Siempre tendremos París VI

Sospeche lo que estaba a punto de ocurrir y no me importó, por el contrario lo deseaba, el españolito coloco la punta de su verga en mi culo sin dilatar y aprovechando el propio vaivén de la cogida que le propinaba a su chico me la fue enterrando haciéndome gritar de dolor, pero dolor placentero, me sentí lleno con su barra de carne y con el culo de Eduardo aprisionándome. Aquello era la gloria.

Mis estimados lectores, lo prometido es deuda...y aquí les dejo lamas recienteentrega de esta historia. No han sido dias faciles emocionalmente para mí en el manejo de los personajes y deseo agradecer albuen amigo Delicious por todo el apoyo y el acompañamiento,una vez más te dedico el capitulo, que ya tuviste la oportunidad de leer y comentar.

A todos quienes me escriben dejando sus comentarios por acá o por correo,mil gracias por el seguimiento que han hecho de la historia. Les advierto que estamos muy cerca del fin que promete ser desconcertante.

Los animo a seguir comentando y valorando, esto que hoy publico es por ypara ustedes....

Siempre tendremos París... VI

Tengo miedo sobre lo que hoy les voy a contar, quisiera fuera menos complicado pero los acontecimientos ahora se desarrollan sin yo poder controlarlos, la trama ha tomado vida propia, ya no sé si es mi fantasía o la proyección de una potencial situación de desastre futura. Esta historia continúa así:

París, Julio 2012

Eduardo:

No sabía que decir, hacer o sentir sobre la situación en la que me encontraba. Seguía teniendo unas ganas terribles de reírme, no pueden negar que la situación era cuando menos graciosa, o desdichadamente tétrica y en ambas condiciones generaba risa. Pero también tenía unas ganas inmensas de írmele encima a Isaac y golpearlo, en qué estaba pensando para acostarse con Marion en la misma cama en la que habíamos estado juntos, me asqueaba y entristecía profundamente. Su cara de confusión no podía causarme otra cosa que compasión y ternura, el paseo por Paris había adormecido mi propia frustración y deseaba poder brindarle el apoyo que en este momento él tanto necesitaba. Indiscutiblemente lo quería, la estrategia de hacerme el duro y el indiferente me estaba haciendo tanto o mas daño a mi mismo que a Isaac.

-¿Qué hiciste que cosa? Fue lo único que atiné a preguntar, esperando que la afirmación anterior  hubiese sido mal escuchada por mí, necesitaba tiempo para articular una mejor idea sobre lo que estaba sucediendo…

-Que anoche, mientras seguramente tú retozabas en cualquier cama de París con tu soldado romano de brazos fuertes y espalda ancha, yo en medio de mi despecho traje a la estupenda chica que supongo tenia por novia, le hice el amor, vamos que me la follé, pero para hacerlo tuve que pensar en ti, imaginarme que ella eras tú… y al final ocurrió lo inevitable, me dí cuenta, tristemente, que su cuerpo no era el tuyo, que sus besos no eran los tuyos, que su pasión no era la tuya, y en la desesperación y el deseo por tenerte, en el preciso instante que acabé dentro de ella solté tu nombre que lo tenia atragantado desde que la besé por vez primera en está habitación… lo lamento tanto… - dijo esto ultimo mas como un responso hacia ella que para conmigo.

Pude sentir sinceridad en sus palabras, habló sin verme a los ojos, con la mirada perdida, casi como diciéndose todo a si mismo para convencerse de lo que decía. Yo tragué saliva y me senté a la orilla de la cama en donde Isaac todavía permanecía desnudo pero envuelto entre las sabanas, tomé aire para preguntar lo que necesitaba preguntar:

-¿Por qué lo hiciste Isaac?. Interrogué con miedo por lo que pudiera decirme

-¿El qué? El decir tu nombre en ple…

-Todo, el todo, por qué tuvo que ser así y no de otra forma… más normal – le interrumpí

-Pues por que soy un soberano gilipollas que no sabía que te quería como ahora sé que te quiero, porque la soledad me destruía y sentía como carcomía mi corazón y ella apareció y me pareció una agradable compañía, porque lo que siento por ti es tan intenso como inexplicable para mí, porque nunca he sido tan bueno como tu para salirme de las situaciones problemáticas que me agobian y porque esto que hay entre tu y yo no puede ser normal, el amor entre hombres no  es normal ni siquiera para nosotros mismos…

-¿De veras crees que entre tu y yo puede llegar a haber algo?

-No lo sé, pero quiero, sinceramente intentarlo, voy a quemar mis barcos por ti Eduardo, quiero que seas lo primero que vean mis ojos al despertar… quiero intentarlo contigo

  • Yo debo confesarte que me emocionan tus palabras Isaac. Nunca, de las veces en que me he enamorado y he estado con alguien había sentido la conexión y la magia que sentí contigo, por eso mismo hay dolor, decepción por todo lo que ha pasado en las últimas horas, yo no sé si pueda confiar en ti de nuevo…

  • Y yo, tengo miedo. Miedo a perderte, ese italiano…

-Isaac, en este preciso instante no tienes ningún derecho a preguntar absolutamente nada sobre Paolo, si te sirve de consuelo, no he pasado la noche retozando con nadie en ningún lugar… yo no soy como tú. Deberás esforzarte para que te vuelva a ver como antes, y no te puedo asegurar que eso suceda del todo.

-¿Eso significa que tengo alguna oportunidad contigo?

