Show para albañiles
Sam es una pequeña zorrita que le gusta provocar a los albañiles.
Una más de mis pequeñas aventuras, esto sucedió hace un tiempo, cuando yo tenía 18 años. Adolescente delgada, alta y de cuerpo pequeño, pechos pequeños y un culo redondito, para que se den una idea, soy más o menos como Gina Valentina, actriz porno, pero más alta.
Iniciamos.
Uno de nuestros baños necesitaba un poco de mantenimiento y aprovechando mi madre quería hacer unas pequeñas remodelaciones en él, por lo que había contratado a unos albañiles que ella ya conocía para que trabajaran ahí. En ese entonces yo iba a la escuela en turno vespertino, y mi mamá salía de casa al rededor de las 8:30 a 9:00 am. Es decir que en las mañanas yo estaría a cargo de supervisar que todo fuera bien, el hecho de que los trabajadores solamente estarían en el patio talvez era el motivo por el que mi mamá no se preocupara por mi, bueno de vez en cuando entrarían a la casa para sacar alguna que otra herramienta, pero sería muy rara vez, ya que el baño que iban a trabajar se encontraba en la parte trasera de la casa.
Y aquí es donde inicia todo...
Era un día lunes, estaba en mi cuarto dormida ya que me había pasado gran parte de la noche anterior avanzando en un proyecto, mi mamá entró a mi cuarto para despedirse y pedirme que estuviera pendiente, realmente estaba un poco dormida por lo que no entendí bien lo que había dicho. Pasaron unos minutos desde que se fue mi mamá y sali de mi cuarto para ir a la cocina a preparar algo de café, estaba alistando todo cuando derrepente entró un hombre que rondaría los 30 años, cuando lo vi me asusté un poco, ya que según yo estaba sola.
- Hola, perdón que te moleste solo paso a sacar unas cosas que guardamos aquí. - dijo el hombre.
Sam: Claro, no hay problema, tu pasa. - había olvidado que los albañiles llegarían esa semana.
Segui haciendo mi café para poder iniciar mi día, ya que aún no estaba tan despierta que digamos, el albañil seguía en la cocina, estaba detrás mío, al parecer buscaba algo, yo solo lo veía a través del reflejo de la ventana, pero me di cuenta que solamente estaba dando vueltas y que me estaba viendo el culo, fue cuando me di cuenta de lo que pasaba. NO PUEDE SER, no me había cambiado de ropa, aún seguía con mi ropa de dormir de 2 piezas, en ese momento llevaba puesto una blusa de tirantes delgada que me llegaba a mitad de nalgas, y no traía nada de short, solo un pequeño calzón, nisiquiera tenía sostén. MIERDA, vaya espectáculo que le estaba dando a ese tipo, me di la vuelta rápido, para que dejara de verme el culo, pero ahora su mirada se colocaba justo en mis pechos. POR LO MENOS DISIMULA, HIJO DE PUTA (dije en mi mente). En ese momento salió al patio donde habían otros 2 tipos, los cuales se veían menores al otro, en ese momento me fui rápidamente a mi cuarto para ponerme más ropa. En el resto de la mañana no pasaron más cosas, solo que de vez en cuando los otros me quedaban viendo y escuchaba sus risas, SEGURAMENTE ESE CABRON YA LES CONTÓ DEL SHOW QUE LE HE DADO. Segui con mis actividades, me puse a lavar un poco de ropa que tenía, no quise salir al patio a tender, por lo decidí colocar las prendas en una ventana. Ya iban a dar la 1 p.m. así que tenía que meterme a bañar en el otro baño que teníamos disponible, en eso escucho la voz de uno de ellos, salí a ver que querían, era uno de los jóvenes el cual no tenía playera, pude ver su cuerpo en buena forma, debo aceptar que me gustó mucho esa vista jajaja
- Hola oye lo que pasa es que el aire está tirando la ropa que pusiste en la ventana, mejor te la entrego, unas cayeron aquí afuera y otras ahí adentro.
En sus manos tenía 2 prendas, que casualmente eran ropa interior mía, le agradecí y me metí al baño.
¿QUIEREN JUGAR A ESTE JUEGO? YO TAMBIEN PUEDO HACERLO, me dije a mi misma, sabiendo que me gusta el tema de provocar a los hombres. Termine de bañarme y salí solamente con mi toalla puesta, la acomode de modo que me quedara a mitad de muslos, y salí directamente a la sala, disimuladamente giré mi mirada hacia la ventana que da vista al patio, y pude ver a 2 de ellos que me veían, no los culpo en la parte de abajo, solo faltaban centímetros para que pudieran ver mis nalguitas. Estuve unos minutos dando vuelta ahí y me metí a mi cuarto, este juego me estaba gustando y más aún porque me sentía deseada por esos 3 babosos, sentí una ola de calor recorrer mi cuerpo por lo sucedido, me sentía bien y quería aún más, me coloqué uno de mis cacheteros con encaje que tengo, en mi cuarto tengo mi ventana que da vista al patio, así que sin pensarlo me puse de espaldas a esa ventana y me saque la toalla, era más que obvio que mi calentura había llegado un poco lejos, solo pensé en esos 3 tipos espiandome, viéndome de pie frente a ellos, dándoles la espalda, y una buena vista de mis nalguitas cubiertas por un sexy cachetero de encaje color negro, no pude resistir más, tomé nuevamente la toalla, me tape y me dirigí nuevamente al baño, metí mi mano en mi entrepierna, con mis dedos pude sentir que estaba mojada, estaba tan excitada por lo que estaba pasando, así que comencé a frotar mi vagina con mi mano y después a meter mis dedos en ella, con mi otra mano cubría mi boca para que no me escucharan, pero en el fondo quería que si lo hicieran, que si me escucharan, que escucharan mis gemidos y supieran que me estaba masturbándo en el otro baño, quería que supieran que me masturbaba a causa de ellos 3. Pero seguí cubriendo mi boca, no tarde mucho para que tuviera un orgasmo que casi me hace caer al piso, mis piernas empezaron a temblar muy fuerte y mi mano se estaba empapando de la corrida que estaba teniendo. Como desearía que en esos momentos entraran al baño y me vieran así, salió esa Sam Puta que tanto le encanta coger, deseaba tanto que esos 3 entrarán para que me cogieran a su antojo.
Me senté en el piso y comencé a calmarme, me moje mi cara, la cual estaba más que roja, parecía un tomate de lo ruborizada que estaba, una vez que estaba más calmada volví a salir con mi toalla puesta, esta vez cerré mi ventana y cortinas para seguir cambiandome. Eran casi las 2 p.m. cuando mi mamá llegó, en su trabajo le daban 2 horas de comida, de 1:30 a 3:30 así que salí de mi casa con destino a mi escuela.
Aquí termina la primera parte de este relato, espero les haya gustado y saben que pueden dejarme su opinión en mi correo. tarvix321@gmail.com
Después les seguiré contando las demás partes de mis aventuras con estos 3, muchas sorpresas están por surgir.
Besitos.