Siendo bien hombre, igual tuve que hacer de mujer

Tenía que elegir, poder estar en un buen lugar, pero haciendo de mujer para tres hombres, o un pabellon con otros 20 presos. [ CORREGIDO ]

SIENDO BIEN HOMBRE, IGUAL TUVE QUE HACER DE MUJER

TENIA QUE ELEGIR, PODER ESTAR EN UN BUEN LUGAR, PERO HACIENDO DE MUJER PARA TRES PRESOS O, UN PABELLON COMUN CON 20 PRESOS Y SIN NINGUNA GARANTIA DE QUE NO ME PASARA NADA

Espere el juicio oral en libertad pero al final llego el día, un lunes en pleno verano, a las 15 horas escuche la sentencia sabiendo de antemano como seria, 4 años en la cárcel, yo tenía 25 años así que saldría en libertad con 29 años.

Mi vida era una vida bastante común, vivía solo ya que hacia muchos años me había distanciado de mis padres y de mi única hermana, casada ella, por diferencias familiares de esas que nunca faltan en toda familia, pero que a veces son irreconciliables, me faltaban pocas materias para recibirme de arquitecto y no es que estaba atrasado porque no me gustaba el estudio, sino que tenia que trabajar duro para poder costeármelos, eso si, no le tenia miedo al trabajo, al contrario, en el estudio donde trabajaba no solo que no faltaba nunca sino que me decían que parara un poco ya que no me importaba las cantidades de horas que me quedaba haciendo planos y cálculos, incluso hasta altas horas de la noche cuando ya todos se habían retirado. Hacia una vida sana pero nada de gimnasio ni cosas por el estilo, mi cuerpo se mantenía en muy buen estado, en mis tiempos libres salía con amigos a tomar algo a bailar por las noches, en fin como todo soltero sin compromisos y tenia una novia, hermosa ella, jugadora de hockey, con la cual peleábamos mucho porque me decía que yo era un mujeriego, no era tan así, es cierto que me gustaba tirarme un lance cuando veía alguna súper diosa como cualquiera a mi edad, por ejemplo cuando iba a ver esos partidos donde ella jugaba lo único que miraba eran esas terribles y hermosas piernas que tenían todas las jugadoras, me volvían loco, pero no es que me les andaba tirando a cuanta mujer se me cruzara, por esos celos es que habíamos terminado definitivamente nuestra relación hacia 6 meses, aunque con lo que me estaba pasando era mejor que allá sido así, de eso y del porque llegue a esta situación no voy a decir nada, simplemente que fue un error por la falta de experiencia, la ambición, y por ser un poco cerrado y no confiar en amigos que a uno le pueden dar un buen consejo a tiempo.

Dictada la sentencia quede detenido y me llevaron a la alcaldía de tribunales a esperar el traslado a un penal.

Recién al otro día a las 10 horas me subieron a un camión junto a otros detenidos y fuimos llevados a una cárcel para sentenciados, en ese lugar quedamos varias horas esperando que nos distribuyan a los lugares que nos habían destinado, así los guardias se fueron llevando de a uno hasta que me toco el turno, el oficial me miro y me dijo;

"ya habló tu abogado para que te demos un lugar tranquilo, te voy a decir cuales son tus opciones, una es que te llevemos al lugar donde van todos los que entran acá por primera vez, son pabellones con una población de veinte presos en cada una donde te tendrás que ganar un lugar para sobrevivir y vas a tener que pelear por ello, un solo baño, duchas compartidas ,los presos escuchan música las 24 horas, se roban la comida, violaciones a cada rato, en fin un lugar difícil, la otra opción depende de voz y de la decisión de otros ,te explico, al costado del edificio principal del penal hay dos casitas preparadas para presos especiales, dos en cada casa, en estos momentos hay una vacante en una de ellas, gente muy tranquila pero presos por muchos años, ahí se esta con puertas abiertas, tienen patio ,baños privados con agua caliente y todas las comodidades, entre ellos se llevan bien y comparten muchas horas juntos, ahora bien, me pidieron que mande una persona ya que hay un lugar disponible, pero quieren alguien especial, ¿que es especial para ellos? ,quieren a un hombre que les pueda servir como mujer para los tres, ya que no tienen visita ni nada para su desahogo sexual y acá no entran mujeres, ahora bien, si voz aceptas ver esa opción yo te llevo, te presento y lo conversan entre ustedes y después paso a ver que decidieron, si ellos te aceptan y voz estas de acuerdo con lo que te proponen te quedas, sino te tengo que llevar a la otra parte del penal"

.No podía creer lo que me estaban planteando pero con todo lo que escuche de los otros hombres detenidos que llegaron conmigo sobre lo que te pasaba en esos pabellones con tanta población me jugué y le dije que prefería ir a ver si me aceptaban en las casitas y también escuchar que es lo querían ellos .Para allá fuimos, agarre mis bultos y comenzamos a recorrer varios pasillos al final atravesamos una puerta que daba a unos parques que se veían verdes, verdes de tanta vegetación y tan distintos al color amarillo ocre de las paredes de los pasillos interiores del edificio principal del penal y de las paredes exteriores de los pabellones, allá muy cerca ya se veían las dos casitas con sus techos rojos.

Aguarde afuera del alambrado perimetral mientras el oficial entro para hablar con el preso que aparentemente seria como el líder de ese lugar, salio y me dijo;

"pasa, va a conversar con voz yo vuelvo en una hora a ver que se decidió, si te quedas, listo no hay problema, sino te tengo que llevar arriba a los pabellones".

Decía arriba porque realmente los pabellones estaban sobre una loma de tierra, más altos que el nivel del edificio principal y también que las casitas.

Entre a la casa mientras sentía que afuera el oficial cerraba la puerta de reja del alambrado perimetral, adentro me esperaba un hombre que uno discriminatoriamente en la calle lo calificaría como el típico preso, de unos 40 años, alto, robusto, bien plantado, gesto adusto, una piel blanca y vestido de un sport impecable.

