Si no arriesgas, no ganas. VI (Final de temporada)

Vivir el "Teenage Dream" es lo mejor que puede haber.

¡Hola a todo mundo! Aquí está la 6º parte de la historia (:

Gracias a todos los que comentaron y valoraron. Y a los que me escribieron al correo para enviarme su opinión respecto a los relatos.

Realmente se los agradezco, valoro mucho que lo hagan.

Aquí vamos, espero les guste.

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Las 2:00 AM y aún no había podido dormir nada.

La emoción y la felicidad corrían por mis venas; ¡Era mi oportunidad para decirle a Ángel lo que siento! Por fin podría decirle sin ningún tipo de miedo que el me gustaba, que estaba enamorado de él. ¡Y lo mejor de todo es que yo también le gusto!

Me levantaba de la cama, daba vueltas por mi habitación, volvía a acostarme,  me volvía a levantar, miraba por la ventana, iba al baño (mi habitación tiene baño propio) y me miraba en el espejo, no podía ocultar mi gran sonrisa. Nunca me había sentido tan feliz.

Luego de deambular por casi una hora entre el baño y la ventana, me acosté nuevamente en la cama para finalmente concebir el sueño.

De repente siento los cálidos rayos del sol entrar por la ventana e iluminarme suavemente el rostro. Tenía mucho sueño aún y pensaba volver a dormir, pero recordé mi salida con Ángel.

Me levanté rápidamente de la cama y fui a revisar el pequeño reloj electrónico que estaba encima de mi escritorio. Las 7:45… “Aún es temprano” dije para mi mismo.

Me puse mis Crocs para ir a cepillarme los dientes y lavarme la cara. Cuando fui a cepillarme sonreí enseñando mi dentadura. Era perfecta; el tratamiento de ortodoncia había hecho muy bien su trabajo, después de todo, mi madre siempre me tenía que llevar puntualmente a todas las citas con la ortondoncista; siempre las olvidaba.

Sentir el agradable y fresco sabor a menta de la crema dental fue muy agradable, siempre me he preocupado por mi higiene y presentación, se a donde sea que vaya, una buena representación es importante, sin dejar atrás la personalidad, lo más importante.

Pasé a lavarme el rostro. Siempre me ha gustado el agua fría y esa sensación que causa al entrar en contacto con la piel, da una sensación de frescura y alivio.

Me peiné un poco y me dispuse a bajar. Mientras bajaba las escaleras venían corriendo Cindy y Roco, las mascotas de la familia. Los acaricié y jugué con ellos por un rato. Ambos son caniches puros de color blanco. Siempre están limpios y bien peinados ya que mi mamá se preocupa mucho por su higiene, cada semana les baña y corta el cabello, para que  según ella, “se mantengan bonitos y pachoncitos”

Me dirigí a la cocina y ahí estaba mamá, cocinando.

-Hola mamá –dije sentándome en una de las butacas del mesón-

Giró un poco para mirar con el rabillo del ojo para luego volver a centrar su atención en la cocina

-Hola Huguito ¿Cómo amaneces? –Dijo con su característico entusiasmo-

-Muy bien, ¿y tú que tal?

-Bien, bien… ¿Me podrías hacer el favor de llamar a tu hermano que venga a desayunar? –dijo empezando a poner los platos en el mesón de granito. Miró mi gran sonrisota y me miró extrañada y divertida, pero no me dijo nada.

-¿Qué ocurre? –Pregunté al ver su divertida reacción-

-Que te noto más feliz que de costumbre.

-Ah, eso… Es que obtuve la mayor nota en Matemática y en Física -mentí sutilmente-

-¿Sí? ¿Sacaste 20?

-Así es, decidí que este año escolar me esforzaría bastante.

-Te felicito, espero sea así todo el año –dijo sonriendo- Ahora ve a llamar a tu hermano que se enfría la comida.

-Dudo que esas notas se mantengan –respondí en mi mente-

Mientras subía las escaleras se me ocurrió pasar por mi habitación a buscar mi teléfono. Vi que tenía un mensaje de texto. Pensé que era Ángel y mi rostro se había iluminado más que un sol, pero era Neomar, lo cual me pareció raro ya que él siempre se despertaba tarde los fines de semana.

-¡Te tengo noticias! Desayuno y voy a tu casa.

La duda se instaló en mi mente al leer ese mensaje. ¿Sobre que podrían ser esas noticias?

-Ok, pero ven temprano, que saldré a las 10.

Suspiré feliz y recordé que tenía que llamar a mi hermano.

Su habitación quedaba cerca del mío, lo que me facilitaba las cosas. Abrí la puerta y estaba dormido aún.

-Despierta, feo, ¡a desayunar! –dije mientras le quitaba las sábanas de encima-

-¿Uhhh? 5 minutos más, por favor…-dijo tapándose la cara con la almohada-

-Keyla está aquí –dije como si fuera una carnada para despertarlo- Keyla es la novia de mi hermano, tienen ya 5 años juntos. Ya me hicieron tío, mi sobrinita que se llama Karen tiene 10 mese de edad. Planean irse a vivir juntos dentro un par de meses, mientras consiguen una buena casa, por ahora viven por separado.

-¿En serio? –Dijo sentándose fugazmente en la cama-

-No, mentí –dije con una sonrisa- Ven a desayunar.

-Cabezón... –dijo algo fastidiado-

-Burro hablando de orejas –dije burlonamente- Apúrate, que se enfría la comida.

Salí de la habitación y cuando iba llegando a la cocina llegó otro mensaje al móvil.

-¿Y eso? ¿A dónde irás? ¿Con quién?

-Tranquilo tigre... Saldré con Ángel, cuando vengas te cuento bien.

Guardé mi teléfono en el bolsillo de mis pantalones deportivos (son mis favoritos para dormir) y me senté dispuesto a comer, tenía mucha hambre.

-¿Llamaste a tu hermano a comer?

-Sí, dijo que ya venía. ¿Qué preparaste Sra. Madre?

-Arepas embutidas con carne mechada, como a ti te gustan, arepas embutidas con pollo y vegetales para tu hermano y las de carne molida y queso amarillo las mías –dijo señalando cada uno mientras las nombraba-  así no me discutirán que comieron algo que nos le gustó. Luego tomó una de sus arepas del gran tazón de madera, la imité y empecé a comerme una de las mías. Mientras iba por la mitad de mi arepa (Las arepas son tortas de harina de maíz precocida, las cuales suelen asarse. Son una comida muy típica de Venezuela) llegó mi hermano. Andaba solo en bóxers, típico de él.

-Buenos días (bostezo)  buen provecho…

-Gracias –respondimos mamá y yo al unísono-

-¿Cómo amaneciste hijo? –Preguntó mamá-

  • No muy bien –dijo mirándome fríamente- Me reí levemente

-¿Ahora que pasó entre ustedes? –preguntó mi madre- y suspiró.

-Que tú pequeño me dijo que Keyla estaba aquí, pero era mentira.

-¡Lo hice para que despertaras!

-Hubieras hecho otra cosa –dijo- Y se sentó para empezar a comer.

-Pero bueno, no seas tan amargado, aparte, Hugo tiene razón, solo así te despiertas –dijo riendo un poco al decir lo ultimo-

-Pffff –resopló algo fastidiado y se dispuso a comer-

-No te enojes, Don Margó (así le digo a mi hermano, muchas veces anda de mal humor) me levanté  y le pellizqué la mejilla. –Iré por jugo de naranja, ¿quieren?-pregunté abriendo el refrigerador- Ambos asintieron. Les serví el jugo a ambos y un poco para mí. Terminé de comer y cuando estaba lavando mi plato escuché que alguien había llegado.

-¡Familiaaaaaaaa! –dijo esa voz que tanto conocía

-Hola Neomar, ¿cómo estás? –Preguntó alegre mamá- Y se levanto para abrazarlo y darle un beso en la mejilla. ¿Cómo está Ricardo? Tengo tiempo sin hablar con él… ¿Y qué tal Sandra? ¿Y Alejandra? –Preguntó mamá sin dejar hablar a Neo-

-Todos estamos bien, Tía Gladys, debería visitarnos más a menudo, ya estamos cerca, muy cerca, diría yo.

-¿Sí? No sabía nada…

-Sí… le conté ayer, ¿recuerda?

-¿Ayer...? ¡Ay cierto! –Dijo mamá poniéndose una mano en la frente- Ahorita ando muy olvidada, es que el trabajo y la casa y todo es muy agotador…

-Sí, la entiendo… ¡Hola Juancho! –Dijo palmeando la espalda de mi hermano- ¿Cómo está todo?

-Todo bien –respondió- Vaya, ¿si que has crecido eh? Recuerdo cuando el pequeñajo que apenas me llegaba la cintura.

