Si Don Pascual lo que quiera Don PAscual 7
Soledad mi pobre Soledad. Pascual intenta ayudar, pero hay veces que no se ven las consecuencias
Luz llamaba desde la comisaría, le habían robado el bolso e intentado violar, si no llega a pasar un coche de policía por la calle, ahora sería una más de las múltiples víctimas de violación que hay en este país, putos degenerados. María y yo acudimos volando a la comisaría. Volando, volando…, mejor dicho todo lo rápido que dio de sí mi vieja tartana.
Luz estaba sentada en una silla junto a una mujer policía que intentaba consolar a la pobre. Cuando nos vio llegar se abalanzó en mis brazos y empezó a besarnos como si fuésemos su tabla de salvación. Por mucho que le preguntábamos no obteníamos respuestas pues era un mar de lágrimas. Dejé a Luz en brazos de María y me dirigí a la policía que la estaba acompañando.
- ¿Agente por favor podría decirme que ha pasado?
- Esta tarde cinco encapuchados le han quitado el bolso, ella se ha resistido hasta la extenuación, incluso alguno que otro ha recibido golpes de ella. Esto ha hecho que se enfureciesen los agresores y mientras dos la sujetaban los demás han intentado desnudarla. Cuando ya tenía los pechos al aire y se los estaban tocando hemos aparecido nosotros y ellos han salido corriendo con el bolso de la señorita.
- ¿Saben quienes han sido?
- A uno de ellos la señorita le ha quitado la chaqueta y creemos haber visto el emblema de un grupo ultra radical de derechas, pero con tan pocas pruebas el juez no nos da una orden de registro, para entrar en el local de la banda de majaderos esa.
- ¡Donde está situado ese local?
- En la calle XXXX
- Muchas gracias agente.
- No hay de que
Cuando sólo les pedía información no soltaban la susodicha frase, era una ventaja pues siempre contestaban a mis preguntas sin llamar la atención.
- Bien María nos vamos a casa.
- ¿Luz te llevamos a tu casa?._ Le dijo María
- No por favor no podría pasar la noche sola en mi casa, estoy aterrada._ Dijo, Luz siempre nos decía la verdad por voluntad propia, era la única de mis esclavas que lo era por voluntad propia.
- Pues vamos a casa._ Dije yo
En casa me esperaba otra desagradable sorpresa. Había sido demasiado engreído al pensar que, con una sola orden mía desaparecían los efectos secundarios de la adicción.
Al entrar oímos los desgarradores gritos de Soledad, corrimos todos a verla y nos la encontramos en el sofá, enrollada en una manta y perlada de sudor. Cuando me acerqué a ella para tocarla noté como su cabeza ardía, su calentura debía ser extrema. Corrí a casa de mis vecino, los dos eran médicos, solo tuve que ordenarles a los dos que acudiesen y en pocos minutos estaban examinando a Soledad.
- Pascual tiene más de 40 grados hay que llevarla al hospital inmediatamente o sufrirá un colapso._ Dijo mi vecino
- ¿Estaba enferma?._ Dijo mi vecina mientras aplicaba paños húmedos en su frente.
- Es politoxicómana y ha decidido dejar de tomar drogas._ Contesté
- ¿Y lo ha dejado sin tomar nada que palie los efectos secundarios?._ Dijo mi vecino
- Sí, había tocado fondo y quería recuperar su vida._ Me inventé yo
Mi vecina llamó al hospital y en un suspiro teníamos una ambulancia en casa. Yo fui el único que la acompañó, era el responsable de esto y tenía que estar con ella. Está prohibido que suba a una ambulancia, personas ajenas a ella, pero bueno al sugerirles yo que era una gran idea, asintieron y me dejaron acompañarlos. Al igual que los médicos de urgencias me dejaron quedarme a su lado en todo momento mientras bajaban su fiebre la estabilizaban y la examinaban
Cuando estuvo mejor la subieron a planta, para que pudiera estar más tranquila ya que al ser toxicómana no podían sedarla para que pudiese dormir. No dormí en toda la noche Soledad se veía tan frágil acostada en la cama blanca como la leche, todo su cuerpo temblaba y decía frases inconexas y sin sentido. Un sentimiento contradictorio me embargó: Estaba seguro que había hecho bien obligándole a que dejase de consumir drogas, pero debería de haberlo hecho de forma progresiva para que su cuerpo se acostumbrase. Si le pasase algo no me lo perdonaría tan sólo tenía 18 años y ahora su vida empezaba a mejorar.