"toma asiento, yo soy Mario, como ves acá esto no parece una cárcel, tenemos todas las comodidades, esta sala es cocina y comedor, después esta la habitación pasando por esa puerta y al lado el baño, en la habitación hay dos camas y en esta casita yo estoy solo y en la de al lado hay dos compañeros, me dijo el oficial que ya sabes cuales son las condiciones para quedarte acá y que en principio aceptaste";

"Si es verdad", conteste yo.

"te voy a explicar algunos detalles, y perdona si soy muy directo y voy al grano pero hay poco tiempo antes que vuelva el oficial, vivirías en esta casa conmigo, y voz acá prácticamente no tendrías nada que hacer ,ni la limpieza, ni lavar ,ni la comida, nada, todo corre por mi cuenta, si te gusta te podes preparar el desayuno ó cualquier otra cosa que se te ocurra, acá tienes heladera , cocina, televisor, no falta nada, tu única obligación es estar siempre impecable, por eso es que queremos que no hagas ningún trabajo, tienes que estar bañadito, perfumado y siempre y listo y preparado para cuando lleguen ciertas ocasiones, las noches de los viernes, sábados y domingos vienen dos compañeros, Eduardo, le decimos Polaco, y Juan, los dos están en la casa de al lado, vienen esas noches por que solamente para esas noches hay permiso de los oficiales para estar a puertas abiertas para circular libremente dentro de este perímetro, de día no hay problemas, las puertas están abiertas desde las 8 de la mañana y hasta las 19,a esa hora hacen el recuento y las cierran, normalmente vienen para acá porque yo tengo televisor y ellos no, cenamos juntos, jugamos ajedrez, vemos televisión, en fin tratamos de pasarla bien, solo nos faltaba sexo y para esto último es que pedimos que nos trajeran alguien especial, ya te explico el oficial que tendrías que hacer de mujer para mi y para ellos, pero solo en la cama, fuera de eso serás tratado como un hombre igual a nosotros, son buenos tipos, vas a tener que estar a veces una noche con uno y otra noche con otro, al que le toca iría con voz a tu cama y ahí te echarían un polvo, siempre será dentro de esta casa, y conmigo no hay problemas porque como vas a vivir y dormir acá siempre vamos a encontrar un momento para que te pegue unas buenas cogidas, eso si uno solo por noche, y bueno ya entiendes como es esto, ahora pregúntame si quieres saber algo"

"bueno si, yo no quisiera traer problemas, o sea, no quisiera que a raíz de esto que tengo que hacer haya discusiones ni nada que altere la convivencia, por ejemplo por el echo de quien se va acostar conmigo, y cuando, y como y todo eso"

"para nada es todo con mucho orden y yo llevo la vos de mando así que no hay problemas"

"esta bien, ¿y como tendría que hacer yo que soy hombre para hacer bien las cosas haciendo de mujer en una cama?"

"cuando te lleven a la cama ellos te van a ir diciendo todo lo que les gusta que les hagas así que con eso no vas a tener dificultad, te digo, té van a echar un polvo, ó dos, y listo, eso si siempre tienes que estar dispuesto a hacer lo que te pidan, y después de un polvo tienes que esperar a ver si se quieren echar otro"

"Durante el día podes andar vestido como quieras, no te vamos a pedir que te vistas de mujer para nada, por ahí si no te incomoda, en esas noches que vienen nuestros vecinos para acá, podes andar solo con un slip y ponerte arriba una remera bien larga como para taparte un poco, porque así ya estas preparado por si alguno de ellos anda con ganas de toquetearte, a muchos les gusta antes de echarse un polvo calentarse un poco metiendo mano".

"esta bien, yo acepto, ahora quisiera saber si ustedes me aceptan a mi"

"quédate tranquilo, yo decido por los tres y estas aceptado, apenas te vi supe que ibas a servir para esto"

"¿entonces me quedo?"

"dalo por hecho, y vas a tener un par de días para prepararte antes de debutar, eso si, tu estreno va a ser conmigo"

En ese momento sentí que mi cara se ponía roja, no pensé que me podían decir algo así tan pronto, me pareció fuera de lugar, pero me sentía tranquilo sabiendo que me quedaba en ese lugar, al fin y al cabo era preferible eso y no arriesgarse a perder la vida en manos de unos locos, en ese sentido me había puesto bien frío , sabia que algunas cosas se pueden arreglar, pero si se pierde la vida ya no hay mas remedio, cuando volvió el oficial confirmamos todo, lleno algunos datos, se despidió y se fue.

Ya caía la noche y habíamos terminado de cenar.

"bueno anda y date un buen baño así te relajas y podes dormir bien me imagino que estarás cansado"

"si así es", dije yo;

Fui a la habitación me saque la ropa y me dirigí al baño, en ese corto trayecto lo encontré a Mario, me paro y me dijo;

"a ver sácate la toalla quiero verte desnudo"

Dude un instante, otra vez quede sorprendido, el pedido parecía fuera de lugar , algo medio brusco por ser que recién nos conocíamos y a pesar del convenio que teníamos, pero obedecí la orden, me quite la toalla con la que me cubría y me pare a su lado,

"humm veo que estas bien, buen cuerpo, buena piel, una buena cola gordita, la verdad que no me equivoque con voz"

Una de sus manos se apoyo en mi pierna y la comenzó acariciar y la subió hasta mis nalgas sobándolas lentamente

"no tengas miedo ya te dije que te vas a tomar unos días antes del debut, aunque la verdad no sabes con que ganas te cogeria ahora mismo"

Dicho eso apretó mis nalgas y me dio una palmada, de paso para hacerme saber quien mandaba en ese lugar.

"anda a bañarte y a dormir".

Así paso mi primer día preparándome para hacer de mujer para tres presos.

Eso fue un martes, pasaron miércoles y jueves, en esos días no hacia nada me parecía todo increíble, solo comía unas delicias que preparaba Mario, me bañaba, me pasaba cremas humectantes para el cuerpo que me dio Mario, decía que con eso mi piel se sentiría más suave, veía televisión y hacia relax, conocí a los otros dos presos y me parecieron normales como cualquier otra persona, de día venían continuamente a charlar, a ver televisión, a jugar al ajedrez, hacían torneos entre ellos, por las noches no porque nos encerraban a cada uno en su casita.

