo que quieras que ya voy.

Toqué la puerta del departamento 3, abrió una mocosa, con  un pantaloncito todo roto, se le veía la bombacha, el pelo como Nacha pero parecía pájaro loco, una camiseta que se le veían las tetas del costado, de arriba, de abajo.

Mierda, creí que era mi vieja dijo, esperá…

Se metió y volvió con una salida de baño puesta, se le veía la cabeza únicamente…

Decime guapo, qué estás vendiendo...

Nada linda, ando buscando a doña Luisa…

Es mi mamá, para qué la buscás…

Me dijeron que ella limpia la casa de acá a la vuelta…

La grande esa, la del embajador...

Si, esa…

Y qué querés, no nos toca ir hasta el viernes…

Yo quiero si puede ir mañana bien temprano…

Mañana es martes no...

Si…

A qué hora llamás bien temprano.

A las ocho está bien...

Ok, vamos las dos...

Sí, y si podés conseguir dos o tres más mejor…

Mierda qué van a hacer una fiesta...

Y quién sos vos...

El dueño de la casa, los otros eran inquilinos…

Bueno ahí estaremos man!…

Y fui a tomar mate con Josefina, la madre estaba sentada en una silla mecedora, no reconoce, se la pasa todo el día mirando la ventana, me contó que cobra la pensión del padre, la jubilación de la madre y unas horas como maestra de música (toca el piano) y de computación en el parroquial, con eso me alcanza para vivir sin demasiados sobresaltos, que baile lo dejó al año de irme yo, por la muerte de su padre y la enfermedad de su madre, pero practica mucho, para sacarme la mufa dijo, que no tuvo novio, que todavía es virgen (no me lo dijo así, yo lo saqué al decirme que nunca tuvo novio)…

La invité a cenar el martes…

Me dijo que tiene que ser muy tarde si querés…

A qué hora es tarde para vos.

A las once, cuando le hace efecto la pastilla a mi madre, yo vuelvo del parroquial a las nueve, le doy de cenar y la acuesto…

Querés que te venga a buscar, es muy tarde esa hora para que andes sola por la calle…

Vendrías...

Si Jose, a las once estoy acá, ni voy a tocar el timbre, vos salí y un caballero te va a estar esperando, me voy que vienen del súper, hasta mañana Jose.

Y le di otro beso en la trompa (la abracé y me clavó las tetas en el pecho, nada de amigos ya)…

PRIMERA CENA.

Justo a las 18 llegaron los del súper, traían todo lo que les pedí, me acordé cuando hacía la lista para el comedor de la escuela, está bien que no es la misma mercadería, no…

Guardé todo, saqué carne y papas, hoy el menú será carne al horno con papas, espero les guste…

Bajé a la bodega y traje dos botellas de vino y dos de champagne…

Como el más experto de los chef, preparé todo, la comida, la bebida, el mantel, la vajilla, habían dejado todo, las luces, la música…

A las 845, tocaron el timbre, Nacha con una hermosura de nena de la mano, bajé a abrirles.

Sabés Nacha y si invitamos a tu mamá también…

Ja ja, no, ella se fue al bingo con las amigas, dejala disfrutar de una noche sin los plomos de la nieta y la hija, tomá trajimos bombones helados y después me vas a contar por qué no quisiste que traiga vino…

Ja ja, hola Linda, le tendí los brazos y alcé a upa a la nena, vengan.

Y las llevé directamente a la bodega.

Mirá lo que me dejó el que se fue…

Mierda Ruttini, vos sabés lo vale una botella de éstas...

Hoy vamos a probar dos y si hace falta buscamos más…

Las llevé a la cocina, Nacha miraba todo.

Una sola vez vine a tu casa, cuando preparamos un final de física, que vos te ofreciste a ayudarme, por qué no me invitaste más...

Vos te pusiste de novia con Echegoyen y me rompiste el corazón…

En serio boludo, yo nunca me enteré que te gustaba…

Y no me dejaste ni siquiera arrimarme, después de ese examen ni bola me diste…

Ja ja, sabés lo que me dijo Echegoyen cómo vos le decís, que habías dicho que yo era poca cosa para vos, que era una burra y que no quisiste cogerme cuando vine a tu casa, por eso no te di más bola…

Y nunca se te ocurrió preguntarme...