Durante la noche las enfermeras entraron en varias ocasiones para tomarle la temperatura y la tensión. Cuando la madrugada rayaba en el horizonte su temperatura volvió a parámetros normales, dejó de temblar y su respiración se calmó gracias a que su tensión bajo algo, aunque todavía la tenía alta. A las 10 de la mañana su cabeza se centró y dejó de decir frases inconexas y sin sentido se giró hacia mí y me dijo.
- Don Pascual ¿Dónde estoy?
- Estás en el hospital, has sufrido un colapso debido a los efectos secundarios de dejar de tomar drogas. Llámame Pascual y tutéame._ Le dije
- Aguantaré lo que me pase, pues no pienso volver a tomar drogas jamás._ Dijo convencida
- Siento haberte provocado el colapso al decirte que dejases de tomar drogas._ Le dije al borde del llanto
- Pascual, me has devuelto la vida, eres el sol que me ilumina._ Dijo cogiendo mis manos con las suyas
- Gracias, pero no se si soy merecedor de tanto afecto._ Dije completamente convencido, pues pensaba que ese amor era fruto de mi poder.
- Antes de conocerte mi vida era gris, todo el mundo me odiaba, nadie quería estar a mi lado. El día que Marta me llevó a tu casa, me pediste que dejase de tomar drogas, no sé porqué, pero me pareció una gran idea y así lo hice._ Dijo mientras paraba un poco pues el cansancio no la dejaba hacer frases más largas.
- Así y todo continuo sin estar convencido._ Le dije sabiendo que el hecho de dejar de drogarse fue fruto de mi poder.
- Déjame acabar. Lo que me dijiste me pareció bien, pero luego me acogiste en tu casa, cuando volví a la calle a pedir dinero, me levantaste del suelo me insuflaste seguridad en mi mismas y aunque me exigiste veracidad absoluta, me trataste como a una hija más._ Dijo volviendo a pararse.
- ¿De verdad lo piensas?._ Le dije sabiendo que no podía mentirme
- Sí, por primera vez en mi vida me siento querida, el cambio de aspecto está haciendo que tenga ganas de vivir y dejar de ser autodestructiva. Además estás pagando mi cambio de aspecto sin exigirme nada a cambio.
- Bueno eso de nada a cambio, como saques malas notas te enteraras._ Dije yo aunque debería haber añadido que pensaba follármela.
- Pascual quiero ser tuya._ Dijo muy seria
- ¿Qué estás diciendo?._ Le espeté sorprendido.
- El tomar drogas desde los 13 años me ha dejado la cabeza un poco lela, así y todo no soy tonta. He visto que te follas a tus hijas y estas tienen felicidad plena, he podido observar el cambio de Marta nunca jamás la había visto tan inmensamente feliz._ Volvió a pararse
- ¿Tú qué opinas de eso?._ Le pregunté con curiosidad
- Que en ti han encontrado al hombre de sus vidas y eso les hace totalmente felices. Yo también quiero esa felicidad, tú eres un hombre excepcional, estoy segura que follando contigo seré feliz plenamente.
- ¿Que ahora no lo eres?._ Le pregunté.
- Soy feliz, pero me falta más, aún mi cuerpo no me acompaña, pero me pide que me entregue a ti, sin cortapisas quiero ser una amante más de tu rebaño. Solo así estaré completa y mi felicidad será total.
En ese momento entró una enfermera, cosa que agradecí pues debía meditar sobre lo que me había dicho Soledad. Una cosa estaba clara el dejar de drogarse, de pedir por la calle y decirme siempre la verdad; eran frutos de mi poder. Pero nunca le había ordenado que me quisiese tampoco que follase conmigo. Al igual que tampoco le había dicho que fuese feliz, eso me emocionó y me hizo mirar con ternura a Soledad, bueno y con un punto de lascivia, no vamos a ser hipócritas.
En ese momento decidí que las mujeres que dominase debían de ser felices a mi lado y que tenía que mejorarles la vida. Si no conseguía estas dos cosas las dejaría libres. No soy un santurrón voy a fallárme a todas las mujeres que domino con mi poder, además voy a ponerlas bajo mi mando desde el principio pero si veo que no puedo conseguir estas dos premisas las dejaré marchar, eso sí siempre mejor de cómo me las encontré.
