Siendo manoseada en el Andén

Procuró que mis experiencias sean buscadas por mi, pero no siempre lo logro, será la causa que al final sean tan satisfactorias. Esta nueva experiencia me ocurrió hace algo más de un año, la recuerdo bastante bien, por que fue la noche en la que fuimos a celebrar la despedida de soltera de Andrea.

Siendo manoseada en el Andén

Me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis dicho escribiéndomelo. Agradezco de corazón que os haya gustado y que os haya sido tan placentero. Con mucho gusto os relataré todas mis experiencias que he mantenido en público.

Os he admitir que siempre me digo a mi misma, esta es la ultima pero es como el tabaco siempre quieres probar una ultima cala, eso me ocurre a mi con el morbo que siento. Necesito esa sensación, ese momento, es difícil detallarlo y aun menos explicarlo lo que siento, pero creo que es ya parte de mi vida.

Siento mucho que mi forma de relatar a muchos les haya molestado, confundido, hasta extrañado e incluso les deje haya dejado con la duda respecto a mi persona. Pero sinceramente quien tiene que saber quien soy en realidad, sería yo misma. De mi ha opinado, un chico lector lo cual me ha gustado muchísimo (algún día se lo agradeceré muy gustosamente), que por mi redacción pongo en evidencia que soy una hembra hambrienta de deseo y satisfacción (no lo sabes tu bien).

Como he comentado más de una vez, siento mucho que los chicos de mi misma ciudad no podáis probar mis gustos, aun más algunas fantasías conmigo, pero prefiero que sean chicos de fuera de mi provincia para evitar malos rollos (no se si me entendéis, además aquellos que sabéis quien soy, pues ya ha probado mi pecado, os agradecería que en la calle no me digáis nada, por fa).

De mi sabéis como soy, pero no por pesada os lo volveré a decir siempre hay algún despistado que me lo pregunta, soy una chica ardiente del sur de Andalucía, de 21 años, bisexual, morena. Soy una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, una pecadora de las borracheras, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo.

Procuró que mis experiencias sean buscadas por mi, pero no siempre lo logro, será la causa que al final sean tan satisfactorias. Esta nueva experiencia me ocurrió hace algo más de un año, la recuerdo bastante bien, por que fue la noche en la que fuimos a celebrar la despedida de soltera de Andrea.

Durante ese día, no pensaba en otra cosa, que haríamos esa noche, como lo pasaríamos. Una vez que llegue a casa me puse a buscar en el armario que ponerme (aunque falda ya tenía, pues me compre una para la ocasión), la falda era tableada negra muy cortita, una blusa roja de satén (provocativa), medias de ligas, un sujetador blanco de encajes sin tirantas, unas braguitas a juego, y una chaqueta para quitarme el frió de la noche.

Estaba súper nerviosa, nada más llegar la noche, fuimos a cenar al restaurante italiano San Marcos, donde la velada prometía bastante. Más tarde nos fuimos en un microbús (alquilado), a una sala de stripper llamada Cariban boys (especialista en despedidas de soltera), en Dos Hermanas, un pueblo de Sevilla. Donde la fiesta comenzó a desmadrarse. A lo largo de la noche, comencé a beber más de la cuenta, poniéndome en evidencia, lo peor fue que la puse a ella, además de colocarla en más de un atolladero.

Por debajo de la mesa empecé a acariciar sus piernas, en busca de pubis, que note que se encontraba tan húmedo como el mío. Me levante par ir en busca de un chico, que la pusiera a mil, indicándole donde y como debía de tocarle (me costo una buena propina), la visión de mi amiga con ese pulpo encima me puso aun mas caliente de lo que estaba, el chico estaba bastante bueno, Andrea trataba de quitárselo de encima hasta que lo consiguió. Imaginaros lo bien que me lo estaba pasando, que hasta cogí a un boy para mi sola, nos fuimos fuera, a su coche a pasar el rato, pero el chico al final no cumplió tanto. Mas atento que debía de actuar sino lo echarían, hasta se puso moralista, eludiendo que clientes y personal no debía de mezclar trabajo con placer (una tontería creo yo, pues ellos trabajan proporcionando placer).

