Si no quieres incesto, ciérrate de piernas 4ª part
Carmén descubre una grabación en la que su hijo la penetra y .
Carlos levantándome por los codos, me dio un beso en la boca y me dijo.
- Cuéntame lo que pasó en la cocina, puedo imaginar algo por el estado en el que estabais los dos, y los jadeos que se oían ¿llego a penetrarte?
- No, solo me metió un par de dedos en el coño mientras que se restregaba por detrás, pero si no llegas a aparecer seguro que sí.
- Pues ve, y termina lo que habías empezado.
Me empujo desnuda fuera de la habitación, mi cara y mi pecho todavía tenían restos de su corrida. Baje las escaleras, mi cuerpo era un manojo de nervios y de calentura, las dos cosas se mezclaban produciéndome un estado de desasosiego que me decía que diera media vuelta y me encerrase en la habitación. Pero no era posible, Carlos había cerrado y me encontraba desnuda en la escalera. Bajando me vi en el espejo que había en el fondo, mis tetas botaban con cada escalón que bajaba, tenia los pezones erectos. Mi sexo depilado con una ligera línea de vello en el pubis, destacaba negro en medio de mi piel morena, me veía de cuerpo entero y me agradaba lo que veía. Di media vuelta para verme de espaldas, me agache un poco para observar como se veía mi coño desde atrás. Se veía brillante por estar mojada, me lo toque con los dedos y extendí mis flujos por el ano, para que también se viera brillante. Seguía estando muy buena y sabía que mi cuerpo seguía despertando pasiones, como así me lo demostraron mi hijo y su amigo.
Llegue a la puerta de la habitación de Antonio y llame suavemente con los nudillos, no se oía nada. Insistí un par de veces y al no obtener contestación abrí despacio, la habitación estaba vacía. Recorrí la casa llamándole, pero no estaba. Seguramente al verse sorprendido le entraría miedo, y decidiría salir de casa.
Volviendo a la habitación, la recorrí con la vista. En un rincón casi oculto estaba el pantalón de pijama que llevaba puesto. Lo cogí, aún tenía fresca la corrida. Acerque la nariz y me impregne de su aroma a semén, me acosté desnuda en su cama y llevándome el pantalón a la boca empecé a lamer su leche, mientras que con la mano me masturbaba. Frotaba mi clítoris e introducía un par de dedos en mi encharcado coño. Recordaba lo sucedido en la cocina, e imaginaba que eran sus dedos los que me daban placer. Mil escenas de sexo con el pasaban por mi cabeza, saboreaba su semen en mi boca. Algo por el rabillo del ojo llamo mi atención, la luz de la CPU de su ordenador se encendía alternativamente, me levante, toque el ratón y en pantalla apareció un video en pausa. Le di a reproducir desde el principio, me quede con la boca abierta, era yo, la noche en que supuestamente se habían masturbado encima mía. La grabación estaba hecha con un móvil.
En la escena se veía como efectivamente estaba dormida en el sofá despatarrada, el perro me estaba lamiendo el coño, y yo en sueños parecía que estaba disfrutando de los lengüetazos que me daba. Ninguno de los hacía nada y dejaron que el perro siguiera con su labor. Se oían los comentarios de fondo, en la imagen salía de vez en cuando mi hijo, el que estaba grabando era Luis. En un momento dado hice el amago de despertarme, apartaron el perro rápidamente y se quedaron quietos observándome. Cuando vieron que no pasaba nada se acercaron a mí, se oían los comentarios;
- Tío que buena esta tu madre, y que guarra, ahí despatarrada disfrutando del perro. Me gustaría follármela.
Se me veía a mi tumbada y a mi hijo abriéndose la bragueta y sacando no sin muchas dificultades, un pene enorme, yo calculaba que debería tener en 18 y 20 cm, se veía grueso y llenos de venas, su mano lo apretaba mientras que se deslizaba hacia atrás liberando el prepucio que ya segregaba fluidos. Se oyó otra cremallera que seria de la bragueta de Luis.
- ¿Qué dices?, estás diciendo que quieres follarte a mi madre.
- Es tu madre, pero no la mía. Además seguro que a ti también te gustaría meter la polla aquí.
-
Mientras decía esto, metió dos dedos dentro de mi coño. Yo di un respingo, pero seguí dormida como si nada. Pero se notaba que debía me debía gustar porque empecé a gemir. Sus dedos entraban hasta tocar los nudillos mi pubis, entraban y salían suavemente lubricados con la saliva del perro. Poco a poco fue acelerando el ritmo. Antonio miraba como su amigo me follaba con la mano mientras el se masturbaba. Yo veía ese pollon y me lo imaginaba en mi boca.
- Para tío, que se va despertar.
Luis bajo el rimo hasta hacerlo muy despacio, sus dedos mojados se deslizaban con suavidad, retrayendo y empujando los labios de mi coño en su deslizamiento.
