Siempre tendremos París II

Me sujetó fuerte por la cintura y tiro de mi, tanto que claramente pude sentir todo su paquete restregado en mis nalgas, me despegue rápidamente y con la misma voltee y le mire entre apenado y divertido

Aguardo por sus impresiones, los animo a comentar...

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A medida que se acercaba la fecha de nuestro encuentro los intercambios vía electrónica se hicieron cada vez más esporádicos, típico que en esos momentos en que no te responde un mensaje, pero sabes que esta conectado revisando sus redes sociales y a ti te deja en R o peor aun en D en el BBmsn, así que en mi compulsión, mil cosas pasaban por mi cabeza y mis sentimientos iban de la ilusión al odio de un segundo al otro. Decidí, más por higiene mental que por otra cosa no preocuparme ni mortificarme más por su aparente desinterés repentino, nos limitamos a acordar los datos de nuestro viaje por correo electrónico sin mayores detalles.

En el normal acto de despecho, decidí bajarle dos a la intensidad de  la situación, no mas mensajes de buenos días, responderle a destiempo, no mas fotos, no mas canciones sutilmente recomendadas… Isaac parecía estar de acuerdo con la idea pues nunca lo protesto, ni siquiera comentó nada al respecto, sin embargo, de un día para otro comenzaron a aparecer demasiados “me gusta” en absolutamente todas las publicaciones que hacia en mi muro de Facebook, y como mi cuenta está vinculada con twitter se podrán imaginar que son muchas las publicaciones que hago… y él siempre les colocaba la señal de agrado, nunca comentaba, pero siempre marcaba el símbolo del dedo pulgar hacia arriba. Esto me descolocaba un poco, si tenia la capacidad y tiempo de revisar mi muro y “likear” todas mis fotos, ¿Por qué no un comentario? O escribirme algo, qué se yo… lo cierto es que por más que me cargara de trabajo, recurriera a los panas para distraerme, me ocupara de los planes del viaje, siempre, cada noche, terminaba pensado en el y en nuestro futuro encuentro imaginario, que continua así…

París, Julio 2012:

Eduardo:

Subimos a la habitación que se encontraba en la segunda planta de un acogedor hotel, ubicado en pleno sector de Palais des Congrè, muy cerca del Moulin Rouge y de la estación de metro Rome, era pequeño, pero limpio y fresco, cosas que se agradecen en pleno verano parisino. En mi mente todavía resonaba la estridente risa de Isaac ante la ocurrencia de mi respuesta anterior, y la imagen del sexy guiño de su ojo me tenia bastante perturbado, seguramente estaba viendo cosas que no son en actitudes que no existen… debía recuperar el control de la situación antes de que se me siguiera yendo de las manos..

-          A ver macho ¿qué tal el viaje desde Bilbao? Yo estoy encantado, hice escala en Madrid desde Dublín y en menos de lo que creía ya estaba instalado acá, no hay color, abrir tus ojos y caer en cuenta que estas despertando en París es lo máximo… le comente - ¿Qué te parece el hotel? Salvo el tema de la cama única, esta bastante aceptable ¿no?

-          Que si tío, el hotel está muy bien, y por lo de la cama no te preocupes, pero ya sabes, guerra avisada no mata soldado – Dijo Isaac mientras continuaba con su sonrisa picara y comenzaba a acomodar sus cosas en la habitación – El viaje estuvo bien, anoche casi ni dormí, salí del trabajo a media noche, recogí mis cosas en el departamento y enseguida salí al aeropuerto, pero no te preocupes que prometo aguantar la marcha del día de hoy…

-          Pero si quieres nos quedamos acá un rato para que descanses y recién en la tarde salimos a dar una vuelta - le respondí mientras estaba en el baño aprovechando para chequear el look ante el espejo – ya ayer hice una larga vuelta de reconocimiento y tengo algunas cosas marcadas para hacer hoy, pero no tengo problemas en… en… - Al salir del toilett sentí que me quedaba sin palabras, Isaac se había desprendido de su sweater, el jeans y había quedado solo en camiseta y con unos boxers Calvin Kelvin blanquísimos, cortos y ajustados que no veas como marcaban paquete, sus piernas parecían dos torres de mármol blanco, con todos los vellos recortados y sus pies, delgados y largos, espectacularmente bien cuidados, vamos que me podía morir allí mismo de la impresión – Que…que si quieres puedes pasar al baño a cambiarte o yo espero afuera…

-          Que va macho, ¿te vas a poner pudoroso a estas alturas? Te advierto que duermo en gayumbos y si hace calor pues voy tipo comando, así que prepárate a verme desnudo en cualquier momento de este viaje - Respondía Isaac mientras se colocaba también y unas bermudas y unas sandalias a juego- No hay que quedarnos nada, ya dormí un poco en el vuelo, ¿Cuál es el plan para hoy?...