Hasta ese momento me parecía que mi elección había sido buena, o al menos la mejor opción, llego el viernes y por la tarde Mario me dijo que esa noche no iban a venir ni Eduardo ni Juan a cenar como solían hacerlo siempre los viernes por la noche ya que esa noche la quería para el y para mi solos, quería tranquilidad para mi debut, quería prepararme para que yo no me sintiera nervioso.

Llego la noche, era calida, silenciosa, el olor del pasto mojado llegaba hasta la casa, cenamos verduras, carne asada, y frutas de postre, hablamos mucho durante la comida y Mario me contó muchas de sus intimidades y también sobre los códigos de la cárcel para no tener problemas, después vimos un programa de televisión, tomamos un café y al terminar Mario me dijo que mientras el se encargaba de acomodar todo que me duchara y lo esperara en la habitación, se acercaba el momento del debut y eso me puso nervioso, empecé a darme cuenta de cual era mi papel y de lo que tendría que hacer para pagar la tranquilidad y la seguridad que estaba teniendo.

Me bañe y me fui a la habitación, estaba desnudo no sabia bien que hacer pero al final decidí ponerme solo una remera larga que me llegaba casi hasta la rodilla y nada abajo, acostarme así y esperar a Mario que en esos momentos estaba en la ducha.

Cuando el entro en la habitación solo estaba prendida la luz de un velador, su piel desnuda brillaba en esa penumbra, sus piernas eran largas y bien torneadas, aunque no musculosas, su cuerpo estaba bien formado, pero natural, nada de gimnasia, su pecho se veía ancho y con abundante bello, de abajo de su pelvis salía un miembro que sin mirar demasiado diría que el largo era de tamaño normal, tal vez un poco gordo, aunque todavía permanecía fláccido.

Se acerco despacio y en vez de acostarse en su cama se acostó en la mía, podía sentir el calor de su cuerpo desnudo ya que las camas eran pequeñas, se acostó boca arriba, yo me di vuelta y me puse de costado dándole la espalda.

"Mi nena llego el momento, no tengas miedo la primera vez duele un poco pero lo vamos hacer despacio y no te va a pasar nada"

Se volvió hacia mi, apoyo todo su cuerpo contra mi espalda y puso su mano en mi pierna por debajo de la remera, sentí el contacto de su piel con mi piel mientras su mano subía despacio acariciándome los muslos, a lo lejos se sentían gritos mezclados con música que venían de los pabellones, el me abrazaba, me acariciaba por todos lados y apoyaba su cuerpo desnudo contra el mió, sentía sus piernas mezclarse con las mías mientras sus brazos me rodeaban y apretaban contra el, podía sentir su pene ahora totalmente erecto rozándome mis nalgas, mi espalda, colándose entre mis piernas, en esos momentos yo era un hombre entregado totalmente a otro hombre, haciéndole de mujer y que según el trato podía hacer conmigo lo que quería.

Tomo mis nalgas y las comenzó a acariciar con movimientos circulares, tenia que acostumbrarme a eso de que un hombre me estuviera tocando y que yo me tenia que quedar quieto, no iba a ser fácil pero tenia que lograrlo, de vez en cuando las apretaba como para sentirlas mejor, sus dedos comenzaron a buscar mi orificio anal mientras que con sus labios recorría mi cuello y mis hombros, después sentí como su mano agarraba algo, que después supe que era un pote con vaselina, sus dedos comenzaron a hurgar en mi ano para lubricarlo, los introducía un poco y los sacaba, así estuvo un rato que me pareció una eternidad, no podía creer que los dedos de otro hombre estuvieran hurgando dentro mi, eso me hizo sentir mal, como si fuera cualquier cosa, como usado.

Despacio me quito la remera y me dio vuelta, quede boca arriba, el comenzó a acariciarme por todos lados, sus manos me recorrían entero, me abrazo y pude sentir todo su cuerpo pegado al mío, su piel estaba tibia y levemente perfumada, sus labios se pegaban a mi piel en el cuello ,en los hombros, incluso rozaban mis labios pero se dio cuenta que yo todavía no estaba para eso, tomo mi mano y la llevo hasta su pene, estaba totalmente erecto y era bastante grande, aunque dentro de lo normal, se lo acaricie en todo su largo, se sentía una piel suave y muy caliente, no aguanto mas me beso en el pecho succionándome los pezones y me hizo girar dejándome boca abajo, su boca se apoyo en mis nalgas y pude sentir la piel de sus labios húmedos frotándose sobre la piel suave de esas partes, las besaba y les daba pequeños mordiscos, después apoyo todo su cuerpo sobre el mío apretándome, frotándose, poniendo sus piernas entre las mías como apoderándose totalmente de mi cuerpo.

Se arrodillo atrás mío separándome las piernas y poniéndose entre ellas, se inclino sobre mi, yo me sentía totalmente dominado, podía sentir sus piernas entre las mías, sus manos se apoyaban en mis nalgas y las comenzaban a separar, por el silencio de la noche todavía llegaba hasta el cuarto el sonido de la música y los gritos de los pabellones cuando me di cuenta de que mi ano estaba totalmente al descubierto, que en esos momentos Mario estaba mirando toda mi intimidad, estaba mirando ese pequeño orificio que en instantes iba a ser totalmente suyo y por el cual penetraría hasta mis entrañas.

Con una mano abría una de mis nalgas y con la otra dirigía su miembro hasta mi ano, apoyo la punta y la empezó a meter, cuando sintió que la cabeza de su verga ya estaba entrando en el lugar correcto con esa mano tomo la otra nalga abriéndome lo más que pudo.