Por el lateral apareció una mano de Antonio, empezó a tocar la teta que se me había salido por el costado del camisón. La intentaba abarcar con toda la mano, de pronto su mano se aparto y pareció su cara, sus labios lamian el pezón y abría la boca intentando abarcar todo lo que podía, algo difícil de hacer con la talla 110, me la succionaba como si estuviera amamantándose, quien me iba a decir a mi cuando era un bebe, que lo repetiría de adulto. Yo daba claras muestras de que me estaba gustando por los gemidos que emitía. La cámara cambio de plano y se veía lo que debía ser la polla de Luis, se estaba corriéndose encima de mi coño. Los chorros caían encima de mí, desde el coño hasta mis tetas, un chorro salpico la cara de Antonio que se ve como mira a cámara mientras estaba con mi teta en su boca, otro chorro volvio a golparle en la cara cerca da la boca mientras los dedos de Luis no dejaban de follarme, introduciendo parte de su semen en mi vagina.
- No le hagas asco que otras veces bien que te gusta.
Me quede anonadada, Antonio como mínimo era bisexual. Bueno a quien no le gusta chupar una buena polla, como era la de Luis, yo también soy bisexual, y no desprecio ningún buen coño con el que pasarlo bien y unas buenas tetas para magrear. Antonio siguió chupándome la teta, limpio con sus labios un resto de semen de Luis que había cerca del pezón.
- Tío que pasada, te has corrido encima de mi madre.
Apartando a Luis se ve como Antonio se coloca en medio de mis piernas y apunta su pene a mi coño, su prepucio en la entrada de mi vagina abría los labios empujando suavemente, lubricados por la corrida de Luis. Empujo muy despacio hasta meter casi la mitad de su polla, pero debió de estar muy excitado porque sacándo rápidamente lo que había introducido, se corrió a la entrada de mi coño, soltando unos chorros de semen impresionantes, se veía como salpicaban contra mi coño una y otra vez, parecía más una meada que una corrida, me estaba poniendo perdida. Mi coño, semi abierto mostraba su interior rosado, los regueros de semen se deslizaban de ahí a mi culo, mojando mi ano y el camisón.
- Hay que limpiarla. Dijo mi hijo.
- Déjala, pensara que es de tu padre. Tío, yo quiero metérsela también.
- NO, se podría despertar.
- Pues abra que buscar la manera de que nos la podamos follar los dos.
- Yo no sé si tú llegaras a hacerlo, pero yo lo tengo que conseguir como sea.
- Pues la emborrachamos, yo tengo que correrme dentro de ese coño.
- Un poco bebida tiene que estar o se está haciendo la dormida.
Es cierto que había bebido un poco, y ni yo misma entendía como no llegue a despertarme. Mientras hablaban el video seguía mostrándome despatarrada y llena de semen desde las tetas al pubis. La imagen se aproximaba a mi coño hasta llenar la pantalla, y un dedo jugaba con el semen, lo iba introduciendo dentro de mi coño poco a poco. Otra vez se ve como recoge un poco de semen y me lo pone en los labios. Me debió hacer cosquillas porque yo saque la lengua recorriendo mis labios impregnándomela de semen, después me quede con la boca semiabierta, y Luis aprovecho para seguir dándome semen que yo tragaba sin darme cuenta de lo que era.
Mientras visionaba el video, mi mano exploraba mi coño encharcado de jugos. Ahí terminaba el video, yo tenía un calentón de padre y señor nuestro. Llame al perro y tumbándome le invite a que me lamiera como lo había hecho en el video. Se lengua se introducía explorando mi interior cada vez más dentro, yo masajeaba mi clítoris. Notaba como se aproxima el orgasmo y explote salvajemente entre jadeos y espasmos. Me quede relajada un poco mientras el perro, seguía pasando su lengua a lo largo de mi vagina limpiándome de los jugos que escurrían de mi corrida.
Cuando me recupere deje el pijama donde lo encontré, y Salí de la habitación. Subí a mi habitación y llame. Carlos me abrió.
- ¿Lo has hecho?
- No, se ha ido. Seguramente pensaría que iba a haber bronca y habrá preferido quitarse de en medio.
- Bueno cuando vuelva lo intentas, ¿Ok?
- Si, no te preocupes, soy yo quien más lo desea.
Le conté lo que había descubierto, y bajo como una flecha a visionarlo.
Por la tarde después de comer viendo que mi hijo no venia le mande un mensaje preguntándole donde estaba y si le pasaba algo. Contesto diciendo que necesitaba aclararse las ideas, y que le daba miedo volver a casa por papa. Le conteste que no se preocupara que ya lo había solucionado y que no tardara en volver. Pero pasaba el día y no daba señales de vida.
Por la noche me mando un mensaje diciendo que no le esperase, que se quedaba a dormir en casa de Luis. Le conteste diciéndole que teníamos que hablar, pero que si quería se trajese a Luis, le hice hincapié en que su padre se acuesta temprano y que me yo me quedaría hasta tarde viendo la tele. También le dije que me avisase si venía acompañado para irme a mi habitación. El mensaje no podía ser más explicito.
PROXIMA ENTREGA CAPITULO FINAL. MUY PRONTO.
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Besos. Carolo.x@hotmail.com