-No lo sé…. Contesté sincero

Isaac parecía habérsele iluminado el rostro con la sola mención de la existencia de una efímera posibilidad, o como mínimo una duda que le permitiera sembrar la esperanza de conquistarme. Se fue acercando sigilosamente hacia mí como una pantera, desnudo y enredado entre las sabanas sobre la cama, yo todavía meditaba sobre lo que acabamos de conversar y no me percaté de su presencia hasta que sentí su voz ronca cerca de mi oído:

-Júrame que después de hacer lo que pienso hacer, no me vas a dar la oportunidad de quererte….

Rápidamente posicionó su rostro frente al mio y sus labios buscaron mis labios como dos imanes que indefectiblemente se atraen y se repelen a la vez, los rozó apenas y pude sentir una descarga de energía eléctrica que viajó de mi boca a través de la espina dorsal y erizó toda mi piel, esa sensación solo la tenia con él. Traté de reaccionar y alejarme de sus deliciosos labios color granada, pero me sentía totalmente a su merced ante el abrumador movimiento, era incapaz de reaccionar a semejante ofensiva. Una vez mas, tomó mi rostro entre sus manos, como para evitar cualquier intento de fuga o rechazo, cosa que no iba a suceder tampoco, y lentamente fue acercándose, nuestros ojos no se cerraron ni se dejaron de mirar intensamente hasta después del encuentro carnal de los labios, su lengua inundó mi cavidad bucal, desesperada, con ganas de reconocer nuevamente cada espacio, cada milímetro, yo solo me dejaba hacer, nuestras salivas edulcoraban aquella vorágine oscular, tierno, fuerte, intenso, mordía mis labios suavemente y llego el punto en que ya nuestras bocas recorrían la una el rostro del otro, saboreándonos, identificándonos, reconociéndonos. Pude sentir  como su cuerpo se encimó sobre el mio y lentamente me fue recostando sobre la cama, la misma cama sobre la que habíamos hecho el amor, la misma donde él acababa de follarse a Marión… fue entonces cuando todas mis alarmas se dispararon. La voz en off apareció estruendosa dentro de mi cabeza: Espero que tengas la capacidad de controlar las ganas y te des el puesto que te mereces, hazte respetar…

-No…. Dije mientras recobraba la cordura y la postura sobre la cama … No… Isaac parecía contrariado con mi reacción… Aquí no, no sobre estas sabanas, ni este colchón, ni en esta habitación. Me repugna, acabaste con la magia de este lugar, solo quiero irme lo más pronto de aquí.

Me levanté de la cama y me interné en baño, me despojé de mi ropa y casi como autómata me metí bajo la ducha, lo quería, pero mi amor propio siempre es superior al que puedo llegar a sentir por cualquier persona.

Isaac:

Pensaran que soy un cínico de mierda, y sí, lo soy. Me siento demasiado bien con Eduardo como para sentir algún remordimiento por lo sucedido con Marion. Sé que ella no lo merecía y que todo terminó hecho un completo desastre, pero ahora lo único que me interesaba era aprovechar la pequeña rendija, la mínima posibilidad que Eduardo había abierto para poder intentarlo, ahora si sin secretos con él. Al fin y al cabo, es mejor un no sé que un no, y por supuesto yo no iba a dejar de aprovecharlo.

El movimiento que intenté no me había salido del todo bien, no medí la influencia del entorno en la reacción de Eduardo, se mostró herido y ofendido, reconozco que no fue muy inteligente de mi parte, pero deseaba demostrarle cuanto le quería en ese preciso instante. Mientras él se duchaba yo procedí a medio vestirme y recoger las cosas que estaban regadas por la habitación, que tampoco eran muchas ya que la habitación no era muy grande que digamos, meticulosamente fui colocando sus cosas sobre la cama para que él solamente tuviese que armar su valija de acuerdo a sus estrictos estándares de orden, miren que es un poco psicótico mi chico… jajajaja, me encanta pensar en él como mi chico.

En las próximas horas nuestro máximo intercambio fueron miradas furtivas y sonrisas, aun detrás de sus lentes de aviador podía adivinar cuando me miraba mientras nos desplazábamos por París rumbo al Aeropuerto de Orly donde nos esperaba el próximo vuelo a Roma. Eran sonrisas cómplices las que cerraban nuestra conexión antes de bajar la mirada y romper el enlace que se establecía entre nuestros ojos.

Silencio, eso era lo que había entre nosotros, casi podía escuchar el cerebro de Eduardo pensar en las miles de cosas que de seguro estaba pensando, yo solo estaba atento a sus gestos, sus expresiones, le atendía en todo, llevé su maleta, le abría las puertas, le compre su agua Evian que tanto disfruta, pero ni una sola palabra, solo cruce de miradas y sonrisas. Toda vez que abordamos el avión y despegamos, Eduardo se había colocado su ipod y como un gesto de buen compañero de viaje colocó un auricular en mi oreja para que yo también escuchara lo que él oía, cosa que regularmente hacíamos, solo que la selección que hacia de las canciones era demasiado directa y cruel: La Ley con Mentira, Shakira con No, Ricky Martín con Tal Vez y Franco de Vita con un buen perdedor….Vamos que la indirecta no podía estar mas clara. Decidí arriesgar y busqué una canción de un nuevo grupo venezolano que sabía la tenia y que le gustaba…

-Escucha esta canción, te la dedico- le dije con mi profunda mirada clavada en sus pupilas cuando ya nos encontramos a cientos de pies de altura en el cielo, y la música comenzó a sonar…