-Jaja sí, pegué el estirón –dijo riendo un poco-

Neomar no pudo tener otra idea más brillante que llegarme por detrás y taparme los ojos con sus manos.

-Oh por Dios… ¿Quién será? –dije con un tono de sorpresa mal actuado-

-Adivina…

-¡Ya sé! Es el cartero –dije burlonamente- Causando que todos rieran fuertemente

-Jajajajaja, ¿Cómo estás?

-Aquí, esclavizado –dije mirando de reojo a mi mamá para ver su reacción- Pero que más queda

-¡Como te gusta hablar paja ! ¡Lavas un plato y ya te quejas! –Dijo mamá empezando con su discurso-

-Ya mamá, era bromeando –dije riendo- y fui a abrazarla. Sabes que lo digo bromeando

-Más te vale –me dijo en un actuado tono de amenaza-

-Ah Vic, ¿podrías explicarme lo de Física? Realmente me cuesta entender eso –interrumpió Neomar-

Al principio no capté lo que dijo, pero pronto caí en cuenta de su plan.

-Claro, claro, vamos a mi habitación, que allá es donde tengo los apuntes.

Neo se despidió de mamá y Juan. Mientras subimos las escaleras lo noté algo... ¿ansioso? No sé como describirlo.

Llegamos a mi habitación y me acosté en la cama. Neomar se sentó en la silla de mi escritorio, como es de esas que usan en las oficinas, se puso a dar vueltas en ella.

-Y… ¿Cuáles eran esas noticias?

-Ah sí, eso –dijo deteniéndose-  Amanda me escribió…

-Y le respondiste diciendo que querías volver con ella –lo interrumpí- Ya me cansé de cuidarte –dije empezando a enojarme-

-Nooo, cálmate, cálmate –dijo levantándose rápido de la silla y sentándose en la cama- La rechacé, y se sintió muy bien.

-¿Sí? Demuéstrame que es verdad –dije cruzándome de brazos y mirándolo desafiante-

Sacó su teléfono y me lo pasó para que lo vieras los mensajes. Para mi sorpresa si lo había hecho. Lo miré sorprendido y con media sonrisa en el rostro.

-¿Ves que no miento? –dijo orgulloso-

-Vaya, vaya… Al fin aprendes…

Dirijo mi mirada por un segundo a la pantalla del teléfono y veo la hora, las 9:40.

-¡Coño! Debo apurarme, toma. –Dije pasándole el teléfono a Neomar- Salí corriendo a ducharme.

Me quité la ropa en un dos por tres y me metí a la ducha de un salto. Abrí la regadera y tomé el gel de ducha, me apliqué bastante y me tallé por todas partes de manera apresurada.

-¿Por qué tanto apuro? –Preguntó Neo desde la puerta del baño-

-Saldré con Ángel. Me pasará buscando a las 10. –Dije apresurado mientras me lavaba el cabello-

-¿Tendrán una cita? –dijo en tono burlón-

-Digamos que sí, terminó con Amanda ayer –dije esto ultimo muy feliz-

-Con razón me escribió anoche… ¿Sabes? Me siento utilizado…

-Te lo dije… Conozco a las chicas como ella… Oye...Hazme un favor, búscame la ropa.

-¿Qué te pondrás?

-La camisa verde a cuadros y los pantalones negros de pana ¿Sabes cuale son verdad?

-S, ya me acordé...Vaya… creo que sí es una cita

-Deja de hablar tanto y busca la ropa –dije apurándolo-

-Ya… no te molestes. Gruñón… -dijo por lo bajo-

Ignoré su comentario y me retiré todo rastro de jabón del cuerpo. Me sequé rápido y me até la toalla a la cintura. Cuando salgo del baño veo la ropa encima de la cama, junto con la ropa interior y los zapatos y Neomar revisando su Facebook en la portátil.

-Oye… era solo la camisa y el pantalón…

Neomar me dirigió una mirada rápida para volver a enfocar su atención en la pantalla.

-Lo sé, pero como andas con tanto apuro decidí ayudarte un poco más de la cuenta.

-¿Que favor necesitarás de mí en el futuro? –dije mientras me ponía la ropa interior. Tengo mucha confianza con Neomar y no me avergüenza en lo absoluto cambiarme de ropa delante de él.

-Si supieras que ninguno… -dijo sin despegar la pantalla del portátil

-Lo que digas, se que te ocultas algo.

Me terminé de vestir y me vi al espejo. En mi opinión me veía bien. La ropa no me quedaba ni ajustada ni holgada, quedaba perfecta.

-Deberías dejar de mirarte tanto y apresurarte, ya son las 9:55 –dijo Neomar lanzándome unas Converse negras de lona-

-Mierda, mierda, mierda –decía mientras me ponía los zapatos todo apresurado- Pásame el desodorante y el perfume.

Como pude me terminé de arreglar en dos cortos minutos.

-¿No te piensas peinar? –Dijo Neo señalando mi cabello-

Me pasé la mano para medio aplacarlo y me vi al espejo. Realmente no lucía tan mal.

-Por lo menos… -dijo Neomar encogiéndose de hombros-

Le enseñé el dedo medio y fui a buscar mi teléfono en mis pantalones deportivos en el baño. Los tiré en la cesta de la ropa sucia junto con las otras prendas y me dispuse a bajar para esperar a Ángel.

Fui a la cocina pero mamá no estaba ahí supuse que estaría regando sus plantas, así que me fui al jardín delantero y ahí estaba, consintiendo sus rosales. Mamá tiene la colección más grande de rosas que he visto. 10 distintas clases de rosas de muchos colores: Rosas damascena, canina, banksiae, rugosa y otras que no recuerdo nombre. Rosas rojas, amarillas, rosas, blancas. Pero definitivamente, lo más bonito del jardín de rosas de Mamá es su Rosal Llorón. Sus ramas largas, abundantes y floridas son un espectáculo para la vista.

-Wow, todo es tan bonito –dijo Neomar detrás de mí-

Voltee y lo miré algo asustado.

-Deberías avisar que está aquí, siempre asustas con tus sorpresas.

Neomar ignoró mi comentario y fue donde el Rosal Llorón para observarlo de cerca.

-Bonito, ¿verdad? Este es mi consentido –dijo Mamá-

-Muy bonito diría yo ¿No se molestaría si robo algunas rosas?

-Ni las toques –dijo Mamá levantando sus grandes tijeras de podar sus arbustos y abriendo y cerrándolas a la altura del pecho de Neomar-

Neomar asintió alejándose poco a poco hacía donde yo estaba.

Mamá no puedo evitar  reírse ante su reacción.

-Que miedoso eres. Eres igual a Ricardo –dijo Mamá retomando su labor-

-Y luego dices que el miedoso soy yo –dije negando con la cabeza-

-Shut up.

No pude hacer otra cosas que reírme.

-¡Hola Gladys! ¿Cómo estás? –dijo una voz que tenía algo de tiempo sin escuchar-

Y sí, era Ángel. Mi corazón empezó a latir rápidamente, me puse frio, mis manos empezaron a sudar y mis piernas a temblar. Era algo automático al verlo, el tenía ese poder de hacerme sentir lo más frágil de todo el mundo.

-¡Ángel! –Dijo Mamá acercándose a saludarlo con un beso en la mejilla- Muy bien, cuidando de mis pequeños, ¿cómo has estado tú?

-Muy bien. Sus rosales están muy bonitos, se ve que cuida mucho de ellos.

-Vamos, ni tanto… –dijo mamá intentando ser humilde- ¿A quién engaño? ¡Son hermosos! Mamá nunca cambiará… -dije por lo bajo- causando que Neomar riera un poco.

-¿Vas a salir con Hugo? –Preguntó Mamá mientras regaba sus rosas canina-

-Ah sí, se me hizo un poco tarde por el tráfico y pues…

-Nah, está bien –lo interrumpí- Llegaste a buena hora.

No tengo ni idea de cómo me salieron esas palabras de lo nervioso que estaba, y más con lo hermoso que se veía Ángel. Vestía una camiseta blanca con el logo de Converse, una camisa gris manga corta por encima con unos jeans algo desgastados y unas Converse grises de lona. Con su peinado de siempre, su cabello rizado a la longitud perfecta y con un poquito de gel para el cabello, dándole ese ligero efecto de humedad. Y su rostro sin una imperfección, tan suave como la seda se veía aun mejor con una pequeña barba casi imperceptible.

Definitivamente, Ángel era perfecto en todos los sentidos.

-¡Vic! ¿Qué tal estás?

Chocamos los puños y nos dimos un abrazo corto, ya saben, para disimular, Mamá estaba allí.

-Muy bien, ¿y tú como has estado?