La verdad con Javier la pasaba bomba, es el padre de Linda, no conocí otra pija más que la de él, me separé hace seis meses, hoy es la primera salida, así que ojo con lo que insinúas, eh!, que ando medio alzada…

Dejate de joder Nacha que está tu hija…

Ella después de comer se duerme, tenés una cama para ella no...

Nacha, no me hagas calentar al pedo, eh!...

Y te digo más, hace como un año que no cojo, espero no te asustes pero te voy a dejar seco ja ja qué hiciste de comer, que huele tan rico...

Chicas a sentarse que el cocinero va a servirles, carne al horno con papas…

Nos tomamos una botella de vino, media de champagne, Linda al rato de comer se empezó a quedar dormida (dónde hago que se acueste pensé)  la llevamos a la cama de mis viejos, por ahora  me da cosa…

Y nosotros nos fuimos a mi habitación, Nacha es un volcán, cuando nos desnudamos, nos empezamos a besar desesperadamente, cuando me vio desnudo…

Mamá! no haber sabido lo que tenías acá antes.

Hicimos un 69 casi de media hora, ella acabó dos veces, me inundó la cara con sus flujos, yo aguanté un poco hasta ponerme encima de ella, muy despacio se la fui metiendo.

Oh, oh, guacho me haces acabar otra vez, seguí, seguí.

Y al ratito de bombear acabamos los dos, casi ni descansó, me la volvió a chupar hasta que se me puso dura…

Haceme el orto papi, haceme el orto papi.

La delicadeza nunca fue su fuerte y si ella lo pide, la puse en cuatro y con una crema que encontré en el baño, fui preparándola, se la metí hasta la mitad de entrada…

Qué hijo de puta, me rompiste el culo, qué hijo de mil, seguí, seguí, más fuerte boludo, más fuerte puto…

Y yo le daba con todas mis fuerzas y mis ganas, le pegaba cachetazos en las nalgas…

Siiii, así, mi macho, voy a ser tu puta, hacémelo, hacémelo…

Y volvimos a acabar, nos quedamos dormidos como a las tres de la mañana, había puesto la alarma a las siete, cuando sonó, no podía ubicarme, no encontraba nada conocido, hasta que Nacha, me dice…

Querés una mamada mi macho, que yo estoy destruida, tengo la concha y el culo en carne viva…

Y me hizo nomás una mamada, se tragó todo y se fue a bañar, salió vestida, levantó a su hija en brazos y se fue, dijo que desayunaba con la abuela, que la llamara, que tenemos mucho que practicar…

Me hice un café y me puse tranquilo a desayunar y vi el sobre marrón que me había dado el de la inmobiliaria, lo busqué, lo abrí y había adentro una carta lacrada…

LA CARTA.

Estimado señor Roberto Mendoza, si está leyendo esta carta es por qué hemos tenido que viajar en forma urgente, la que le escribe es Úrsula Wesmuler, la señora del embajador Vladímir Petroff, hemos pasado  años inolvidables en su casa…

Me he tomado el atrevimiento de cambiar su vieja bañadera, (está  en el altillo), espero no le cause molestias, por un gran hidromasaje, nos gusta mucho estar en el agua, mi marido es embajador en … un país con poca estabilidad política, así que si llegó a sus manos esta carta es que estamos en problemas, agradezco su gentileza de dejarnos amoblada  su casa, era justo lo que necesitábamos, creo que no volveremos más, así que le dejo los papeles de la moto, están en la caja fuerte detrás del cuadro de Picasso, (perdón otra vez), la combinación es…

Le dejo paga la seguridad hasta fin de año, las cámaras se controlan desde … se pueden ver los monitores en todas las habitaciones, hasta hay en el segundo piso y en el altillo, pero ahí no subíamos casi nunca y la clave es … hay una segunda clave que va a aparecer. Por último y como regalo por las molestias ocasionadas le dejamos nuestra bodega, tómela con cariño, no hay nada mejor que un buen vino para alegrar la vida…

PD Si llega a venir alguien de la embajada, en forma amenazadora, muéstreles ésta carta, no hemos dejado ninguna documentación, nos llevamos todos los expedientes, muchas gracias…

Úrsula Wesmuler…. Firma…

LIMPIEZA PRIMER DÍA.