Dónde andabas tú

Inoportuna maravilla

En que planeta te escondías

Dime que hacías tú

Que aterrizaste en mi vida

Cuando menos lo quería

Será que te ocultaste en el fondo del mar

Como el tesoro mas dificil de encontrar

Será que te esperando tanto y al final

No te supe amar, no te supe amar

Dónde andabas tú

Cuando podía regalar todo mi amor

Sin compartir con otros nuestro corazón

Dónde andabas tú

Dónde andabas tú

Cuando podía darte el cielo con su azul

Pero llegue muy tarde y me pregunto aún

Dónde andabas tú

Como sabías tú

Lo que soñaba y escondía

Mi repertorio de manías

Será que me estudiabas desde algún lugar

Que me leías como un libro sin final

Será que te guardaste tanto que al final

No te supe amar, no te supe amar

Dónde andabas tú

Cuando podía regalar todo mi amor

Sin compartir con otros nuestro corazón

Dónde andabas tú

Dónde andabas tú

Cuando podía darte el cielo con su azul

Pero llegue muy tarde y me pregunto aún

Dónde andabas tú

Que siempre te extrañe

Aún sin conocerte cuantas noches te pensé

La vida es como es

No me dejo tenerte dime

Dónde andabas tú

Cuando podía regalar todo mi amor

Sin compartir con otros nuestro corazón

Dónde andabas tú

Dónde andabas tú

Cuando podía darte el cielo con su azul

Pero llegue muy tarde y me pregunto aún

Dónde andabas tú

(SanLuis)

Eduardo:

No tenía nada más que hablar con Isaac. Nuestras conversaciones se convirtieron en miradas y gestos que parecían simular sonrisas. Si esto seguía así en Roma el final de nuestro viaje se presagiaba terrorífico. Yo tampoco colaboraba mucho colocando las terribles canciones que deliberadamente escogía en mi ipod para animar el trayecto en avión. Pero lo que menos esperaba es que Isaac me dedicara esa canción, apenas escuché los primeros acordes del tema y relacioné la letra con nuestra situación, no pude evitar que las lagrimas se arremolinaran en mis ojos y que una intrépida muestra de ese dolor y ese amor resbalara por mi mejilla, pero lejos de sentirme gratamente sorprendido, me sentí humillado… no era posible que él lograra desestabilizarme como lo hacía, necesitaba darle un giro a esta situación y Roma, junto con Paolo me ofrecían la oportunidad perfecta para probar a Isaac, los próximos días serían determinantes y hasta crueles…


Roma, Julio de 2012

Roma siempre es sinónimo de caos, mucha historia y muchos vehículos juntos en la ciudad eterna, pero este enclave del pasado es también sinónimo de un encanto especial que me atrapaba desde pequeño, no tiene punto de comparación, y su comida siempre me obligaba a regresar a casa con unos cuantos kilos extra que después debía eliminar sudando la gota gorda haciendo footing en varias sesiones diarias, pero bien valía la pena. El departamento de mis tíos es un pent-house de lujo con terraza ubicado en las cercanías del Panteón en pleno centro de la ciudad. La exquisitez de la decoración con la que mi tía había armado aquel lugar lo hacia uno de mis espacios favoritos en el mundo, en fin, un lugar perfecto para pasar los días de agobiante calor del  verano romano.

Lo primero que hice al pisar Fiumucinno fue llamar a Vanessa, una gran amiga venezolana que en la repartición de destinos para cursar estudios de postgrado escogió Roma como su nuevo hogar. Habíamos estudiado juntos en la universidad y también era muy amiga de Isaac.

-Amiga, me vas a querer matar por no haberte avisado antes, estoy aterrizando en Roma y necesito verte, te traigo una sorpresa que de seguro te va a gustar – le solté apenas contestó con el característico pronto italiano, mientras miraba a Isaac sonriéndole, y antes de que ella pudiera reaccionar y decirme algo me gire para quedar fuera de la vista de él y le dije – Lo que traigo es una historia que no me vas a creer y que vas a tener que ayudarme a resolver…

-¿Dónde y cuando nos vemos? Fue lo que obtuve por respuesta de ella…

  • En una hora en casa de mis tíos, yo cocino, marica te vas a caer de culo cuando te cuente!

-Cambio y fuera… dijo

Vanessa:

Que Eduardo me llamara justo cuando llegara a Roma es lo más normal, nunca me avisa con tiempo cuando va a estar aquí, pero que me advirtiera lo de una historia de muerte lenta que me iba a dejar estupefacta, eso es otro nivel de las cosas. Ni remotamente sospechaba que se pudiese tratar, así que rauda y veloz decidí trasladarme al envidiable departamento de los tíos de Edu para enterarme con lujo de detalles del chisme que pintaba muy bien.

Isaac:

Roma es encantadora, cuanta historia en sus calles y construcciones, en general Europa tiene ese encanto de lo antiguo pero esta ciudad destacaba por sobre todas en eso. El chofer que nos esperaba en el aeropuerto, de la empresa del tío de Eduardo, nos llevó hasta el edificio donde se ubicaba el departamento y le informó a él que estaba a nuestra completa disposición para llevarnos a pasear por la ciudad por orden de su tío. Agradecimos la oferta y quedamos en llamarle si requeríamos sus servicios. Entramos al hall de un lujoso edificio y Eduardo saludó con naturalidad al portero que le entregó las llaves de acceso al departamento, subimos por un minúsculo pero elegante ascensor que desembarcó justo en la puerta del departamento más hermoso, opulento y  exquisitamente decorado que había visto yo en mi vida.

-Bienvenido, siéntete como en casa – Me dijo Eduardo.

  • Joder macho, que mi casa puede parecerse a cualquier cosa menos a esto, jajajajaja.

-Tonto… me respondió medio sonreído.

-Espero que nuestra estadía aquí sea más agradable que el silencio sepulcral que me aplicaste desde que salimos de Paris.