S e inclino sobre mi, pude sentir nuevamente todo la piel de su cuerpo tocando la piel del mío, su boca comenzó a explorar mi cuello, podía sentir sus gruesos labios y los suspiros que de el brotaban;

"así mi nena ahora vas a ser mía, sentí como empieza a entrar mi verga en tu culito, despacito te lo voy a desvirgar, ahí va, mira como va entrando la cabeza, como se te esta abriendo, no sabes como te estoy gozando"

Yo sentía como mi ano se dilataba a medida que ese pedazo de carne caliente se metía en mi cuerpo, Mario presionaba y ponía su miembro cada vez mas adentro, de repente la calentura que tenia el, me imagino producto de haber estado tanto tiempo solo, le hizo perder la tranquilidad con la que se venia comportando y arremetió con más fuerza, su pene empezó a entrar cada vez mas y más, y como yo presentía la piel de los pliegues de mi ano no resistieron, se estiraron tanto que no aguantaron, sentí como se desgarraban, era como algo que se deshilachaba por dentro, pegue un pequeño grito y solté una lagrima mientras mordía la almohada.

"Ya esta mi amor ahora tranquilo, ya te desvirgue lo peor ya paso, ya te rompí el culito, sentí como ya tienes un pedazo adentro, ahora te siento mío, mío, mi verga va ir entrando hasta que te toque el fondo del culo, y ya no te va a doler mas, te voy a dejar la entrada como si fuera una conchita de adolescente"

Estaba totalmente mareado, sentía a ese hombre arriba mío y como su verga con la piel caliente se movía en el interior de mi cuerpo, me sentía empalado, totalmente abierto y entregado, mientras que el seguía recorriendo mi cuerpo con sus manos, me acariciaba la cintura, las caderas, me apretaba las nalgas y de ves en cuando me las habría para acomodarse cada ves mas adentro, sus testículos ya pegaban con los míos, pero todavía le quedaba un pedazo de verga afuera pugnando por entrar, de tanto movimiento lo consiguió y de una embestida ese trozo de carne que era el mas grueso se fue metiendo en mi culo hasta estar totalmente metido hasta el fondo y dejando mi ano totalmente abierto, era una sensación extraña, ahí estaba yo, acostado boca abajo, abierto de piernas y con un hombre arriba que me estaba ensartando por el culo, estaba dentro de mi cuerpo con toda su carne dura, su piel caliente, me exploraba y me gozaba.

Los movimientos de Mario comenzaron a ser mas intensos su verga se movía adentro de mi culo en forma circular abriéndomelo cada ves mas, cuando logro su cometido de dejármelo bien, pero bien abierto, sus movimientos fueron distintos, retrocedía un poco y otra vez me la metía hasta el fondo, me serruchaba levantándome en el aire, ya sentía la cabeza del miembro moviéndose y empujando en lo mas profundo de mis entrañas, todo mi cuerpo se movía al compás de los movimientos de esa verga.

"Ay mi amor como te estoy cogiendo en cualquier momento te voy a llenar el culo de semen, me voy a vaciar adentro tuyo, no sabes cuanto hace que no me echaba un polvo, si un hombre pudiera quedar embarazado seguro que hoy te hacia mellizos, quiero que mi semen te llene el culo y te llegue hasta los intestinos, y lo tengas ahí para que te vaya a la sangre y tengas partes mías circulando adentro tuyo para siempre, sentí la carne de mi verga como se mueve y resbala en la carne de tu culito, casi están pegadas como si fuera una sola carne".

Mario comenzó a moverse mas rápido y luego de que diera un largo suspiro sentí como lanzaba varios chorros de semen caliente, era una sensación extraña, por primera vez los líquidos que salían del interior de un hombre inundaban y mojaban el interior de mi culo, luego de ese instante y estando el ya quieto le empezó a brotar y a salir por su verga más semen que depositaba en mi interior.

Se quedo inmóvil arriba mío sin sacarla, así por varios minutos mientras me acariciaba y besaba la espalda y el cuello, luego se fue levantando y yo sentí en ese momento como iba saliendo, como se iba retirando de mi interior resbalando muy despacio ese trozo de carne que hacia unos instantes había roto y explorado toda mi intimidad, se acostó a mi lado mientras yo me daba vuelta y me quedaba boca arriba, sentía mi culo dolorido y por dentro como se movía el semen que me había dejado depositado.

"Que polvo te eche, lo mejor fue cuando te desvirgue, no sabes como se rompían los pliegues de la piel de tu ano, ahora tu culito tiene la entrada abierta y la medida de ese agujero es la medida del tamaño de mi verga, te gocé más que si fueras una mujer de verdad, y que cantidad de semen que largue, vacié todo lo que tenia contenido durante tanto tiempo adentro tuyo, de este polvo si que no me voy a olvidar"

Me levante cuando me dijo que ya no me iba a seguir cogiendo, fui al baño y primero me senté en el bidet, me dolía y ardía el culo, lo toque con mis dedos y solo palpaba un gran hoyo donde antes estaba mi ano, no encontraba los pliegues de la piel de ese lugar, eso fue la confirmación de que de verdad me habían desvirgado , me lo habían roto, no quise pensar mas en eso, enseguida me empezó a bajar y a salir de adentro el semen de Mario, caía a borbotones y se sentía tibio y pegajosos, después me bañe, no se si llore en la ducha, me fui a dormir sabiendo que mi culo ya no era como antes, sentía como había quedado abierto.

Mario me vio entrar, se levanto me abrazo, y me dijo;

"esta noche voy a soñar con voz y con ese culito lindo y gordito que tienes y que lo hice mío"

Me dejo y se fue a bañar, yo me acosté, me dolía todo y me costo poder cerrar los ojos, esa noche no pude dormir.