Y me puse a jugar con las cámaras, en media hora aprendí el manejo, no resultó difícil, controlaba desde el estudio toda la casa, cámaras por todos lados, hasta para la pileta…

Faltó que pusieran en el baño, nooo, con una segunda clave tenía acceso al baño principal, al del hidro…

La cámara de entrada o salida, tenía un especie de escáner, se podía ver si alguien entraba con metales, o salía…

8,15 tocaron el timbre yo las veía, dos chicas y dos señoras…

Sabía que eran las que venían a limpiar, pero utilicé el portero eléctrico.

Quién es.

Doña Luisa, clave…

Abrí el portón, pasaron, se volvió a cerrar el portón, anda fenómeno pensé…

Mi mamá Luisa, ésta es mi prima Lumila, mi tía Rosa y yo soy Yésica…

Las llevé al ático, al altillo, al segundo piso…

Chicas lo que tienen que hacer es limpiar bien todo esto, que el altillo sirva para que duerma alguien, que quede impecable y este piso (el segundo) que las máquinas brillen, les compré todo tipo de limpiadores, cuando terminen con el salón, quiero desempacar todas esas cajas y acomodarlas, voy a traer unos muebles…

Y las dejé, Lumila tendría un año o dos más que Yésica, también con buenas tetas y un culito bien paradito y doña Rosa, con uno o dos años más que Luisa, las dos con mucho culo y mucha teta, con algunos kilos de más, no muchos, les quedaba justo, para mi gusto…

Di la vuelta y fui a la carpintería, me encontré que el inquilino era Camilo Fuentes, 60 años, un señor que solía trabajar con mi padre, un oficial carpintero especializado en asuntos de muebles, cuando me reconoció, me apretujó, me besaba, no sabía cómo hacer para mostrar su contento, yo también lo apreciaba mucho, en especial a la señora, Camila, 42 años, que siempre me mandaba empanadas cuando yo estaba todo el día en la carpintería…

No ha cambiado casi nada, algunas máquinas son más modernas pero está todo igual, como lo hice montar en la carpintería de la comunidad “El Remanso” en Iguazú…

Le compré dos armarios, un modular, una mesa y seis sillas.

Me dijo, esperá que te los llevamos y tomá, ésta llave abre de tu lado únicamente, la teníamos siempre por algún accidente, de acá para tu casa no se puede pasar pero de tu casa para acá sí, así que andá da la vuelta y abrinos que te llevamos todo…

Y así lo hice, lo pusieron en el segundo piso…

Le pregunté por su hija Sonia.

Ella fue al banco y se iba para casa, está estudiando de contadora, le faltan dos años, mañana pasá y conversan, tomá, acá tenés los teléfonos, ese de la derecha es su celular…

Al mediodía preparé churrascos con papas fritas, vino del bueno, gaseosas, por el intercomunicador…

Chicas, lávense un poco y bajen a almorzar.

Se quedaron sorprendidas, yo las veía por las cámaras, al rato bajaron, las hice sentar y les serví, nadie tomaba gaseosa, nos tomamos dos botellas de vino, Luisa me contó que el embajador, le había dado un código para ingresar, si yo lo decía pasaba, si decía otro era que había peligro, nos dejaba pasar igual pero la puerta del frente no se abría…

Así lo teníamos arreglado y nunca vino nadie más que mi hija y yo…

Bueno mi prima y yo vinimos, pero se lo cuento en otro momento, ahora tenemos que trabaja.

Y me guiñó un ojo sin que la madre la viera Yésica, me señaló una tarjeta que dejó, con un número y llamame…

Se fueron como a las seis de la tarde Yési cuando se iba me hizo señas de que la llame, yo moví la cabeza afirmando…

Segunda cena.

Me acosté a dormir hasta las nueve, después preparé todo para volver a hacer carne al horno con papas, mucho menú no tengo no.

Media hora antes de las once, bajé la garaje y agarré la moto, los cascos que tenía eran de última generación, valdrían una fortuna, a los papeles de la moto que estaban en la caja fuerte, había que ponerle mi nombre y listo…

Me acordé de Juancito, el hijo de Teresa, que tenía de pareja un escribano y legalizaba todo…

Salí a dar una vuelta, también tenía corta corriente y buscador, con apretar un botoncito al kilómetro se paraba la moto…

Varias vueltas recorriendo el barrio, la canchita dónde jugábamos a la pelota no está más, hay casas, el bar dónde estudiábamos en la secundaria es una hamburguesería, el cine es un supermercado.