-Necesitaba pensar Isaac, no puedo dejarme distraer por cada uno de los gestos o expresiones que se ocurren para llamar mi atención. Pero te prometo que la vamos a pasar muy bien…

Un delicado zumbido le interrumpió al hablar

-De hecho, creo que acaba de llegar tu primera sorpresa…PREPARTE… dijo mientras se abalanzaba sobre mi y me atacaba sin compasión haciéndome cosquillas en un gesto de cariño que hacia días no tenía para conmigo.

El ascensor se estacionó frente a la puerta del departamento que Eduardo  rápidamente abrió y dijo ocultándose tras ella

-Entra que tu sorpresa te espera… Fue lo que dijo Eduardo al visitante desconocido.

-ISAAAAAAAAAAAAAAAAAAC – un estruendoso grito me sacó de mis pensamientos.

  • VANE… VANESSAAAA – Grité yo  también pleno de emoción mientras nos fundíamos en un cariñoso abrazo…

-Esto no se vale tenían que avisarme que veían para recibirlos como Dios manda – Decía ella notablemente sorprendida paseando su mirada de Eduardo a mí, esperando a que sus ojos dieran crédito a lo que veían…

-Están tan guapos los dos….

-Venga tía que a ti tampoco te ha sentado mal Roma, estas de lo mas simpática… Dije siendo sincero…

-Gracias…que rico que estén aquí ambos amigos, no tienen idea de cuanto les he extrañado…

  • Bueno mis queridos, mientras ustedes siguen con su mar de saludos y piropos yo voy a ponerme a cocinar… aunque creo que voy a necesitar que alguno de ustedes baje a comprarme unas cositas.

-Yo con tal de volver a probarte voy hasta el fin del mundo… - dije,  haciendo que Vanessa frunciera el entrecejo y me mirara medio divertida, medio extrañada -  Digo, de probar tu cocina, claro… jajajaja – completé la frase.

  • Te acompaño Isaac – respondió Vanessa.

-Perfecto, pero primero déjame cambiarme para ponerme algo mas fresco que de seguro afuera el calor es atroz.

-Vale, anda.

-Yo mientras hago una listica con las cosas que necesito. Soltó Eduardo.

Vanessa:

Me esperaba cualquier cosa menos encontrarme con Isaac en casa de Edu, ha sido una grata sorpresa. En eso pensaba cuando sentí la mano del Eduardo agarrando fuertemente mi brazo y llevando en volandillas hasta la cocina…

-Coño… - le dije – ¿me puedes explicar el amable paseo?

-No  hay tiempo para detalles, pero  hay cosas que debes saber de inmediato…

-Chisme, chisme, chisme, cuéntamelo todo no me ocultes nada.

  • Versión corta: Isaac y yo nos enrollamos en París, llegó su novia y todo se jodió, conocí un italiano espectacular y todo siguió jodiendose, él terminó con la novia por mi culpa y ahí si que todo se rejodió…. Y esta mañana me ha dicho que quiere intentar tener algo conmigo pero no se si yo pueda….

  • Uhmmmm, ya… ¿Chico te acuerdas cuando condorito se caía para atrás haciendo PLOP? Bueno, en estos momentos me siento así …. ¿QUÉ COÑO ME ESTAS CONTANDO?

-Shhhhhhhhhhhh,  baja la voz coño que nos va a escuchar…tienes que ayudarme a solucionar esto amiga, a Isaac lo quiero pero estoy dolido por que me mantuvo oculto lo de su novia y después esta el ita…

-Bueno, ya estoy, ¿Bajamos Vane? – Apareció diciendo Isaac en la cocina

  • Si, ya Edu me dijo que era lo que quería y ya se donde comprarlo por aquí cerca… vamos – propuse. Apenas nos montamos en el elevador comencé a idear la estrategia de interrogatorio para sacarle a Isaac los detalles que Eduardo no me pudo dar…

-A ver guapo, y cómo va ese corazón, cuantas chicas tienes vueltas locas en Bilbao… le pregunté en tono jocoso.

Isaac me miró fijamente y esbozo una media sonrisa que le salía espectacularmente bella a vez que cínica.

-Así que Eduardo te ha contado ya lo que ha pasado entre nosotros en París, vaya si son rápidos ¿no? - Me dijo serio, dejándome pasmada…

-Yo, esteee, no…que, que no se a que te refieres….- fue lo que torpemente puede articular mientras sentía que el trayecto del ascensor se hacia larguísimo….

-Mientes muy bien, pero no ante quienes te conocemos Vane! Si, mi corazón tiene un único dueño hoy, y ese es Eduardo, tienes que ayudarme a conquistarlo amiga.

-Bien bello pues… la cupido romana yo….- pensé mientras mostraba mi cara de sorpresa ante la confirmación que acababa de hacerme Isaac.

Eduardo:

A penas acababa de salir de la ducha y comenzaba a vestirme cuando  sonó de nuevo el telefonillo para que el portero me anunciara que mi amigo iba subiendo algo cargado y que lo esperara en la puerta. Rápidamente me puse un albornoz de seda que tenia en mi habitación y salí corriendo, no sin extrañarme que Isaac viniera con las manos tan ocupadas, tampoco le había mandado a comprar tantas cosas, abrí la puerta y sentí que el corazón me dio un vuelco ante la visión del inesperado visitante

-Caramba, Penso che ne valeva la pena avanzare il mio ritorno se la ricezione che faccio è con i vestiti così poco...Y además, nos vendrán bien las seis botellas de Don Perignon que he traído para recordar nuestro paseo por Paris…

-¿Paolo? Pero, ¿Cómo llegaste hasta  acá?

