Siena
Un viaje esperado, una fantasia echa realidad...
Tras el “especial” viaje que tuvieron en el tren, llegaron dando un paseo hasta el hotel, hacia frio, y poco a poco se fueron relajando.
Cuando llegaron al hotel, el se dispuso a hablar con el recepcionista, mientras buscaba por la abertura del abrigo las piernas de ella para acariciarlas, llego a sus bragas y rozo su sexo nuevamente, quería excitarla, quería volver a poseerla y a disfrutar de ella, quería jugar con ella y quería sentir como se estremecía en sus brazos.
Subieron a la habitación, en el ascensor abrió su abrigo, la abrazo, la atrajo hacia él y mientras que llegaban a la sexta planta la beso dulcemente, volvió a recorrer su cuerpo, pasando las manos por su blusa para sentir sus pezones endurecidos, siguió acariciándola y besándola hasta llegar a la habitación.
Abrió la puerta, las luces estaban encendidas, sobre la mesa una botella de cava en hielo y dos copas, la cama abierta, sabanas blancas de seda, y música suave.
Lleno dos copas, y le ofreció una, brindaron por su viaje, por su compañía y por todo lo que vivirían esa noche, la ayudo a quitarse el abrigo dejándolo sobre una silla detrás de ella, la beso en el cuello acariciando sus hombros, y aprovecho para taparle los ojos con un antifaz.
Fue desnudándola poco a poco acariciando su cuerpo al mismo tiempo que quitaba su ropa, rozaba su espalda, sus pechos, su vientre, sus piernas. Le quito la camisa, después la falda, el sujetador, bajo sus bragas lentamente, acerco la boca a su sexo, y lo beso y lo acaricio suavemente, hizo que abriera las piernas para poder deslizar sus dedos entre los labios de su vagina, bajo sus medias poco a poco, la ayudo a quitarse los zapatos, de pie, con las piernas abiertas, la estuvo observando, le excitaba verla asi, rozarla, sin que ella supiera donde sentiría su siguiente caricia.
Cogida de las manos, la llevo hasta la cama y la tumbo boca abajo, se tumbo sobre ella y la ayudo a subir las manos por encima de la cabeza, hasta que juntas las ato a unas cintas atadas al cabecero de la cama, bajo desde sus muñecas acariciando su cuerpo, al llegar a sus caderas le indico que las levantara y metió las almohadas debajo de su vientre, siguió acariciando su culo, sus piernas, se puso entre medias de ellas y se las abrió bien, para poder atar cada una de ellas a una cinta atada a los pies de la cama, la dejo allí tumbada, con los ojos vendados, las manos y las piernas atadas y su culo y su sexo expuestos para él, disfrutaba mirándola, y pensando cual seria su siguiente movimiento, mientras ella se excitaba solo de oírle hablar. Estaba excitada, levantaba mas el culo para que el pudiera verla bien.
Empezó a acariciarla pasando una pluma por su cara, su espalda, bajando por sus piernas hasta deslizarla por su sexo, mientras que con la otra mano acariciaba todo el cuerpo, también por su sexo, excitándola, jugando con sus dedos en sus labios vaginales y en su ano.
Quito las almohadas y la puso de rodillas con los codos apoyados, seguía con los ojos vendados y con poca movilidad, pero eso la excitaba mas, se tumbo debajo de ella y comenzó a lamerla el coño metiendo los dedos en su vagina, lamiéndola y masturbándola, sintiendo como se intentaba mover, como movia sus caderas y como se contraían los músculos de su vagina hasta que se corrió en su boca.
Sin dejar de acariciarla, la penetro, en esa misma posición, primero en la vagina y después por el ano, mientras que acariciaba sus pechos que quedaban colgando para sus caricias, los pellizcaba, los presionaba para que sintiera mas, quería que no perdiera la excitación, pero no quería que se volviera a correr, así que pensó en cambiarla de posición.
Desató sus piernas y la ayudo a darse la vuelta, puso las almohadas en su culo para dejar sus caderas levantadas y volvió a atar las piernas al borde inferior de la cama para que quedaran bien abiertas, se tumbo sobre ella y mientras metía su pene erecto en su boca volvió a lamer su coño, y a meter el consolador masturbándola, jugando con la lengua en su clítoris, metiendo y sacando el consolador de su vagina llevándola hasta el limite, al borde del orgasmo.
