Si no arriesgas, no ganas. IV

Decisiones... palabra que muchas veces escuchamos pero no muchas veces ponemos en práctica, todo culpa del conformismo.

Ok... primero que todo, ¡DISCULPAS!. Tengo muuuchos días sin publicar, perdonen x_x

Estos días he estado muy ocupado y no pude publicar.

Bueno... La 4ta parte de la historia, disfruten.

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Corrí sin rumbo luego de esa no muy agradable escena.

Maldita sea mi suerte -dije con rabia-

El centro comercial se encontraba cerca de la avenida principal. y a esa hora siempre había mucho tráfico, y el constante sonido de las bocinas tampoco ayudaba en nada.

Seguí corriendo sin mirar atrás, ni a los lados, ni al frente; solo quería desaparecer de ahí, quería irme muy lejos. De repente choqué con alguien, causando que ambos cayeramos al suelo estritosamente.

-¡Coño! ¿Te cuesta mucho mirar por donde vas? -pregunté fastidiado sin mirar quien era-

-Coño Víctor, la culpa fue tuya, debiste mirar, te ví de lejos, pero venías muy rápido y no pude esquivarte -dijo alguien serenamente-. Esa voz se me hacía familiar... Miro para confirmar mi duda, al ver que era Cristian mi sangre se heló y mi cara se puso algo pálida.

-Ahhh, Cristian... D-disculpa, es que no veía por d-donde venía y p-pues... -dije nervioso-

-Neh, tranquilo -dijo con su serenidad característica- Y... ¿qué te paso que venías corriendo tan rápido?.

-P-pues.... -dije pensando rápidamente en una respuesta rápida y creible- Es que me acordé que tenía que hacer algo muy urgente...

Cristian levantó una ceja al notar mi tono tan nervioso y apresurado. -Demonios- pensé. Cristian me conoce muy bien y sabía que le estaba mintiendo.

-Entiendo... ¿Y que te pasó, por qué estabas llorando? ¿Le paso algo a alguien de tu familia? -preguntó en su tono sereno pero intimidante al mismo tiempo-

Mierda... -pensé- y me limpié los ojos rápidamente

-¿Qué? Nonono, no estaba llorando, solo se me metió una basurita en el ojo -dije apresurado- Bueno Cris, fue bueno verte, nos vemos mañana en el colegio, chao... -dije caminando rápidamente-

Cristian me tomó del brazo y me atrajo hacia él. -Demonios- dije en voz muy baja, Cristian empezará con sus preguntas, el siempre se preocupa por mí y no me deja en paz hasta que le diga que me pasa, ¿pero como le cuento esto? Mierda, mierda, mierda. Mi mente era un caos en ese momento.

-Te pasa algo, y me vas a contar que es... Vamos a ese banco.

Me arrastró hasta allá hasta que nos sentamos.

-Empecemos por lo básico, ¿que te pasó? -preguntó de manera clara-

No sabía que responder; si mentía se daría cuenta, y la verdad era algo muy díficil de contar y más con el caos que tenía en mi cabeza.

-Por nada Cris, tonterías que pasan, nada grave, tranquilo...

-¿Tonterías como que? -preguntó-. Demonios... -pensé-

-Cosas tontas, Cris... Cosas a las que doy mucha importancia -dije con voz un poco quebrada-. Sentía un nudo en la garganta al recordar esa desagradable escena.

-Cosas tontas no son, es algo serio. Cuando quieras puedes empezar -dijo tranquilamente y mirandome directo a los ojos-

Le contaba o no le contaba, he ahí el dilema... Mi mente era un gran nudo, no podía aclarar bien las cosas.

-Bueno... Cris, te contaré esto porque confío en tí, pero prometeme que no se lo contarás a nadie, por favor -dije mientras una lagrima resbalaba por mi mejilla- Y sobre todo, no me juzgues por esto....

-Tranquilo, confía en mí, sabes que te quiero como a un hermano -dijo abranzandome-. Al deshacer el abrazo me miro a los ojos y me dijo: - Y bien, empieza...

