Si Don Pascual, como quiera Don Pascual
Es la primera vez que escribo sobre este tema, si les parece interesante continuaré con más relatos. Si no quedará como único
Este año las navidades habían sido bastante tristes, llevaba meses sin trabajo y con el sueldo de mi mujer llagábamos justos a fin de mes. Sólo nuestras hijas habían tenido regalos esas navidades, habían trabajado duro todo ese año y se lo merecían. Pero ese sobreesfuerzo hizo que nuestras tarjetas bancarias se pusiesen al límite de su crédito. Preocupado ante este hecho fui a mi entidad bancaria a pedirles que nos incrementasen el crédito para cubrir los gastos navideños.
Para una simple gestión, como esa, fui pasando de mano en mano, ya que ningún empleado estaba autorizado a hacerme la gestión, cada uno me daba una escusa diferente. Al cabo de una hora de infructuosos esfuerzos, estallé y solté cuatro bravatas.
El director del banco salió de su despacho y me pidió que le acompañase, allí dentro me contó que no podían alargarme el crédito porque no podríamos hacer frente a los pagos, aunque fuesen aplazados.
No se que me pasó en ese momento, pero toda la frustración, la angustia, el miedo y la mala leche, que durante meses había estado acumulando, estalló y noté como algo dentro de mí crecía sin límites, la sensación fue tan intensa que durante unos minutos me quedé paralizado con los pelos de punta y el corazón desbocado.
El director de la sucursal ante mi reacción se preocupó y me preguntó.
- ¿Don Pascual se encuentra usted bien?
- Me encontraría mejor si no tuviese que pagar la hipoteca._ Le espeté lleno de rabia.
- No se hable más la hipoteca queda anulada._ Soltó
- ¿Qué quiere decir?._ Pregunte sorprendido
- Que si don Pascual quiere que le anulen la hipoteca, anulada la tendrá.
Ni corto ni perezoso, empezó a teclear en su ordenador y sacó los papeles de anulación de la hipoteca, papeles que firme con presteza no sea que se arrepintiese.
- ¿Quiere algo mas Don Pascual?._ Pregunto el director
- Pues si los créditos de nuestras tarjetas fuesen cubiertos sería totalmente feliz._ Le dije
- Ya está hecho._ Dijo tras teclear el ordenador con una rapidez asombrosa
- Muchas gracias pues.- Le contesté
- Lo que Don Pascual quiera, Don Pascual tiene
Me levante y tras darle la mano salí de su despacho y de la entidad, ya fuera accedí con mi móvil a mis datos bancarios y en efecto no tenía hipoteca y las tarjetas estaban a cero. ¿Qué había pasado?, ¿Por qué había hecho eso el director?. Lo que había hecho, aunque me beneficiase era ilegal, además que seguramente se habría jugado el puesto, además por alguien que no conocía. No quise buscar más razones que el simple hecho de que era una buena persona y se había apiadado de mi situación.
Caminaba hasta mi casa, cuando encontré a mi exjefe, todavía me debía más de 10000 euros de la indemnización por el despido, y no sería porque no tendría dinero, siendo uno de los industriales más ricos de la ciudad. El muy hipócrita con una sonrisa se me acercó y me dijo
- Hombre Pascual ¿Qué es de tu vida?
- Pues sería mucho mejor si me pagases lo que me debes._ Dije yo mosqueado
- Lo que Don Pascual quiera, Don Pascual tendrá
Y ni corto ni perezoso sacó una chequera y me firmó un cheque por valor de 10000 euros. Sin despedirme, por si se arrepentía y anulaba el cheque, volví a mi entidad bancaria y lo ingresé. Había sido una gran mañana, no debía nada al banco y teníamos 10000 euros en la cuenta.
Bien contento fui a recoger al instituto a mi hija pequeña, nada más verme me dijo.
- Papá ¿Qué haces aquí?
- Pues que he venido a por mi bombón._ Le contesté
- Papá que ya tengo 16 años y no necesito que vengas a recogerme._ Dijo aunque su cara de alegría desmentían sus palabras
- ¿Cómo ha ido hoy el día cariño?._ Le pregunté
- Pues regular no he conseguido las marcas que me proponía en las carreras, me vuelvo vieja la semana que viene ya cumplo los 17 y la edad se nota._ Contestó haciendo como que llevaba un bastón
- María, serás tonta, ¿Si tu eres mayor yo que soy un viejo decrépito?