Bueno la cuestión, es que la embriaguez me toco bastante, de regreso a la sala, solamente quedaba Andrea pues las chicas se habían marchado, encima en el microbús. Por lo que nos fuimos a la estación a coger un cercanía de regreso a casa, estábamos bastante tranquilas por que su padre (menos mal que era el suyo), en teoría era quien nos iba a venir a recoger a la estación.

Durante el trayecto, no dejaba de comentarme que se encontraba bastante molesta con mi actitud. Esa noche esperaba de mi lo mejor que una amiga debe de darle y siendo su mejor amiga mi comportamiento era desaprobadle. Daba mas la sensación que era una salida, que la amiga que se alegraba de su compromiso, entre balbuceo le comentaba que por una parte me dolía bastante, que al casarse se separar aria de mi. Que sentía un poco de envidia, hacia ella aunque eso si sana, pues mis relaciones nunca han funcionado y la suya si (con un chico maravilloso).

Le pedí disculpa por mi actitud, dándonos un abrazo, me agarre junto a ella, en su regazo, me decía que no me preocupaba, que las cosas no iban a cambiar. No recuerdo bien en que momento, le comente lo bueno que estaba su chico, aunque ella ya sabe mi admiración hacia José, comentándole que merecía darle un buen revolcón, estuve fuera de lugar, y que no debería habérselo dicho, pues note algo de recelo en ella, una pizca de celos. Pero sujetándome con una mano por mi mejilla, me dio un beso en los labios.

Una vez llegamos a la estación bien entrada la mañana, no recuerdo la hora exacta, pero creo que serian sobre las 5.00 de la mañana. Bajamos del vagón, buscando un banco donde sentarnos, y un teléfono pues el móvil se había quedado sin batería. Caminamos hacia el fondo, cerca de los servicios, pues comencé a sentirme mareada empezando a vomitar. Me ayudo a sentarme sobre un banco metálico que había, aunque mi cuerpo se resbalaba por el, y en mi cabeza daba todo vuelta. Notaba el frió del banco sobre mi piel, me daba la sensación que mi falda se habría subido y habría dejado mis muslos mas al descubierto.

Andrea me comento que aguantara un poco pues se iba a acercar a una cabina, mientras que yo esperaba. Entre cerré los ojos, para aliviar mi mareo, cuando note una presencia a mi alrededor, al principio creía que ella, no se había marchado todavía. Sentí que sentó junto a mi, mi vista ennublecida hacia que apenas pudiera ver, pero me dio la sensación que esa persona debía ser un hombre, por su vestimenta de traje y corbata. Comenzó a hablarme, a preguntarme cosas que apenas podía ni recordar, aunque por mi boca apenas podía emitir palabra alguna, pues eran balbuceos.

Sentado junto a mí, note como su pierna comenzó a pegarse junto a la mía, chocando una y otra vez contra mi muslo. Paso su brazo alrededor de mis hombros, deje caer mi cabeza sobre su cuerpo, notando como en verdad no se trataba de mi amiga. Esta persona extraña comenzó a ascender su mano por mi cuello, acariciándome hacia arriba, recorriendo mi rostro con sus dedos hacia mi boca, tocando y frotando mis labios e intruso introdujo varios de sus dedos dentro. Para segundos después sacarlos, comenzando a descender por encima de mi blusa, tocando mis pechos hasta el final de esta. Me sujeto por el elástico, comenzando a subirla hacia arriba hasta dejarla por debajo de mi cuello.

Dejando mi sujetador blanco a la vista de sus ojos, que no me duro mucho la verdad pues sentí como poso su mano sobre el tirando también hacia abajo, hasta saltar mis pechos fuera. Una de sus manos rápidamente, comenzó a estrujarlos entre sus dedos, no perdía el tiempo, quise gritar al sentirme como estaba siendo manoseada hasta sentí un poco vejada, pero mis sonidos, sonaban como si estuviera amordazada (sentía la lengua áspera).