En la mañana del sábado tarde en levantarme cuando lo hice todavía sentía el trajín de la noche anterior, mi primera vez haciendo de mujer para un hombre, el polvo que me echado Mario me había dejado varias partes del cuerpo doloridas, sobre todo mi culo que había quedado roto y desvirgado, pero durante el día me fui recuperando, baños calientes, mucho relax y descanso. Llego el sábado por la noche y yo ya estaba preparado, vinieron el Polaco y Juan, todavía no había tanta confianza como para que se hablara entre todos del papel que hacia yo entre ellos, no daba ni para bromas, ni para frases con doble sentido, cenamos, vimos televisión, y después de que termino un programa Mario le dijo a Juan;

"Vamos a jugar una partiditas de ajedrez mientras el Polaco si tiene ganas se puede ir a echar un buen polvo"

El Polaco que estaba tomando un café se levanto, me tomo de la cintura con una mano y con la otra me sobo las nalgas y me pidió que vayamos para la habitación, era una noche de mucho calor, apenas entramos el se saco toda la ropa quedando desnudo, se acostó en la cama y yo al lado de el, me quito la remera dejándome también desnudo, el Polaco tenia mejor cuerpo que Mario ,mas trabajo de gimnasio, puro músculo, sus piernas parecían depiladas, sus brazos musculosos y su espalda ancha, su pecho tampoco tenia pelo, apenas unos bellos, su rostro no parecía el de un hombre de apenas 29 años, la piel bronceada por el sol se veía curtida y atravesada por surcos formados por años de vida dura, eso lo envejecía, me abrazo y empezó a acariciarme por todos lados, se apretaba contra mi, ponía una pierna sobre las mías, me tocaba el pene, recorría cada centímetro de mi cuerpo, luego me dio vuelta y se prendió de mis nalgas, las acariciaba, las apretaba, las besaba, al rato se acostó boca arriba y sin más me pidió que se la mamara, esto iba a ser nuevo para mi ya que Mario no me lo había pedido, me incline, tome su verga con la mano y fui acercando la boca, me costaba hacer esto, me daba un poco de asco, sentía que se me revolvía todo, pero sabia que no tenia remedio, apoye los labios en la punta del pene, los fui abriendo y dejando que su verga entrara en mi boca, empecé a pasarle la lengua, la piel estaba suave y tibia y se sentían muchas venas que ya sobresalían por estar hinchadas, subía y bajaba mi cabeza tratando de chupar y pasar la lengua como si estuviera comiendo un helado, al Polaco le gustaba porque suspiraba a cada movimiento, puse lo más que podía de su verga adentro de mi boca, se la envolvía con la lengua, se la apretaba con los labios, hasta que le empezó a salir un poco de un liquido amargo y pegajoso, no pude seguir, me daba un poco de nauseas y la fui sacando de la boca.

El se dio cuenta pero lo entendió, se movió y me dijo que me acostara boca arriba, que levantara las piernas y las doble flexionándolas hacia atrás, el se arrodillo adelante mío separo bien mis piernas ya levantadas y arqueadas y se coloco entre ellas, Mario y Juan mientras tanto seguían jugando su partida de ajedrez afuera de la casa, y ahí estaba yo en la cama a punto de ser penetrado por otro hombre, esta vez era el turno del Polaco Eduardo.

La posición que Eligio el Polaco era increíble, no necesitaba abrirme las nalgas, mi ano quedaba totalmente expuesto y a su disposición, después de untarse el pene con vaselina lo apoyo en mi agujero y comenzó a meterlo, abierto como me lo dejo Mario no le costo mucho meter la cabeza, entonces se inclino sobre mi entre mis piernas que colgaban flexionadas al costado de su cuerpo, acerco su boca a la mía y me pidió que lo besara, cerré los ojos y lo deje hacer, sentí como sus labios húmedos se posaban en los míos y con su lengua los trataba de abrir, yo cedí y el lentamente fue metiendo su lengua dentro de mi boca, era áspera y muy húmeda y la enredaba con mi lengua, mientras sus labios se restregaban en los míos, su lengua recorría toda mi boca, mojaba mis labios y podía sentir los suyos, carnosos, mojados, apretándose contra los míos, así, besándome y con su miembro en mi culo, me siguió cogiendo hundiendo su verga cada vez mas, por la posición en que yo estaba su pene me taladraba y llegaba a mas profundidad de la que había llegado Mario, podía sentir como esa cabeza de carne dura y caliente se movía muy adentro mío, sin dejar de besarme y acariciarme me siguió cogiendo hasta que comenzó a largar los chorros de semen dentro mío, después de esos chorros empezó lentamente su verga ya quieta a largar más y más semen, mi culo ya estaba lleno de ese liquido y me ardía y me dolía ya que recién había pasado un solo día desde que me lo habían roto y la verga del Polaco me lo estaba dejando peor todavía.

Termino de acabar y se quedo abrazado a mí sin sacarla, igual que Mario el la saco recién después de un rato, me pidió que me acostara boca abajo y se pasó unos minutos acariciándome la espalda, las piernas y el culo, y diciéndome que fue un polvo de primera, mientras tanto yo sentía como su semen se movía dentro mío.

Le pregunte después de un rato que no me hacia nada si quería algo más, como me dijo que no, que estaba satisfecho, me levante y me fui a bañar, antes pase por el bidet para descargar lo que me había dejado el polaco adentro y otra vez vi como de mi culo salía semen tibio y pegajoso, puse mi mano para lavarlo mejor y me asombro lo abierto que lo tenia mis dedos entraban como nada y eso que recién empezaba mi trabajo.

Le pedí a Mario una semana de descanso le explique como tenia el culo y como me dolía y me dijo que si y que era mejor que me reponga porque la próxima vez tenia que atenderlo a Juan y el quería que todos quedaran conformes como había quedado el.

Esa semana lo pase haciendo reposo y muchos baños de asiento con agua caliente, de a poco el dolor pasó del todo y si bien el culo ya lo tenía desvirgado desde que me lo rompió Mario al menos ya no lo sentía tan abierto.

Paso la semana, paso el viernes a la noche sin que me tocaran y llego el sábado, esa noche como siempre vinieron el Polaco y Juan, Mario ya me había avisado que esa noche tenia que atenderlo a Juan así que cuando llegaron a pesar de que lo conocía empecé a observarlo, Juan era el más petiso de los tres, con 38 años tenía un abdomen bastante pronunciado por la mucha comida y el poco ejercicio, piernas gordas, manos grandes pero bien cuidadas, su cabellera color castaño siempre lucia impecable, pero su rostro dejaba ver las marcas de varios años de prisión , hable mucho con el durante la cena, después vimos fútbol por televisión, cuando termino el partido Mario le propuso al Polaco ir a sentarse afuera porque hacia calor y ver por televisión una pelea de box.