-Jajajaja, ragazzo cuando supe que eras sobrino de Massimo Finoglio, el zar de la construcción italiana, pues automáticamente supe donde estarías y antes de que te olvidaras de llamarme, preferí venir a hacerte una visita, y creo que ha sido una gran idea, claro si me dejas pasar!

Isaac:

Me sentí muy contento de poder compartir con Vanessa mientras hacíamos las compras todo lo que sentía con respecto a Eduardo, era un alivio poder contar con alguien que no te juzga ni reprocha, y que también parece alegrarse por la historia y está dispuesta ayudarme.

-¿Qué tanto revisas el teléfono Vane? Le pregunté interesado…

-Jajajaja, es que con el apuro del chisme Edu no me dijo que era lo que quería que compráramos y ahora le estoy escribiendo para que diga.

-Ustedes son los peores definitivamente – Contesté sonreído.

-Vale, creo que ya tengo todo, y sino que se joda… Vamos de regreso que ahora quiero jugar un rato con el Edu para hacerlo sentir incomodo… él no sabe que tu sabes que yo sé…. Así que creo me voy a divertir un rato.

-Malvada.

Caminamos de regreso al departamento con las compras y Vane me hacia reír cada vez mas con las ocurrencias de las cosas que le haría pasar a Eduardo. Subimos por el ascensor hasta el pent-house y al abrirnos la puerta un Eduardo muy desencajado nos recibió casi tan pálido como un fantasma…

-Adelante chicos, ehhhh, les cuento que tenemos visita…. - Fue lo único que logró decir, pero no hizo falta mas pues en ese momento la blanquísima sonrisa del italiano rompe pelotas se asomó por el pasillo.

Sentí que mi circulación sanguínea se activó y fui poniéndome lentamente rojo, pero de lo cabreado que estaba. Este tío tenia mucho morro si creía que le iba a dejar el camino libre para que se quedara con mi chico y Eduardo no me había comentado nada sobre una potencial visita, aunque por su cara creo que tampoco la esperaba.

-Maxho que ya pareces Droopi apareciendo por donde menos se te espera – Dije con un sarcasmo impropio de mi, pero producto de la propia arrechera que ya cargaba.

Las caras de Eduardo y Paolo reflejaron lo descortés de mi comentario y la pobre Vane parecía más perdida que la tapita de un pen drive en medio de la guerra de miradas y sonrisas poco sinceras que se había instalado en el living del departamento.

-Jajajajaja… Quizás tu no me estabas esperando, pero Edu me recibió como un Dios… ¿Certo ragazzo? Inquirió el italiano en tono socarrón y sensual.

  • ¿Qué? No, yo solo acaba de salir de la ducha y …. – Dijo Eduardo, mientras se daba cuenta que mientras más explicaba peor sentido tomaba todo - … nada, que no estaba esperando a nadie, pero ya que están, pondré manos a la obra, espero les guste lo que les voy a preparar. Por cierto Paolo, puedes abrir el champagne pero yo me mantengo a raya porque es un producto que me hace cometer locuras…

  • Quizás es la intensión mi Edu… Comenzaba a comentar el italiano cuando le interrumpí molesto.

  • Creo que es exagerada tu confianza Paolo – dije serio – Eduardo no es nada tuyo para que le digas “mi” y la única persona que lo llama Edu…

-Soy yo… - interrumpió diplomáticamente Vanessa para evitar males mayores - ¿Y tu eres Paolo Santigliagni cierto? El joven emprendedor italiano de las telecomunicaciones… Mucho gusto, Vanessa Aristiguieta, la única que le dice Edu al capullo que ahora está en la cocina.

  • Va a ser que no soy tan ignoto como imaginaba, es un placer… y con respecto a lo que dices Isa, creo que hay cosas que van a cambiar, no te sulfures por eso ragazzo – Dijo el italiano mientras que con su puño me daba un ligero golpe en forma de knoc-out en mi quijada yéndose hacia el bar.

Vanessa:

El ambiente en el departamento podía cortarse con un cuchillo y comerse a pedazos, la tensión entre esos dos portentos de hombres y la forma en la que Edu había evadido el tema escabulléndose a la cocina había dejado en el aire una interesante declaración de guerra entre ambos, pero yo necesitaba tener más datos sobre esta interesante situación:

-Chico hay cosas que yo no logro entender de la vida… yo me mato por conseguir un hombre bueno, decente y que me quiera, pero naaaaaada, en cambio tu, tienes en la sala de este departamento a dos pedazos de tipos que  aparte de estar buenos por dentro y por fuera, están a punto de iniciar una guerra por ver quien debe quedarse contigo… definitivamente debo estar haciendo algo mal… Le comenté irónicamente a Edu al entrar a la cocina.

-Amiga quiero que me trague la tierra, no esperaba que Paolo a pareciera hoy por acá, me dijo que llegaba mañana y de repente me toca la puerta y aparece con su sonrisa y seis botellas de champagne y me encuentra en bata de baño medio desnudo… uy no, demasiado.

  • Pero nunca me dijiste que Paolo era ese Paolo… el tipo es un empresario importante acá…

-Qué demonios iba a saber yo eso… es lo que menos me importa, ahora lo que me preocupa es tenerlos a ambos allá afuera, Isaac tiene cara de querer cortarlo en pedacitos y luego meterlo en una tina llena de acido para no dejar huellas.

-Eso sería un desperdicio…jajajajaja… pero y ¿tu que pito tocas en esta historia? Mejor dicho, ¿Qué pretendes hacer con esos dos chicos?

