Si no arriesgas, no ganas.

El miedo nos impide hacer muchas cosas, y yo no soy la excepción. Primera parte de mi historia.

Primero que todo, me presento. Soy Víctor, tengo 18 años, estudio 5º año de Secundaria (aquí en Venezuela son 5 años de secundaria). Me describiría físicamente como un chico normal; mido 1.77, mi piel es morena clara, algo así como color café con leche, mis ojos son marrones como la canela, mi cabello es negro como el carbon

y mi cuerpo es digamos que fibrado, tengo pectorales en desarrollo, abdominales casi que invisibles; en fin, un chico normal.

Respecto a mi personalidad puedo decir que soy muy alegre, todo el tiempo ando con una sonrisa en mi cara y siempre estoy bromeando

con todo el mundo. Mis compañeros me consideran nerd, pero yo diría más bien que disfruto lo que hago, estudiar, ya que... ¿para que sufrir por algo que de todos modos tienes que hacer?.

Ahora que la presentación está hecha, pasemos a la historia.

28 de Octubre de 2012

El último día de vacaciones... -dije para mi mismo- mañana empieza nuevamente la rutina...

Mis pasados años en la secundaria no fueron de lo mejor, ocurrieron muchos sucesos no muy encantadores,

pero esa es otra historia.

Para olvidarme un poco del tema decidí entrar a Facebook.

Vi unas cuantas publicaciones de mis amigos, la mayoría eran sobre el pronto inicio de las clases.

Abro mi lista de chat, y veo los conectados, y veo que él está conectado, sonrío automáticamente

al monitor y le escribo.

Se preguntarán quién es esa persona, ¿verdad?.

Esa persona no es nada más y nada menos que mi amor platónico, Ángel Adrianza.

Nos conocimos en 2º de secundaria, el y su hermano gemelo Cristian han sido desde entonces mis mejores amigos.

Se podría decir que desde que empezamos a hablar hubo una conexión inmediata que nos hizo imseparables en poco tiempo.

Y se preguntarán... "¿porqué te gusta uno y el otro no, si son iguales?"

Pues... la respuesta es simple, Ángel tiene un "nosequé" que me causa un "quéseyo" y pues, eso es algo incontrolable

y es algo a lo que no puedo resistir.

Ángel, al igual que su hermano, son un poco mas altos que yo, miden 1.80 aproximadamente, de una complexión bastante

parecida a la mía, tienen el cabello rizado y negro como el cielo de la noche, sus rasgos son varoniles y a la vez atractivos

y su piel es un poco, pero solo un poco más oscura que la mía.

Lo que los diferencia es su color de ojos; Cristian los tiene negros y Ángel los tiene color miel, y para ser sincero, Ángel tiene

la mirada más bonita que haya visto jamás.

Ahora que dí una breve descripción de él, prosigamos con la historia.

Víctor León ~ ¡Fapencio! (Así le digo a Ángel por cariño, y el me dice Fuckencio) ¿Qué tal estás?.

Ángel Adrianza ~ ¡Fuckencio! De maravilla, ¿y tú?

Víctor León ~ Aquí, esperando a que la tortura empiece de nuevo...

Ángel Adrianza ~ Jajajaja, que tonto eres. Oye... ¡tocamos juntos de nuevo! También tocamos con Enmanuel, María Alejandra y Cristian

Víctor León ~ ¿Sí? ¡Genial!No sabes cuanto me alegra eso -respondí mentalmente- Eso significa que nos graduaremos juntos. Y... ¿en qué curso tocamos? ( la verdad siempre he sido distraído respecto a eso)

Ángel Adrianza ~ Nunca vas a cambiar, ¿verdad?. Tocamos en 5º "A" mañana nuestra primera clase es a las 7 am.

Víctor León ~ Oh... interesante, en ese caso creo que me iré a dormir, ya sabes que a mí me cuesta levantarme temprano cuando duermo poco.