"Y voz Juan aprovecha y échate un buen polvo así te sacas la calentura, eso si no lo dejes embarazado",

Mario se reía y le guiñaba el ojo al polaco.

Juan se rió me tomo de la cintura y me fue llevando para la habitación, llegamos y apago la luz porque la luz de la luna que entraba por la ventana iluminaba todo y era suficiente, esa noche había mucho bullicio en los pabellones porque durante el día hubo una especie de motín, gritos y música traía la noche desde ahí.

Juan se arrimo y se puso a mis espaldas abrazándome y apoyándome por atrás;

"Ya vas a ver que noche te voy hacer pasar, en tu vida te vas a olvidar del polvo que te voy echar, te voy a coger como nadie"

Estábamos parados, sentía sus brazos rodeándome toda la cintura y su prominente abdomen apoyado en mi espalda, una de sus manos bajo para acariciarme el cuerpo por debajo de la remera, subió por mis piernas hasta mis caderas, tocaba mis nalgas, mi pecho, mi vientre y acaricio mi pene y mis testículos y volvía a subir, con sus dos manos tomo la remera y comenzó a sacármela, la tiro al piso y mientras observaba mi cuerpo desnudo el también se desnudaba, la noche todavía no había comenzado pero iba a ser verdad que no me la olvidaría.

Parado atrás mío me atrajo hacia el apoyando su pecho y su abdomen desnudo contra mi espalda también desnuda, sentía el roce de sus gordas piernas rozando las mías y su bulto se refregaba en mis nalgas, me abrazo y nuevamente empezó a acariciarme por todos lados, incluso volvió a tomar mi pene y mis testículos metiendo mano entre mis piernas.

Después me dijo que me sentara en la cama, el quedo parado y me pidió que se la mamara, yo todavía no lo había visto desnudo de frente, levante la cabeza para mirarlo y buscar su verga para hacer lo que me pedía y cuando lo vi no lo podía creer, lo que colgaba entre sus piernas parecía una manguera, no me imaginaba que existía algo de esas dimensiones, ahí entendí las risitas cómplices de Mario y el Polaco cuando se referían al polvo que me iba a echar Juan cuando le tocara su turno , igual pensé que una verga con semejante tamaño no podría llegar a pararse, gran error.

Juan se reía; "no tengas miedo no muerde"

La tome con una mano pero no era suficiente tuve que agarrarla también con la otra, la levante y fui acercando mi boca a ese pedazo de carne.

"dale unos besitos" me dijo Juan, acerque mi cabeza y mis labios se apoyaron en la punta de ese monstruo, la piel en ese lugar se sentía suave y tibia, los fui abriendo y dejando que entrara una pequeña parte en mi boca, casi no entraba de lo gorda que era, Juan tomo mi cabeza con sus manos y presiono ,su verga comenzó a deslizarse hacia adentro, mi lengua se lo frotaba y con toda mi boca se la estaba chupando, ya tocaba el fondo provocándome arcadas cuando afuera todavía mis dos manos apenas sostenían la mayor parte de esa manguera de carne, poco a poco esa verga descomunal comenzó a ponerse dura, la parte que estaba chupando dentro de mi boca latía y se humedecía, mi lengua subía y bajaba por ese trozo de carne que estaba levantando temperatura, con mis labios aprisione la cabeza y la succione sintiendo como un poco de un liquido pegajoso y también agridulce como el que le salio al Polaco brotaba de la punta empapando el interior de mi boca, seguí chupando, pasando la lengua, recorriendo con mis labios partes de ese tremendo trozo hasta que Juan la saco de mi boca y me dijo;

"Que mamada me hiciste mi nena algún día te voy a pedir que te tragues todo mi semen, pero hoy no, hoy quiero otra cosa, recostaste que yo me voy a acostar a tu lado"

Me acosté boca arriba y Juan se acostó a mi lado, comenzó a meter mano por todos lados mientras restregaba todo su cuerpo contra el mío, me frotaba con sus piernas, me besaba los pezones, mientras yo sentía la piel de sus manos tocando cada centímetro de mi piel, tomo una de mis manos y la puso sobre su manguera de carne, la comencé a palpar de arriba abajo y no se podía creer estaba totalmente parada, dura, gorda, me imaginaba que cualquier mujer se haría una fiesta con ese pedazo.

Intento besarme, se lo permití y rápidamente su lengua se abrió paso entre mis labios y se clavo adentro de mi boca enroscándose con la mía, los labios abiertos de los dos se pegaban húmedos, morbosos, cuando termino de besarme comenzó a recorrer todo mi cuerpo con sus manos y con su boca, ponía todo su cuerpo contra el mío subiendo sus piernas por arriba, abrazándome con todo casi aplastándome, después lentamente Juan se levanto un poco y me dijo;

"date vuelta mi amor y ponte de rodillas en cuatro patas como los perritos",

Lo obedecí pero me anime y le dije;

"Juan te pido por favor que tengas cuidado tengo miedo de quedar lastimado, acémelo despacio"

"no tengas miedo no te va a pasar nada y vas a gozar como nunca te lo imaginaste, esta noche voy hacer que te recibas de mujer de verdad"

Me puse de rodillas como me lo pidió, incline el cuerpo hacia adelante y apoye mis manos para quedar bien en cuatro patas, la posición de perrito, y puse mi cabeza en la almohada, el tomo el pote de vaselina y se unto toda la verga, a mi solo me puso un poco en la entrada del ano, ninguno de los dos anteriores me había cogido en esa posición y ya me estaba poniendo nervioso.

Juan se arrodillo atrás mío, me abrió las piernas y se coloco entre ellas, me sobo las nalgas y con sus manos las empezó a separar dejando mi orificio anal al descubierto y a su disposición, por un rato froto todo su prominente vientre contra mi culo parado, después arrimo la cabeza de su manguera de carne a mi ano y lo introdujo despacito.