Su otra mano comenzó a descenderla, en dirección a mi entre pierna, a mi pubis, tocándome por encima de mis braguitas, tubo que notar lo mojada que me encontraba. Note que se acerco a mi rostro, pero sería el olor que desprendía mi boca o los restos de excremento que había en el suelo (de haber vomitado), la causa de haber desistido a besarme (yo tampoco lo hubiera echo). Su mano que estrujaba mi pecho, sujeto de nuevo mi sujetador, tirando aun mas de el, hasta dejarlo sobre mi hombrigo.

Aprovechando este para pellizcarme mis pezones con más libertad, intentaba reponerme una y otra vez, pero sin éxito. Mi cuerpo resbalaba sobre el respaldar del banco, mientras que sentía como con una de sus manos no dejaba de masajearme los pechos, la otra no dejaba de acariciar mis muslos. Comencé a notar, como comenzó a recorrer desde mis rodillas hasta mi pubis, notaba como se introducía por la parte interna de mis muslos. Mi embriaguez difícilmente podría ocultarla, por lo que mi disposición a sus manoseos era total (humillada, como en mis sueños).

Sentía una y otra vez como pasaba sus dedos, como recorría mi húmeda rajita sobre mis labios vaginales, parándose en mi vulva frotándola. Lleve mis manos hacia mi entre pierna, pero por mas que empujaba su mano para que dejara de manosearme, sus fuerzas eran mayores a las mías, se que me habían abandonado hace tiempo (pensaba donde coño, habría ido Andrea a llamar).

Note como su mano, bajaba hacia mis braguitas, pero en vez de introducirla en su interior, comenzó a abrirme las piernas como podía. Agarro mi falda por el borde, subiéndola hacia arriba hasta dejarla enganchada en mi cintura con el elástico de esta. Ahora comenzó a descender hasta introducirla por dentro de mis braguitas, comenzando a pasarme sus dedos por mi vulva muy suavemente, se deslizaban hacia mi vagina frotándola con sus yemas, notaba como volvía a ascender para tocar muy intensamente sobre mi monte de venus. Intente echar mi cuerpo, hacia delante e intentar cerrar mis piernas, pero no tuve éxito, pues me introdujo un dedo dentro de mi vagina que me hizo ponerme mas rígida.

Mi cuerpo comenzó a abandonarme, pues mis pezones ya duros y mi vagina comenzando a disfrutar, tuve que entregarme. Sentía una y otra vez como una sensación muy placentera recorrer mi cuerpo. Por debajo de mi falda, dentro de mis braguitas, sentía su mano, como sus dedos frotaban mi vagina, como introducía un dedo dentro de mi vagina. Como notaba como me entraba y salía, mientras que otro frotaba mi vulva. Comenzó a separar mis labios vaginales, provocándome una sensación muy placentera logrando mi primera sensación placentera, un orgasmo que aunque intentaba que no me viniera, no pude remedirlo.

Saco su mano de mis braguitas, note como se giro, como si estuviera observando, estaría estudiando el perímetro o a caso habría alguien mirándonos, pero se volvió a girarse. Note su respiración sobre mi pecho, pasando mas tarde a notar su húmeda lengua recorrer mis mamas, succionándolas y recorrer mi aureola hasta llegar al pezón, he de admitir que al igual que el yo estaba disfrutando. Mis pechos, primero uno tarde el otro, estaba siendo ultrajados por un extraño, que al igual como si fuera un niño comenzó a pellizcarme los pezones, a aplastármelo con su dedo empujándolo hacia dentro.

De nuevo note, como esta vez se levanto, ignoraba sus intenciones, sentí sus manos sobre mis muslos (estaba agachado frente a mí), comenzó a recorrer mis muslos hacia arriba hasta llegar a la cintura, sujeto mis braguitas, tirando de ellas fuertemente hacia abajo recorriendo mis piernas hasta sacarla por los pies. Volvió a sentarse, comenzando de nuevo a frotar mi vagina, mostraba ahora mas libertad pues empezó a frotarme con la palma de la mano, con toda amplitud. Masturbaba mi vagina, se detenía para con varios dedos frotar mi vulva y recorrer los labios vaginales, note de nuevo el preludio de un nuevo orgasmo, dejándome aun más exhausta de lo que estaba.