  • No sé, a uno lo quiero, al otro le tengo unas ganas terribles…  pero creo que Paolo busca algo más que sexo y no creo que tenga ánimos de involucrarme a ese nivel con alguien más…mi vida es un completo desastre…

-Ojala lamia fuera la mitad de desastrosa dela tuya, pero Dios no le da chacho a burro… Lo que te puedo recomendar es que te tires al italiano y luego decidas, es mejor arrepentirse de lo que se hizo, que de lo que se dejó de hacer…

-Chica pero ¿qué clase de consejo es ese?

-uno de gente grande amor… déjate de mariqueras y disfruta lo que te está regalando la vida, al fin y al cabo Isaac te adora, pero no son formalmente nada y bastante mal que se ha portado, así que date la oportunidad de experimentar y ver quien de los dos te gusta mas…

-Eres peor que la voz de mi conciencia, la idea es que me ayudes a resolver no que me compliques más…

De repente nos interrumpió el ruido de un cristal que se rompía… Eduardo palideció de solo imaginar que aquel par de machos se estuviesen cayendo a golpes. Salí disparada a la sala pero solo fue una copa de cristal de bacará que se le había resbalado de la mano a Isaac y así volví a la cocina para decirle a Edu.

-todo bajo control, fue un falso positivo.

-amiga por favor quédate allá afuera y mándame a Isaac para que me ayude, no me mandes al italiano que es capaz de violarme mientras deshojo la albahaca…

-Ay que rico sería eso friend….jajajajajajaja…. Tranquilo que yo me encargo de todo, ya te mando al pinche para acá…

Isaac:

El golpecito que me dio el capullo siciliano este me había sacado totalmente de onda, la seguridad con la que se desenvuelve me arropa pero no pienso hacerme a un lado para dejarle el camino libre, así tenga que entrarle a hostias hasta partirle su  carita de ragazzo… Juro por Dios que no lo soporto.

-Señor Isaac, lo solicitan en la cocina en plan pinche… - Me interrumpió Vanessa.

  • Jajajaja, está bien, ya sabía que Eduardo iba a necesitar mis servicios. Quédate aquí con el señor telefonía celular que ya me encargo yo de la asistencia en cocina.

Camine sonreído hasta la cocina sintiendo la mirada del italiano clavándose en mi nuca. Y si las miradas mataran yo hubiese caído muerto de ipso-facto.

-Pudiste haberme dicho que el italiano iba a venir a fastidiarme la velada…

-Isaac de verdad discúlpame, no tenia idea de que Paolo iba a venir esta noche, te pido por favor que bajes un poco la animadversión que le tienes…

-Está bien, pero solo con una condición-

-¿Crees que estás en capacidad de exigir condiciones? A ver, de qué se trata…

-De que me dejes robarte un beso…  me le fui encima y sin reparar en su cara de asombro busque directo sus labios moros que se abrieron como por arte de magia para recibir mi lengua en su tibia cavidad, sentí que se dejaba besar sin oponer resistencia y mientras compartíamos fluidos podía percibir la sonrisa que se dibuja a través de la comisura, no pudimos seguir besándonos de la risa que se nos pego…

-Tonto… apurate que ya voy retrasado.

  • Como usted mande chef….

Eduardo siempre fue extraordinariamente bueno y rápido cocinando, así que pasamos una deliciosa hora de trabajo en la cocina que además tenia todos los implementos necesarios para cualquier actividad culinaria. Pero lo mejor era que ambos no abandonábamos la sonrisa tonta con la que intercambiamos miradas, rozábamos nuestros cuerpos y jugábamos. Me encantaba sorprenderlo por la espalda y abrazarlo mientras le ayudaba a cortar alguna cosa y aprovechaba para recostar mi paquete en el pedazo de culo que se gasta, el solo sonreía y me pedía que le dejara cocinar pero su voz y sus gestos indicaban que quería que se lo siguiera haciendo, yo no dejaba de aspirar fuertemente el delicioso olor de la parte de atrás de su cuello y mordisquearle las orejas. Vanessa casi nos interrumpen mas de una oportunidad  cada vez que venia a hacer el cambio de copas de champagne…

-Amiga por favor bájale dos al recambio de mi copa… No respondo por mis actos, lo advierto…. Comentó Eduardo claramente afectado por el burbujeante licor…

-Pero que rico suena eso – le dije yo mientras le daba un fuerte agarrón de nalga que le sorprendió a ambos….

-Bueno sus demostraciones publicas de afecto para después… Inquirió Vanessa- Isaac después de la cena ¿podrías acompañarme a mi departamento a buscar  ropa para poder quedarme estos días con ustedes acá?

-Sus deseos son ordenes mi vestal romana - Dije casi sin pensarlo, definitivamente no preví el desenlace de esa noche.

-que bello eres, mi salvador bilbaíno, te adoro, ahora sigo con atendiendo al romano que tengo alla afuera.

-Ya falta poco para servir Vane, por favor dile a Paolo que se prepare… Dijo Eduardo.

  • Vale.

Necesitaba hacer algo para dejar a Eduardo bien caliente  y que no pudiera dejar de pensar en mi toda la noche, asi que en el momento en que le daba los toques finales a la emplatada de lacena, me acerque sigiloso a su espalda y una vez mas apoye mi notable erección entre su culo, y en lo que él se enderezó metí mis manos debajo de su camisa y las desplace en forma de caricia por su abdomen hasta llegar a sus tetillas, las cuales pellizque fuertemente arrancándole un gemido estremecedor mientras sentía como el mismo empuja su trasero contra mi falo, por lo que comencé a frotárselo simulando en movimiento de la penetración y le dije al oído

-quiero que pienses en esto durante todo la cena y mantengas esta barra de carne que te estoy tocando despierta… esta noche volveremos a ser uno solo…. Te quiero.