Ángel Adrianza ~ Jajaja ok, te llamo mañana para que nos encontremos. Que duermas bien.

Víctor León ~ ¡Ok! Buenas noches para ti también.

Luego de esa agradable conversación me fui a mi cama y empecé a pensar: "¿Por qué no le digo lo que siento?"

Y eso tenía una simple respuesta: Miedo. El miedo siempre me ha impedido hacer cosas importantes, y sin duda este caso es el más importante

de todos. Tenía miedo de perder su gran amistad, de perder a un amigo, a un hermano... Pero a la vez quería salir de ese hoyo y poder avanzar,

quería avanzar y no estancarme ahí, pero el miedo me lo impedía.

Luego de pensar un rato me quedé dormido plácidamente.

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¡BIP! ¡BIP! ¡BIIIIP!

Me levanté desconcertado y asustado porque no sabía de donde provenía ese molesto sonido, Primer día de clases -recordé-

Apagué el despertador y fui a darme una ducha con agua fría para espabilarme. Al agua fría entrar en contacto con mi piel me estremecí,

pero luego me acostumbré a su temperatura, en eso noto que tengo una típica erección mañanera, caí en la tentación pero recordé que

tenia clases a las 7 am y descarté la idea.

Me lavé bien y pasé a vestirme con mi uniforme que consta de una chemise beige y un pantalón azul

de gabardina, me peiné y me arreglé bien para bajar a desayunar. Llegué a la cocina y saludé a mi mamá con un beso y un abrazo,

comí rápidamente y fui a la parada a esperar el taxi.

Llegué al instituto 15 minutos temprano. Que gran logro -me dijo a mi mismo-

Cuando voy entrando sieno que mi teléfono empieza a vibrar constamente, una llamada -pensé-

Al ver el nombre en la pantalla del teléfono sonrío automáticamente.

Sí, adivinaron, era Ángel.

-¡Fuckencio! ¿Donde estás?

  • Llegando al instituto, ¿tú donde estás?

  • Estoy en la zona de los laboratorios, ven rápido que te prensetaré a alguien. Noté algo de entusiasmo en su voz, lo cual me causó

curiosidad

-Ok, ya voy para allá -colgué-

Al llegar veo que está conversando animadamente con una chica. Su cabello era castaño oscuro, liso y le llegaba a las caderas

aproximadamente, era un poco más baja que yo y pude ver que tenía un cuerpo esbelto, y como estaba de espaldas no pude ver su rostro.

Al acercarme, Ángel me ve y me saluda con nuestro saludo que inventamos y luego un abrazo.

Al separarnos pude ver a la chica, su piel era blanca, un poco más blanca que la mía, sus ojos eran grises y tenía rasgos bonitos y delicados.

-Víctor, ella es Amanda, mi novia -dijo Ángel-. Al escuchar esas dos últimas palabras una corriente eléctrica atravesó mi espalda

y se dirigió a mi cerebro, causandome una puntada dolorosa en mi nuca, al mismo tiempo sentí naúseas o algo parecido.

-Mucho gusto, Amanda -dijo la chica- sus intenciones parecían puras y sinceras, pero en ese momento no pensaba en otra cosa que en las palabras

de Ángel, "mi novia".

Duré unos pocos segundos en trance y llegué a articular palabra.

-Soy Víctor, un placer conocerte -respondí-

Ángel me notó algo raro y me miró como preguntandome que me pasaba, lo miré diciendole que no se preocupara, que todo estaba bien, asintió, pero no muy convencido. Por suerte Amanda no se dió cuenta de nada.

Luego de presentarnos, Amanda y yo conversamos pocos minutos antes de que sonara el timbre que indicaba el inicio a clases.

Nos despedimos de Amanda, y Ángel y yo nos dirigimos a nuestra clase.

Este año será díficil -pensé-....

Y este fue mi primer relato, les agradecería un montón que comentaran y valoraran, para así saber que mejorar. Gracias de antemano.

Un abrazo desde Venezuea. Dios los bendiga.