Show en Cam Four... (Parte 1)
He visto que los relatos cortos y con más contenido erótico están teniendo mejores resultados, es por eso que he decidido hacer unos relatos breves para complacerles; no obstante no dejaré de escribir sagas, sólo pido tiempo y que disfruten esté escrito.
Show en Cam Four… Parte 1.
Creo muchos han de conocer esa famosa página dónde transmiten de diferentes partes del mundo hombres, travestis, transexuales y mujeres desnudos/desnudas, masturbándose, teniendo sexo anal, vaginal, oral, orgías, tríos y demás placeres sexuales; bueno yo tengo un perfil el cuál creé para poder comentar a diferentes “modelos” en sus chats lo ricos y sabrosos que se ven, para admirarles sus cuerpos, sus vergas ricas, entro más en la sección mexicana, pero también me gusta ver a los europeos que son más atrevidos que los mexicanos; nunca he transmitido; bueno sí, sólo una hora tal vez dos, a lo mucho tres; pero hice un show bastante extenso con alguien que jamás imaginé.
Mauro es el esposo de mi prima, tiene 38 años, güero de ojos azules, barbón y velludo de piernas, brazos y pecho; de ahí también, pero aún no especificaré esa parte; mide un metro ochenta y siete centímetros; mucho más alto que yo; rollizo, no es de cuerpo de gym, pero se mantiene macizo, manos rasposas, se le marcan las venas de los brazos y sus pies, umm… que ricos pies tiene, calza del 9 Mx , se le marcan las venas de los pies y son pies bonitos; soy fetichista de pies y del sudor; bueno la cosa es qué me gusta mucho, es un hombre maduro como me gustan, tengo 18 años recién cumplidos y soy gay de closet; me mantengo a línea de ser discreto y no ser tan obvio con algunas cosas.
Mauro y mi prima tienen dos hijos, ella trabaja fuera de la ciudad y en fines de semana está en su casa con él y sus hijos; el día que pasó lo que pasó, yo quedé de hacer un trabajo a mi sobrino para su escuela, él no estaba, se había ido con su hermana a casa de sus abuelos a pasar la noche; pues al día siguiente no habría clases; él me abrió el portón de su casa; estaba en pantalón de mezclilla negro, playera azul y en chanclas.
Amablemente le dije, evitando verlo más; pues me excitaba con sólo mirarle. – Buenas tardes Mauro, vengo a terminar el trabajo de Eliot.
– A lo que me dijo sonriendo amable. – Buenas Tardes Julio; Eliot no está, se fue con mis suegros, también se fue Marina, mañana no tienen clases.
– Yo incomodado y molesto; por qué hacía calor y venir desde mi casa hasta la casa de ellos en autobús, es fastidioso; tratando de calmarme dije. – ¡Uy que mal!, ya sólo me falta unos detalles y queda todo, con eso de que el trabajo era para mañana.
– Mauro me interrumpió diciendo. – Pues si quieres pasa y aquí lo terminas, lo dejas aquí para que ya no des tanta vuelta.
– Apenado le dije. – Me parece bien.
– Me dio el paso y entre un poco apenado; para hacer amena la entrada a su casa, le hacia la observación del intenso calor de ese día, el bochorno que se sentía y lo insoportable que era andar en la calle.
Él me decía lo mismo, hasta que me excitó mucho cuando me dijo lo siguiente. – Hace bastante calor, incluso cuando escuche que tocaron, me tuve que volver a poner la ropa, pues estaba sólo en short, llegue todo sudado.
– Me quede estático, mudo y mi mente comenzó a fantasear con él.
Al entrar a la casa me dijo. – Pasa, está el escritorio por si quieres trabajar ahí o la mesa del comedor, estaré en la sala viendo la tele.
– Sonreí diciendo. – Muchas gracias, en el escritorio estaré más cómodo.
– Él se fue a la cocina, mientras yo sacaba la laptop del maletín y el cargador.
Regresó él con un vaso de agua de horchata y me dijo. – Me imagino que tienes mucha sed, te traigo agua y la jarra la dejaré fuera, cualquier cosa estaré en la sala.
– Sonriendo sostuve el vaso y dije. – Gracias, sí.
– Él se fue a la sala a ponerse cómodo para ver la tele y yo me puse a finalizar el trabajo; un vídeo de historia, que me quedó excelente, mi sobrino obtuvo diez y exentó el examen bimestral de la materia; como únicamente eran unos detalles, me apuré y termine antes de lo planeado, luego de revisarlo detenidamente si había un error o algo, me dispuse a grabarlo en un CD.