  • P-pues... Tiene que ver con Ángel -tragué saliva- Él... él me gusta desde que empecé a estudiar con ustedes... -dije cerrando los ojos esperando lo peor-

  • Mmm... ¿Sólo eso? -dijo algo... ¿decepcionado por la respuesta?-

Lo miré con los ojos bien abierto por su reacción, nunca pensé se lo tomaría así.

  • ¿Cómo que "solo eso"? -pregunté haciendo comillas con mis dedos- ¿Qué no ves Cristian? ¡Soy gay y me gusta tu hermano! -dije en un tono alto sin darme cuenta, al terminar tapé mi boca rápidamente por la vergüenza, no sabía si alguien andaba cerca-

Mi reacción solo causó una carcajada por parte de Cristian. Sinceramente, cada día las cosas se volvían raras, muuuy raras...

-Jajajajaja, tranquilo, nadie te escuchó aparte de mí -dijo ríenndose de nuevo- Vic... Eso ya lo sabía, desde hace mucho... -dijo en un tono compasivo-

-Espera... ¿cómo que lo sabías? -pregunté confundido-

-Pues eso, que ya lo sabía -y se acomodó en su asiento- Mira, Ángel me contó lo mismo hace unos meses, en la primera semana de vacaciones y...

-Espeeera -lo interrumpí- Eso significa que...

-Sí Vic, tú también le gustas -sonrió-

En ese momento no pude evitar sonreír de oreja a oreja y levantarme de la silla y bailar de alegría.

-¡También le gusto! ¡También le gusto! -dije con una alegría inmensa mientras bailaba mientras Cristian me miraba ríendose desde el banco-

-Jajajaja ya chico, ¡calma! Y eso que no te he contado la historia completa.

-¿Hay más? -dije abriendo los ojos como platos y corriendo al banco a sentarme-

-Jajajajaja, nunca cambiarás... Pareces de 10 años -dijo ríendose por mis tonterías-

-Así me quieren -dije encogiendome de hombros- Causando una leve risa de parte de Cristian.

-Sí... como te iba diciendo, Ángel lo notaba algo raro y le pregunté que le pasaba y lo tuve que obligar a que me contara lo que le pasaba....

-Así como hiciste conmigo -dije mirandolo asesinamente-

-Sí, como hice contigo -dijo riendose levemente-

-Eres un desgraciado frío, observador y calculador, ¿lo sabías?.

-Así me quieren -dijo imitando mi gesto de hace un rato-

Lo miré frunciendo el ceño.

-Vic, que picado eres... (Picado es un termino usado en Venezuela para referirse a una persona que se enoja con facilidad).

-Bla, bla, bla, sigue contando chico.

-Pfff, bueno... Me contó todo, y no decidirte contarte nada para que fueras tú quien le dijera a él, pero esperé demasiado, y hoy aproveché la oportunidad perfecta -dijo sonriendo orgulloso-

-No entiendo -dije confuso y rascandome la cabeza-

-Tú y Ángel están peleados por esa chica... Camilia, Fernanda... -dijo intentando recordar el nombre-

-Amanda -dije como si su nombre fuera el de la peor escoria del mundo-

-Sí, ella... En fin, me enteré del plan que hiciste con tu primo y pues... quize ver que pasaba, y "choqué accidentalmente" contigo.

-Cristian, te tengo miedo... Eres como un espía o algo así -dije divertido-

-Exagerado... -dijo ofendido- Sabes que cuando veo a alguien que quiero algo preocupado, investigo la causa de eso.

Al oir esas palabras no pude pensar otra cosa que Cristian era definitivamente un gran amigo, más que eso, un hermano, alguien que le podía contar todo, alguien en quien podía confiar, alguien que se preocupa por mí, alguien que nunca me decepcionará. Con lo que pasó hoy me pude dar cuenta de que aún existen personas buenas en este mundo, personas de buen corazón que buscan ayudar sinceramente a los demás.

-Cris... gracias por todo -dije con los ojos vidriosos, me sentía feliz de tener un amigo como él, y ahora, mi futuro cuñado-

-Para eso estoy Vic, cualquier cosa que te pase, cuentamela y te ayudaré, sabes que te quiero como a un hermano, y eso muy bien lo sabes.