Comencé a mover inconcientemente mis piernas, por la excitación. Pero me sentía tan excitada, que de nuevo note como introducía sus manos acariciarme toda mi entre pierna. Estaba chorreante, sentí como mis propios jugos recorría mis muslos. No sabía que experiencia debía de tener, pero me frotaba muy bien con sus dedos. Sentí en ese momento como mis pechos se encontraban libres, eso significaba que sus dos manos estarían cerca de mi pubis.

Exactamente, note como una mano la poso sobre mi muslo a la altura de mi ingle, comenzando a masajearme, sentí como los dedos de su mano izquierda comenzó a separar mis labios vaginales, los dedos de su mano derecha (el dedo gordo para ser exacto), comenzaba a frotar mi clítoris suavemente al principio para introducirlo con delicadeza. Sería por el gusto que me estaba proporcionando o no se por que, comencé a abrir mis muslo, facilitándole su masturbación en mi.

No se cuantos orgasmos tuve, pero mientras este extraño personaje me frotaba comencé a sentirlo de nuevo, no quería que se detuviera en ese momento, por lo que como inercia coloque mi mano sobre la suya, sujetándola fuertemente, este noto lo que de nuevo me iba a ocurrir por lo que sentí como comenzó a acelerar sus metidas y salidas, sintiendo como una avalancha de placer y un latigazo sintiéndola desde la misma medula, recorría mi cuerpo, mi cuerpo a punto de desmayarse pero sin perder el conocimiento.

Lo peor venia por venir, en vez de dejarme en ese estado casi de letargo. Note como se incorporo, agachándose ante mí, coloco ambas manos sobre mis muslos a modo de tenerme bien abierta de piernas, para ir introduciéndome su cabeza entre mis piernas. Me quede un poco desconcertada pues no esperaba que ocurriera esto, comencé a notar una oleada de placer de nuevo, pero diferente al anterior, empecé a sentir placeres ocultos hasta ese momento, hasta el punto que comencé a gemir bien alto (este me mandaba a callar, mas de una vez).

Su lengua húmeda y caliente, recorría mis labios vaginales, me los succionaba con sus labios, mientras me mordía mis labios, hasta me tuve que agarrar al respaldar del banco (daba la sensación que estaba clavada a el, en brazos en cruz). Su lengua comenzó a recorrer mi vagina, con movimientos de arriba hacia abajo, frotaba mi vulva e incluso se introdujo mi botoncito de lujuria, succionándomelo una y otra vez, no se cansada de proporcionarme tanto placer y yo menos de recibirlos (me dio en cierta pena, que el se quedara tan caliente), no solo notaba su lengua como me saboreaba de izquierda a derecha en círculos, sino me dos de sus dedos eso si con mucha delicadeza y suavidad, produciéndome varios orgasmos seguidos.

Cuando notaba como mi cuerpo se convulsionaba por los orgasmos que notaba estaba encharcada en mi propio jugo. Escuche de lejos unos gritos, este maravilloso extraño se detuvo (maldiciendo el momento), se levanto y echo a correr, no se ni me importa a donde se dirigió pues me había dejado de lo mas satisfecha. Apareció mi amiga, al principio se disculpo por la tardanza, extrañada me pregunto que había ocurrido, mientras yo aun seguía jadeando (pensaba que cacho de cabrona, pues creo que seguramente lo habría echo a posta, por que no muy lejos de donde yo me encontraba, se divisaba una cabina).

Me ayudo a incorporarme, nos dirigimos hacia los servicios, dándonos cuenta al no encontrarla que se había llevado mis braguitas (seguramente como trofeo), en los aseos me asee debidamente, me enjuague en un bidet que había en un cuartillo de mantenimiento (seguramente de las mujeres de la limpieza), una vez finalice salimos en dirección a la calle, no antes nos tomamos un café para despertarme.

Sinceramente creo que Andrea permitió que me ocurriera, en cierta parte seguramente me lo mereciera, era su forma de castigarme por mi comportamiento. Mas tarde ya en su casa, mas despierta sin tener borrachera, me contó con todo detalles lo que aquel extraño me hizo, lleno mis lagunas, al final y todo se lo tuve que agradecer (lo que es la vida).

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com