En lo que estaba terminando de grabar, me puse a revisar mi Facebook, lo primero que me apareció fue el estado de “Teo” ; un tipo de 34 años peludo que conocí en cam four ; su estado decía así, “Transmitiendo desde mi cuarto, sudado y por sacar leche”; de ver eso, inmediatamente me metí a la página con mi nickname y a disfrutar de verlo.
Comentaba y comentaba, sintiendo como me erectaba y se me humedecía el bóxer del precum que se me salía a chorros grandes; lubrico mucho, demasiado; discretamente me metía la mano por el cierre y me tocaba mi pene tibio y baboso; el calor y ver a ese tipo desnudo sudando, me estaba calentando más.
Cuando de pronto escuché la voz de Mauro decir. – Julio me voy a bañar, cualquier cosa me esperas, no respondas al teléfono, en unos minutos estoy listo.
– Estaba nervioso, lo único que me separaba de él era el pasillo donde está el estudio y su habitación; me detuve un poco; no quería tocarme más, sino luego como me bajaba las ganas.
Unos minutos después, Mauro se venía acercando con la toalla envuelta en la cintura y sentí más calor en mi ser; verle el pecho velludo, sus tetillas rosadas rodeadas de vello güero; sus piernas torneadas y sus pies descalzos con las venas marcadas me hicieron excitarme más y más.
Él apenado me decía. – Se apagó el boiler y debo prenderle, disculpa.
– Apenado sin mirarle mucho le respondí. – No hay cuidado, es tu casa.
– Más apenado me puse al regresar mi vista a la pantalla de la lap y ver que estaba en la página del hombre que se estaba masturbando.
Apenado la minimicé y me di cuenta que el vídeo ya estaba listo; el disco lo tome lo puse en un sobre y le puse el nombre de mi sobrino para que no hubiera problemas; una vez terminado lo deje sobre la mesa; él no se había percatado de lo que estaba viendo, aparentemente.
Nuevamente al verlo regresar, sin mirarlo le dije. – El vídeo lo he terminado y he dejado el CD aquí.
– Él me dijo apenado. – Bien, espera buscaré mi cartera y te doy dinero.
– Cuando dijo te doy, luego, luego pensé; “Dame por todos los hoyos que tengo” ; pero me contuve.
– Sonreí y le dije. – Bien, aquí espero.
– Dándome la espalda me dijo. – Pero primero déjame ducharme rápido sale.
– Le dije apenado. – Sí, sí claro.
– Se metió a su habitación a bañarse; yo me quede saboreando su espalda y tratando de controlarme mis ganas y deseos de estar con él.
Sintiendo una incomodidad extraña y rara en mi pene; caminaba y entraba al medio baño que se encuentra en la sala, me fije y me daba cuenta que estaba muy mojado; de tan mojado que estaba, se me habían pegado mis vellos en mi pene y era incómodo y molesto; me lave colocando mi pene semi-erecto en el lavamanos, le comencé a echar agua tibia y luego lo sequé; en lo que me acomodaba, no dejaba de recordar el cuerpo de Mauro, su pecho velludo y sus pies venosos; tratando de imaginar como era su pene; mi lujuria e instinto sexual podían más.
Salí del baño con mucho cuidado y cruzaba el pasillo para meterme a su recamara; estando ahí veía la ropa de él en el suelo, su playera sudada, su bóxer igual y sus calcetines; cómo él seguía bañándose, tomé su ropa y la comencé a oler; su bóxer olía delicioso, un sudor exquisito, incluso en la parte del pene, olía a orín y tenía un poco de mucosidad, la olí para luego con la lengua lamerla poco a poco; luego pasé con sus calcetines, olían a sudor, a pies de hombre, umm… de recordar me excito más; luego su playera, la tome y la olí profundamente, disfrutando de su sudor mezclado con perfume y desodorante.
En eso, salió él del baño y al verme muy enojado me dijo. – ¡¿Qué verga te pasa?! ¡Pinche enfermo!
– Muy apenado tiré la ropa diciendo. – No era mi intención, disculpa, disculpa, ya me voy.
– Me salí temblando, asustado y como de rayo, comencé a guardar mis cosas; para el colmo mi computadora no se podía apagar y por los nervios no sabía qué hacer.
Él en toalla, mojado salió diciéndome. – No te vas, de aquí no te vas.
– Asustado no lo miré a los ojos y le dije. – Disculpa, no fue intención hacer eso.