-          Pues ¿Qué te parece Musee d`Orsay, un recorrido en BatoBus por el Sena, Torre Eiffel y al caer la tarde algo mas bohemio en el Barrio Latino? – Le respondí mientras sentía que me volvían los colores al rostro tras la espectacular visión anterior.

-          Andando…- Afirmo Isaac – Oye, ¿incluiste en el itinerario la visita al Stade de France en Saint Denis?

-          Que si pesado, que vamos antes de partir a Roma…  le dije mientras abandonábamos la habitación rumbo a nuestra primera aventura parisina…

Isaac:

Algo pasó en mi mientras subíamos las escaleras hacia la habitación, algo hizo click en mi cabeza y activo una desinhibición hacia lo que siento por Eduardo, la verdad es que ya me había calentado con la visión de sus piernas y nada más confirmar que dormiríamos juntos me calentó aun mas… pero lo mejor fue cuando lo rete con la idea de amanecer abrazados y como decimos los venezolanos “empiernados”, esperaba una reacción mas escandalizada, pero su respuesta picara pidiéndome que lo sedujera como a una chica me hizo flipar en colores, fue entonces cuando decidí lanzarme a la aventura de conquistarlo, sin importar si le van los tíos o no, para mi Eduardo es tan especial que no quiero etiquetarlo como hombre, gay o hetero, con el quiero experimentar, quiero quererlo…

En cuestión de segundos comencé a atar cabos, estaba claro que para Eduardo yo también significaba algo distinto a un simple amigo, sus atenciones, sus palabras, y ahora hasta sus miradas me lo demostraban. Además estoy convencido que la espectacularidad de su estampa de esta mañana ha sido una putada intencional para ponerme a mil, y mira si lo ha logrado el muy cabrón… Así que he optado por jugar a la guerra con sus propias armas, pero mucho mas directo, nada que ver con la sutileza de sus estrategias…

Me despojé rápidamente del jersey, los zapatos y mis jeans, quedando en camiseta y calzoncillos, que también tengo mis encantos y se como lucirlos, y al parecer por su tartamudez y la cara de tonto que puso creo que había dado en el blanco, pero decidí actuar con naturalidad,  verlo descolocado me encanta, Eduardo es el tipo de hombre que le encanta tener el control sobre lo que sucede a su alrededor y muy especialmente de si mismo, así que la mejor forma de atacar para la conquista es debilitando su capacidad de control… hasta me ponía mucho el reto, el cazador cazado!

Salimos rumbo a nuestro primer recorrido, París es una ciudad espectacular en todos los sentidos de la expresión y poder disfrutar de ella al lado de Eduardo, era aun mucho mejor, siempre conoce un detalle curioso, alguna referencia histórica interesante, de verdad me impresiona su nivel de cultura general, claro, típico en un profesor universitario. Tomamos el metro de Rome hasta la estación Charles Gaulle – Étoile, justo al lado del majestuoso Arco del Triunfo, decidimos hacer todo el recorrido por los Campos Elíseos hasta la Plaza La Concordia, un montón de cuadras, pero nada más ver la cara de satisfacción de Eduardo de pasearse frente a las vitrinas de las grandes tiendas de diseñadores, curiosear en los lobbies de algunos hoteles y el simple placer de dejar adelantarse unos metros para poder admirar ese culo que se gasta el chico, valía la pena el recorrido.

-Muevelo Isaac, que no tenemos todo el día, ¿Qué tanto te quedas retrasado? - Me preguntó un poco impaciente ante mis continuos “retrasos” al caminar-

-

Voy, que vas como alma que lleva el diablo, nada de lo que está en el museo va a dejar de estar allí si llegamos cinco minutitos después, disfruta el recorrido hombre – le contesté fingiendo fastidio, pero me divertía su expresión de apuro-

-

Tienes razón, pero igual, MUEVELO, o tendré que llevarte de la mano como los niños -me replicó-

-

O como los novios – le solté divertido-

-

JA – rió irónicamente – Ya quisieras tu ser novio de alguien tan unforgettable como yo…

Eduardo:

Que alguien me explique qué demonios está pasando aquí… Sus expresiones y juegos me descolocan totalmente, ¿me está echando los perros o son ideas mías? – No ideas tuyas no son – volvió a sonar mi voz en off interna – ¿o me vas a decir que no te diste cuenta como te buceaba el culo mientras se quedaba rezagado? – Que no, que no, él no me miraba nada, así que deja tu de estar inventando, aquí el fantasioso soy yo y tu te encargas de aterrizarme, así que deja de darme ideas.

