Si hubiera

Qué hubiera pasado si aceptaba ir a la playa con mi ex novia.

Confieso que si hubiera ido a la playa con ella mi vida sería otra. Hubiéramos ido de compras antes del viaje, necesitaríamos trajes de baño y un poco de ropa bonita. Hubiéramos tenido sexo con el strap on que comenzamos a usar desde que le confesé mi preferencia por vestir y ser tratada como chica. "Ufff si fuera wey..." me decía cada vez que me sodomizaba con su falo de goma y yo gemía como jamás imaginé hacerlo. Hubiéramos tenido orgasmos increíbles imaginando que chupabamos una verga entre las dos.

Hubiéramos llegado al aeropuerto y luego a la playa para encontrarnos con nuestros amantes y coqueteado con ellos, buscado roces accidentales. Hubiéramos actuado sabiendo de antemano lo que hacíamos ahí, solo por seguir el juego, y nos hubiéramos quitado la prenda de arriba para tomar el sol. Hubiéramos empezado a acariciarnos y a besarnos entre nosotras, primero suave, luego apasionadamente. Para entonces, ya hubiéramos notado en los hombres la tela de sus bañadores tensándose y tomando la forma de sus penes, nos excitaríamos mucho imaginándolos dentro nuestro.

Hubiera dejado que uno de ellos me besara, y me hiciera sentir lo que es ser besada como mujer, hubiera arqueado mi espalda, entregado mis pechos, permitido de a poco el avance de sus manos y su violencia progresiva, hubiera sentido su ereccion fuera de la tela, y la mía babeando sin control mojándome la tanga. No hubiera resistido a tocársela y a ensalivarle la punta con mis dedos, probando su sabor salado. Él no hubiera encontrado renuencia al empujar mi cabeza hacia abajo para que se la mamara. Hubiera sido mi primera vez haciendo una felación.

Hubiéramos estado ambas de rodillas, besándonos con un falo entre nuestras bocas, cumpliendo nuestra pequeña fantasía, excitadas, conectadas, hermanadas, muy húmedas también, receptivas, dispuestas a dar placer. Hubiéramos recibido sus vergas hasta la garganta con devoción y entrega. Hubiera visto a Cristal siendo penetrada fuertemente por otro hombre, toda lubricada, abierta, llena, deseando estar así por siempre. No me hubiera molestado, al contrario desearía ser tratada igual, así que me hubiera montado en él para clavármela poco a poco, al tenerla toda adentro, hubiera movido mi cadera en círculos para sentir su miembro durísimo entrando y saliendo de mí con todas sus venas hinchadas, hubiera gemido como nunca, como chica. Que femenina me hubiera sentido, con mis nalgas saltando sobre sus muslos, y mis pezones bien parados por el tacto de sus labios sobre ellos, tomándolo por la nuca suavemente y acariciándo su cabello de forma casi maternal. Con la razón y hombría perdidas, hubiera sentido un ensanchamiento en mi ano, y un chorro de semen, y otro, y otro, y hubiera gritado sin temor a ser escuchada en un orgasmo delicioso entre sus brazos fuertes, agradecida con él por regalarme tanto placer, lo hubiera besado enamorada y el mundo lentamente regresaría a mis sentidos para ver que nos veían y se masturbaban al tiempo Cristal y su amante, ella me hubiera dirigido una mirada cómplice y empezaría a mamar la verga de su hombre con deseo (ahora la entiendo), él se hubiera descargado en su garganta, y esta descarga hubiera ahogado un rico gemido, ella se hubiera acercado para besarme y nuestras bocas estarían llenas de semen mientras nos damos las caricias finales, dormiríamos desnudos esa noche y todo el fin de semana que hubiera terminado por cambiar mi vida.

Otra ex me dijo un día: "se siente bien rico que te la metan". De eso no hay vuelta atrás. Me hubiera encantado ir.