– De reojo veía que apretaba su puño derecho y pensé; “prepárate para recibir un buen derechazo por parte de él”.
Cuando de pronto con su otra mano me la colocó en el hombro diciendo con esa voz varonil. – Vi que te gusta ver hombres masturbarse, ¿se te antoja verme a mí?
– Su pregunta me desconcertó y más en el tono de voz algo lujuriosa.
Avergonzado intentaba pasar diciendo. – No, discúlpame, eres el esposo de mi prima, eso no debe ser.
– Él sonriendo me decía mientras poco a poco se quitaba la toalla. – No he cogido con ella desde hace tiempo, ando ganoso, me masturbo casi a diario y tengo dos días sin descargar mis huevos, antes de que llegaras me lo andaba jalando, necesito descargarme; cómo dicen, “en tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera” , así que anímate.
– Yo haciéndome de la boca chiquita. – No, no, cómo crees, no, eres mi primo político y te conozco desde hace varios años, no manches.
– Tiro la toalla al suelo y ¡oh dios!, ¡vaya que gran pene tenía!, sin duda a pesar que estaba flácido aún, estaba peludo, sus pelos eran rubios, el escroto tenía unos más claros que los que rodeaban el pene; tenía unos testículos bastante voluminosos, el color del escroto era rosadito; como el de sus tetillas; su pene se torneaba de color rosado más intenso, sin llegar a rojizo.
Sin duda un hombre varonil y muy atractivo; cada centímetro de sus piernas eran cubiertos de vello; sus manos rasposas varoniles me encantaron; muy nervioso tragaba saliva sin dejar de mirar su miembro que comenzaba a erectarse.
Él me decía apretándome el hombro. – Vamos Julio, demos rienda suelta a este momento, todo quedará entre nosotros.
– Lo debo admitir, tenía pena, pero como decirle no a esta oportunidad.
Él me tomo la mano, la puso sobre su pecho velludo húmedo, la deslizo poco a poco y me dijo con esa voz de entre deseo y nervios. – Agárralo, juégalo y mámalo.
– Estaba por comenzar hacer lo que me ordenaba, pero le dije mirándole a los ojos. – ¿Te parece si hacemos un show y cobramos por ello?
– Intrigado pregunto él. – ¿Cómo?
– Nervioso y con el corazón acelerado por el deseo de estar entre sus brazos, le expliqué de forma rápida pero entendible como estaría el asunto.
Él sin pensarlo dos veces me respondió. – Sí, pero nada de mostrar caras, si quieres la tuya sí, pero la mía no.
– Le dije sonriendo y mordiéndome el labio. – Bien, pero en un lugar cómodo.
– Él me decía mientras levantaba la toalla del suelo. – En mi recamara, la cama es King size se podrá ahí.
– Una fantasía se estaba por cumplir, que me cogiera él en la misma cama dónde tiene sexo con mi prima, ¡fantástico!
Al ingresar a la página y comenzar a transmitir, ambos estábamos nerviosos, tanto que nuestros penes estaban flácidos; tuve que desnudarme rápido quedándome únicamente en un bóxer de licra color amarillo.
Él me decía mirándome deseoso. – Estarás flaquito, pero tienes nalga, las tienes escondidas, pero si tienes buena nalga, flaquito y definido como una mujercita.
– Me sonrojaba un poco y me sentía soñado; pues no podía creer aún que eso estaba pasando.
El primer estado que puse en la cámara fue, “acción a las 50 fichas” ; mostrándonos únicamente de cuello para abajo, él me decía. – Vamos comienza a excitarme.
– Lo miraba, nervioso le decía. – ¿Seguro?, espero todo quede en secreto.
– Me sonrió diciendo. – Sí, todo en secreto.
– Su sonrisa fue la detonante para que comenzara a tocarlo con mi mano derecha, mientras me tocaba yo con mi mano izquierda.
Acariciar su pecho y abdomen velludo me encendía mucho, me hacía vibrar demasiado; en un instante obtuvimos las 50 fichas y varias peticiones de que comenzáramos con el show.
Nervioso Mauro me decía. – Pues a comenzar.
– Antes de iniciar, cambié el estado así como el límite de fichas, de 50 a 100, el estado era el siguiente; “Oral en 100 fichas”.
En menos de tres minutos ya teníamos el limite logrado y un usuario escribió; “Cabrón estando al lado de ese macho ya lo hubiera deslechado desde hace rato” ; a ambos nos causó risa, