Si ese apartamento hablara.....
Cada vez que quedaba había que cumplir una nueva fantasía...
Acababa de llegar al apartamento de siempre. Vistas al mar. Le encantaba despertar por la mañana, girar la cabeza a la izquierda y ver el mar. Cocina americana, salón acogedor y un baño ideal para cumplir fantasías.. Hacía meses que no podía volver a casa y estaba deseando ver el mar y cumplir fantasías pendientes.
- Estoy en el apartamento - le escribe en un wasap.
- En 15 min llego.
Habrá que preparar la artillería para hoy; medias de liga, conjunto de sujetador transparente con tiras cruzando desde el hombro al pecho y tanga con tiras cruzadas. Imposible más sexy ni más sugerente. Tacones. Y una bata rosa por encima; como si fueras a parecer más decente, piensa.
Deja en la mesilla de noche los juguetes; casi no caben: un dildo con ventosa, un vibrador, vibrador anal, lubricantes, el satisfayer, bolas de sabores para sexo oral, dos lazos para atar, una venda.
Suena el timbre. Nota las ganas goteando por la entrepierna.
- Buenas - la mira de arriba abajo. Suelta los bártulos encima de la mesa.
- Buenas- cierra la puerta.
No hay más que decir. Según cierra la puerta se apoya contra ella y se besan con hambre. Con ganas de sacar la fiera que tienes escondida en las entrañas Ya está mojada. Ya está empalmado. Se la toca por encima del pantalón.Cae la bata. Le baja el tanga y la sube encima de sus hombros para comérselo. Se escucha el primer gemido. Se agarra al dintel de la puerta. Se escucha el segundo. Le pasa la lengua, despacio, succiona, vuelve a gemir. Le roza el clítoris, le pasa la lengua por los labios, ahora le mete la lengua dentro hasta el fondo…se arquea, vuelve a gemir, esta vez más fuerte... la nota correrse. Le empapa. La baja de sus hombros y van a la habitación.
La pone contra la pared y empieza a rozarle la polla contra su coño húmedo. Sin prisa.
- ¿Me la vas a meter?
- ¿Quieres que te la meta?
- Si…..
- Pues te vas a esperar zorra.
No se cansa de torturarla, sigue rozandole el coño cada vez más húmedo con su polla, le muerde el cuello, los hombros, le agarra los pezones desde atrás, duros como piedras y se la mete entera. Sin compasión. Es increíble lo suave que entra; lo bien que encaja. Del primer embiste la levanta. Los vecinos tuvieron que escuchar el gemido.
Le da la vuelta y la coge a horcajadas. Se la folla contra la pared de la habitación, fuerte, la empotra de tal manera que podrían tirar hasta el tabique. Se corre otra vez.
La tira encima de la cama. Se da la vuelta y se pone a cuatro patas. Se deshace de los tacones y las medias de liga. El espejo del baño refleja la postura. Él agarrándole el pelo, mientras la embiste. El mar detrás. La agarra por las caderas y le da más fuerte. Ella gimiendo ya sin pudor. Los vecinos deberían estar acostumbrados a esto cada vez que ella volvía. No para hasta que nota como se corre dos veces más.
- Uf… estoy baldao….. - le dice sudando.
- Échate… que me toca.
Se echa boca arriba en la cama y ella se coloca entre sus piernas. Se la empieza a chupar; no se sabe a quién de los dos le pone más, si a él que le encanta como lo hace, o a ella que le encanta hacérselo. Le mira mientras se la lame; está entrecerrando los ojos; para. Vuelve a empezar, le lame los huevos, despacio, sube por un lateral, deslizando la lengua, ahora por el otro… pasa a la punta, despacio, la lame, le hace círculos,succiona despacio, la vuelve a lamer.
- ¿Quieres probar ahora lo del dedo? - le dice
- Vale, pero despacio, que es la primera vez que lo pruebo.
- El mismo cuidado que tuviste tú conmigo la primera vez del sexo anal, tranquilo.
Coge el lubricante y se lo echa en el dedo. Vuelve a colocarse entre sus piernas, se la vuelve a lamer, despacio, mientras la va meneando arriba y abajo. Mientras tanto le va metiendo despacio el dedo por el culo, con cuidado, muy lentamente. Lo saca despacio, echa más lubricante, lo vuelve a meter. Le escucha un gemido, le lame la polla, y se la va meneando despacio, arriba y abajo, le lame la punta como a él le gusta mientras sigue moviendo el dedo, sacándolo y metiéndolo. Cada vez está gimiendo más.
Le escucha gritar de placer por primera vez. De todas las fantasías que han cumplido juntos es la primera vez que le escucha gritar de placer.
- Te vas a atragantar zorra! Me coorroooooooooo.
Se corre. Tenía razón. Aquella cantidad era excesiva hasta para ella que estaba acostumbrada a que él se corriera en su boca; traga mientras le va goteando parte por la comisura. Él la mira absolutamente satisfecho mientras con un dedo ella recoge lo que se le queda en la comisura de la boca y lo chupa.
Otra fantasía que apuntar en la libreta negra donde llevaban la cuenta de las que cumplían.