Así fuimos haciendo el recorrido, largo por cierto, pero entretenidos con comentarios superfluos sobre lo que veíamos, mientras por dentro seguía mi propio debate con La Voz, que se empeñaba en hacerme creer que Isaac me miraba de forma interesada. Llegamos al Musee d`Orsay y como tomé la previsión de comprar los tickets por internet, logramos entrar sin hacer mucha cola… La Colección es maravillosa, en especial la muestra de Arquitectura de Oriente y la de Degás y el desnudo, y para serles sincero ni me percataba de la compañía de Isaac más allá de los cometarios sueltos que intercambiamos a cada tanto… hasta que algo hizo que saliera de mi ensimismamiento mientras disfrutaba de Tras el baño, mujer desnuda secándose la nuca … sentí el calor de un cuerpo justo detrás de mi, muy próximo, tanto que no pude dejar de percibir la cercanía de su boca en mi oreja izquierda y sentir su aliento tibio al decirme:

-Siempre he querido dibujar un desnudo como ese, pero nunca he encontrado un modelo que despierte en mí las ganas de pintarle así – Lo dijo entre susurros, justo detrás de mi oreja, extremadamente sensual y sentí como se me borraban los colores y perdía el equilibrio, casi me voy de bruces hacia el cuadro, pero Isaac me sujetó fuerte por la cintura y tiro de mi, tanto que claramente pude sentir todo su paquete restregado en mis nalgas, me despegue rápidamente y con la misma voltee y le mire entre apenado y divertido…

-¿Te sientes bien? – me pregunto mirándome fijamente –

  • Si, si – conteste nerviosamente – debe ser que me maree un poco tras la caminata y el calor, y además vienes a asustarme así…

  • ¿Qué yo te asuste? – preguntó mientras reía calladamente – yo solamente te hice un comentario inocente sobre arte y tu te pusiste como nervioso, es más, creo que lo que querías era que te abrazara y por eso hiciste creer que te caías… yo como todo un caballero no podía permitir que te pasara eso, así que te eche una mano…

  • Una mano y algo más, diría yo – Le comenté mientras seguíamos caminando y lo miraba con la ceja levantada - Y además, los caballeros siempre van de frente, no atacan por la espalda…

Isaac:

No pude resistirlo, el muy cabrón tomaba una posición para admirar las pinturas que me obligaba a desviar la mirada de los cuadros a su culo. Y me provocó hacerle una maldad, piadosa, aunque casi la victima fui yo, al acercarme sigilosamente a el por la espalda y aproximar mi rosto a su oreja pude percibir su aroma y juro por Dios que casi me le fui encima a lamerle y besarle, menos mal logre contenerme y pude ejecutar mi maliciosa idea, pero al ver que casi caía mis reflejos me obligaron a cogerle de la cintura y atraerle a mi cuerpo, por unos segundo pude sentir la dureza y turgencia de sus glúteos contra mi paquete, vaya culo se gasta este tío… una vez mas flipe en colores y antes de que él pudiera notar la rápida erección que se desarrollaba bajo mi ropa  logro separarse y voltear para verme con sorpresa… fue más divertido y erotizante de lo que podía imaginar.

El resto de la tarde la pasamos súper bien… no recordaba lo divertido que podía llegar a ser Eduardo, su humor negro y sarcástico es demasiado exquisito y hacia estrago con la proximidad de los franceses que parecen no notar la fuerza de sus humores corporales…

-Yo podré venir de una republica bananera tropical, pero al menos uso desodorante y me baño con regularidad, está gente debe tener la nariz muerta con estos olores- Decía en sus arranques de venezolanidad que me partían de la risa y hacían que los franceses y otros turistas con los que compartíamos en el BatoBus por el Sena nos miraran extrañados.

El recorrido en barco por el rio mientras comenzaba a caer la tarde fue genial, aprovechamos para tomar muchas fotos y yo el pretexto para abrazarle, en lo que una alemana hermosa se nos quedaba mirando y sonreía con nuestras expresiones, yo para lucirme le hable con mi alemán fluido y le que nos tomara una foto.

-No sabia que hablaras alemán – me comentó Eduardo mientras le abrazaba recostados en la b barandilla de la popa del barco con el skyline parisino de fondo.

