Shu Li-Zhen
Relato real
En primer lugar decir que este relato es completamente real.
Nos habiamos conocido en una famosa app de contactos,hablamos un par de veces y la química surgida hizo que le pidiese un intercambio de telefonos.
Seguimos hablando un tiempo por mensajes desde el movil,desde el cual siempre es más cercano.
Una noche, hablando sobre cine, ella me comentó que le encantaba un famoso director de cine de Hong-Kong, el cual sus peliculas eran consideradas cine de culto, yo le comenté que llevaba bastante años sin ir al cine a lo que me dijo: - Vayamos al cine.
La casualidad, el destino, la vida en si misma, hizo que buscando alguna peli buena para ver en tiempos de pandemia, diese con que en un cine no muy concurrido, la siguiente semana repusiesen dos peliculas del conocido director asiatico. Ese fue nuestro clic!.
Ambos pensamos que sería mejor conocernos antes de ir, así que decidimos quedar a comer 3 dias antes y así conocernos en persona y poder hablar.
El dia llegó, los nervios me podían, llegué al sitio de encuentro, y como suele suceder, por muchas fotos que hayas visto de una persona, su aspecto en vivo puede cambiar.
Tras esperar unos larguísimos 10 minutos, apareció una chica en bici, preciosa, pelo castaño liso por los hombros, vestida de negro.
Mi mente pensó:
-Me gustaría que fuese ella.
Y efectivamente lo era.
Nos dimos dos besos, cruzamos unas palabras y nos fuimos a tomar algo.
La conversación, tanto tomando algo como despues en la comida hizo que surgiese quimica, las risas, las miradas, la voz, me encantó desde el primer momento.
Al final de la cita, y tras haber comido y dado un paseo por la zona, ambos nos quedamos con ganas de algo más, pero nos despedimos con dos besos en la mejilla y un ligero abrazo. El tiempo hasta la siguiente cita en el cine pasaría lentamente como nunca lo había hecho.
Llegó el martes, habíamos quedado a comer antes de ir al cine, y otra vez, la quimica surgida con ella me pareció perfecta.
Comimos en un restaurante oriental para ambientar la temática de la pelicula.
Ya dentro del cine, decir que las ganas de cogerla de la mano me aturdian, pero no queria para nada estropear aquella magia, y menos aún meter la pata.
Vimos ambas peliculas y decir que una de ellas pasará a ser una de las mejores que he visto en mi vida.
Al salir del cine, ninguno queria volver a su casa, y tras dar un paseo y conversamr gustosamente sobre el cine,sobre lo vivido y sobre nosotros, ambos dijimos que nos gustabamos ,pero que preferiamos ir despacio y conocer antes a la persona antes de enrollarnos.
¿Te quieres venir a mi casa a tomar algo?
Sí , por supuesto.
Esto parecería una incongruencia tras lo hablado hacía unos minutos, pero la situación de la pandemia no dejaba pie a hacer muchas más cosas por la calle, así que entendí que el motivo era estar un rato juntos y conocernos.
La casa era preciosa, pequeña y acojedora, pasamos, puso dos copas de vino y una preciosa musica de jazz de fondo.
Tras lo hablado en el paseo al salir del cine, mis esperanzas de besarla se desvanecieron.
Llegó el momento de irme, le pedí que me abrazase, note un ligero acercamiento y nos besamos.
Precioso sería quedarse muy corto.
En ese beso surgió una quimica como nunca había sentido.
Seguimos besandonos durante unos minutos antes de irme a mi casa.
Sí, direis que deberia de haberme acostado con ella. Pero la situación es la que era y no podía aceptar la invitación a quedarme a dormir en su casa.
Tanto esa misma noche como al dia siguiente, comentamos sobre lo bien que lo habiamos pasado y sobre nuestro beso. Esa tarde, y tras hacer unos asuntos pendientes que tenía, decidí enviarle un mensaje preguntandole si podría verla aunque solo fuesen unos minutos.
Su respuesta fue sí, es más, me aseguró que se había puesto nerviosa y que ese detalle le había encantado.
Fui al lugar pactado, y allí estaba ella, con su preciosa sonrisa, nos besamos y nos dimos la mano, nos miramos fijamente a los ojos y tras un largo beso me dijo:
- Que rápido y que fuerte.