A las once en punto estaba en la puerta de Josefina, ella bajó, con un pantalón vaquero ajustado, una camisa anudada en la cintura, sus anteojos grandes y su sonrisa cautivadora, cuando vio la moto, noté que mucho no le gustó pero no había otra cosa…

Le di el casco y se subió, me agarró tímidamente, yo aceleré muy poco y se aferró más, sentí los pezones en mi espalda…

(ya los tiene así, o está caliente pensé)

Cuando le hablé se sobresaltó, le estaba hablando al oído por los cascos.

Querés ir a dar una vuelta o a cenar directamente...

Dudó, vamos a dar un vuelta, hace tanto que no salgo a ningún lado…

Y fuimos al centro, dimos vueltas por las plazas del cabildo y de la casa de gobierno, cuando el portón corredizo de casa se abría eran cerca de las doce de la noche…

La comida estaba medio fría, le faltaba un poco, puse otra vez el horno y nos sentamos a tomar un vino…

Jose, te puedo hacer una pregunta delicada...

Ja ja, Tito, cuándo tuviste vergüenza de preguntarme algo, lo que recuerdo de nosotros era que no teníamos secretos.

Sí, pero de acuerdo a cómo lo pregunte va a sonar mal…

Qué me querés preguntar...

Te podés quedar a dormir esta noche...

Tito, soy virgen y no me parece muy correcto que la primera cita, la primera vez después de 13 años, lo haga…

No Jose, no quiero que pienses que lo digo por ese lado, lo digo, porque si vos te quedás yo puedo tomar vino, que es lo más me gusta y hablar hasta los codos, para dormir acá hay como seis camas…

Ah, era por eso y mañana a las 7,30 me llevás…

Siiii,.

Bueno acepto, total mi madre se despierta como a las 10…

Y cenamos, tomamos vino, comimos postre, toqué la guitarra, bailamos salsa, folclore y nos fuimos a dormir, ella en la cama de mis padres y yo en la mía…

Como a la hora de estar en mi cama, abre la puerta.

Tito, dejame dormir con vos, pero te lo pido por favor, no me cojas…

Vení Jose.

La acomodé bien en cucharita, le puse el miembro en la canaleta del culo y le agarré las tetas, la apreté un poco…

Dormí Jose…

Me costó pero me dormí, a las siete sonó la alarma de mi celu, ella se despertó, se dio vuelta me sonrió, me dio un beso, gracias y se levantó, no quiso desayunar, yo me puse un jogging una remera, unas sandalias y la llevé.

Sigue la limpieza.

Preparé el desayuno para las chicas que venían a limpiar, llegaron puntuales, clave, clave, adentro, desayunamos los cinco juntos, después ellas se fueron a hacer su trabajo, les pedí que pintaran los muebles nuevos, yo a dormir…

Al mediodía las invité con milanesas y ensalada, vino del bueno, me dijeron que la limpieza estaba terminada, que tocaba abrir las cajas…

Después de comer subimos y la orden fue, mi ropa la llevan a mi dormitorio, a mi ropero, la de mis padres al de ellos y el resto lo acomodan en los muebles que trajimos…

La idea es que quede preparado para poder comer o desayunar acá, sin necesidad de ir a planta baja a buscar nada…

Me fui a la oficina de planta baja, desde dónde podía controlar todo, vi como Yésica acomodaba mi ropa en mi placar,  la olía y miraba a la cámara y me hacía gestos de llamame con la mano, Rosa y Luisa acomodaron los placar de mis padres, Lumila juntó todos los papeles tirados en la habitación de huéspedes, me los trajo a la oficina…

Se fueron a las 18, su trabajo había terminado, quedamos que Luisa y Yésica vendrían los viernes a las 10 de la mañana…

La vecinita de al lado. Tercera cena.

Hola, Sonia soy Tito, tu papá me dijo que te llamara a este teléfono, no querés venir a casa a tomar un café...

Tito, si, ya voy abrime la puerta del fondo.

Dale…

Cuando la vi, que hermosa chica, 22 o 23 años, cuerpo perfecto, pelo negro largo, ojos grises, sonrisa parecida a la de Josefina.

Hola Tito.