Esto sólo vale con las mujeres que quiera que sean de mi rebaño, me gustaba el nombre que Soledad les había dado, de momento voy a estar con Soledad hasta que se recupere por completo. Cuando salga del hospital he de pasar por cierto local de extrema derecha al que ajustaré cuentas.
A mediodía llegó el médico con los resultados de las pruebas médicas, se acercó a la cama y me dijo.
- ¿Podría esperar fuera? Ella es mayor de edad y tiene derecho a la privacidad de su expediente médico.
Cuando iba a ordenarle que me dejase quedar Soledad dijo
- Este hombre tiene más derecho que mi padre a estar aquí, así que jamás vuelva a intentar echarlo de mi lado. ¿Está claro?
- Como usted quiera señorita._ Dijo el médico algo cohibido
- Pues adelante dígame.- Dijo Soledad
- Bien Soledad su organismo tiene aún restos de las múltiples drogas que tomaba. Su consumo continuado le han afectado el hígado, pero es un órgano que se regenera solo por lo que si deja de drogarse todavía está a tiempo de que no haya que trasplantarlo.
- Bueno no es tan malo después de todo.- Dijo Soledad
- No he acabado señorita. Tiene el corazón dañado por lo que podría sufrir arritmias, Va a venir el especialista y le hará diferentes pruebas pues seguramente tenga que tomar medicación hasta corregirlas. Además la descompensación de su tensión es culpa derivada de la cocaína la tiene dañada para siempre y deberá medicarse por lo que le queda de vida. Voy a darle hora para el neurólogo puede que tenga el cerebro dañado por el consumo de drogas._ Dijo
- Madre mía estoy hecha una mierda._ Dijo Soledad
- Y podría haber sido peor, un par de meses consumiendo al ritmo que lo hacía y su corazón se habría parado o su hígado hubiese dejado de funcionar ._ Dijo el médico
- Aún tienes que dar gracias.- Dije yo
- Bueno les dejo descansa que mañana te harán las pruebas cardiovasculares.- Dijo mientras salía por la puerta.
Los dos nos quedamos un buen rato callados meditando ella por lo que había dicho el médico y yo… bueno yo… maquinando la venganza contra aquellos que habían agredido a Luz.
- Pascual no quiero que me llamen nunca más Soledad. Tengo que romper definitivamente con mi pasado y ese va a ser el primer paso._ Dijo resolutiva
- ¿Quieres cambiarte el nombre?._ Le pregunté
- No, pero quiero que desde ahora me llaméis Sol ._ Dijo
- Como tu quieras Sol, así se lo diré a todas._ Le contesté
Lo sé, os parecerá un lio, pero desde ese momento la llamamos Sol y yo tenía que respetar su decisión. Teniendo en cuenta que había salido de ella, no la había obligado yo, pensándolo seriamente el primer paso para cambiar radicalmente de vida es renunciar a aquello que te recuerda tu vida pasada. Y llamarte Soledad es un recuerdo claro de lo sola que había estado hasta entonces.
- Quiero arreglar las cosas con mi familia, los traté muy mal, no quiero volver con ellos pero al menos espero su perdón.
Esto es lo más difícil a día de hoy todavía no quieren ni verla
Tras esto le sacaron la comida y se quedó el resto de la tarde dormitando. Al ver su comida mis tripas recordaron que no había comido desde anoche y dejándola al cuidado de las enfermeras bajé a un restaurante cercano y comí.
Luz y mis hijas vinieron a visitarla al acabar las clases, pero Sol estuvo dormitando y casi no las atendió.
Les expliqué que Soledad quería que desde ese día se la llamase Sol y les pareció a las tres una gran idea.
Sin nada más que contar pasó la noche y a la mañana siguiente a las 8 de la mañana se llevaron a Sol a hacerse las pruebas. La enfermera que se la llevó me dijo.
- No hace falta que se quede aquí, no volverá hasta la hora de comer pues van a aprovechar para hacerle las pruebas neurológicas y estará toda la mañana entre médicos
- De acuerdo, pues me iré a hacer una visita que tengo pendiente._ Dije
Bajé a la salida, subí a un taxi y le di la dirección de cierto grupo ultraderechista. Cuando llegué, pagué al taxista y este se fue pitando conocía a esa gente y no quería estar cerca de su local mucho tiempo. Para convencerle de que me esperase tendría que haberle explicado el porqué estaba a salvo, y de eso nada, mi poder debía estar bien oculto. Volvería al hospital en transporte público.