-Difícilmente podré dejar de pensar en esto…me vuelves loco Isaac… - dijo entre gemidos mientras su piel se perlaba con una fina capa de sudor—

-Interrumpo… el italiano estaba en la puerta de la cocina, más que molesto parecía bastante cachondo con lo que acababa de ver .

Eduardo se echo hacia atrás para empujar y retorno a su posición original mientras trataba de componer su camisa…

-No para nada… es más ayúdanos a llevar a cena a la mesa – le dijo Eduardo mientras salía ya con el primer plato listo para servir.

Cuando me disponía a seguirlo el italiano me tomó sutilmente por el codo y mirándome fija y seriamente me dijo:

-Déjame tener una noche de pasión con él y deja que sea Eduardo quien decida con quien quiere estar después… Así podremos estar en igualdad de condiciones en esta competencia…

-Eduardo no es un trofeo por el cual compito, y no me corresponde a mí cederte una noche con él, eso deberás ganártelo tú si es que él quiere estar contigo…también. – Le respondí desafiante, dejando en claro que ya entre Eduardo y yo había pasado más allá de lo que acababa de ver.

-Debo decirte que me ha gustado mucho ver como simulabas follartelo, me hubiese gustado estar en su lugar y sentir esto que tienes entre las piernas – Me dijo el italiano mientras dirigió su mano a mi paquete para sobarlo descaradamente y con mirada lasciva se acercó a mi y me robo un beso espectacular, se dio media vuelta y se marchó dejándome súper flipado en mitad de la cocina.

Paolo:

Sabía que había aterrizado en medio de una historia que parecía recomponerse y necesitaba actuar rápido. La visión de Eduardo recién salido del baño me despertó el morbo de querer singarmelo en ese mismo momento. Luego me extraño que no quisieran mi participación en la cocina y cuando finalmente pude vencer la barrera de la pertinaz amiga y me acerque para deleitarme con la imagen de Isaac restregando su cuerpo sobre un Eduardo que estaba a punto de caer sin condiciones ante el asedio de aquella verga persistente que a través de la tela pretendía penetrarle, fue demasiado, por instantes pasaba del deseo de ser el uno o el otro. De un solo envión mi polla se puso durísima y cuando ya no podía ocultarme mas preferí interrumpir antes de presenciar una escena porno que me motivara a unirme al  grupo.

Debo reconocer que el mismo calor del momento y ante mi mal manejada desesperación abordé a Isaac con un propuesta poco verosímil, pero debía jugar cualquier carta antes de dar mi próximo paso, si quería a Eduardo tenia que sacar del juego primero al españolito reencauchado este, así que apostando el todo por el todo me arriesgué a pedirle que mediera una noche con Eduardo y el elegante e inteligentemente se safó del paquete, así que no me quedó otra que abordarlo y desestructurar su actitud de supremacía, sobarle la polla y embutir mi lengua en su boca pareció ser suficiente para dejarlo fuera de circulación mientras yo armara mi jugada.

La deliciosa cena que preparó Eduardo transcurrió entre risas y agradables comentarios sobre el reciente viaje a París y Vanessa desplegó el repertorio de anécdotas universitarias de tiempos mejores compartidos con los chicos. Salvo Isaac que parecía algo descolocado, todos lo pasamos muy bien y disfrutamos de la comida y la bebida, especialmente Eduardo que ya se notaba bastante desinhibido por efecto del espumante.

Vanessa:

-Chicos ha sido una hermosa velada, pero debo ir a buscar ropa a mi casa para poder quedarme acá mientras estos estén en Roma e Isaac me prometió acompañarme…y ya es hora de ir a cumplir esa misión - Les  dije ya cuando finalizábamos la sobremesa.

-Mi chofer los puede llevar y traer así que no se preocupen – Dijo el italiano, que al nosotros darle respuesta afirmativa se retiro a llamarle.

-¿Y vamos a dejar a Eduardo en ese estado con este gilipollas? – Me interrogó Isaac aparte .

-Vamos y venimos no creo que al italiano le de chance de nada, además ofreció su carro y a esta hora así es mas fácil. No te preocupes. Además Eduardo no es ningún bebé…

-Si pero Paolo tampoco…vale apúrate que dejarlos solos me pone malo. Me contestó Isaac.

Eduardo:

No se ni en que momento ni en cuales circunstancias quedé a solas con Paolo, tumbados en las poltronas de la terraza iluminada con antorchas descorchando la ultima botella de Don Perignon. Cuando el italiano volvía con las copas nuevamente llenas se sentó a mi lado y tras mirarme de forma sostenida y profunda, sin mediar palabras, se acercó a mí y me beso, de esa magistral manera en que solo un italiano sabe hacerlo, con pasión animal y sexual, haciendo que nuestras lenguas se enlazar en una inútil lucha por dominar la boca del otro, y el muy desgraciado olia a aqua di gio , me enloquece ese aroma. Me recostó sobre la tumbona y sin dejar de besarme comenzó a desabotonar su camina y la mía, yo parecía un muñeco que se dejaba hacer cualquier cosa pues el alcohol había inhabilitado toda capacidad de respuesta en mí.

  • Para Paolo por favor, esto no está bien – fue lo que medianamente pude decirle.

-déjame ver –replicó él mientras su mano bajaba a mi entrepierna y acariciaba mi polla – Eso no es lo que dice esta impresionante barra caliente que puedo sentir a través de la tela caro mio…

Este carajo me hacia perder todas las perspectivas, sus manos parecían multiplicarse ya que as sentía por todo mi cuerpo al mismo tiempo, suevamente fue despojándome de mi ropa y el de la suya hasta que los dos quedamos completamente desnudos bajo el tibio cielo nocturno de una Roma inusitadamente silenciosa y oscura.