"Humm mi nena que buen trabajo que te hicieron ya te lo desvirgaron pero yo te lo voy a completar, sentí como ya esta la cabecita adentro"

Sacaba la cabeza de la verga y la volvía a meter como para que yo me aflojara, después empezó a empujar para que vaya entrando, mí culo empezaba a ceder por la vaselina y porque ya me habían desvirgado y permitía que esa manguera de carne fuera entrando, sentía la verga mas caliente que las dos anteriores que me habían metido, el músculo de mi esfínter lo apretaba como para que le costara un poco mas poder meterla,

Pero ese trozo gigantesco se seguía abriendo paso, Juan empujaba y yo me aferraba a la almohada, con sus manos me abría totalmente las nalgas para poder meterla mejor ,la sensación era extraña yo sentía como que algo grande estaba entrando en mi cuerpo, sentía esa piel caliente cada vez mas adentro, se movía como si tuviera vida propia, cada vez mas adentro y mi culo cada vez mas abierto, de repente sentí que la cabeza de la manguera de carne como la bauticé, me había atravesado todo el culo y se metía tan adentro que se me clavaba en el fondo como queriendo entrar en otro lugar;

"Por favor Juan me duele siento que me estas perforando no aguanto mas"

"Tranquila mi nena, lo que pasa es que te la metí tan adentro que ya paso el culo y te esta entrando en los intestinos, pero no pasa nada vas a ver que lindo que es, lo vas a gozar cuando la sientas allí, mira que recién te entro la mitad y la quiero poner toda"

No soportaba más el dolor que ya era intenso, mordía la almohada, gritaba, me saltaban lagrimas, pero no había nada que hacer Juan seguía metiéndome la verga, alcance a tocársela y me di cuenta que de verdad todavía le quedaba un pedazo enorme afuera de mi culo, empalado hasta el fondo y totalmente abierto me sentía como conectado a otro hombre por medio de esa manguera de carne que seguía entrando en mi interior, y ahora si sentía como me había atravesado todo el culo y estaba ensartada en los intestinos, ese pedazo de carne dura se había apoderado de mi mas profunda intimidad.

Mientras tanto Juan se aferraba con sus manos de mi cintura y me serruchaba con su verga;

"Así me gusta como te la comes toda, mira todo lo que tengo todavía para darte mi amor, ¿te doy más?,ahí va ,así sentí como sigue entrando, un poco más y te la entierro hasta los testículos, es todo mió este cuerpo, estoy tan adentro tuyo como no va a poder llegar nadie, te la estoy moviendo adentro de los intestinos, cuando acabe te los voy a llenar de semen, humm no sabes como se te abre el culito parece que pide mas verga, haaay así mi vida como a voz te gusta te la estoy enterrando toda"

No se todavía como no me desmayaba, la manguera carnosa y dura de Juan seguía entrando y el agujero de mi culo se sentía tan abierto que pensé que en ese momento recién se podía decir que me lo estaban rompiendo, y no me equivocaba, el músculo del esfínter no aguanto mas y tuve un desgarro, fue como si me cortaran algo con un filo, adentro mió esa verga se movía yendo cada vez mas y mas adentro, ya sentía la carne de Juan en el interior de mis intestinos, latía y estaba caliente de verdad como algo vivo, ya no aguantaba más.

"Juan por favor dame el semen de una vez me duele mucho"

"Esta bien pero pedime que te de todo mi semen, que la queres sentir adentro tuyo, que mi verga te vuelve loco, que queres que te la entierre toda".

Hayyyyyyyyy si Juan cogeme con todo, métemela toda adentro, métemela hasta el estomago, quiero sentir toda esa carne adentro mió, rómpeme el culo del todo, quiero que mi culito sea siempre para vos, te lo voy a dar cada vez que me lo pidas y aceme lo que quieras, vacíate todo adentro mío dame todo tu semen, lléname los intestinos y el culo con todos tus líquidos, aceme tuyo Juan"

Use todo el repertorio que conocía con tal de que este polvo terminara

Juan se calentó tanto con lo que escuchaba que agarrándome fuerte de la cintura arremetió y me mando a guardar su manguera de carne hasta el fondo, con lo grueso que era la parte de atrás de su verga mi culo prácticamente se rompió del todo, y la cabeza carnosa de esa verga que ya estaba clavada en mis intestinos siguió su camino y entro mas adentro, comenzó a escupir chorros de semen que me inundaban las entrañas, Juan gemía de placer y después de esos momentos de éxtasis se quedo quieto pero de su verga comenzó a brotar y a salir una cantidad de semen que parecía que me estaban aplicando una enema, mis intestinos se hincharon de tanto movimiento en su interior y tanto semen y a mi esfínter ya no lo sentía, como si no existiera, mi culo lo sentía lleno de una masa de carne caliente y ahora quieta, estaba empalado por un garrote, abotonado con un hombre.

Juan me acaricio las caderas, las nalgas, y de a poco fue retirando la manguera de carne de mi culo, yo sentía como iba saliendo, era interminable, cuando salio del todo, mi ano quedo totalmente abierto, yo hacia fuerza para cerrarlo pero no podía, iba a tener que esperar para lograr que se cerrara un poco, en mi interior el semen se movía pero todavía no salía tal vez por la profundidad en donde había quedado depositado, me acosté poniéndome de lado, no quería ni apoyar el culo de cómo me dolía, Juan se acostó atrás mío tomándome de la cintura, y apoyando su cuerpo contra el mío.

"que polvo que te eche, es inolvidable, lo pase bien y me hiciste gozar con todo, y ahora si que estas desvirgado, te quedo el ano mas roto y mas abierto que antes, nunca pensé que te iba a entrar toda la verga hasta el fondo, parecía que tu culito me pedía más, que no le alcanzaba con lo que tenia adentro, pero bueno de acá en adelante ya no te va a doler mas, lo vas a poder usar sin problemas".