-Y Miguel y Gloria me consideran su hijo también -añadí-

-Exacto, papá y mamá te aprecian mucho también -dijo sonriente-

-¿Sabes? Nunca llegue a pensar que ustedes dos serían tan maravillosas personas y muy importantes en mi vida.

Cristian solo sonrió sinceramente y me abrazó. Al deshacer el abrazo decidimos ir a la pizzería, teníamos hambre. Durante el camino hablamos sobre los juegos para consola más recientes, deportes, autos, en fin, las cosas que nos gustaban.

-Mira quienes vienen por allá... -dijo Cristian señalando levemente a la izquierda con la cabeza-

Me imaginé quienes podrían ser, y acerté. Ángel y Amanda tomados de la mano y Neomar algo más atrás. Los miré brevemente, no soporta mirar esa escena y luego miré a Neomar, el cual inmediatamente sintió mi mirada. Volteó y al verme su cara fue de sorpresa y como si hubiera encontrado algo que llevaba tiempo buscando. Caminó rápido disimulando torpemente; el apuro se le notaba a leguas, se veía cómico pasando através de los autos en la cola del semáforo en rojo.

-¿Donde te habías metido? -preguntó Neomar un poco molesto-

-Solo... por ahí... -dije algo asustado por su forma de preguntar- En el camino me encontré a Cristian.

-Oh, hola Cris -dijo Neomar algo avergonzado, no se había dado cuenta de su presencia- Se saludaron chocando los puños y se hicieron preguntas breves.

Mientras ellos hablaban miré hacia la izquierda y desgraciadamente los ví, de nuevo, tomados de la mano. Sentí un nudo en la garganta y que mi sangre hervía y corría rápidamente por mis venas, mi semblante inmediatamente cambió a uno de molestia.

Mientras miraba ellos voltearon a verme. Amanda me saludó con un gesto de manos y una sonrisa hipócrita y Ángel solo me saludó levantando el pulgar  derecho, lo noté algo triste, cosa que me hizo recordar lo de hace un rato, haciendome sentir mal.

Volví a mirar a mi acera y ví que ambos seguían hablando muy entretenidos. así que tosí levemente, causando que Cristian y Neomar me miraran.

-Neo, íbamos camino a la pizzería ¿quieres venir? -Y antes de que respondiera volví a hablar- Y no, los tortolos no pueden venir, inventales una excusa barata, necesito que hablemos de algo sobre ellos.

Neo solo asintió y se dirigió hacía ellos, al otro lado de la calle. Pude ver como hablaban, no podía oirlos por el ruido del tráfico, pero si pude leerle los labios; les dijo que había olvidado el cumpleaños de un tío nuestro y que íbamos a comprar regalo. Ángel preguntó el por qué de la compañía de Cristian y Neó se las ingenió y dijo que lo habíamos encontrado por mera casualidad, cosa que Ángel se creyó. Los tortolos se despidieron y Neo dió la vuelta y pasó la calle para luego unirse a nosotros.

-Bueno... ¡vámonos! -dije empezando a caminar a la pizzería-

Llegamos y nos sentamos en una mesa algo más alejada, no queríamos llamar mucho la atención, cosa que no salió muy bien ya que 2 chicas se fueron atrás de Neomar para "conocerlo mejor". Neomar conversó brevemente con ellas e intercambiaron números y se despidieron con un beso en la mejilla.

Una chica muy bonita fue a pedir nuestra orden y pedimos una pizza llamada "Las 4 estaciones" ese nombre sonaba bien. Anticipidamente tomamos unos refrescos.

La chica se retiró y nos dijo amablemente que nuestro pedido estaría listo en aproximadamente 20 minutos.

-Eres un prostituto -dije burlón-

.Sí fueras chica, serías muy reconocida -añadió Cristian-

-Pero bueno, ¿están en contra del amor o qué? -dijo divertido Neomar-

-Amor... sobre todo eso -dije con sarcasmo- Causando risas por parte de los tres.