Le pregunté que había sido rápido y fuerte y me contestó.
- El sentimiento.
El brillo en mis ojos estalló, la besé y la abracé tantas veces como pude antes de despedirnos y de concretar una cita para ir a su casa al dia siguiente a dormir.
Durante ese dia, un soleado jueves, mi mente me jugó malas pasadas. El apetito desapareció, los nervios hicieron que en el trabajo no atinase una, un desproposito de dia.
Al llegar la tarde y el momento de vernos, las ganas por tenerla en mis brazos eran totales, nunca había tenido una sentimiento tan rápido y tan fuerte. Ella tenía razón, había sido muy rápido y muy fuerte.
Apareció en su bici, nos besamos y subimos a su casa.
¿Que te apetece cenar?
Nada, quiero que estemos abrazados. - contesté
Puso dos copas de vino blanco y nos tumbamos en el sofá, abrazados, mirandonos a los ojos, sonriendo, contandonos cosas, volviendo a reir, besandonos, y dando de vez en cuando un trago a la copa.
He de decir que jamás había sentido tanta atracción por una persona, jamás me había sentido tan agusto estando al lado de alguien, y lo mejor de todo es que parecia mutuo.
Tras estar cerca de hora y media en el sofá, ya no tenia mucho sentido que estuviesemos allí.
Fuimos a la cama y allí seguimos desnudandonos, besandonos, conociendonos.
La desnudé, le besé el cuello, el pecho, lamí sus labios jugueteando con su lengua, y seguí bajando hasta que llegué a su sexo.
Disfruté de ella e intenté hacerla disfrutar.
Pasados unos minutos, me subió la cabeza y me arreó el beso más pasional que me había dado hasta ese momento.
La ayudé a desnudarme, me la cogió con la mano y se la metió.
Me encantó sentirme dentro de ella, moverme ligeramente mientras con mis manos sobre su cuerpo mientras le daba ligeras embestidas hacia el cabecero de la cama.
Al acabar, seguimos besandonos, era ya de madrugada y yo al dia siguiente me levantaba a las 5 para ir a trabajar.
Ambos dormimos abrazados y besandonos.
A la mañana siguiente me levanté para ir a trabajar, me aseé, me vestí, le di un beso de despedida y me fui a trabajar.
Durante ese dia y el siguiente seguimos enviandonos mensajes, algunos de ellos preciosos.
Justo ese fin de semana ella se iba de viaje durante una semana, yo pensé en no agobiarla mucho y que fuese ella la que me escribiese.
Al segundo dia algo me decía que la cosa no iba bien........
No me escribia casi y se le notaba distanciada. Esa semana la pasé fatal, estaba enamorado, ella se había ido en el mejor momento y encima parecia distanciada.
Volvió un sabado noche, hablamos y quedamos para vernos el lunes. Sus mensajes habían recuperado algo de calidez, pero algo no me olía bien.
Llegó el lunes y al vernos nos besamos y nos dimos un abrazo, pasamos una bonita tarde en la orilla de la playa, tomando unas cervezas y charlando del viaje y de temas varios. Estuvimos besandonos toda la tarde.
Llegado el momento, fuimos a casa y me comentó que preferia que no subiese porque iba a descansar. Le comenté que no pasaba nada, que me conformaba con haberla visto y haber disfrutado de ese momento junto a ella.
Nos besamos y nos despedimos.
Esa fue la última vez que la vi.
Al llegar a casa le envié un mensaje cariñoso por el que no recibí respuesta. Tras varios dias sin saber de ella, le escribí un mensaje preguntandole si estaba bien y si tenía algún problema conmigo.
Me dijo que ella no quería relaciones serias y que lo nuestro empezaba a serlo. Me apreciaba y notaba que estaba enamorado de ella y no queria hacerme daño ya que lo que ella quería era conocer gente y explorar.
Podía imaginar que algo así sucedería, y tampoco era tanto tiempo el que habiamos pasado juntos como para estar loco por ella. Pero había sido un tiempo de calidad, un tiempo disfrutado plenamente y en el que no habiamos tenido ningún tipo de problema.
Cosas del amor.