-Bien –dijo sonriéndome enseñando su perfecta y blanca dentadura-

-No me dijiste nada que ibas a salir con Ángel –interrumpió Mamá-

-Claro que te dije Mamá, anoche antes de tú acostarte –mentí aprovechando lo despistada que es Mamá-

-Ah… Seguro se me olvidó. Bueno se me olvidaría seguro. ¿Llevas dinero?

-Sí Madre, aquí llevo.

-Ok, tengan cuidado –besándonos a ambos en la frente- Se cuidan mucho.

-¿Y a mí no me saludan? –Saltó Neomar-

-¡Hey! No te había visto, seguro fue por lo pequeño eres –dijo Ángel burlón-

-Jaja, buen chiste –dijo Neo chocando puños con Ángel-

-Los acompañaré hasta mi casa, recordé que debo hacer algunas cosas. ¡Adiós tía Gladys! –Dijo despidiéndose de Mamá-

-¡Adiós! ¡Saludos a Ricardo y a todos!

-¡Con gusto!

Caminamos por la calle, Neomar a mi izquierda, yo en medio y Ángel a mi derecha. No podía evitar mirar fugazmente y respirar su perfecto aroma. El era la perfección en su máxima expresión.

-Aquí me despido, que la pasen bien –dijo Neo despidiéndose con un movimiento de manos y guiñándome el ojo- Haciendo que me sonrojara un poco.

Caminamos un poco más hasta llegar a la parada del autobús. Estaba solitaria, muy solitaria, cosa que me pareció rara, los sábados siempre estaba llenísima. Nos sentamos en el banco a esperar autobús. Noté a Ángel algo más callado y distraído, claro, en unos momentos pasaría algo importantísimo.

-Y… ¿A dónde vamos? –Pregunté para romper el silencio-

Como Ángel estaba mirando pensativo hacia la nada, rompí su concentración

-Ah… Iremos al Centro Comercial de la Avenida Venezuela

Un nudo se hizo en mi garganta al recordar esa escena, cuando el estúpido de Armando me besó delante de Ángel.

-Uh… Entiendo…

Se formó un silencio sepulcral por un minuto más o menos hasta que pasó el autobús. Venía con varios asientos libres, Ángel decidió ir a sentarse en uno de los primeros y yo lo seguí. En el quedó sentado junto a la ventanilla. Durante casi todo el trayecto estuvo callado y mirando a través de la ventanilla, cosa que me hizo sentir fatal. Estuve soportando ese tormento hasta llegar a nuestra parada. Nos bajamos y entramos al Centro Comercial.

-¿Qué comprarás? –Pregunté para cortar un poco la tensión-

-Unas Converse para ir a la fiesta de Amanda. Cuando dijo eso me descoloqué. ¿Pero si habían terminado ayer… irá a su fiesta igual?

-Oh, ok, te sigo.

Luego de una corta caminata llegamos a la tienda. Nos atendió una chica cabello negro, blanca, alta, y delgada, era muy bonita.

-¿En que les ayudo? –preguntó muy amablemente-

-Quisiera unas Converse Negras, como las de él –dijo señalando las mías.

-¿Qué talla las deseas?

-42, por favor

-Ok cariño, ya te las traigo –dijo sonriente- Y se fue hacia el almacén. No pude evitar sentir un poquito de celos cuando le dijo “Cariño”, pero debía soportar, no éramos nada más que amigos, por ahora.

A los pocos minutos llegó la chica con los zapatos. Ángel se los probó y le quedaban geniales. Le dijo a la chica que eran esos los indicados. Se los prepararon, Ángel pagó y se los dieron,  luego de pagar nos fuimos de la tienda.

-¿Quieres comer helado? –Preguntó Ángel-

-Bueno, vamos.

Afortunadamente, una heladería quedaba diagonal a la tienda Converse. Llegamos y nos sentamos en una mesa algo alejada, supuse que el momento especial estaba a punto de llegar, pero el comportamiento de Ángel me hacía dudar mucho.

El fue quien pidió los helados, yo quería un helado en tina, de vainilla y limón, Ángel uno en tina igual pero de coco y ron con pasas.

Llegó con ambas tinas a la mesa, me pasó la mía y tranquilamente empecé a comer mi helado. Me sentía triste por el comportamiento de Ángel luego de irnos de casa, aunque tenía que tomar en cuenta los mensajes de texto, decían que quería salir conmigo, no directamente, pero eso querían decir, pero también debía tomar en cuenta la escena de Armando, pero… esos mensajes no demostraban que estaba enojado conmigo… No sabía que pensar en ese momento, solo miraba pensativo a la pared que estaba frente a nosotros.

-¿No me has hablado por que piensas que estoy muy mal por lo de Amanda verdad?

Sacudí mi cabeza rápidamente, lo mire y asentí. Realmente no sabía que había dicho, asentí automáticamente.

-Pues…No .dijo poniendo el helado sobre la mesa- Realmente eso no me afecta mucho, mejor dicho nada; yo no sentía nada por Amanda.

No podía hablar, el nudo en mi garganta no me lo permitía. Solo lo mire con cara de sorpresa y asentí.

-Terminamos por una simple razón, a mi… a mi me gusta alguien más.

Al escuchar esa frase mi corazón se disparó, pensaba que me daría un ataque ahí mismo.

-¿S-sí? Fue lo único que pude pronunciar.

-Sí… Desde de estar con Amanda esa persona me gustaba y aun me gusta –decía muy firme- Realmente estuve con Amanda para darle celos a esa persona,  y al parecer funcionó –asintió con una sonrisa-

-¿Y quién es esa persona? –pregunté-

Ooook, esa pregunta fue estúpida, lo sé, pero los nervios me traicionaron y solo me dejaron decir eso.

-Vic, Vic, Vic… -dijo negando con una sonrisa- ¿No te das cuenta que esa persona eres tú?

Al oír esa frase, que originalmente iba a decir yo, mi sangre se heló y lo miré con lágrimas en los ojos.

Ángel no dijo nada, solo se acercó a mí y me besó. Sus labios carnosos eran tan suaves, tan dulces, tan perfectos. Respondí su beso. Me sentía en el cielo al entrar en contacto con esa perfección. Luego de unos segundos que me parecieron años nos separamos. Nos miramos y sentía mi cara ardiendo, me sonrojé demasiado y Ángel estaba igual.

-Awwww –dijo una tierna voz-

Volteamos a ver quien era. Era la chica que vendía allí, ella vio y escuchó todo.

-¡Qué nos les de vergüenza! ¡Se ven hermosos! –dijo aplaudiendo y acercándose a nosotros- Nos abrazó y felicitó a ambos. Solo pudimos darle las gracias y sonreír.

La chica nos contó brevemente que su hermano era gay y que por eso era muy abierta a esos temas. Nos contó cuando su hermano llegó a casa con su novio y se lo presentó a su familia, lo aceptaron muy bien. Luego de contarnos la historia nos abrazó de nuevo y nos dijo que se llamaba Paola, que podíamos buscarla cuando necesitáramos, que en ella estaba una fiel amiga. Le agradecimos por todo y nos fuimos de la tienda.

Al salir, abrazo a Ángel por el cuello y el me abraza por la cintura. Mientras caminábamos la gente nos miraba, unos asqueados, otros muy sonrientes, a los cuales les devolvíamos la sonrisa.

Al diablo los homofóbicos –pensé-  Soy feliz con Ángel y eso es lo que importa.

Decidimos ir al Salón de Juegos. Jugamos Ping-Pong donde gané yo. Al hockey de aire, donde me ganó Ángel y por ultimo Futbolito, donde ganó él. Mientras jugábamos jugueteábamos mucho entre nosotros, abrazos por la cintura, besos, caricias. Me sentía muy feliz, al fin estaba con el chico de mis sueños.

Eran ya las 12:30 del mediodía y decidimos ir a comer pizza. Nos sentamos en la mesa más alejada de toda la pizzería. Pedimos una pizza Napolitana. Mientras esperábamos que estuviera listo el pedido, no dejábamos de mirarnos. Nos sosteníamos la mirada hasta que alguno de los dos se reía. Hicimos eso muchas veces. Nos dedicamos muchas sonrisas. Realmente, lo mejor que me había pasado en mucho tiempo, el momento perfecto junto a la persona perfecta.

En un arranque de curiosidad decidí preguntarle a Ángel algo que me intrigaba.

-Oye, Ricitos… -dije con una leve sonrisa-

Ángel me miró sonriendo y  con una ceja levantada

-Una pregunta…

-Dime, Vic –dijo tomándome la mano derecha entre las dos suyas- Y empezó a acariciármela.

-¿Por qué decidiste ir a la fiesta de Amanda?

-Simple, quiero mostrarle a mi nuevo novio para que se muera de celos –dijo sonriendo-

No pude evitar sonrojarme al escuchar eso, me sentí la personas más especial del planeta.

-Pero… aún no somos novios oficialmente… Digo, no me lo has pedido… -dije divertido y levantando las cejas-

No pude imaginar algo mejor. Ángel se levantó y se arrodilló a mi lado, tomó mi mano y me dijo: Víctor Hugo León Torres… ¿Quieres ser mi novio?

Mi cara no podía salir de la sorpresa. Menos mal la gente estaba muy ocupada en sus asuntos y no estaba mirando a nuestra mesa.

-Claro que sí quiero, Ángel Miguel Adrianza García. Luego de eso me besó y me abrazó. No pude evitar llorar de la felicidad. Al fin lo que más anhelaba se había cumplido. Al separarnos vi que Ángel también estaba llorando un poco.

-Nunca nadie había hecho algo así por mí –dije quitando las lagrimas de mis mejillas-

-Eso es porque no habías encontrado a alguien que te ame como yo –dijo tomándome las manos con las suyas- Te prometo que nunca te haré daño y nunca te mentiré. Te prometo que siempre cuidaré de ti y que siempre estaré a tu lado. Dicho eso besó mis manos y las soltó.

Pasaron unos cortos minutos para que llegara la orden. Una pizza deliciosa para ser sincero. Durante la comida no dejábamos de mirarnos y reír como los enamorados que éramos.

Al salir decidimos irnos ya a casa. Esperamos un taxi fuera del Centro Comercial. Por fortuna uno pasó rápidamente. Lo detuvimos y subimos al asiento trasero.

-Para la calle Bucaná, por favor, le aviso donde se va a quedar.

Lo miré como preguntándole: ¿Iremos a mi casa? Solo puso su dedo índice sobre sus labios en señal de que hiciera silencio. Asentí con una gran sonrisa.

Vi los zapatos y volví a recordar.

-Oye, ¿por qué compraste zapatos ahora si la fiesta de Amanda es el 24? –Dije señalando la caja-

-Ah sí… había olvidado contarte. Amanda les dio a ti y a Neomar una tarjeta falsa. El 24 pensaba hacerles una broma; quería dejarlos encerrarlos en el salón principal del centro y tirarles huevos, harina, mayonesa y otras porquerías.

Mi cara era de sorpresa y rabia.

-Maldad pura es esa chama –dije con desprecio-

-Así es –dijo Ángel suspirando y asintiendo-

-¿Y cómo te enteraste de eso? –pregunté curioso-

-Simple, Cristian investigó por ahí y le llegó la información.

-Cristian es un verdadero genio, debería ser detective…

-Sí... Ah sí la fiesta es hoy, a las 6:00 PM empieza. Paso por ti y Neomar a las 5:30.

-Está bien, pero… ¿Cristian no irá?

-Claro que irá, va en plan de coqueteo y eso... –dijo riéndose-

-Entiendo –sonreí-

-Por cierto, te pones sexy para la fiesta –dijo Ángel tocándome la punta de la nariz con el dedo índice-

-¿Más de lo que soy? ¡Imposible! –dije burlonamente-

-¡Ay si! Cuidado te secuestran los de Carolina Herrera para sus comerciales –dijo Ángel imitando al meme-

-¡Sabes que es así! –Dije riendo- Me fijé que estábamos cerca de casa. - Señor, nos deja por aquella casa de fachada blanca, por favor.

-Con gusto joven.

Le pagamos al señor y bajamos. Entramos a casa y Mamá no estaba con sus consentidos rosales, seguro estaba cocinado el almuerzo…

Entré a casa y fui a revisar, en efecto, estaba Mamá cocinando.

-¡Hola Mamá! –Dije en voz alta- Hicieron que Mamá se asustara.

-¡¿Me piensas matar del susto o qué?! –Preguntó Mamá poniéndose la mano en el pecho y recobrando el aliento-

-Pues… digamos que sí, así me quedo con la herencia –dijo divertido- Miré a Ángel y le guiñé el ojo.

-¿Con que planeando? Dejaré una carta diciendo que fuiste el asesino –dijo apuntándome con un cuchillo-

-Creo que mejor me quedo en paz.

Nos sentamos en las butacas a conversar con Mamá sobre todo un poco.

-¿Ya comieron?

Ambos asentimos

-¡Mejor! ¡Más para mí! –Dijo levantando los brazos-

-Mamá esta loca, definitivamente –dije susurrándole a Ángel-

-Es hereditario, ¿lo sabías? –dijo burlón-

-Ah, jódete y le di un codazo en las costillas.

-¡Au! –Dijo Ángel solo moviendo los labios y sobándose las costillas-

Me reí silenciosamente dé el y le lancé un beso.

-¿Qué preparaste para comer, Madre querida?

-Ah… preparé pollo a la canasta, ensalada César y salsa de queso para acompañar. De postre preparé flan y para tomar tienen jugo de melón y refresco. ¿Van a comer?

-No Mamá, ya comimos, quizá más tarde. Iremos a jugar Play, en un rato bajamos.

-Bueno, ¡pero no se quejen si no encuentran comida! –Dijo desafiante señalándonos con el dedo índice-

-Tranquila… No habrá problema.

Mientras subíamos las escaleras se me vino algo a la mente: La escena de hace unos días con Armando en el Centro Comercial…

Ángel se acostó en la cama y yo en la hamaca. No nos acostamos juntos por si Mamá se le ocurría aparecer sorpresivamente. Como dice el dicho “Más vale prevenir que lamentar”

Nos pusimos a conversar sobre las cosas que nos habían pasado en los últimos días y sobre como nos sentimos mientras no nos hablábamos.

De pronto recordé de nuevo eso, y me picó la curiosidad así que decidí hacer la pregunta.

-Ángel… -dije algo temeroso- No sabía como podría reaccionar

-Dime, Huguito –dijo acomodándose en la cama para estar más cerca de mí- Apoyó sus codos en el colchón y su cabeza en sus manos.

-Se que es una pregunta obvia pero… ¿Cómo te sentiste al ver lo que pasó con Armando?

Ángel cambió su semblante a uno algo triste y enfadado, cerró los ojos y suspiró.

-Realmente me sentí muy, muy mal, de hecho, llegué a pensar que ya no te gustaba –empezó a decir con voz quebrada- Pensaba que me habías cambiando por ese idiota…. Unas cuantas lágrimas rodaron por sus mejillas.

-Ricitos… -dije levantándome- Me senté en la cama y lo abracé. –Sabes que yo solo te quiero a ti y solamente a ti… No te cambiaría por nadie más…

Al separarnos me miró pícaramente y me sonrió de la misma manera. Sabía a donde iba todo esto.

Cuando sus labios se tocaron con los míos sentí de nuevo esa adictiva sensación; sentía que el tiempo se detenía a mí alrededor, me desconectaba de todo. Sin separarnos, Ángel me acostó en la cama y se separó para empezar a besarme el cuello, mi punto débil para los besos.  Entré en razón y sutilmente lo separé de mí. Ángel me miró extrañado por lo que hice.

-Ángel, no estamos solos, recuérdalo…

-Ah, cierto… lo olvidé… Es que cuando estoy contigo se me olvida todo y solo me importas tú.

Con ese comentario me sonrojé, Ángel me besó en la mejilla y se levantó de la cama.

-¿Jugamos Play? Eso le dijiste a Gladys que haríamos…-dijo tomando el control-

-Bueno, un rato, recuerda que debes ir a arreglarte para la fiesta de Amanda, a la cual no se como iremos sin invitaciones…

-Fácil –dijo sonriendo orgulloso- Cristian coqueteó con la mejor amiga de Amanda y esta le facilitó 2 invitaciones válidas para 2 personas.

-Pero mira, mi cuñado es un genio…

-¿Tu cuñado nada más? –Dijo levantando una ceja-

Rodé los ojos ante su comentario y suspiré.

-Tú también lo eres, Ricitos bonitos. –Dije en un tono tierno- Demasiado tierno para mí gusto, diría yo. Y le di un beso rápido en los labios.

Jugamos Little Big Planet por un rato hasta que se llegaron las 3:00 PM

-Deberías ir a alistarte, debes ponerte sexy para mí –dije pícaramente a Ángel-

Hizo puchero y me miró con unos ojos como los del Gato con Botas en  la película de Shrek

-En un rato nos veremos, no te pongas triste –dije acercándose y frotando su nariz con la mía-

-Bueno, nos vemos en un rato, te escribo cuando venga a buscarte. Y me dio un beso fugaz

-Ok, Ricitos. Vamos, te acompaño hasta la puerta.