- Tú estás ya para jubilar.
Y así entre risas llegamos a casa, mi hija Marta estaba en la cocina enfrascada en uno de los aparatos que quería montar. Marta no había querido estudiar, pero trabajar con las manos se le daba de fábula y tras hacer un módulo de carpintería pasó a hacer otro de electromecánica, ahora con 19 años siempre la veía con cachivaches electrónicos. No sé a quién se parece esta chica, yo siempre trabajé en una oficina y mi mujer igual, somos los dos unos negados para el trabajo manual.
Mis dos hijas no podían ser mas diferentes, mientras Marta físicamente se parecía a mi era alta morena y con los ojos verdes, en el carácter se parecía más a mi mujer era resolutiva inteligente, sabiendo siempre lo que quería hacer en cada momento. En cambio María era más bajita pelirrojo pecosa con ojos marrones, en cambio su carácter era más como el mío era retraída pensativa y meticulosa. Eran las dos muy atractivas eso sí, poseían un par de tremendas tetas heredadas de su madre un culo impresionante y un cuerpo de envidia pues a las dos les encantaba el deporte.
Comimos los tres juntos, pues mi mujer tan solo disponía de una hora para comer y le era imposible poder venir a casa, a esa hora. Mis hijas estuvieron contándome lo que habían hecho durante el día en sus respectivos centros escolares, desde que estaba en el paro pasaba muchas horas con ellas y habíamos aumentado la confianza que nos teníamos. Además al ser la figura paterna que estaba en casa me preguntaban las cosas a mí antes que a su madre. Eso y porque sabían que adoraba a mis hijas y cedía antes que su madre a sus pretensiones. Cuando estábamos limpiando los platos Marta me dijo.
- Papa hoy mis amigas celebran una fiesta, pues una de ellas cumple los 20 y al ser la primera del grupo que lo hace le hemos montado una fiesta sorpresa.
- Marta sabes que estás castigada, la semana pasada tu madre te encontró un par de porros en el bolso y decidimos que en varias semanas no saldrías
- Papi porfa que solo se cumplen 20 años una vez en la vida._ Dijo Poniendo un mohín que me derretía
- Marta tu madre fue tajante en ello y yo la apoyé al cien por cien
- Porfa papi seré buena, no beberé alcohol ni fumaré marihuana._ Dijo abrazándome mientras me acariciaba la cara
- Marta la única forma de que te dejase salir es que me prometieses que jamás volverías a fumar maria y tomar otras drogas.
- Lo que papi quiera, papi tendrá._ Dijo con una expresión neutra
- Además no quiero decir que no bebas, eso es una petición inhumana, pero que lo hagas con moderación. Estoy cansado de tener que ir por ti a la discoteca porque no te aguantas de pie de lo borracha que estás
- Lo que papi diga, papi tendrá._ Volvió a repetir
- Hacéis de mi lo que queréis, va acabad vosotras de limpiar y arreglad la cocina que entraré en el ordenador a comprobar si han salido nuevas ofertas de trabajo._ Les dije mientras las dejaba
La verdad, es que Marta se merecía salir de tanto en tanto, trabajaba por las tardes en un taller electrónico arreglando aparatos y nos daba casi todo su sueldo para ayudar en casa. ¿Que fumaba porros los fines de semana? ¿Qué cogía pedos descomunales? Estaba en la edad de ser rebelde, si lo hubiese hecho a los 30 me preocuparía más, pero eso su madre no lo entendía, era demasiado estricta con ellas, estaban en una edad difícil.
Después de comprobar por enésima vez que no habían ofertas de trabajo a las que podía optar apagué el ordenador y volví al comedor, donde María estaba leyendo una novela, yo a su edad también devoraba los libros, ahora soy más selectivo y aunque sigo enamorado de la lectura lo hago con temas que de verdad me apasionen. Al sentarme a su lado María levantó la cabeza del libro y me dijo.
- Esta noche he quedado con Paco, para irme al cine y después a comer una hamburguesa.
