Si, me gusta ir a playas nudistas
Cada vez me gusta más ir a playas nudistas y a descubrir las "parroquias" que las frecuentan
Cuando era pequeño, tenía mucho pudor de mi cuerpo... supongo que por la educación que había recibido... y jamás podría haber pensado en practicar el nudismo.
A medida que fui descubriendo mis pasiones y me fui desinhibiendo, me fui aficionando a ir a playas nudistas. Inicialmente, podría decir que me atraía la idea de ver cuerpos desnudos, pero no era solo eso. Me gustaba mucho la idea de bañarme desnudo, de no sentir las molestias del bañador, de relajarme,... En general, la gente que va a playas nudistas son más tranquilos, difícilmente asisten en grandes grupos y jamás he oído ningún altavoz (por desgracia cada vez más habituales en playas textiles, por lo menos en Barcelona). También suele existir más espacio personal y creo que el ambiente es muy relajado... es todo esto lo que realmente me ha causado afición. Me gusta ir solo, a mi ritmo, llevar un libro, llevarme algo de fruta para picar y pasar el rato tranquilamente sin molestar ni ser molestado.
Cada verano intento conocer nuevas playas por mi zona. La más cerca a donde vivo, es la más popular de Barcelona y con los temporales ha perdido mucha arena. Cada vez voy menos porque hay poco espacio y, a no ser que vayas a primera hora, el ambiente ya no es tan relajado. En esta playa, como en la mayoría de playas nudistas, existe sus propias "parroquias" (no pretendo que se tome como un comentario despectivo, al contrario). Suele ser un grupo de gente que se conocen de la playa, que se guardan el sitio entre ellos, se saludan y normalmente suelen ser mayores de 50 años, tanto hombres como mujeres. Otras playas que me gustan cerca de donde vivo son las de Sitges, la del Prat, la Musclera de Arenys, la waikiki de Tarragona, la de les Roques Planes de Platja d'Aro... pero si tengo tiempo, me voy hacia la del Torn (Hospitalet de l'Infant), para mí la más paradisíaca de las de mi región.
Como he dicho, el ambiente relajado que se respira en estas playas, me seduce... pero debo decir que también el vaivén de cuerpos desnudos sin pudor. Me gusta ver cuerpos de hombres maduros, pero también el de sus mujeres paseando juntos por la playa. También me da mucho morbo, ver grupos de hombres mayores hablando entre ellos. Me gusta ver sus penes flácidos y compararlos entre ellos. Sean grandes o pequeños, todos tienen su atractivo... y me gusta imaginármelos cómo deben ser en acción. Normalmente, asemejo a los hombres con buen rabo, a hombres dominantes sometiendo a los hombres con penes pequeños... y si son grupos de amigos, me los imagino haciendo una orgía.
Un día del pasado verano, mientras estaba relajado en una de esas playas nudistas, llegó un hombre con tres mujeres. A pesar que la playa era muy grande y había mucho espacio todavía libre, se colocaron muy cerca mío. Me incomodó un poco, pero no le di mayor importancia, porque no me iba a quedar mucho más rato. Todos debían tener poco más de 50 años. El hombre era moreno de piel, poco pelo por el cuerpo, algo menos de 1,75 y de complexión fuerte. Fue el primero en desnudarse mientras plantaban el campamento y cuando se bajó el bañador vi que calzaba un buen miembro, sobretodo por su grosor. Las mujeres se fueron desnudando mientras acabaron de llegar otros 2 hombres. Supuse que habían sido los encargados de aparcar los coches y llegaban con la parada montada. Se trataba de 3 parejas. Uno de los otros hombres era más alto, pasaría el 1,80, tenía una buena barriga, blanco de piel y un poco peludo. Fue el segundo en desnudarse. Este tenía un pene más pequeño, circuncidado, peludo y que miraba hacia arriba. También se veía apetecible, pero tenía mala comparación con el de su amigo. Finalmente, el tercero era el más bajo de los tres. Éste tenía barba, pelo moreno por todo el cuerpo, con gafas y un pene que en ese momento parecía de un tamaño medio, sin circuncidar que colgaba junto a unos huevos de buen tamaño también peludos.