  • Hay muchas cosas que te faltan por descubrir de mi, todavía – le dije mientras giraba mi rostro en el momento en que la alemana tomaba la foto y yo le estampaba un sonoro beso en la mejilla que lo dejo en el sitio.  Mientras me acercaba sonreído a la chica a por la cámara y ella me decía: Wie schön ist dein Freund – a lo que yo respondí encantado: selbst ist wunderschön und wird bald nur mein sein! Y le deje no sin antes agradecerle para regresar con Eduardo que seguía estupefacto en el mismo sitio donde le dejé.

-¿Me puedes explicar que fue eso? – Me pregunto entre dientes al detenerme a su lado- ¿El qué? –Dije muy natural - ¿La alemana? Nada que quería tirarme los tejos y yo le dije que..- –No –me corto- Lo del beso Ahhh, todavía estas con eso, nada una muestra de lo mucho que te quiero macho, relájate que estás en París tonto… y espabila que ya nos bajamos… - le respondí sin poder apartar una sonrisa de mi rostro…me encanta este juego…

Eduardo:

Ok, esta bien, tenias razón, este carajo va con todo, pero está muy equivocado si cree que se la voy a poner fácil, si quiere jugar con fuego yo lo voy a rostizar – Cuidadito y el quemadito no sos vos nene – Me  dijo La Voz con un dejo de superioridad – pero esto lo que se pone en bueno….

Decidimos que era hora de subir a la Torre Eiffel, me moría por ver el atardecer sobre Paris desde su último piso, pero el hambre hacia estragos y cuando yo rogaba por ir a comer algo, Isaac me dio una agradable sorpresa:

-Subamos que nos deben estar esperando ya, aguanta un poco el hambre – dijo.

  • ¿Quién nos espera?  Que yo sepa no tenemos a nadie en Paris coincidiendo con nuestra visita y mi monstruo de hambre esta despierto así que vamos a buscar donde comer antes de…

  • Que subamos – me dijo seriamente, tanto que me preocupó – Vamos a cenar en el restaurant de la Torre, yo  te invito…

  • ¿Qué?¿Tienes idea de lo caro que debe ser comer allí? Además seguramente debes tener reservación y no puedo permitir que…

  • El mismo día que te dije que nos íbamos a encontrar para este viaje reserve en el restaurant – me dijo mirándome fija y tiernamente – se cuanto quieres disfrutar del atardecer de París y creo que es un buen lugar para ello, por lo que cuesta ni se te ocurra tocar un euro de tu billetera, es un gesto que quiero tener contigo. Y al final, para eso trabajo ¿no?...

  • Yo… la verdad es que me dejas sin palabras… gracias de verdad! Le dije y me le abalance para terminar fundidos en un cálido abrazo.

-Vale, sé que te gusta abrazarme, pero vamos que se hace tarde – Me dijo en tono burlón.

-Muchacho pendejo- le dije mientras le daba una nalgada para hacerlo echar a andar y reíamos.

El restaurant es una pasada, yo juraba que íbamos al Altitude 95, pero Isaac me guió por la planta baja de la torre hacia el ascensor privado que nos llevo a la segunda planta de la torre en el costosísimo  Le Jule Verne, el restaurant más romántico del mundo, podría jurarlo. Yo no daba crédito a mis ojos, lo único que no le perdonaré jamás es que no me haya advertido de la sorpresa para vestirme de acuerdo a la ocasión, pero la verdad es que el lugar encantaba y silo hubiera hecho no sería una sorpresa.

La comida carísima, pero exquisita, la compañía insuperable, la  vista magistral y la conversación super amena y sirvió para ponernos al día sobre nuestras ultimas historias, vamos que en conjunto, memorable es poco para catalogar la experiencia. Mejor que ver el atardecer sobre París fue verlo reflejado en sus ojos mientras hablábamos, reíamos y tonteábamos. Al terminar le dije que aunque el lugar era hermoso y le agradecía el gesto tan excéntrico, quería subir al mirador de la torre y así lo hicimos, justo en el momento en que la torre encendía su sistema de iluminación y París caía rendida ante su encanto, sencillamente abrumador.

Isaac parecía sobrecogido con la vista panorámica sobre la ciudad y como si nada salió de mi abrazarlo por detrás y juguetonamente  darle las gracias nuevamente por la sorpresa, él solo sonrió mientras cerraba sus ojos, yo le gire y lo coloque frente a mi, había llegado el momento de mi jugada…

-No abras los ojos – le dije en un susurro apenas audible-haz silencio y trata de escuchar… Isaac ponía cara de querer sonreír y me dijo - ¿Escuchar que?, también  en susurro…