-Sabes que debes hacerlo –dijo abriendo la puerta de mi habitación-

-Es mi cruel castigo –dije actuando-

-Jaja, tonto.

-¿No te piensas despedir de tu suegra? –Pregunté mientras bajábamos las escaleras-

-Lo olvidaba… ¿Dónde estará?

-En el jardín trasero, vamos.

Y ahí estaba, cuidando de sus plantas frutales: Mango, Cereza, Parchita, Aguacate, Papaya, Tamarindo y Níspero.  Mamá dedicaba todos sus fines de semana a podarlos y eso, yo las regaba los días de semana.

-Adiós Gladys, me voy, vuelvo más tarde.

Mamá volteó y sonrió.

-Ok hijo, nos vemos luego –dijo abrazándolo-

-Ah, Mamá… iré a una fiesta ahorita a las 6…

-¿Sí? ¿Con quién irás? –Preguntó mientras recogía algunos Tamarindo en una cesta-

-Con Ángel, Cristian y Neomar.

-¡Cristian! ¡Tengo tiempo sin saber de él! ¿Cómo ha estado tu hermano? –Preguntó  Mamá poniéndose en posición para empezar su interrogatorio- Rodé los ojos de nuevo, Mamá no tenía remedio.

Ángel vio mi gesto y rió un poco.

-Ha estado muy bien, igual que Mamá y Papá, todos estamos bien –respondió Ángel anticipándose a la docena de preguntas de Mamá-

-Bueno Gladys, nos vemos en un rato, a las 5:30 paso con Cristian por Vic y Neo. Chao.

-Adiós hijo, cuídate –dijo mamá retomando su labor-

-Iré a abrir la puerta.

Cuando íbamos a despedirnos, miré para ver si no había nadie cerca, y para mi suerte no lo había.

-Nos vemos luego Ricitos. Te pones sexy –lo besé-

-Lo mismo te digo, Leónsito –dijo revolviéndome el cabello.

Nos despedimos con un beso corto y me dirigía a entrar a casa. A los tres pasos escuché que tocaban.  Si mis cálculos no fallaban, era Neomar.

-¡Soy yo!

-5 puntos para mí –sonreí- Abrí la puerta y en efecto, ahí estaba.

-Oye, vi que tú y Ángel se… -dijo haciendo con sus manos como si no consiguiera las palabras adecuadas-

-Sí, así es. Pasa y te cuento, vamos a mi habitación.

Ya en mi habitación, y con Neomar muerto de la curiosidad, decidí empezar a contarle lo que pasó en mi primera cita con Ángel.

Mientras contaba, Neomar no dejaba de mirarme  y asentir.

-Y bueno, eso fue lo que pasó hasta que nos espiaste

-No los espiaba, solo venía pasando por la calle…

-Sí claro… Como sea, estoy muy feliz, al fin logré lo que siempre he querido, estar con el chico de mis sueños –y suspiré feliz-

-Vic, me harás vomitar arcoíris… -dijo fingiendo náuseas-

-Jódete –le enseñé el dedo medio- Ah mira… la fiesta de tu ex-amada es hoy –dije mientras me quitaba la ropa para ir a arreglarme- Eran ya las 5:00 y quería lucir bien para Ángel

-¿Qué no era el 24?

-No, Cristian investigó y nuestras invitaciones eran falsas, nos pensaban hacer una broma.

-Amanda es una hija de p… -lo miré desafiante- Neo se calló, el sabía que no me gustaban las groserías.

-Es una chica mala, ya lo sabemos… La fiesta empieza a las 6. Vístete elegante, por favor.

-Si, capitán –dijo Neo imitando el gesto de saludo militar-

-Jaja, vamos, ve a arreglarte, los Adrianza pasan por nosotros a las 5:45, cuando estés listo te vienes para acá.

-Bueno, te dejo, te pones bonito para tu noviesito –dijo burlándose-

Me sonrojé y Neo me pellizcó una mejilla, le aparte la mano y le enseñé el dedo medio en medio de carcajadas

-Deja la payasería y ve a arreglarte.

-Bueno, voy, en un rato vuelvo.

Me metí a la ducha y abrí la llave. Como amaba la sensación que causaba el agua fría en mi piel. Me provocaba frescura, como cuando beso a Ángel, su aliento olor a menta era tan fresco y delicioso. Recordando esas escenas mi “amigo” fue despertando poco a poco. Pensé en quitarle esa tensión, pero decidí esperar hasta la noche, sabía que esta la noche especial.

Me lavé bien por todos lados, me lavé el cabello, a pesar de que me lo había lavado en la mañana, quería lucir perfecto para Ángel.

Me sequé a la perfección y me cepillé los dientes. Afortunadamente soy lampiño en todo mi cuerpo, excepto en los brazos.

Fui a vestirme; me puse una camisa manga larga color vinotinto, unos pantalones de vestir negros que me quedaban un poco ajustados, tenía tiempo sin usarlos, y unos mocasines negros.

Todo perfecto, me apliqué mi perfume “One Million”, su aroma siempre me ha gustado.

Quedaba un pequeño detalle, mi cabello. Hacía honor perfecto a mi apellido. A pesar de ser liso,  se “explotaba” mucho. Opté por el secador de Mamá, luego de unos 5 minutos luchando contra mi cabello, se veía bastante bien.

Era definitivo, lucía perfecto para esta noche perfecta.

Bajé a la sala a esperar a los muchachos

-Pero que bello se ve mi muchacho –dijo Mamá sorprendida de verme así- Serás el centro de atención.

-Ay Mamá, tampoco así…

Mientras Mamá seguía halagándome por mi atuendo tocaron el timbre. Por la hora supuse que era Neomar. Para mi sorpresa eran mi novio y mi cuñado. Ángel llevaba una camisa blanca con rayas negras finas y verticales, la manga llegaba un poco más debajo de los hombros, unos jeans azul claro ajustados, dejando ver un bulto bastante notable y Converse blancas (Ángel adora las Converse).

Cristian llevaba una camisa mostaza manga larga con unos jeans negros e igual que yo, mocasines negros.

-Wow, si que lucieron, ¿eh? –dije mirándolos de pies a cabeza

-Tú tampoco te ves tan mal –dijo Cristian-

Mamá fue a ver quien había llegado

¡Pero que guapos estos muchachos! ¡Y que perfumados! ¿Son los cumpleañeros? ¡Porque eso parece!

-Ay Mamá, no exageres. Bueno nos vamos, pasaremos buscando a Neomar, adiós Mamá –dije besándole la mejilla- Cuando Juan Víctor llegue dile que le mando saludos.

-Con gusto cariño, cuídense mucho

Al salir de la casa abracé a Ángel por la cintura y le dije al oído en un tono pícaro y seductor: Hoy es nuestra noche… Ángel se estremeció al oír eso y me dedicó una amplia sonrisa y me besó.

-No coman pan delante de los pobres –soltó Cristian-

Ángel y yo nos reímos y pasamos por Neomar.

Toqué el timbre y gritó: “¡Ya voy!”. A los dos minutos salió. Parecía un actor; Una camisa azul oscuro manga larga y ceñida al cuerpo, mostrando la buena forma de Neo, jeans desgastados y algo ajustados y unas Vans combinadas con la camisa.

Ya con la pandilla lista tomamos un taxi para dirigirnos al Centro Deportivo, allí sería la fiesta.

Neomar se fue en el puesto delantero, mientras que Ángel, Cristian y yo en el trasero. Ángel a mi izquierda, yo en medio y Cristian a mi derecha.

Durante el camino acariciaba discretamente la mano de Ángel y le dedicaba pequeñas sonrisas. Ángel me hacía sentir cosas que jamás había sentido con nadie, ni siquiera Michael… Demonios… Sus recuerdos llegaron fugazmente a mi mente, distrayéndome un poco, cosa que Ángel notó. Al llegar al Centro Deportivo, pagamos el transporte y vimos la decoración, colores rosa y blanco, como los de la tarjeta de invitación. En la puerta estaba un tipo alto con lentes oscuros. Sí, así como en la televisión, este era un tipo alto, blanco, fornido con un traje negro.

-¿Invitaciones? –preguntó con una voz gruesa y algo intimidante-

Cristian pasó ambos, el tipo verificó que fueran autenticas.

-Pasen, disfruten la fiesta –dijo con una leve sonrisa-

Nos dirigimos al salón principal, ahí estaban las mesas y todo eso. Al entrar vi una pequeña tarima en la cual estaba un grupo musical afinando instrumentos. Dos guitarristas, un bajista, un baterista y un pianista para ser exacto.

-Genial –pensé- y sonreí casi imperceptiblemente.