Al entrar vi que las paredes del local estaban plagadas de esvásticas banderas españolas con el águila y fotos de Franco y Primo de Rivera. Habría una treintena de hombres y una docena de mujeres, todos sin excepción con el pelo excesivamente corto, o directamente rapado. Todos llevaban chaquetas o camisetas con el símbolo del grupo.
Cuando entré todos me miraron extrañados y a la expectativa, cosa que aproveché para coger una silla colocarla en medio de la sala y gitar
- ¡ TODOS A LA PARED DEL FONDO YA!
- Sí señor lo que quiera el señor._ Sonó atronador dicho desde más de 40 gargantas.
- ¡Todos de rodillas y uno a uno lanzad depositad las armas que llevéis en la mesa de billar. Después volved al fondo a arrodillaros!
Los angelitos de la caridad dejaron tres docenas de puñales. Cinco pistolas, cuarenta navajas, más de veinte puños americanos, quince bates de beisbol y un sinfín de cadenas y armas arrojadizas varias, cócteles molotov incluidos.
- Bien cabrones entre vosotros hay cinco hijos de puta que robaron e intentaron violar a una maestra del instituto XXXX Quiero que salgan ya.
Cuatro chicos y una mujer salieron del grupo y se acercaron a mi lado.
- Bien mierda social, a partir de ahora sois un grupo gay, todos y cada uno de vosotros es homosexual, pero además tenéis una pluma exagerada, vosotros cuatro además por agredir a una amiga mía, seréis travestis e iréis vestidas de mujer el resto de vuestras vidas, pero sin cambiaros de sexo que se vea bien que sois tíos.
- Sí señor…
- Además vais a ir por todos los locales ultraderechistas a predicar las ventajas de la homosexualidad y el amor libre. Además a partir de ahora vais a devolver todo el mal que habéis hecho, os haréis voluntarios de ONG solidarias, limpiareis todas las pintadas que habéis hecho, pediréis perdón a la gente que hayáis agredido.
- Sí señor…
- Además os dejareis todos melenas vestiréis de colores vivos y os haréis budistas. Predicareis la paz con el ejemplo y querréis a todo el mundo por igual. Tratareis a los animales con el respeto que se merecen y recogeréis todas las deposiciones que encontréis por la calle y las depositareis en las papeleras al uso. Os recomiendo que llevéis muchas bolsas de plástico. Todos vais a dejar de tomar drogas beber alcohol y fumar, ala joderos y si tenéis un colapso allá vosotros
- Sí señor….
- Vosotros cinco violadores de mierda, los hombres a cuatro patas los demás uno a uno follároslos quiero que todos os hayáis follado a los cinco, pues no se levantarán de aquí hasta que lo hayáis hecho. Todas las mañana y todas las noches les meteréis por el culo un bate de beisbol entero y no lo sacareis hasta que sólo quede el mango fuera
- Tu cabrona vente conmigo que tu vida a partir de ahora estará a mi servicio._ Le dije a la mujer.
- Sí señor…
- Yo no he estado aquí jamás ¿Está claro?
- Sí señor…
Cuando salí del local le dije a la chica.
- Tu de rodillas. Me llamo Pascual y a partir de ahora y para siempre seré tu dueño y señor, no tienes voluntad porque tú no eres nada, ni nombre tienes pues desde ahora solo eres mi perra, para cualquier decisión me consultarás. Eres bisexual a partir de este momento. Te dejarás el pelo muy largo, que te cubra el culo completamente, cuidarás tu aspecto personal y llevarás siempre vestidos de criada, uniformes batas, cuando vayas por la calle, porque en casa a excepción de cuando te venga el período irás completamente desnuda. Cada vez que entre cualquiera de nosotros a casa te pondrás de rodillas y nos besarás los pies.
- Sí Don Pascual
Creéis que me pasé, ni mucho menos pensaba hacerles más, pero me conformé con eso. Así que volví a casa con mi perrito faldero y la dejé allí haciendo tareas domésticas a las órdenes de Luisa.