-Shhhhh, ¿acaso no la oyes?- dije, mientras acercaba milímetro a milímetro mi rostro al suyo y con mi nariz respiraba sobre su cara, su boca, sus mejillas, sus ojos; pude ver como el pobre tragaba grueso y sus labios se contraían, como presintiendo  el beso próximo -¿A quien? - me dijo, aun sin abrir los ojos y con su lengua pujando por salir y relamer sus labios – Es Edith Piaf, está cantando La Vie en Rose – su canción favorita, Isaac sonrió y asintió, yo continuaba con mi terapia de respiración sobre su rostro provocándole, y acerque al extremo mis labios a los suyos, así como cuando uno siente la fuerza imantada de otra boca y te dispones a besar, Isaac parecía estar elevado, cuando sin mas me aleje de él y le dije:

-Venga vamos que nos falta el café en Montmartre – sonriendo y caminando para emprender el descenso –

Isaac abrió los ojos sin saber quien era no donde estaba,  parecía recién levantado, desconcertado…

Pe…pe…pero y lo que estabas a punto de… Vamos no me jodas!- Dijo un poco enfadado…

Bajamos y emprendimos camino al Barrio Latino donde nos sentamos en una de esas pequeñas mesas de a degustar un delicioso café mientras disfrutábamos de la vista de artesanos y artistas, el aire de la bohemia, dulce, romántico, infinitamente intelectualoide, el paraíso de cualquier académico snob sibarita. Sin embargo notaba a Isaac un poco mosqueado por lo del falso positivo del beso, yo por dentro reía y me sentía satisfecho por haberme cobrado sus ataques durante el día, pero la verdad es que también moría de ganas por besarle, pero ya llegaría el momento…

Isaac:

Una putada, el muy cabrón justo cuando creí que iba a besarme se de la media vuelta y me sale con lo del café… Joder me ha dejado mal, super cachondo y algo enfadao, pero ya me desquitaré, de esta noche no pasa sin que le robe un beso.

Recorrimos algunos bares tempranos y tomamos algunas copas que hicieron estragos  en mi cuerpo y mis fuerzas diezmaron por el cansancio acumulado, Eduardo lo notó y tomando mi rostro en sus manos dijo:

-Vamos nene, te llevaré al Hotel que ya tus ojos se cierran del sueño …

No se ni como llegamos, eran sobre las diez de la noche, estaba borracho del sueño, cada uno se ducho y nos metimos a la cama, ambos en calzoncillos para contrarrestar el calor y además no creo que hubiera tenido fuerzas para vestirme… Cuando me disponía a dormir note algo…

-Esto es raro – le dije -¿Qué?, ¿dormir con un chico en ropa interior en la misma cama?- me respondió sonriendo –No – le contesté –es que es la primera vez que noto tu olor natural, sin perfumes, y recién duchado, creo que hueles a canela…

-Joder ya estas delirando, anda acomódate y vamos a apagar la luz – Dijo mientras nos sumimos en la oscuridad de la habitación y nos dispusimos frente a frente, con nuestros rostros cerca.

Algo mas hablamos mientras el sueño nos arropaba, una parte de mí estaba ya desconectada pero otra me exigia a gritos que hicera algo, tenia al tío de mis sueños medio desnudo en la misma cama y mi cuerpo no era capaz de responder, pero en un movimiento de esos involuntarios de búsqueda de la postura para dormir, nuestras manos coincidieron y me anime a acariciar sus dedos y entrelazarlos a los míos, mientras con los ojos cerrados sentí de nuevo la proximidad de su rostro, hace rato de no decíamos nada, imaginaba que ya estaría dormido, y comencé a notar de nuevo su respiración fuerte sobre mis labios, esta vez no lo iba a dejar pasar, haciendo un acopio de mis fuerzas dirigí mi boca hacia donde pensaba estaba la suya y los encontré… los labios mas dulces que jamás haya probado en mi vida, suaves, esponjosos, su aliento fresco y tibio a la vez, su boca sabia a anís, su saliva es dulce, su lengua apenas si rozo la mia y sentí una descarga eléctrica que recorrió mi cuerpo y sirvió como energizante vital, era perfecto, sutil, delicioso…era un sueño…

Abrí mis ojos al separarme de su boca esperando encontrarme con los suyos, pero no… Eduardo estaba dormido, parecía no haberse dado cuenta de nada, los movimientos de su boca, labios y lengua parecían un acto reflejo ante el estimulo de mis labios… Vamos que le robe un beso espectacular que el ni cuenta se dio… pero antes de poder enfadarme o despertarle sentí como de pronto me desconectaba de la realidad, el sueño me dominaba y no supe mas de mí ni de él, a menos no en este plano, pero en mis fantasías oníricas el beso continuaría…

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Pronto, más de esta historia ya viene el sexo y drama.... Gracias