Nos sentamos en una mesa más o menos cerca de la tarima. No había muchas personas aún. Unas chicas de una mesa cercana empezaron a guiñarle el ojo a Neomar, este no desaprovechó la oportunidad y fue hasta allá con ellas.

-En un rato vuelvo –dijo-

Mientras conversábamos sobre varios temas llegó un mesero, un señor algo mayor y nos preguntó que queríamos para tomar.

-Un refresco de limón para mí, por favor –dije-

-Yo quiero una cerveza –dijo Cristian-

-A mí solo me trae una botella pequeña de agua, si no es mucha molestia –dijo Ángel-

-Con gusto jóvenes, en momento traigo su orden –dijo el mesero para retirarse-

Miré extrañado a Ángel, solo tomaría agua.

-Quiero que nuestra noche sea especial, así que no beberé nada de alcohol –dijo acariciándome la pierna bajo la mesa-

Notaba a Cristian algo aburrido, así que le escribí a Neomar.

-Llama a Cristian a tu mesa, ¡hazle la segunda con alguna de esas chicas!

A los 40 segundos más o menos Neomar vio el mensaje y llamó a Cristian a su mesa.

-¡Adrianza! ¡Ven para acá! –Dijo haciendo un movimiento de brazo-

Le guiñé el ojo y solo me sonrió.

-Los dejo solos, tortolos –dijo- y se fue a la mesa donde estaba Neomar.

-Oye Vic… te noté algo raro en el taxi… ¿Te pasó algo? –dijo tomando mi mano entre las suyas. Hace eso cuando hay que aclarar algo importante.

No sabía si decirlo o no a Ángel lo que tuve con Michael, nadie lo sabía, a excepción de Neo.

-Ángel no he sido el todo sincero contigo…Debo contarte algo de lo que me siento algo mal, pero prométeme, por favor, que me dejarás contar esto hasta el final.

-Lo prometo –dijo levantando la mano derecha- Cuéntame. Y volvió a poner su mano alrededor de la mía.

Tomé aire y me preparé a contar esa no muy bonita historia.

-Bueno, conoces a Michael Chan, ¿verdad? El que estudió el año pasado con nosotros –asintió- Bueno… yo… pues… tuve algo con él y…

Ángel apretó un poco mi mano y noté que tensó un poco la mandíbula.

-No fue algo serio –dije apresurado- Solo fueron unos encuentros y nada más… Y bueno… -tragué saliva- Él… él fue mi primera vez… -dije con mucho esfuerzo-

Al oír eso Ángel abrió los ojos como platos y rápidamente su semblante cambió a serio.

-Así que… No siempre te gusté yo, ¿verdad? –Preguntó con la voz algo quebrada-

-Siempre me gustaste, Ángel, pero me dejé llevar por mi naturaleza adolescente e impulsiva… Tú eres el único al que he amado. Al principio pensaba que lo mío con Michael era algo especial, que era verdadero amor, pero no se comparaba en nada en lo que yo siento por ti Ángel, lo mío con el era solo calentura de un rato. Me encariñé, pero muy poco con él. Cuando me dejó por la Mónica esa, no me dolió por los sentimientos que yo tenía por él, sino por el engaño y lo descarado que pudo llegar a ser… Lo mío con él no se compara en lo absoluto a lo que siento por ti Ángel, solo a ti te he amado… Dije todo tomando aire un cada tanto mientras Ángel me miraba, vi que no pudo evitar que unas lágrimas resbalaran por sus mejillas.

-Soy un tonto… Yo permití que eso pasara… Por no haberte confesado lo que siento por ti antes… -dijo quitándose las lágrimas del rostro-

-No, para nada, el culpable fui yo, por ser tan vulnerable y tan susceptible a él, al dejarme llevar, por ser un cobarde al no contarte lo que sentía por ti. Olvidemos el pasado y vivamos el presente… vivamos este momento tan alegre. Y esta vez fui yo quien tomo su mano entre las mías. -Vivamos este sueño adolescente.

-Te amo –me dijo en un susurro-

-Yo te amo aún más –dije del mismo modo-

En eso Ángel sacó su teléfono, tenía un mensaje de texto. Lo leyó y rió un poco.

-¿Qué dice? –miré la pantalla del teléfono- Era Cristian… “Que bonitos se ven juntos, irradian ternura a kilómetros” Lo miramos y ahí estaba, riéndose.

Le enseñé en dedo medio y le saqué la lengua, en eso veo que llegan unas personas… Demonios –dije por lo bajo- Eran Michael, Mónica, Armando y otro chico que sabía quien era más no sabía su nombre, era modelo por lo que tenía entendido. Fruncí el ceño, desvíe mi mirad, fingí no haberlos visto y volví mi mirada a Cristian, el cual me miró extrañado. Con un gesto de labios le dije que mirara la a puerta. Miró fugazmente, volteó y se tapó los ojos. Ángel me miró algo preocupado. -¿Estás bien? –Sí, estoy bien –respondí-

Menos mal esos individuos no notaron mi presencia y se sentaron en una mesa algo alejada de la nuestra. A los pocos instantes llegó nuestra orden.

-Disculpen la tardanza, no sabía donde tenían el refresco de limón –dijo disculpándose el mesero-

-Tranquilo, no hay problema –le sonreí- Muchas gracias

-De nada, cualquier cosa que necesiten, avísenme

-Ok, ¿señor…?

-Homero, soy Homero.

-Ok, señor Homero, muchas gracias

En breves momentos se llenó la sala, eran muchos invitados.

-Vaya, si que hay gente –dije asombrado de ver tantas personas-

-Así es, la lista era de 250 invitados si mal no recuerdo –dijo el Sr. Homero-

Recordé a nuestros acompañantes y los llamé que se vinieran.

El Sr. Homero se retiró y a los breves instantes se apagaron las luces, me supuse que sería la entrada de la cumpleañera, y así era. Hubo una gran nube de humo artificial color rosa, luego se prendió una luz que iluminaba un pequeño espacio en el cual apareció Amanda, llevaba una bufanda de plumas rosas y blancas, unos altos tacones de gamuza color blanco, un vestido corto rosa y un peinado parecido al de Kelly Clarkson. Los aplausos y silbidos no se hicieron esperar, y Amanda fue por un micrófono blanco y empezó con el discurso pre-fiesta de cumpleaños

-Wow, que cantidad de personas… Primero que todo quiero darles las gracias a mis padres, sino fuera por ellos, no se hubiera podido realizar esta fiesta. Dicho esto fue a abrazarlos mientras todos aplaudían. -También quiero darles gracias a todos por venir y compartir este gran momento conmigo… ¡Que empiece la fiesta!

Al terminar su discurso fue a la tarima donde estaba el grupo musical para hacer la primera interpretación. Era Last Friday Night (T.G.I.F) de Katy Perry, reconocí inmediatamente el ritmo, el cual al empezar, hizo que Amanda se preparara.

There's a stranger in my bed, ♫

There's a pounding in my head ♪

Glitter all over the room ♫

Pink flamingos in the pool ♪

I smell like a minibar ♫

DJ's passed out in the yard ♪

Barbie's on the barbeque ♫

There's a hickie or a bruise ♪

Pictures of last night ♫

Ended up online ♪

I'm screwed ♫

Oh well ♪

It's a black top blur ♫

But I'm pretty sure it ruled ♪

Damn! ♫

Last Friday night ♪

Yeah we danced on tabletops ♫

And we took too many shots ♪

Think we kissed but I forgot ♫

Last Friday Night ♪

Yeah we maxed our credit cards ♫

And got kicked out of the bar ♪

So we hit the boulevard ♫

Last Friday Night ♪

We went streaking in the park ♫

Skinny dipping in the dark ♪

Then had a menage a trois ♫

Last Friday Night ♪

Yeah I think we broke the law ♫

Always say we're gonna stop-op ♪

Whoa-oh-oah ♫

This Friday night ♪

Do it all again ♫

This Friday night ♪

Do it all again ♫

Fue una interpretación corta, pero debo admitir que lo hizo bien, su voz iba muy acorde a la canción. Todos la aplaudimos y el grupo empezó a interpretar canciones, que para mi grata sorpresa, eran Pop en inglés, mis favoritas.

Primero interpretaron We Are Young de fun. y Janelle Monae y luego International Love de Pitbull y Chris Brown, ambas fueron excelentes interpretaciones. Había un gran reproductor de sonido para colocar música mientras el grupo descansaba.

I’m sexy and a I Know It, We Found Love y Give Me Everything (Tonight) fueron unas de las que sonaron, haciendo que todos movieran el esqueleto.

Luego de una agotadora sesión de baile todos fueron a sentarse a sus mesas mientras que Amanda se sentó en una especie de trono ubicado en la tarima donde dio su discurso.