Y me abrazó, y besó, sentí sus pechos clavados en mí, fuimos a la cocina y tomamos café, le conté de mi vida, que no me casé ni tengo a nadie (nunca está de más aclarar ese tema), ella me dijo que ha tenido un montón de novios, que le faltan algunas materias para recibirse y que me gustaría que pasemos toda la tarde y noche en la cama (así me lo dijo).

No esperé nada, me acerqué y la besé con pasión, abrí un poco su camisa y mordí sus pechos por sobre el corpiño.

Llevame a la cama.

Fuimos a la habitación de planta baja, nos desnudamos, hicimos un 69 y por todos lados, no dejamos de practicar nada, quedamos destruidos, recién entrada la noche me levanté para preparar la cena, después de cenar fuimos a mi habitación, la cama es un poco más grande, tuvimos sexo como dos horas, a la mañana me despertó con una mamada…

Se bañó, un cafecito y me dijo…

Te dejo la llave puesta de la puerta que da a la carpintería y se fue…

No quedamos en nada…

Mala o buena noticia?

Hola Tito…

Si, quién habla...

Soy Pantera, me debés algo más que unas cervezas…

Por qué, qué hiciste Pantera...

Lo boleteamos al Ernesto, el hijo de puta nos quiso entregar a la “yuta”, como que éramos narcos,  ellos son los que trafican, encima se vino a hacer el malo, sacó un “fierro” y me apuntó, el tarta le dio un batazo en la cabeza que lo dejó seco, te llamé para avisarte, sé que la noticia te va a gustar…

Pante, te dejo pago dos lechones en el súper, retiralo con el número 2311 a nombre de Jacinto, ta…

Genial Tito…

Cuarta cena.

Llamé a Yésica.

Soy Tito, para qué querías que te llamara...

Te quiero contar de tus inquilinos, cuándo nos podemos ver ...

Qué tenés que hacer ahora, te invito a almorzar en alguna parrilla…

Podemos ir con mi prima también, ella está en lo que hay que contar…

Bueno dale, si suben las dos en la moto…

Las pasé a buscar por su casa, mamá, qué mocosas, son llamativas por dónde las mires, con un shorcito cada una, de esos todos rotos, con los bolsillos para adelante, se le meten en el culo, unas remeritas, atrás mío se subió Lumila, me clavó las tetas en la espalda y salimos para el oeste, (primero a cumplir con Pantera, pensé)…

Cuando llegamos al súper, hice que Lumila vaya y deje pago los dos lechones, con las indicaciones  que le había dicho a Pantera, y después nos fuimos a una parrilla por la colectora, de la autopista que va para el oeste, almorzamos como hasta las tres de la tarde…

Algo me comentaron de mis inquilinos pero no querían hablar dónde nos pudieran oír…

Y si vamos a casa a dormir la siesta, qué les parece.

Siiii, genial, dijeron las dos…

Y en la cama de mamá, los tres en bolas, yo en el medio, las chicas ningún problema en encarar mi miembro, lo chupaban por turnos, yo con mis manos acariciaba, dedeaba a cada una, cuando me hicieron acabar ellas ya iban por el segundo, a Yésica le cuesta más, en cambio Lumila es multiorgásmica, cuando estaba sobre una, la otra la besaba, le mordía las tetas, se apoyaba en mi espalda, al hacerlas dar vuelta, una me agarraba el miembro y le apuntaba al culo de la otra…

Nos pasamos como tres horas teniendo sexo…

El Vlady me hacía mostrarle las tetas, yo venía a limpiar con mi mamá y mientras ella limpiaba en un lado, yo le mostraba las tetas por .… pesos, contaba Yésica, a veces la señora Úrsula me hacía venir con mi prima, en ésta cama, nos pegábamos una fiesta entre las dos y la señora miraba, después nos daba …. pesos, nunca el Vlady quiso que se la chupe y la señora nunca nos tocó, yo le hubiera pedido más guita y le hacía los dibujos que quisiera…

Para cenar pedí unas pizzas, estuvimos bailando, se fueron como a la medianoche…

El viernes Yésica y doña Luisa vinieron a las 10, limpiaron hasta las hasta las 14 y se fueron, hasta el otro viernes…

Fui al aeroparque y tomé un vuelo para Iguazú, iba a pasar el fin de semana con mi gente….

Continuará…