Os preguntareis como es ¿No?, pues por el poco pelo que tenía parecía rubia, ojos marrones, ni baja ni alta, ni guapa ni fea, pechos de tamaño medio, una chica normal y corriente, vamos. Pero pensaba obligarla ponerse unas tetas impresionantes. Lo sé, la cabra tira al monte.
Comí y volví al hospital, allí Sol anteriormente llamada Soledad. Mira como el cantante ese. Soy un desastre en temas musicales. Que se le va a hacer. Estaba dormida, agotada por tanta prueba, hasta la mañana siguiente no volvió a despertarse. Se la veía de mucho mejor aspecto la verdad, cosa que me alegró sobremanera.
A mediodía vino el médico junto a dos especialistas uno del corazón y una neuróloga. Tras presentarlos a todos dijo.
- Ya sabes que a partir de ahora y para siempre tendrás que tomar una pastilla diaria para controla la tensión._ Y le pasó una receta
- Sí lo sé doctor._ Contestó Sol
- Además deberás tomarte esta pastilla antes de acostarte durante un año para regularte el corazón. Cuando pase el año te llamaremos y revisaremos el corazón si lo tienes bien dejaremos de darte la ._ Dijo mientras le daba otra receta medica.
- El daño en tu cerebro es importante, las drogas te han matado muchas neuronas, te voy a pautar una serie de ejercicios de memoria, pero esta ha sido dañada seriamente, así que tu nivel de retención está por debajo de la media._ Dijo
- Por favor doctor explíquese ¿ a que se refiere cuando dice por debajo de la media?._ Preguntó Sol
- Que eres incapaz de retener los mismos conocimientos que una persona normal. Si querías ser ingeniero, olvídate pues no podrás retener información más allá de la educación secundaria.
- De acuerdo está claro._ Dijo Sol
Estuvo media hora más explicándole cuales y cómo eran los ejercicios que quería que hiciese, además de recomendarle que continuase por el sendero que había empezado, dejando de tomar drogas. Cuando acabaron María preguntó
- ¿Puedo irme ya?
- Te tendremos un día más en observación antes de arte el alta, así que hasta mañana no saldrás.
- Gracias doctor._ Dijo al médico y estos salieron de la habitación
- Pascual vete a casa y duerme bien esta noche ya no estoy intubada y no necesito que te quedes a mi lado esta noche.
La dejé no porque me apeteciese, sino porque realmente era una tontería quedarse con lo vigilada que estaba y sin tener ningún medicamento que tomar durante la noche
Llegaba a casa a las 9 de la noche a Luz y mis hijas follando como unas posesas.
- Mira que sois pervertidas, ni dos días podéis estar sin sexo._ Dije
- Papi no me seas hipócrita que tu polla está tan dura que reventará el pantalón._ Dijo María
- Serás insolente, sólo por eso te voy a reventar el culo.- Dije mientras me desnudaba
- Menos lobos y haz funcionar esa maravilla
Le comí el culo a mi hija un rato para dejárselo lubricado y poco a poco le fui metiendo mi pollón.
- Joder Pascual, por lo que más quieras a mí no me hagas esto._ Dijo Luz
- Tranquila mi Luz tu y Marta sois todo dulzura, no como la guarra salida esta._ Dije mientras le daba un cachete a mi hija.
- Yo soy una salida, pero tú eres un pichafloja, va date brío que así no voy a acabar nunca._ Dijo María
- Con que esas tenemos._ Y de un empollón le metí la media polla que le quedaba por entrar
- Sí señor, por fin sale mi macho, cabalga a esta puta salida.- Dijo María
Os podéis imaginas que la follada fue brutal, yo no sé los orgasmos que tuvo María antes de caer desfallecida.
A Luz y a Marta me las follé a la vez, las caricias los besos dulces, los arrumacos, se dieron por cientos hasta que las dos se corrieron con una gran sonrisa en sus labios.
Al día siguiente fuimos todos a por Sol y la trajimos a casa, no la dejamos hacer nada en una semana. Además con la perra por casa, no hizo falta que hiciese nada pues le ordené que atendiese su más mínimo deseo. Acabada la semana me llamaron para que recogiese el coche nuevo y justo cuando lo aparcaba en el garaje sonó mi móvil, era mi mujer y al descolgar dijo:
- Pascual coge a las nenas y veníos para aquí, mi madre está en las últimas