De fondo sonaron distintos tipos de música electrónica, para quienes quisieran bailar.

Cada rato veía a Ángel y este veía tan feliz, y yo me sentía muy feliz a su lado. Discretamente y bajo la mesa acariciaba su pierna mientras le sonreía.

Todo estuvo divertido, algunos estaban bebiendo, otros conversando y de repente el bajista del grupo musical dio un anuncio.

-Si alguien desea hacer una interpretación puede pasar por aquí-

Pensé en hacer algunas interpretaciones, se me daba bien cantar, de hecho, a Neomar y a mí siempre nos ha gustado la música, por parte de los Torres hay muchos músicos, creo que eso se lleva en la sangre, jeje.

Cuando iba a levantarme a decirles que haría una interpretación se me adelantó alguien, ese alguien era Armando... Vi que estaba hablando con los del grupo y estos asintieron. Armando tomó el micrófono y antes de empezar a cantar dijo unas cuantas palabras que detesté.

-Esta canción se la dedico a alguien que rompió mi corazón y me rechazó, a pesar de lo que hice fue muy bueno –dijo mirando discretamente- Fruncí el ceño ante esa declaración, ¿Quién se creía ese idiota?

Empezó el ritmo y pude identificar Heartbreak Down de Pink. Armando empezó a cantar.

I like to think that i'm a pretty good kisser ♫

I like to think I maybe broke a few hearts ♪

But since I met you I'm a victim of disaster ♫

I like to think I got it down to an art ♪

So here's where the problem starts ♫

You're shitting on my heart ♪

Oh I can't take it again and again and again ♫

All I wanted from you ♫

Was a night maybe two ♪

You beat me at my own game ♫

Now It's not okay ♪

I'm the one that's missing out ♫

All I needed to do ♪

Was get just a taste of you ♫

And now I'm sick all in my head ♪

You poisened me instead ♫

Trust me, trust me, I think I got heartbreak down ♪

Here's what we have to do ♫

Say it again and keep it true ♪

Can't be strong too late for cool ♫

I won't live without you ♪

You are not rid of me ♫

All I wanted from you ♪

Was a night maybe two ♫

You beat me at my own game ♪

Now It's not okay ♫

I'm the one that's missing out ♪

Adictivoz.com all I needed to do ♫

Was get just a taste of you ♪

And now I'm sick all in my head ♫

You poisened me instead ♪

Trust me, trust me, I think I got heartbreak down ♫

Al terminar todos lo aplaudieron fuertemente, lo miré completamente enfadado. ¿Cómo se le ocurre cantar esa canción? ¡El fue quien jodió el momento!

Ángel me miró algo preocupado por mi reacción.

-Ya Vic, cálmate, no le prestes atención a ese imbécil, me tienes a mí, eso es lo que importa…

-Tienes razón… Creo que iré a demostrarles lo mío, Neomar, tú te vienes conmigo.

-¿Qué? ¿Estás loco? –me preguntó sorprendido-

-Solo un poco. Vamos, tú te sabes Blow Me One Last Kiss de Pink, así que ayúdame.

-Bueno, que más da… -dijo levantándose con desgano-

Cuando Amanda nos vio subirnos a la tarima a hablar con los chicos del grupo musical no pudo ocultar su cara de sorpresa, se levantó y se fue caminando hacía donde estábamos nosotros.

-¡¿Qué hacen ustedes aquí?! –preguntó alterada pero en voz baja-

-Pues… vamos a cantar, así que si nos disculpas… -dijo Neomar-

-Ya me las arreglaré con ustedes –dijo amenazante- y fue a sentarse de nuevo en su “trono”.

Me repartí rápidamente la canción con Neo y le dijimos a los chicos que luego estábamos listos, pero primero quería decir unas palabras.

-Eh, bueno… Esta canción va por todos los que tuvieron o aun tienen una relación que va en caída, quiero que recapaciten y empiecen algo nuevo. Y lo más importante, esta canción es una sutil manera de decirle a tu ex que es un asco, por no decir otra cosa, de persona –dije para dar inicio a la interpretación-

Todos aplaudieron a mis palabras y empezó a sonar la música, miré ansioso a Neomar, este no estaba muy contento, pero sabía que esta canción iba por el también.

Nota: Las letras en negrita son mis partes. Las cursivas son las partes de Neo y las normales indican que ambos cantamos.

White knuckles and sweaty palms

from hanging on too tight ♫

Cclenched shut jaw,

I've got another headache again tonight,♪

Eyes on fire, eyes on fire, and they burn from all the tears,♫

I've been crying, I've been crying, I've been dying over you, ♪

Tie a knot in the rope, trying to hold, trying to hold, ♫

But there's nothing to grab so I let go.♪

I think I finally had enough, ♫

I think I maybe think too much,♪

I think this might be it for us,

Blow me one last kiss ♫

You think I'm just too serious, ♪

I think you're full of shit ♫

My head is spinning so blow me one last kiss ♪

Just when it can't get worse ♫

I've had a shit day ♪

You've had a shit day ♫

we've had a shit day  ♪

I think that life's too short for this ♫,

I want back my ignorance and bliss, ♪

I think I've had enough of this, ♫

Blow me one last kiss ♪

I will do what I please, anything that I want,♫

I will breathe, I will breathe, I won't worry at all, ♪

You will pay for your sins, you'll be sorry my dear,♫

All the lies, all the why's, will all be crystal clear. ♪

I think I finallyhad enough,

I think I maybe think too much, ♪

I think this might be it for us, ♫

Blow me one last kiss ♪

You think I'm just too serious, ♫

I think you're full of shit, ♪

My head is spinning so ♫

Blow me one last kiss ♪

Just when it can't get worse ♫

I've had a shit day

You've had a shit day ♫

We've had a shit day ♪

I think that life's too short for this, ♫

I want back my ignorance and bliss, ♪

I think I'vehad enoughof this,

Blow me one last kiss… ♪

Al terminar ambos sonreímos orgullosos y nos miramos mientras todos nos aplaudían. ¡Lo hacían de pie! Eso realmente me alegró mucho, saber que algo que hemos hecho le guste tanto a la gente. Miré hacia donde estaban Michael y Armando, me agradó mucho verlos retorcerse del disgusto, ahora sabían que no podían hacer sentir mal hicieran lo que hicieran.

Luego de que terminaran los aplausos le dije a Neo que se fue a sentar, que yo me quedaría ahí, aún tenía otra canción para interpretar.

-Bueno… la siguiente canción va por todos los enamorados, me incluyo, que están viviendo su sueño adolescente. Dicho eso miré a Ángel y este me miró muy orgulloso de mi y con una gran sonrisa. –Espero les guste Teenage Dream…

You think I'm pretty ♫

Without any makeup on ♪

You think I'm funny ♫

When I tell the punchline wrong ♪

I know you get me ♫

So I let my walls come down, down ♪

Before you met me ♫

I was a wreck but things ♪

Were kinda heavy ♫

You brought me to life ♪

Now every February ♫

You'll be my Valentine, Valentine ♪

Let's go all the way tonight ♫

No regrets, just love ♪

We can dance, until we die ♫

You and I, will be young forever ♪

You make me feel ♫

Like I'm livin' a ♪

Teenage dream ♫

The way you turn me on ♪

I can't sleep ♫

Let's run away and ♪

Don't ever look back, ♫

Don't ever look back ♪

My heart stops ♫

When you look at me ♪

Just one touch ♫

Now baby I believe ♪

This is real ♫

So take a chance and ♪

Don't ever look back,♫

Don't ever look back ♪

My heart stops ♫

When you look at me ♪

Just one touch ♫

Now baby I believe ♪

This is real ♫

So take a chance and ♪

Don't ever look back, ♫

Don't ever look back ♪

I'mma get your heart racing ♫

In my skin tights jeans ♪

Be your teenage dream tonight ♫

Let you put your hands on me ♪

In my skin tight jeans ♫

Be your teenage dream tonight ♪

Al terminar, los silbidos y aplausos fueron muchos, demasiados, diría yo.

Decidí salir afuera, a la cancha de fútbol a tomar un poco de aire fresco Me senté en las gradas, en la parte baja. Estaba admirando el cielo estrellado, realmente era muy bonito. De repente siento que alguien se sienta a mi lado y toma mi mano. Era Ángel, sus ojos estaban cubiertos de una fina capa de lagrimas.

-Gracias –dijo besándome suavemente los labios-

-No me des la gracias, tu realmente mi sueño adolescente, te mereces eso y mucho más –dije abrazándolo- Te mereces y muchísimo más, tu eres quien me ha dado la verdadera felicidad –empecé a hablar- Eres quien me hace sentir esas mariposas en el estomago, quien me hace sentir la personas más especial de todo el mundo, con tus palabras, tus caricias… Como me miras, como me tratas, todo es perfecto… Por eso te amo Ángel, te amo mucho –y lo besé-

Sentir esos labios suaves y dulces labios era mi droga, no podía vivir sin ellos.

