Siempre hay una primera vez. Propuesta de Nacho. V

Reeditado

Habían pasado ya 6 meses tras aquella cena. Desde entonces no había día que Nacho no me hiciera sentir mujer, solo su mujer. Ya no tenia sitio en mi armario para mi ropa, Nacho me enseñaba todo lo que tenia que conocer, me moldeaba a su gusto, me hacia su princesa y su putita.

No sabia que días vendría a casa, ni cuando dormiríamos… lo que si sabia es que cuando Nacho llegara a casa yo debería estar lista, bien arreglada y sexi. Me gustaba sentir como le complacía verme lista para él, a su disposición.

Era martes, y tras ir al gym a primera hora de la mañana llegue a casa para trabajar un poco y para mi sorpresas Nacho estaba en casa. Había puesto música variada:

  • Perdona, Nacho, no sabia que vendrías y no estoy lista… le decía esto mientras miraba al suelo de la verguenza.

  • Hola Nena! buenos días!.. me dijo mientras me comía la boca y me estrujaba el culo. Nena, no te pongas triste. me dijo mientras me entregaba un paquete. Estaremos juntos hasta el domingo y no me voy a separar de ti. Así que sonríe.

En ese momento mi sonrisa no sabia en mi cara, y con el paquete en mi mano volví a comerle la boca.

  • Nacho, no hace falta que cada que vengas me traigas nada, a este paso tendré que cambiarme de casa para que quepa todo…. Es ideal!! le dije mientras desplegaba el vestido que me había regalado. Era un vestido de tabla, corto, sin mucho escote, verde botella.

  • Anda nena, ve a cambiarte y así veo como te queda. Ademas tengo algo mas para ti, pero esto otro es para mas tarde.

  • Ponte comodo amor, tengo que darme una ducha.

Entré directa al baño, abrí el agua ardiendo y directamente me di una ducha. Tras las sesiones de láser ya casi no tenia pelo en todo el cuerpo, que gran invento! y tras acabar empecé a darme la crema. Era una crema francesa que me había regalado Nacho, olía ligeramente a rosa y era la única que usaba. En ese momento empecé a oler a café recién hecho… mmm… así que decidí darme prisa y así tomarme el café con Nacho. Me engominé el pelo, hoy iría “garçon”, el plug en su sitio.

Salí desnuda, el estaba en el pasillo con su taza de café mirándome y contemplando. Entre en mi vestidor, el se acerco para seguir contemplando. Del primer cajón cogí unas braguitas brasileñas, de encaje y me las puse lentamente, guardándome mi paquetito y enseñando mi culo abierto con su regalo dentro. Adoraba tenerlo dentro… me recordaba quien me lo regalo y de quien soy. Me puse unas sandalias de tacón y deje deslizar el vestido nuevo tapando así todo lo que Naco estaba viendo. Sin abrochármelo me acerque a el y susurrándole al oido le pedí q me lo abrochara mientras me daba la vuelta.

El se acerco, me abrazó por detrás apretando mis inexistentes pechos, besándome el cuello y me subió la cremallera. Estaba a mil.

  • Nena, me dijo, es increíble como estas. Cada vez tengo más necesidad de ti.

En ese momento, sentí la necesidad de tomarme su leche, me agache y mirándole empece a comerle ese rico rabo que tanto necesitaba. Estaba muy morcillona, y se notaba que lo deseaba tanto como yo. empecé a chupársela lentamente, con la lengua, y poco a poco la tragaba sin ayuda de mis manos. Pronto me agarre a su culo para estar segura que entraba toda en mi boca. fue tanta la impaciencia que empecé a acelerar mis movimientos, el suspiraba y pronto note cómo estaba a punto de explotar. Me prepare para no dejar nada fuera, que no se cayera nada y no me manchara. mmmmmmm… notar como explotaba dentro de mi me encantaba. Lo trague todo, y tras dejarla limpia la volví a meter dentro de su pantalón me levante y le dije: amor, ahora si me tomaría el café que la leche me la acabo de tomar.

Nos fuimos a la cocina, con su mano en mi culo. Le encantaba tenerme así. Empezamos a contarnos cómo nos había ido la semana, el sus historias de clínica, yo con mis historias de mis clientes. Pronto se hizo la hora de comer y me dijo que había reservado una mesa cerca. Nunca había salido de casa como mujer con luz. El lo sabía, me agarro y dándome un beso en la boca, que se me hizo eterno, me dijo: Princesa, estas ideal, nadie notará nada, créeme. Pero si quieres la cancelo y comemos aquí.

Dudé un segundo y agarrándole la mano le dije: Amor, soy tuya, no me sueltes ni un momento cuando estemos fuera.

Llegamos al restaurante, estábamos en una mesa de dos, apartados del resto y todo iba de maravilla, yo estaba encantada, Nacho estaba pletórico, un total caballero y no me dejo ni mirar la carta. todo lo pidió el. El camarero siempre que venia me soltaba algún piropo y con el postre Nacho sacó una cajita de su chaqueta.