Juan no quería echarse otro polvo, gracias a Dios, así que después de descansar un rato al lado de el me levante como pude y me fui caminando al baño, no podía cerrar las piernas, y mi culo y mis intestinos eran un solo dolor, me senté en el bidet abrí las piernas y sentí como de muy adentro empezaba a bajar un liquido tibio, comenzó a salir el semen, no parecía el semen de un solo hombre, salía en cantidad, un poco liquido ,un poco gelatinoso ,blanco transparente, blanco opaco, color beige, de todo un poco, abrí el agua y puse mi mano para lavarme, casi lloro, no encontraba ni los pliegues de piel del ano ni el músculo del esfínter todo era un gran agujero, me consolaba pensando que después aunque sea un poco iba a volver a su lugar. Esa noche con Juan había sido la mas brava, el que aparentaba tener menos vigor que todos, más bien bajo, gordito, un poco calvo, sin embargo fue el que mas me había cogido, el que mas adentro me la metió, el que mas abierto me dejo el culo y el que mas semen me dio, por varios días lo iba a recordar.

Le pedí a Mario que me diera descanso por unos días, le conté como me habían dejado el culo, totalmente roto y dolorido, se río un poco pero me volvió a entender, era comprensivo conmigo, y me dijo que si que aunque el me quería para el otro día, que era domingo, lo dejábamos para el jueves con lo que tenia cuatro días para reponerme.

Así había pasado mi primera vez con cada uno de los tres hombres a los que les tenía que hacer de mujer por varios años.

Con el tiempo empecé a recuperar un poco los kilos de peso que había perdido como era lógico al principio cuando entre a la prisión, y también me di cuenta que mis caderas se habían ensanchado, mi culo estaba más grande, y mis nalgas se habían vuelto más gordas, más carnosas, no se si por comer mucho, ó si realmente era por tantas cogidas, tantos polvos que me echaban, tan así era que un día que estaba en la cama con Mario este lo miraba mientras me lo estaba tocando y me dijo;

"Si los muchachos que están en los pabellones llegan a ver un culito como este no sabes la fiesta que se hacen, te aseguro que la primera noche de los 20 que hay encerrados en cada uno de esos lugares, al menos 12 ó 13 te iban a dar verga hasta más no poder"

También conocí el sabor del semen de los tres, ya que en eso coincidían, cada vez que a su turno me lo hacían por la boca me pedían que me tragara todo, menos mal que esto no era muy seguido, de las cosas que me hacían hacer esta era la mas fea, no solo por tener que aguantar que se vaciaran en mi boca después de estar mamando, sino que tragar ese liquido, agridulce, viscoso, caliente, era horrible, se pegaba en el paladar, en la lengua, y costaba hacerlo pasar por la garganta, bajaba lentamente y uno seguía por bastante tiempo sintiendo ese sabor adentro de la boca hasta que terminaba tragándolo del todo.

Todos me llevaban a la cama cuando querían hacer algo, solamente Mario en dos oportunidades me la metió de parado en la ducha, decía que le gustaba sentir mi piel cuando estaba enjabonada, me hacia poner las manos contra la pared, me abría las piernas, y aprovechando el jabón como lubricante me la ensartaba hasta el fondo y se echaba un polvo, y una sola vez me la dio de parado pero en la cocina, habíamos terminado de cenar, se acerco por atrás, me abrazo, me dijo que estaba caliente, y después de meterme manos por todos lados me hizo inclinar apoyando mis brazos y mi pecho sobre la mesa, me subió la remera y me bajo el slip, tomo un pan de manteca que había arriba de la mesa y con sus dedos saco una porción con la que se puso a untar mi culo, que por la posición en que yo estaba había quedado parado y abierto, cuando termino de lubricarlo me abrió las piernas, el se puso parado entre ellas tomo mis nalgas con las manos las abrió y me enterró la verga y mientras me echaba el polvo me decía que en vez de comerse un pan con manteca se estaba comiendo un culo con manteca, después que termino me fui a lavar al bidet y lo que me salía de adentro era una mezcla de semen con manteca que se había derretido por el calor.

Fuera de la casa donde estaba alojado solo me cogieron una vez, fue Juan, le pidió a Mario que me dejara pasar una noche entera con el, Mario accedió e hizo los preparativos, el polaco se quedaría esa noche en la casa con Mario y yo pasaría la noche con Juan en la otra casa, así se hizo, como a las 11 de la noche de un día sábado Juan me llevo a la casa donde el se alojaba, era una noche también de verano y muy calurosa, nos acostamos desnudos después de bañarnos en la misma cama y antes de dormirnos Juan me echo dos polvos de esos que me dejaban muerto y dolorido, un polvo con Juan ya era terrible, dos ni se puede contar, durante la noche se la paso abrazado a mi y a la mañana cuando despertó tenia la verga parada y metida entre mis piernas;

"prepárate mi amor que a mi me gusta echarme un mañanero".

Me puso en su posición preferida, de rodillas en cuatro patas, me la enterró y se echo un polvazo.

Esa fue la única vez que me cogieron por la mañana y fue afuera la casa donde pasaba mis días.

En esos 4 años siempre se portaron bien conmigo y con mucho respeto, nunca me maltrataron, nunca me falto nada a pesar de que ni yo ni ellos recibíamos visitas, Mario que tenia dinero depositado en la cantina del penal se encargaba de proveer de todo lo necesario, jamás me hicieron sentir que hacia de mujer para ellos, salvo cuando me llevaban a la cama ó cuando Mario me lo hacia de parado, yo también cumplí totalmente mi parte del trato y sin ningún queja, y sino que lo diga mi pobre culo, pasaron los años y llego el momento de irme en libertad, me sentía tranquilo al menos había conservado la vida y estaba sano lo otro, bueno lo otro el tiempo lo cura, dejaba atrás a esos hombres a los que les había servido de mujer durante todo ese tiempo y me pareció ver tristeza en sus rostros, pero no era porque yo me iba en libertad y ellos no, sino que entre códigos y sentimientos y tantas intimidades vividas juntos se había creado una muy buena relación, pero también sabíamos y éramos concientes de que en ese momento, en ese momento todo eso se había terminado.