-Paolo estas loco, los chicos pueden llegar en cualquier momento y nos van a encontrar…

El italiano cayó mis ruegos con otro pasional beso mientras nuestros cuerpos se unian en piel intercambiando las primeras gotas de sudor y nuestras vergas comenzaban a luchar como espadas aprisionadas en nuestros vientres. La magnitud del cuerpo de aquel hombre sobre el mio me hizo sentir la necesidad de dejarme llevar y entregarme, ya era demasiado tarde para arrepentirme

-Tranquilo, estoy seguro que tardaran lo suficiente –dijo  entre divertido y misterioso.

Yo olvide por completo quien era yo y quien era él, el olor a sexo y el magnetismo de Paolo me dominaban tanto que en un arrebato de pasión abrí mis piernas y las subí hasta apoyarlas en sus hombros…

-Entonces hazlo…

Paolo:

La luz verde que acaba de darme Eduardo me dejó sin palabras, no pensé que iba a ser tan sencillo llegar a este punto. Sostuve sus piernas con mis fuertes manos y me desplace hasta la altura de su depilado orto color rosa oscuro, lo lamí con fruición sintiendo el placer con que se estremecía y el dulce sabor que su sudor, mi lengua intentaba persistentemente penetrar en esa cavidad que se notaba estrecha y tibia, mientras lo hacia le arrancaba gemidos a mi amante, este chico es especial para follar, pensaba.

Luego con mis dedos fui preparando su agujero que por la excitación estuvo listo al poco tiempo, y yo tampoco podía aguantar mucho mas así que sin mayor dilación coloque la punta de mi verga en su culo y comencé a hundirla despacio , pero sin detenerme mientras el dejaba escapar un ahogado aullido mezcla de dolor y placer. Su cueva era estrecha y suave, bastante caliente y apretaba mi polla con una fuerza que parecía querer escurrírmela, era el mejor culo que jamás me hubiese cogido, valía la pena toda la espera, Eduardo me estaba llevando al cielo en cuestión de segundos.

Cuando ya estuvo totalmente adentro, me incline sobre el buscando sus labios y al rozarlos comencé un delicado movimiento de mete y saca que fue interrumpido por las palabras de Eduardo:

-No seas cabron y rómpeme el culo de una maldita vez, siento tu polla en mis intestinos.

Aquello me puso a mil y decidí complacer el voraz apetito sexual de mi recién estrenado amante, que de verdad me dejaba bastante sorprendido, así que comencé a bombearlo fuerte y rápidamente, aquello era sexo salvaje que se aderezaba con mis bufidos y las notas graves que se desprendían de la garganta de Eduardo. Pasamos así un buen rato, follando a cielo abierto, hasta que sentí que alguien nos observaba, sin dejar de moverme dentro de Eduardo me gire hacia la puerta de acceso de la terraza y pude ver a Isaac, completamente desnudo, pajeandose mientras nos veía follar. Aquello me puso mas cachondo aun y comencé a darle mucho mas fuerte por el culo a Eduardo quien comenzaba a gritar sin ninguna represión, estaba totalmente poseído por el sexo.

Isaac se colocó detrás de mi, sospeche lo que estaba a punto de ocurrir y no me importó, por el contrario lo deseaba, el españolito coloco la punta de su verga en mi culo sin dilatar y aprovechando el propio vaivén de la cogida que le propinaba a su chico me la fue enterrando haciéndome gritar de dolor, pero dolor placentero, me sentí lleno con su barra de carne y con el culo de Eduardo aprisionándome.  Aquello era la gloria.

Eduardo abrió los ojos como platos al ver a Isaac detrás mio, intentó detener todo y que me saliera de él, pero lo aferre con mis manos y después de besar le dije…

-Tranquilo, déjalo que se está vengando de mi por follarme a su chico…

La cara de Eduardo se transmutó otra vez a esa expresión de   sexo sin control que acababa de descubrirle y mirándonos a los dos, suspendiendo todo movimiento, yo con la polla en su culo e Isaac engarzado en el mio, nos dijo lleno de lujuria…

-Quiero que me follen los dos… al mismo tiempo

Eduardo:

Al abrir mis ojos  esa mañana no sabía que me dolía más, si la cabeza o el culo…la sensación era fatal…No se ni como llegue a mi habitación ni porque demonios me encontraba totalmente desnudo y lleno de pegotes de semen seco por todos lados. Isaac dormía a mi lado en el mismo o peor estado.

Salí caminando desnudo de mi habitación y me dirigí a la cocina, pero al pasar por la sala me tope con un inmenso ramo de rosas rojas con una tarjeta que decía…

“Lo de anoche ha sido mas que especial …una centena de rosas para mis chicos” Paolo.

Que demonios…

-Quiero que sepas que aunque me ha dolido mucho lo de anoche, estoy dispuesto a compartirte con Paolo si eso es lo que quieres, prefiero eso antes que perderte.  Me dijo un Isacc de voz triste y grave a mis espaldas.

Las imágenes se agolparon de pronto en mi cerebro y vi como una película todo lo que había pasado anoche y parecía haber olvidado momentáneamente. La pena me invadió y las lagrimas comenzaron a salir de mi sin poder contenerlas, me di media vuelta para toparme con los ojos mas tristes que jamás haya visto en mi vida.

-Isaac por favor, perdóname…

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Ha sido bastante dificil para mí concretar este capitulo, espero que les guste y estaré atento a sus comentarios! UN GRAN ABRAZO