  • Princesa, hoy hace 6 meses de nuestra primera cena y justo hoy has querido venir conmigo a comer tal y como eres. Por eso me gustaría darte esto.

Abrí la cajita, eran dos medallitasss de oro, en las dos ponía Nacho y en el reverso las dos fechas exactas. La de nuestra primera cena y la de hoy.

  • Me gustaría que te las pusieras en cada pezón. Aunque tu no te des cuentan son dos fechas importantes, ya que son tu liberación y ademas significan que confías en mi. Son mi forma de marcarte como mía. Si aceptas te he reservado hora en un sitio q conozco para cuando salgamos de aquí.

  • Amor, estaré encantada de llevarlas siempre puestas. mientras le agarraba de la mano.

Al salir fuimos directamente al local de tatuajes de Nacho, estábamos solos y el dependiente nos hizo pasar directamente. En 10 min estaban las dos medallas colgando de mis pezones.

Volvimos a casa dando un paseo, entre el vino y la mano de Nacho en mi culo estaba tan caliente que ni me dolían los pezones. Nada más llegar al ascensor, me agarre al cuello de Nacho y le comí la boca, el mientras jugaba con mi pluggg apretándolo contra mi, sacándolo ligeramente y volviendo a meterlo. Si seguía a sí no llegaríamos a casa. Y efectivamente no llegados. Nacho paro el ascensor, me dio media vuelta me levanto el vestido y me empotró contra el cristal. Sus embestidas eran brutales, mis gemidos se oían en el portal y mi corrida fue casi instantánea. Cuando se corrió en mi me volvió a meter el pluggg y me dijo, putita ya sabes que no quiero q se pierda nada.

Llegamos a casa, serian como las 6pm de la tarde, parecía una adolescente, siempre me pasaba con Nacho, y le ofrecí dormir una siesta antes de planear nada más. Yo desnuda, con mis pezones marcados, y mi pluggg en el culo. Nacho desnudo, abrazados los dos el contra mi espalda, su pene en mi culittoo dormidos profundamente.

Sonó el móvil de Nacho, eran las 9 pm, estábamos fritos. Era su mujer. Hablaron. Era una relación quemada, mantenida sólo por una firma y por la necesidad financiera de seguir juntos. A mi me daba lo mismo.

Me fui a la ducha, a espabilarme, Nacho entro conmigo nos enjabonamos, tardamos como 40 min en salir del agua caliente. Nacho me dijo que quería cenar en casa, los dos solos, cómodos, sin nadie y que así podríamos hablar tranquilamente.

Tras la ducha me puse cómoda, un salto de cama, un tangaaa y otras sandalias de tacón (Nacho adora que vaya siempre en tacón). Pedimos comida, un sushi, y el abrió una buena botella de vino. Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo con Nacho, no dejábamos de hablar, de estar abrazados, de acariciarnos, bailar, reímos, y volvimos a follar en el sofá.

Eran las 2 de la mañana y decidimos irnos a la cama. Mientras estábamos susurrándonos Nacho me dice, Princesa, estas segura de querer seguir así?

  • Nacho no te entiendo, a que te refieres?

  • Princesa, me refiero que creo que deberías decirte. Quieres seguir siendo sólo mi puta, mi princesa. O prefieres ser una mujer y ser mía? Por fin te has liberado, quieres liberarte de verdad? Si quieres te puedo ayudar. En mi clínica hacemos transformaciones, lo sabes y alguna vez te he contado historias de inseguridades… pero tu no estas nada insegura.

  • Amor, le digo, lo he pensado mucho y te agradezco tu apoyo, pero no lo se. Y mi trabajo? mis clientes?

  • Bueno, piénsalo y lo hablamos cuando quieras.

Nos quedamos dormidos, a mi me costaba dormirme con su pene en mi culo, pero había sido un dia muy largo y caí rendida. En mitad de la noche empecé a notar no Nacho me frotaba su pene en mi culo, estaba empalmado y de repente note como me iba clavando su polla, me abría el culo, ya no le costaba y empezó a follarme muy lentamente. mis gemidos eran bajos, intensos y entonces el se incorporo, me abrió las piernas y subiéndome la cadera empezó a follarme salvajemente. Mis leves gemidos se transformaron en gritos de placer, solo le decía que me hiciera su puta, que me tratara como tal.

Me hizo cambiar y ponerme a cuatro patas, con el tangaa medio bajado, dándome cachetes en mi culo mientras me lo follaba. Me volví a correr, yo le cogía los huevos por debajo, y de golpe note como su polla explotaba dentro de mi, se tumbo encima mío y así se quedo un buen rato mientras recuperábamos la respiración.

  • Amor, le dije, quiero que me transformes, ser siempre tuya y que me uses tanto como hoy.

Sin darme cuenta, esa noche cambio el resto de mis días.