Si no quieres incesto, ciérrate de piernas 3ª part
Carmén le da un desayuno especial a su hijo
Si no quieres incesto, ciérrate de piernas 3ª parte.
La decisión estaba tomada, ya lo único que quedaba era como hacerlo, después de todo lo que le dije seguro que no esperaría que su madre se tirase en sus brazos.
El primer paso fue sencillo, simplemente hice lo que él quería, ponerme la camiseta que tanto le había gustado. Me levante y me asee a fondo, me depile entera. Mi sexo lo deje bien rasurado con un pequeño mechón en mi pubis, me puse un tanga muy sexy que se trasparentaba un poco y baje a prepararme el desayuno esperando que se levantara.
Me arregle el pelo y me perfume como si fuera a una cita con mi amante.
Cuando apareció, se quedo mudo.
- Buenos días, estas muy guapa hoy mama.
Decía mientras sonreía.
- Hola cariño, me le puesto para ti, para que veas que no te guardo rencor por lo que paso el otro día.
- Eres un sol mama.
Acercándose a mí por detrás me rodeo con sus brazos y me dio un beso en la mejilla. Su miembro se apoyo en medio de mis nalgas, note el efecto que había causado en el. En mi, fue inmediato, me empecé a mojar, hasta el punto que tuve que cruzar las piernas.
- Venga no seas meloso.
Me separe de él ruborizada, siéntate que enseguida te sirvo el desayuno. Le espiaba en todos los reflejos de la cocina, sus ojos no se apartaban de mí. El calor me provoco que empezase a sudar un poco, mi camiseta se me pegaba a todo el cuerpo. Los pechos casi se me trasparentaban y la parte de abajo se me pegaba a los glúteos. Mientras le servia el café sus ojos devoraban mis tetas que se marcaban con los pezones erectos y casi saliéndose por los lados.
Antonio con toda la intencción del mundo me pidió una servilleta, el sabia que estaban en un cajón bajo. Me di media vuelta y sin agacharme me doble para acceder al cajón, mi camiseta se subió dejándome todo el culo al aire, mi coño seguramente se trasparentaría con el tanga. Al levantarme, la camiseta pegada por el sudor no quiso bajar y me quede con el culo al aire. Tire de ella para abajo como sin darle importancia, pero al hacerlo mis pechos se marcaron a un mas, asomándose un poco por el escote y los laterales. Antonio tenía una sonrisa de oreja a oreja, y su pantalón mostraba una erección que no se molestaba en disimular.
- Eres la madre más guapa y sexy de las que conozco. Realmente ahora sé porque papa quiere que te vistas sexy.
- De verdad crees eso.
- Por supuesto, al igual que Luis que no hace nada más que preguntarme que cuando nos vamos a quedar a dormir en casa.
- Claro, y se pensara que va a tener el mismo espectáculo que la otra vez.
- Si yo fuera él lo estaría deseando, obviamente. ¿Te puedo decir una cosa sin que te molestes?
- Miedo me das, pero vale. Que tienes que contarme.
- Luis dice que no para de masturbarse pensando cómo te vio en el sofá y de cómo te metió los dedos. Y que fue una lástima no habértela follado esa noche.
La conversación estaba haciendo efecto en los dos, su pantalón seguía levantado como una tienda de campaña y el extremo empezaba a mojarse, ver eso hizo que mi temperatura subiera aún más. Me imaginaba la polla sudada y sus huevos también, olía su excitación, su polla seguramente estaría a punto de escupir, me imaginaba que sus chorros caían en mi boca hasta resbalar por mis tetas, donde con mis manos lo extendía. Mi camiseta era ya del todo trasparente. Mis glúteos se marcaban totalmente mojados, y en medio el tanga se veía como se introducía en medio de mi culo.
También me imaginaba a Luis arrodillado y metiéndomela despacio para que no me despertara mientras Antonio le miraría como lo hacía.
- Y tú, ¿le hubieras dejado que lo hiciera?
- Mama, esa noche no le hubiera dejado, te hubiera follado yo mismo.
- ¿Serias capaz de eso, de follarte a tu madre?
Levantándose se aproximo a mí, me dio media vuelta, metió una mano por debajo de la camiseta agarrándome una teta y la otra se abrió paso dentro de mi tanga hasta llegar con sus dedos a mi coño completamente mojado. Sus dedos separaron mis labios y se introdujeron en mi vagina. Su boca en mi nuca mientras me besaba y mordía.
-Mama te fallaría ahora mismo.
Notaba su polla apoyada en medio de mis glúteos, y empuje hacia atrás.
El al notarlo empezó un movimiento suave, arriba y abajo, frotando todo su tronco en mi culo.
Buenos días oímos por el pasillo. Era Carlos que se acababa de levantar. Nos recompusimos rápidamente e hicimos como si estuviéramos desayunando.
Mi estado era; la camiseta pegada y subida a medias por detrás enseñando medio culo, y una teta a punto de salirse por un costado. Mis flujos resbalaban por mis piernas. Antonio tenía una mancha ostensible en su pantalón de haberse corrido, rápidamente se tapo con un cojín y así de esta guisa nos pillo.
Antonio claramente se había dado cuenta de lo que estaba pasando.
- Hace un poco de calor aquí, ¿no? No deberías subir a cambiarte por algo más apropiado, vas a escandalizar a tu hijo.
Dijo en tono muy serio, que me sorprendió.
- Tienes razón, voy a cambiarme en un momento.
Salí rápidamente para mi cuarto, de reojo vi como Antonio hacia lo mismo y se metía en el suyo cerrando la puerta.
Carlos venía detrás de mí. Al entrar en la habitación, me volví.
- No se suponía que eso lo que querías, ¿porque me haces esto?
- Porque no aguantaba más sin metértela, al mismo tiempo se bajo los pantalones y me mostro una erección como hacía mucho que no tenia.
Mirándola, me quite la camiseta quedando completamente desnuda, estaba sudando a chorros, mi coño era un charco. Me metí dos dedos dentro y empecé a masturbarme mientras que con la otra mano le agarraba su miembro brillante y me lo metía en la boca hasta tocar con la barbilla sus huevos. No tardamos en corrernos, el exploto en mi boca haciendo que me atragantase con una corrida abundante, chorros de semen escurrían de mi boca e iban a parar a mis tetas, y yo pensaba si mi hijo tendría un instrumento parecido y sus corridas serian igual de abundantes.
- Ahora ve, y fóllate a tu hijo.
Continuara…..