-Y bueno, ¿qué hay de nuevo primate? -dijo Neomar-

-Buenas noticias -dije sonriente- Pero cuentame algo primero, ¿Qué pasó con el imbécil de Armando?

-¿Quién es Armando? -preguntó Cristian-

-Un imbécil, un verdadero imbécil -dijo Neomar un poco alterado-

-Solo es un tonto que me besó frente a Ángel -dije algo molesto- Causando una gran sorpresa en Neomar, este me miró como diciendo: ¡¿Estás loco?! ¡¿No ves que estamos frente a Cristian?!.

-Tranquilo... Ya Cristian sabe todo -causando que Neomar se relajara- Y adivina que -dije muy feliz- ¡Yo también le gusto a Ángel! -dije en un tono muy bajo para que solo me escucharan ambos. Cristian me miró con los ojos como dos platos al oír lo que había dicho y a Neomar casi se la caía la mandíbula de la sorpresa.

-¡Víctor! Nunca se te quitará lo imprudente -dijo Cristian tapandose la cara con ambas manos-

-¿Ah? -pregunté confuso y luego caí en cuenta de lo que dije. -Ahhhh, sí... Lo siento, pero tranquilo, Neo es de confianza.

Neomar no podía quitar su cara de sorpresa.

-Bueno, Cristian... Armando es un verdadero imbécil. Y le conté toda la historia.

-Con que eso pasó... Ángel se debe sentir mal.

-¡Dímelo a mí! Y de paso está esa chica Amanda de por medio. Sinceramente no se que coño haré para tener a Ángel.

-Me tienes a mi- dijo Cristian- El desgraciado, frío, observador y calculador. ¿Recuerdas? -sonrió-

-Cieeerto, y tengo también al señor Actor también -dije divertido- Causando que Neo riera un poco.

-Bueno señores, ¿cuento con su ayuda para recuperar a Ángel? -pregunté mirando a ambos.

-¡Claro que sí! -dijeron al unísono-

A los instantes llegó la pizza, muy deliciosa por cierto, comimos y pagamos la cuenta para luego despedirnos de Cristian, y me fuí con Neomar a la parada, ya que esperabamos el mismo taxi. Por casualidades de la vida nos encontramos de nuevo a los tortolos, agarrados de la mano, empezaba a tener la idea de que se las habían pegado con pegamento industrial.

Llegamos pero por suerte no nos vieron, supuse que Ángel acompañaría a Amanda a su casa, ya que Ángel no toma el mismo taxi que Neo y yo.

A los 5 minutos nuestro taxi pasó y Neo y yo nos sentamos en los primeros asientos, siempre me ha gustado así, es más práctico para todo.

Luego del largo trayecto llegamos a nuestra parada, a eso de las 5:30 PM. Como Neo se mudó cerca de mi casa, a 1 cuadra para ser exactos, aproveché para saludar a mis tíos, tenía tiempo sin verlos, y saludé a mi prima Alejandra, la hermana de Neo. Estuve un rato en su casa y más o menos a las 6:30 PM me fui a la mía, estaba sola, como de costumbre, mi mamá y mi hermano siempre llegaban tarde del trabajo. Me quité el uniforme escolar, me duché con agua fría, como siempre acostumbro, me puse ropa cómoda y me dirigí a la cocina a prepararme una cena rápida.

Busqué en la nevera y lo más rápido y fácil que encontré fueron fideos. Mientras se cocinaban jugué con el gato un rato. A los 10 minutos estuvieron ratos, los busqué y me fui a ver la tele mientras mi mamá y mi hermano llegaban.

En eso escucho el timbre. -Que raro... -pensé-

Bajé rápidamente a ver quien era y al abrir la puerta ví lo que menos me imaginé. Era Amanda.

¿Qué querrá esta chica desastre ahora?... -pensé-

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Bueno, señoras y señores, eso es todo. Ya saben. Comente y valoren. Espero les haya gustado :DD

Bueno, ¡nos vemos luego!

Un saludo y un abrazo desde Venezuela, Dios los bendiga.