Siempre mejor con mi Tío
Verano, calor, poca ropa,... cualquier escusa es buena para hacer travesuras juntos. No dejen de leer mis anteriores relatos.
Eran los últimos días de verano cuando un nuevo encuentro se produjo entre mi Tío y yo.
Como estaba haciendo unos días bastantes buenos, y para los pocos que tuvimos en Galicia, decidimos montar una pequeña fiesta en nuestra casa de la playa. Invitamos a pasar el día con nosotros a mi Tío junto su mujer y mis primos.
Llegamos por la mañana, descargamos las cosas y nos preparamos para bajar un rato a la playa pues aún era temprano hasta la hora de comer. Ver a mi Tío en bañador es muy excitante, usa uno de esos bañadores tipo bóxer para la piscina, donde le hace un rico bulto y se puede apreciar que esta bien dotado.
Mi Tío es un hombre alto de 1,84, de pelo corto y rubio, con un gran cuerpo, es un hombre grande sin llegar a estar gordo, sin llegar a estar definido pero con un abdomen plano y duro y unos grandes y fuertes brazos debido a su trabajo. Unos labios carnosos y lo que mas me gusta muy poco bello corporal y el poco que tiene es muy fino. A sus 40 y pocos años se conserva muy bien.
Yo por mi parte, también soy un chico alto, mido más o menos como él, soy rubio y con media melena, delgado y en estos momento estoy intentando definir mi cuerpo. También tengo unos labios carnosos y poco bello corporal y el poco que tengo lo depilo para esta bien lampiño. Me dicen que tengo un buen culo.
Mi tío se estaba poniendo el bañador en el baño junto a mi primo y a mi me entraron una ganas enormes de mear, por lo que decidí petar la puerta y pedir permiso para entrar. Me identifique para que supiese quien era y me dio permiso para entrar.
Le perdí perdón por tener que entrar pero necesitaba mear y como es el único baño no me quedaba más remedio. Él me dijo que no había que nada perdonar y que cuando la necesidad llama hay que atenderla y se echo a reír.
Me acerqué al inodoro y me pongo en una posición para que mi tío tenga una buena visión de como meo. Mi primo también vio para mi, pero no le dio importancia porque el ya estaba acostumbrado a verme desnudo, pues muchas veces nos hemos duchado juntos, y se puso a hablarme de lo que podíamos hacer en la playa.
Cuando acabé me sacudí la polla y me hice una leve paja, mi tío no perdió detalle de cada movimiento, me la volvía meter en el bañador y salimos todos del baño.
Todos listos, bajamos a la playa, extendimos las toallas en la arena y corrimos al agua para meternos de golpe y sin pensar. Después de jugar un rato y hacer unos largos decidimos ir hasta la zona de rocas para dar un paso y ver que descubríamos.
Cogimos las chanclas y nos encaminamos mi tío, mi primo, mi hermano y yo, Mis padres se quedaban en las toallas al igual que mi tía y prima, pues no les hacia mucha gracia ir allí. Llegamos a la zona y nos dispersamos un poco los unos de los otros, yo me quede viendo en unos charcos la vida acuática que encontraba por allí, y después de un rato levanto la vista para ver donde estaban los demás y solo veo a mi hermano y primo a lo lejos. Decido buscar por donde se fue mi tío y en mi camino me encuentro una gran roca que para seguir había que rodearla. Me dispongo a hacerlo y cuando iba por la mitad, una mano me agarra y tira de mi hacia una grieta que tenia y de repente me noto envuelto por mi cintura por unos brazos que me aprietan con fuerza. Mi tío me apretaba contra su cuerpo para que hubiese el menor espacio posible, nuestras pollas se tocaban separandolas solo las telas de nuestros bañadores.
Le veo a los ojos unos segundos y nos fundimos en un apasionado beso. Con cada beso que nos dábamos notaba como nuestras pollas de iban poniendo duras, yo movía mis caderas para frotarlas y así poder sentir mejor nuestros tamaños. Por su parte mi tío bajo sus manos, las metió por dentro de mi bañador y apretó mis nalgas, haciéndome saber que tenia ganas de jugar con mi culo.
Estábamos absortos en muestra comida de boca, cuando oímos de lejos a mi primo llamar por nosotros. Cuando nos dimos cuenta, mi primo estaba detrás nuestra viendo para nosotros.
Primo: Con que estabais aquí, hemos encontrado un cangrejo enorme – se calla un momento – Qué hacéis?
Tío: Nada hijo, entramos aquí porque nos pareció ver algo interesante.
Yo: Si, me pareció ver que entraba aquí un buen pulpo y lo estábamos buscando.