Ella lamia y chupaba su pene, hasta el fondo, el marcaba el ritmo, como si estuviera penetrándola pero en la boca, sentía como ella gemía y se retorcía al borde del orgasmo, mientras el estaba a punto de correrse, paro, se levanto y cogió su cámara de fotos haciéndole fotos en la postura en la que la había dejado, con el consolador en su vagina y ella suplicando que siguiera, dejó la cámara, quito el consolador, y la penetro hasta que los dos se corrieron nuevamente.
Quito las almohadas de su culo, y las puso bajo su cabeza, ella le pidió que la desatara y le quitara el antifaz, pero él no quería hacerlo, iba a disfrutar de ella y de su cuerpo durante toda la noche, hasta que agotados se durmieran en esa posición, lleno una copa de cava y le dio de beber, dejando caer por su cuerpo un poquito de cava frio que fue lamiendo por su cuerpo, chupando y mordisqueando sus pezones, mientras acariciaba su coño todavía húmedo.
Ella seguía atada, y le pidió que la soltara porque quería acariciarle, pero todavía no era su momento, siguió acariciándola y excitándola, penentrandola con el consolador hasta que le suplico que parara porque se volveria a correr, pero no paro, hizo que tuviera otro orgasmo solo con los juguetes con sus manos y su lengua, volvió a temblar, a retorcerse, a vibrar y a disfrutar como siempre hacia él que disfrutara.
La desató y le quito el antifaz, beso sus boca y acaricio suavemente su cuerpo, la ayudo a levantarse y la acompaño al baño, preparo la ducha y se metieron los dos dentro, se ducharon uno a otro, acariciándose, excitándose nuevamente, la penetro en la bañera, con el agua caliente, recorriendo sus cuerpos.
Se secaron uno a otro y volvieron a la cama, donde siguieron dándose placer hasta el amanecer, disfrutando de sus cuerpos de sus caricias y del deseo que sentían el uno por el otro.
El amanecer les encontró desnudos, abrazados el uno al otro, durmieron hasta tarde, pidieron algo de comer en la habitación y lo tomaron en la cama desnudos, comiendo y comiéndose con la mirada, pensado como volver a darse placer uno al otro.
Terminaron de desayunar y se dieron una ducha juntos, cuando iban a vestirse el le pidió que no se pusiera bragas y que se pusiera las bolas chinas para ir a dar un paseo por la ciudad, las medias negras, falda corta y zapatos de tacon altos, estuvieron andando por Florencia admirando los palacios y los edificios, mientras que las bolas la iban exitando cada vez mas.
Pararon a tomar un café y sentados uno al lado del otro en una pequeña cafetería el quiso comprobar el efecto de las bolas, solo con rozarla ella gimio, estaba muy excitada, y aprovechando el bullicio del café, el la acaricio hasta que tuvo un orgasmo. Ella le suplico volver al hotel, quería hacer el amor con el como la noche anterior, pero el insistió en seguir dando un paseo, seguía excitada y deseándole.
Cada oportunidad que tenia, buscaba acariciar su cuerpo, deslizar sus manos por sus senos endurecidos y deseosos, poco después, pasaron a otro bar, y el la mando al baño, le pidió que se quitara la ropa y la metiera en el bolso y que se quedara solo con el abrigo, en la calle hacia frio pero no dejaría que pasara frio, la daría calor.
Anochecio pronto y las callejuelas solitarias invitaba a volver al hotel, en el camino de vuelta, pasaron por una calle solitaria, y cogiéndola de la cintura, la pego a una puerta y desabrocho el abrigo que llevaba, quería contemplar su cuerpo desnudo en la penumbra de la calle, besarla, acariciarla, sentir su cuerpo, ella temblaba, no sabia si por el frio o por la excitación, no podía parar de besarla y acariciarla y ella no quería que parara, pero pasaba gente por la calle y les miraba, asi que cerro el abrigo, la cogió por la cintura y se fueron al hotel, subieron al ascensor y se abrazaron y se besaron hasta llegar a la habitación, entraron, se tiraron en la cama, le desnudo, le comio a besos e hicieron el amor apasionadamente hasta el agotamiento.