Marta salía con ese tal Paco desde hacía poco tiempo, no me gustaba nada, me habían llegado oídos de que era un déspota y la trataba de forma despectiva. Además era hijo de un compañero mío del colegio, un auténtico gilipollas, machista y pendenciero, más de una vez había tenido que ir la policía a su casa por las peleas en la casa.
- Bombón ya sabes que no me gusta ese chico y preferiría que no salieses con el._ Dije a mi hija
- Lo que papi quiera, papi tendrá. Esta misma noche le dejo._ Me contestó
- No hace falta ni que salgas con el es un mal bicho y tengo miedo de su reacción
Entonces cogió el teléfono, marcó un número y dijo
- Paco, mal bicho, que lo dejamos que ya no quiero ni verte. No me insultes que si no cuando te vea te arranco la cabeza. Búscate a otra idiota a la que puedas mangonear. Por no querer no quiero ni que me saludes por la calle tontolaba
Y colgó el teléfono
- ¿Estas contento papi?._ Me preguntó dándome un gran abrazo.
- Sí lo estoy, gracias eres un sol.
- Pero aunque no salgas con el idiota ese, puedes quedar con tus amigas esta noche para salir, es viernes y tienes edad para divertirte._ Le comenté
- Creo que llamaré a la prima Rut para que venga conmigo al cine, me apetece ver esa película.- Dijo mientras llamaba a su prima.
Rut era como ella una rata de biblioteca, las dos tenían la misma edad y las mismas aficiones, por lo cual eran siempre uña y carne.
Ese día estaba resultando impresionante todo lo que quería, el resto de la tarde lo pasaría leyendo una novela que me tenía intrigado.
A las 8 llegó mi mujer y lo primero que dijo fue
- ¿Dónde esta Marta?
- Le di permiso para salir a un cumpleaños, me prometió que se portaría bien._ Dije a la defensiva, siempre temía sus ataques de ira
- Me parece bien, voy a tomar un baño que vengo reventada._ Dijo mientras se dirigía al baño.
- Te acompaño._ Sabiendo que me diría que no, pues le encantaba bañarse sola, aunque teníamos una gran bañera donde cabían cuatro personas
- Por supuesto voy a prepararlo y te aviso
Sin duda hoy era el mejor día de mi vida. Cuando estuvo el baño preparado, me avisó y nos metimos en la bañera. Estaba a la temperatura que me gusta a mí. Me contó cómo le había ido en la oficina, mientras yo le dije lo que había pasado en el banco.
- ¿No será que te ha tomado el pelo?._ Dijo mi mujer
- No creo, además tengo una copia del contrato de anulación de la hipoteca que firmé en el despacho._ Le contesté
- Por si acaso, podrías ir mañana a ver a Julia, y llevárselos para que les eche una ojeada._ Comentó.
- Mañana por la mañana iremos._ Dije yo
- Tendrás que ir sólo pues tengo que ir unas horas a la oficina a acabar un informe.- Me dijo.
- Tu jefe es un negrero, te explota cosa mala.
- Lo sé pero en nuestra situación, no podemos permitirnos el lujo de que me tire a la calle._ Me dijo
- Y él lo sabe y se aprovecha de ello._ Le dije mosqueado
- Cariño no discutamos de eso, al fin y al cabo hoy es un gran día para celebrar._ Dijo
- Tienes razón, hoy me siento malito ¿podría visitarme la enfermera?.- Le pregunté
Al contrario que a mi. Ella odiaba los juegos sexuales y disfrazarse no le ponía nada, por lo que sabía que se iba a negar en redondo.
- Por supuesto, sal de la bañera y mientras tu enfermera puta sale de la bañera y se prepara
¿Había dicho enfermera puta? Me tenía completamente prohibido llamarla puta, ni follando lo podía hacer, y ahora ¿ella misma se llamaba así?. Quien es esta mujer y donde está la mía, pensé. Claro que hoy me estaba saliendo todo rodado. Me sequé, me acosté desnudo en la cama a esperar acontecimientos
A los 10 minutos salió ella vestida con el uniforme de enfermera puta que le compré hace unos años y nunca había querido ponerse.
Era un uniforme de enfermera del siglo pasado, extremadamente corto ya sabéis de esos que dejan poco a la imaginación.
- Señor Pascual necesito hacerle un reconocimiento genital._ Dijo
- Adelante enfermera estoy en sus manos
- Vamos a medirle la polla tal cual está._ Dijo mientras sacaba un metro
Tengo un buen rabo morcillona como estaba ya medía 16 cm.