Primo: Aah – se queda mirando para los dos – Papa, tienes la polla empalmada y te sale por encima del bañador y el primo parece que también esta – miro hacia mi tío y era cierto su bañador no fue capad de contener su empalme y el mio de tela tampoco era capad de ocultar el mio.
Tío: Si, bueno – balbuceo un poco – eso es porque aquí dentro hace un poco de calor tipo sauna y ya sabes como es esto que pronto se emociona – señalo hacia su polla.
Primo: Ya, es normal a mi también me pasa – agarro el elástico de su bañador y lo bajo para enseñarnos su polla que la tenia algo morcillona – venga vamos, a ver si cazamos el cangrejo.
Se aleja de nosotros y mi tío y yo nos echamos a reír. A ver, el chaval no era tonto y ya sabe de sobra lo que se podría estar cociendo allí, pero prefirió ignorarlo. Nos acomodamos las pollas para que se notara lo menos posibles que aun estaban algo duras y nos dispusimos a reunirnos con ellos, no sin antes mi tío darme un azote en el culo.
Después de un rato de dar vuelta por las rocas, vimos las hora que era y decidimos volver con los demás para subir y empezar a preparar las cosas para la comida.
La hora de la comida y gran parte de la tarde transcurrió de lo más normal, risas, juegos, alguna que otra peleilla en la arena y agua.
Eran sobre las ocho de la tarde, cuando se me ocurrió informar el resto del grupo que volvía para la casa porque quería ir al baño. Mi madre me preguntó porque no iba a los que había en la playa y yo le respondí que prefería ir a casa para lo que iba a hacer (en realizada solo era una escusa para subir).
Mi tío se dio de cuenta o se imagino mi intención y dijo que subía conmigo para ver el móvil por si lo habían llamado. Cogí las llaves y nos fuimos los dos para la casa.
Tío: Bueno vete al baño que yo te espero aquí - dijo mientas se sacaba el bañador.
Yo: Porque? Tu no vienes conmigo?
Tío: Pero no ibas al baño? Yo te espero aquí - miro con cara extrañado.
Yo: Que va eso solo era una excusas para subir – lo agarre de la polla y lo conduje hasta la habitación – tengo ganas de jugar de otra manera.
Me agarra por la cintura, me acerca hasta él y su polla ya morcillona se clava en mi entrepierna, lleva sus manos por dentro del elástico de mi bañador hasta agarrar bien mi culo (me encanta que haga eso), yo llevo mis brazos sobre sus hombros y entrelazo mis manos en por detrás de su cuello y nos fundimos en un apasionado beso.
Después de un rato, me empuja a la cama, me saca de un tirón el bañador y se tumba sobre mi para seguir besándonos. Mientras tantos nuestras pollas luchan entre ellas aplastadas por nuestros cuerpos.
Tío: No entiendo como me pones tanto – dijo con una morbosidad y mordiéndose el labio de abajo.
Yo: Es un efecto que tengo en los hombre – reí.
Tío: Es una pena que no me diese cuenta antes, sino te hubiese empezado a follar desde hace 10 años.
Yo: O un poco antes. A mi hubiese encantado que me dieses de tu polla.
Los dos reímos y continuamos encendiéndonos para una buena follada. Pase mis manos por toda su espalda y las acabe en su culo, el cual empecé a sobar y apretar para hacer más presión sobre mi.
Levante mis piernas, dejando una a cada lado, busque su polla entre nuestros cuerpos y la conduje hasta mi agujero. Podía sentir su cipote en mi ano, pero el no hacia presión para que no entrase aun, me ponía muchísimo eso.
Tío: La quieres dentro? - hizo un poco de presión y volvió a soltar
Yo: Eso no se pregunta. Me gusta sentirme lleno contigo.
Tío: Si es que eres un vicioso – ríe – Pues vamos al lio.
Sin más explicaciones me clava sus 19cm de una sola sentada. No pude evitar abrir los ojos como platos y la boca, de la cual se me escapo un gran quejido. Le eche una mirada asesina para recriminarle lo que había echo y el muy cabrón me respondió con un buen morreo y empezó a jugar con nuestras lenguas. Sabia como ganarme.
Cuando notó que mi culo ya estaba más relajado, empezó a moverse sacándola casi por completo y volviéndola a meter lentamente. Me encantaba que empezase de forma lenta y sentir cada centímetro dentro de mi.
Yo: Como sabes lo que me gusta.
Tío: Ya nos vamos conociendo sobrino – uf!, lo que me pone que me llame eso – y tu sabes lo que me pone a mi – me guiña un ojo
Mi tío se aparte, siento como sale su polla de mi y me deja un vació. Se echa para atrás dejando su polla apuntando al techo, mientras yo me incorporo me pongo a cuatro patas viendo hacia él y voy bajando mi cabeza hasta su miembro.