En el grupo, los hombres charlaban entre ellos, en círculo de pie y las mujeres en las toallas. Tal y como se habían colocado, me permitía tener una visión directa del grupo de hombres y tener una comparativa de los tres penes y sus testículos. Los tres hombres me resultaban muy apetecibles, pero era plenamente consciente que eran 3 parejas heteros casados entre ellos. En un momento dado, el primer hombre (el que tenía un rabo más grande), invitó a las mujeres a acompañarle para darse un baño. Ellas le acompañaron. Parecía el macho alfa de la tribu que invitaba a las mujeres a disfrutar del mar junto a él. Al cabo de poco tiempo, los otros dos hombres, que se habían quedado charlando en la orilla juntos, también fueron hacia ellos. La visión de esos dos con una diferencia de altura considerable entre ellos, en la cual el bajito tenía un miembro considerablemente mayor que el del hombre más alto, me había dado mucho morbo.
Después de un corto chapuzón, el primero en salir fue el hombre pequeñito. Yo me acababa de levantar para remojarme los pies y él volvía hacia su toalla. Al ser de esas playas en las que cuesta llegar a una zona de agua profunda, pude disfrutar del largo paseo de aquel hombre hacia mí y del movimiento pendulante de su polla con sus huevos. Una vez salía del agua, me pareció un cuerpo espectacular, y tuve la sensación que le había crecido la polla después de remojarse. Tuvimos un intercambio de miradas, pero no le di mayor importancia. Luego fueron saliendo del agua sus compañeros y continuaron su animada conversación los 6, estirado cada uno con su pareja, desde las toallas. Yo estaba leyendo mi libro, pero de tanto en tanto levantaba la vista y empecé a cruzarla con aquel hombre bajito. Debido a su situación, en uno de los extremos del gurpo, era el único con el que podía intercambiar el contacto visual... y me di cuenta que me miraba. Su posición estirado lateralmente, hacía que le colgara su miembro y se apoyara sobre la toalla. Era un rabo bonito, de grosor normal, sin circuncidar, pero ahora se veía más largo que en mi escáner inicial. De tanto en tanto, se lo iba tocando, alternando el cruce de miradas conmigo y participando a la vez de su conversación con su amigos. A mí me estaba dando morbo esa situación y también me iba ajustando el mío y poniéndome en una posición que facilitara que él me pudiera ver a mi la entrepierna.. que también iba creciendo.
Llegó el momento que me había marcado para irme y empecé a recoger mis cosas. Él lo vio y reaccionó con un gesto de desconcierto. Para mí ya había terminado el juego porque sabía que no podía ir más allá y creía que había disfrutado todo lo que me tocaba por aquel día. Así que me levanté con mis bártulos y empecé a caminar hacia el coche, a unos 10minutos de la playa. Cuando ya estaba a cierta distancia, hice un último giro de cabeza para despedir mi visión de aquel grupo de maduros y vi que aquel hombre se estaba levantando y poniéndose un pantalón. Yo proseguí mi camino, aunque mi corazón había empezado a latir más rápido... A medio camino, tenía que pasar por una zona con matorrales y poco concurrida... y fue cuando oí un discreto ruido que provenía de aquel hombre. Me giré y allí lo vi. Me invitó a adentrarme en uno de esos arbustos y, sin mediar palabra, se bajó los pantalones para enseñarmo cómo tenía el rabo. Colgué mis cosas en una rama como pude y también me bajé los pantalones. Entendí que él tenía prisa, así que no perdimos tiempo... nos fundimos en un profundo beso y nos empezamos a pajear mútuamente. Me dijo que nunca había estado sólo con un hombre, pero que aquella situación también le había puesto muy cachondo... tener a su mujer y sus amigos delante mientras nos habíamos insinuado mútuamente era algo nuevo para él y tenía que acabarlo. Ahora que lo veía en plena erección, vi que tenía un buen rabo, de unos 18-19cm y de grosor normal, algo más largo que el mío pero el mío era mucho más gordo. Nos pajeamos cogiendo los dos rabos a la vez y no tardamos en corrernos... él se limpió y volvió rápidamente por donde había venido.
Yo, que todavía no me podía creer lo que había pasado, continué hacia mi vehículo para abandonar aquella playa. Lo que debía ser un día tranquilo, se convirtió en una situación de morbo extremo.
PD: os sigo leyendo, gracias por los comentarios y acepto sugerencias. Si alguno se siente identificado con alguno de los personajes, que no dude en escribirme! La mayoría de ellos no los he vuelto a ver y me encantaría repetir