- Necesito medírsela en su estado máximo de erección._ Continuó
- Pues señorita para eso tendrá que ayudarme._ Le contesté
- No se preocupe señor Pascual soy una profesional usted relájese
Y ni corto ni perezoso empezó a acariciarla, masturbarme y mamarla. La verdad estaba tan cachondo que en pocos minutos estuvo en su máximo esplendor, así que cogió el metro y me la midió
- 21 cm y extra gruesa, no está mal, ahora necesito una muestra de semen, y para ello necesito que sus huevos estén bien cargados._ Dijo
Sin más dilación empezó a chuparme y lamerme los huevos, tengo una polla enorme, pero siempre tuve complejo, por culpa de mis huevos, pues son muy grandes.
10 Minutos estuvo estimulando los huevo, eso sí sin dejar de masturbarme ni un minuto
- Señorita estoy a punto de correrme y los huevos me duelen de lo cargados que están. _Le dije
- Muy bien Don Pascual voy a recoger su donación en un vaso para su estudio.
Cogió un vaso lo puso delante de mi polla e inmediatamente empecé a correrme como si no lo hubiese hecho en tres meses. Solté más leche que cuando estábamos intentando dejarla preñada.
- Parece que tiene buen color y consistencia.- Dijo Mientras la miraba
- Pero para asegurare debería de probarla._ Dije yo
Y entonces hizo algo que no había hecho nunca en los 22 años que nos conocíamos, se tragó toda mi abundantísima corrida
- Sí dos Pascual, es perfecta._ Dijo tras tragársela
Yo alucinando no supe que contestarle
- Ahora voy a calcular el tiempo de reacción que tiene._ Dijo mientras ponía su reloj en la cama y empezaba a mamármela de nuevo
Menudo trabajo el que sometió a mi polla, mamadas intensas caricias en los huevos y en la entrada del ano. Es imposible que os pueda describir las sensaciones que me produjo en menos tiempo del que tardaba en volver a empalmarme cuando tenía 20 años volví a hacerlo.
- Don Pascual, muy bien el tiempo de reacción es excelente. Ahora tendría que comprobar su dureza flexibilidad y resistencia._ Dijo
- ¿Y que propone para esos menesteres?._ Pregunté
- Pues simple y llanamente que me folle._ Contestó
Era hora de probar hasta donde estaba dispuesta a llegar y le propuse algo que en muy, pero que muy raras veces me concedía.
- Pero para eso su coño no sirve que ya está muy dilatado
- ¿Qué propone pues Don Pascual?
- Sodomizarla.- Dije
- Me parece una idea extraordinaria Don Pascual. Espera a que vaya a por lubricante y empezamos el examen
Dios estaba en la gloria, mi mujer trajo el lubricante se quitó la falda del uniforme, bajo la cual no llevaba bragas y se puso a uatro patas en el suelo y el culo en pompa. Tras un buen rato de dilatación le encaré mi polla a su ano y mientras empujaba le dije
- ¿A que te encanta puta?
- Es lo mejor de este mundo._ Contestó
No se los orgasmos que tuvo mientras yo le reventaba el culo, pero llegó un momento que dijo,.
- Pare por favor que me meo de gusto
- Pues méese cacho puta
- Lo que quiera Don Pascual
Y tras derrumbarse, empezó a mearse abundantemente dejando un enorme charco en el suelo.
- Enfermera límpieme la polla de mierda y sangre que voy a follarme su coño.
- Como Don Pascual ordene.
Y casi arrastrándose fue al cuarto a por toallitas higiénicas, con las que me limpió la polla como una patena.
- Golfa desnúdese y ábrase de piernas en la cama.- Le dije
- Sí Don Pascual.
Y con dificulta, subió a la cama su puso boca arriba y se abrió de piernas. Yo sin más preámbulos le endiñé la polla en su enchiladísimo coño y estuve dándole polla veinte minutos, como un animal. Ella se corrió tres o cuatro veces más, hasta que me corrí, momento en el que perdió el conocimiento. Eso sí en ningún momento paró de decir que le diese más polla. Yo caí a su lado agotado, pero feliz y en poco tiempo me dormí a su lado.