Si me vieran mis cuates

Andrés es estudiante universitario, jugador de soccer, popular con las chicas... lo tiene todo. ¿Qué podría esconder?

Siempre he sido un chico muy popular, desde mis primeros años en la escuela tuve eso que llaman carisma, mis compañeros me buscaban de manera natural para formar parte de sus grupos, me llevaba bien con todos y siempre he tenido muchos amigos. Con las chicas no se diga, varias han andado tras de mí, he tenido novias pero nada serio, algunas amiguitas con derechos... lo que todo adolescente busca en esa etapa: diversión, algo de sexo, quitarse la calentura...

Juego soccer desde niño, y mis habilidades me han ganado un lugar en la selección de la universidad. Soy centro delantero, y aunque no soy campeón goleador, sí juego aceptablemente bien. Un sábado típico empieza a las 9 de la mañana en la cancha de la escuela, de ahí al billar con los cuates a festejar si ganamos (o perdimos), unas cervezas, algunas morras para acompañar, y si hay suerte y ligas, el motelazo con la chava que más te haya gustado. Soy joven y soy caliente...

Yo digo que por eso, por caliente, a veces me da por hacer cosas que regularmente no haría. Es que, tú sabes, la calentura es cabrona, y cuando te da, ya perdiste. Digo, el cuerpo pide, ¿no? Ni modo que no le des. Ya quisiera ver a cualquier cabrón con la verga parada todo el día, el dolor de huevos que agarraría! No, si con eso no se juega. Cuando amanezco muy caliente los domingos, aprovecho que no hay nadie en mi casa; mi familia se va desde temprano a misa y luego a desayunar; siempre se tardan entre 4 y 5 horas y me dejan la casa sola.

Que qué hago entonces? Ahorita te digo; oye, pero no vayas a pensar que soy puto, eh? Te repito que ha de ser la pinche calentura; el caso es que cuando estoy solo en casa, me pongo a ver videos porno, pero eso nada más me pone más caliente. Entonces tomo el teléfono y hablo a la pizzería de la esquina. No, no encargo pizza para comer! Lo que pasa es que ahí en la pizzería trabaja Rodrigo. Rodrigo es repartidor a domicilio, y lo conocí una vez que sí encargué pizza un domingo, y cuando llegó, le abri la puerta en calzones, porque me agarró en plena chaqueta. De volada vi cómo el wey se le salieron los ojos cuando me vio el bulto, así que dije: ya caiste. Lo hice pasar diciéndole que iba por el dinero para pagarle, pero me meti a la recámara, me quité el calzón y comencé de nuevo a masturbarme. Después de un rato Rodrigo se asomó, me vio acostado en la cama con la reata bien parada, le hice señas y se acercó. La siguiente media hora estuvo mamándomela bien rico, hasta que me vine en su boca. Te digo que no soy puto! Pero neta este cabrón la mama muy bien. Es experto el puto.

Bueno, pues a partir de ahí, todos los domingos llamo, encargo una pizza y pido que me la traiga Rodrigo, el cual ya sabe que cuando venga, mi reata estará como fierro, esperando su boquita mamadora. La verdad no considero ser gay, pero este cabrón la chupa como un dios. Para sus 22 años (yo tengo 19) se nota que tiene mucha experiencia. La cantidad de vergas que se habrá comido ya! jajaja! Pero bueno, como ya te dije, no lo hago por putería, sino por calentura. ¿Sabías que el chavo se los come? Sí, te lo juro; se los echo en la boca y nada más lo veo cómo pasa saliva y se los traga, jajaja no mames! ¿A qué le sabrán? Guácala, pero bueno cada quién.

El otro día mientras me la mamaba, Rodrigo me chupó los huevos. ¡Uta, qué delicia! No pensé que una parte del cuerpo tan delicada se sintiera tan rico cuando te pasan la lengua ahí. Luego el wey como que se quería seguir más abajo, ¿sí me entiendes? O sea, como que su lengua ya iba para el culo, pero que lo paro en seco; es que la verdad eso como que es de putos, ¿no? y yo no soy joto wey, soy un pinche calenturiento nada más. Lo mismo que la vez que me estaba chupando las tetillas y luego se quiso seguir al cuello; ok ahí no hay pedo, pero ¿a la boca? Nel, nel; lo empujé con el brazo y le dije: no seas puto wey, el chavo como que se sacó de onda pero agarró el pedo, ya no volvió a intentar besarme. Es que la neta eso es de jotos, ¿no te parece?

Te digo, la calentura es cabrona, nunca pensé que un wey se comería esta verga que tantas chavitas han disfrutado. Pero la neta ninguna vieja me la ha mamado nunca como ese Rodrigo. Por eso le sigo llamando. No es por putería, queda claro? Es por cachondez. Si me vieran mis cuates...