Mientras estábamos en nuestro momento, una chillona voz nos interrumpió

-¡Lo sabía! ¡Sabía que ustedes se traían algo entre manos! –dijo Amanda escandalosa y sacando su teléfono para sacar una foto-

Antes de que lo hiciera, una voz que conocía y reconocía la interrumpió

-Si yo fuera tú no hiciera eso, claro, si no quieres que tus papás se enteren de los harás abuelos… -dijo Neomar tomando el celular- ¿O eso quieres?

Amanda puso una cara de espanto terrible y volteó a verlo.

-¿Y tú como sabes eso? –Preguntó totalmente espantada-

-Me enteré por ahí, así que sería bueno que guardaras muy bien este secreto, así no habrá ningún tipo de problemas…

Amanda se estresó mucho al oír eso.

-¡Les juro que esto no se queda así! ¡No han visto todo de Amanda Goncalves! ¡Váyanse de mi fiesta! –dijo muy enfadada-

-Con gusto, fue un placer –dije sonriéndole- y tomando a Ángel y a Neomar del brazo. Nos vamos de aquí señores, busquemos a Cristian.

-Aquí estoy –dijo apareciendo por la derecha-

-Bueno, ¡nos vamos de aquí! ¡Adiós Amanda! ¡Suerte con tu bebé! –dije sonriéndole- Haciendo que se frustrara aún más.

Al entrar al salón principal busqué al Sr. Homero y me despedí de él, del grupo musical y de todos.

Mientras íbamos camino a esperar un taxi me llama mi Mamá,

-Hugo, ¿Dónde estás?

-Esperando taxi para irme a casa, ¿por qué?

-¿Tan rápido? ¿Tan mal estuvo la fiesta?

-Mmm no, solo que estamos algo cansados y decidimos irnos temprano a casa.

-Oh, bueno… Te llamaba para avisarte que no me quedaré en casa hoy, iré a pasar la noche en casa de tu Tío Ricardo, estamos recordando viejos charlando y tomando unas cervezas. Ah y tu hermano tampoco llegará a casa hoy, se quedó donde Keyla.

Esas noticias eran las mejores buenísimas. Al fin tendría privacidad con Ángel.

-Ah, bueno, nos vemos mañana entonces Mamá, cuídate, te quiero.

-Yo igual hijo, cuídate mucho, chao.

Al colgar el teléfono miré a Ángel y le sonreí.

-Buenas noticias- dije muy emocionado-

-Sí, sí, escuché todo –dijo el igual muy feliz- Cristian, le dices a Mamá que me quedé en casa de Vic porque me quedé bebiendo y preferí irme a dormir a su casa porque es más cerca.

-Bueno… A veces odio ser tan alcahueta contigo, pero que más queda…

-Lo haces por una buena causa, así que no te quejes –dijo Ángel abrazándome por la cintura-

Cristian puso los ojos en blanco y esperamos un taxi.

Cuando pasó uno, nos subimos y fuimos a dejar primero a Cristian, para luego dirigirnos a casa de Neo y finalmente a mi casa.

Tardamos media hora entre todas las vueltas, hasta que finalmente llegamos a casa. No podía esperar para besar a Ángel y acariciarlo.

Al entrar a mi habitación empezamos a besarnos apasionadamente. El me tomaba de la cintura mientras que yo me abracé a su cuello. Nos quitamos ambos las camisas sin separarnos ni un centímetro. Me separé de sus labios para dirigirme a su cuello, besándolo repetidas veces, causando que Ángel gimiera sin parar, mientras me dedicaba exclusivamente desabroché sus jeans y los míos, nos quitamos ambos los pantalones para quedar en bóxers, los cuales fueron a dar rápidamente al suelo.

Bajé hasta sus pezones. Estaban duros como un diamante debido a la excitación. Los mordía suavemente para arrancarle fuertes gemidos a Ángel.

Baje por sus no muy notables abdominales hasta llegar a su “amigo”, sinceramente, la polla mas hermosa que puede existir, su largo era aceptable, digo, ¡más que aceptable! Sus dimensiones eran perfectas, su color.

Sin dudar me llevé ese firme a la boca, era el más rico manjar que jamás haya podido probar, esa piel tan suave y caliente acariciando mis labios causaban en mí un placer incalculable. Su glande tenía una forma perfecta, haciendo deleitar a mi paladar, cada vez que se encontraban, mientras Ángel gemía repetida y sonoramente, eso me hacía saber que lo estaba haciendo disfrutar, eso era lo que más me gustaba de todo En un determinado momento Ángel tomó mis cabellos para que fuera él ahora quien guiara el ritmo. Lo hacía de manera rápida y un poco frenética, a pesar de eso me gustaba. Podía durar toda la vida haciendo eso, me provocaba un placer inigualable.

De repente hizo que me levantara y me besó. Me dijo al oído: “Aún no quiero que esto acabe” y me lanzó a la cama. Se acostó sobre mí haciendo que nuestros duros mástiles estuvieran bajo la presión de nuestros cuerpos. Sentía que moriría de placer Me besaba el cuello, el pecho, el vientre, hasta encontrase con mi duro mástil. Era muy parecido al suyo, pero con una longitud un poco menor. Cuando se lo metió a la boca lancé un fuerte gemido de placer, a pesar de su primera vez lo hacía bastante bien. Me hacía sentir en el mismísimo cielo. Luego de unos minutos se levantó y me besó como si quisiera succionarme el alma. Nuestras lenguas danzaban grácilmente en lo que parecía ser una batalla que no tendría ganador.

Ángel separó mis piernas, dejando al descubierto la zona más privada de mi ser, sin pensarlo un segundo se dirigió a besarlo, lamerlo. Sentía que explotaría de placer con cada movimiento de lengua de Ángel Estuvo así hasta que dirigió su pequeño gran amigo hasta la entrada. Colocó el glande en la entrada y empujó levemente. Me causó un leve dolor, y Ángel pudo notarlo por mi cara.

-¿Estás bien? –preguntó preocupado-

-Sí, sigue –le ordené-

Ejerció un poco más de presión hasta llegar a la mitad de la extensión. Y ejerció un poco más hasta que entró en su totalidad. Nos quedamos así unos momentos para acostumbrarme a esa sensación. Me agradaba mucho, sentir a Ángel dentro de mí, uniéndonos en cuerpo y alma. Ángel se acercó a besarme suavemente de un “Te amo” a los cuales correspondí.

Ángel empezó con un mete-saca lento, lo hacía con todo el amor del mundo, no quería lastimarme.

Ambos gemíamos suavemente, era un placer indescriptible.

Luego de unos instantes Ángel empezó a aumentar poco a poco la velocidad. Yo me abrazaba a su ancha y fuerte espalda, me daba seguridad.

Cada vez más me besaba y decía que me amaba, que me amaba mucho, yo le respondía que lo amaba aún más.

Nuestros cuerpos cubiertos de una fina capa de sudor brillaban con la luz de la luna llena, creando un hermoso espectáculo.

Luego de aproximadamente diez minutos Ángel ya bombeaba a una velocidad rápida, y gemía repetidas veces, sabía lo que se avecinaba… Así que me masturbé rápidamente hasta llegar al éxtasis, haciendo que mi esfínter se contrajera, oprimiendo el pene de Ángel, causándole aún más placer

-Lléname Ángel, lléname de tu esencia –dije entre gemidos-  Al decir esto Ángel dio una ultima estocada y un largo gemido de placer. Sentía como me llenaba las entrañas de su deliciosa esencia. Se acercó y me besó por un largo rato, sin sacarme su órgano de mi ser. Así estuvimos hasta que este salió por volver a su estado de flacidez.

Nos fuimos a duchar con agua caliente. Nos bañamos entre besos, caricias y juegos. Cada vez que lo besaba le repetía: "Te amo" y el hacía lo mismo.

Nos secamos bien y le presté uno de mis bóxers a Ángel, pusimos el aire acondicionado en la temperatura más baja y nos acostamos en la cama, abrazados, y recordándonos que este era nuestro sueño adolescente hecho realidad…

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Bueno... Aquí termina la primera temporada, ya saben, comenten, valoren y todo eso :D

Espero les haya gustado esta saga y pues... Espero les haya agradado leerme.

De nuevo, gracias a todos :)

¡Un saludo desde Venezuela! ¡Dios los bendiga!

Ah sí, mi correo está en mi ficha, para que me escriban.

Pronto viene la segunda temporada :)