Abro mi boca y me la introduzco lo más que puedo y vuelvo a subir para lamer su lindo capullo. Con la legua voy haciendo círculos sobre él, para después pasarla por todo su tronco e intentar no dejar ni un lugar sin lamer. Él estaba gimiendo del placer y le encantaba (según me contó nunca nadie se la mamara, y a su mujer no le iba eso). Empece a follarme la boca con su polla pero pronto me agarro de la cabeza y cogió él el ritmo de la mamada. En un momento me la introdujo toda y me agarro para que no me moviese, a mi me estaban dando arcadas e incluso notaba los ojos llorosos (de echo que no me gusta hacer mucho eso, pero ya que soy el único que se lo hace, me sacrifico para que pueda disfrutar de vez en cuando) por fin me dejo libre y yo deje toda su polla ensalivada.
Ya no podía más, necesitaba su polla dentro de mi otra vez. Me giré y puse mi culo en pompa para que tuviese una buena visión, abriendo cachetes con las manos para dejarle mi ano al la vista. Él tomo la indirecta y acceso su cara a mi raja y empezó un delicioso beso negro. Podía sentir su lengua queriendo entrar en mi y como dejaba mi ano todo mojado, no podía dejar de gemir. Después de un rato le pedí que me la metiese ya, él se incorporó apoyo su capullo en mi ano y lo fue metiendo poco a poco a lo cual yo le respondía con gemidos del placer que me estaba dando.
Una vez dentro empezó el mete-saca y fue aumentando el ritmo dándonos un placer muto. Su gran polla tanto en largo como en ancho hacia un gran trabajo dentro de mi y mi culo se apretaba en su grosor para que él se sintiese lo más apretado posible.
Cambiamos de posición yo quería verlo mientra me penetraba, por lo que me tumbe él llevo mis piernas a sus hombros y me la volvió a meter sin ningún esfuerzo. Estuvimos bastante rato hasta que nuestras ganas de corrernos se iban haciendo presentes.
Yo: Tío, creo que no voy a aguantar mucho más, tu polla me esta presionando la próstata.
Tío: Yo también estoy apunto, tu culo es todo un experto comiendo rabos – jadea de las embestidas que me esta dando – te voy a llenar el culito de leche.
Yo: No!, esta vez quiero que te corras sobre mi – mi voz se entrecortaba.
No aguante más, y sin apenas tocarme, lance un sonoro gemido y me empece a correr, salpicando todo mi pecho e incluso algo a él, conté como unos 5 disparos. Con cada disparo mi culo se contraía sobre la polla de mi tío, el cual no dejaba de moverse. Eso hizo que una vez que yo acabara de correrme se sacara su polla y con una leve paja empezó a lanzarme chorretones de lefa por todo mi cuerpo. Eran muy espesos y uno de ellos llego hasta mi boca. Debía de estar algún tiempo sin correrse porque lanzo unos 7 trallazos bien cargados.
Agotado de su corrida, se echo a un lado y quedo tumbado al lado mía, nos vimos a los ojos y nos dimos un buen beso.
Llevamos un rato en silencio mirando al techo cuando, < os estuvisteis haciendo una paja??> levantamos las cabezas hacia la puesta y vimos a mi primo con los ojos abiertos como platos, no nos dimos cuenta que había entrado a la casa.
Tío: Pues si – reacciono rápidamente para que no pensara nada mas – uno de mis compañeros de trabajo me amando un video guarro y nos calentamos un poco.
Yo: eee, si eso – mire hacia él sin saber que decir – y como estábamos solo con el bañador aprovechamos.
Primo: Joder – se quedo callado y viendo el panorama, pues yo tenia lefa por todo mi pecho – me hubiese gustado participar – echo a andar hacia la cama y se lanzo en medio de nosotros dos – puedo verlo.
Tío: Ahora ya es tarde – se detuvo – además tu eres muy pequeño para ver esas cosas y tenemos que limpiarnos para volver a la playa – se levanta y nos da la espalda.
Primo: Pues que faena.
Pude notar que mi primo la tenia ya dura debajo del bañador, pase mi mano por el elástico y se la agarré y acercándome al oído.
Yo: Tranquilo primito, que si quieres ya jugaremos otro día – le di un beso en la mejilla.
Me levante de la cama, fui al baño donde mi tío y con una toalla me limpio los restos de las corridas, nos pusimos los bañadores y volvimos los tres a la playa para seguir disfrutando hasta el último rayo de sol.
Gracias por llegar hasta el final. Espero que les gustase mi nuevo relato y cumpla su función.
No dejeis de comentar.
Un saludo.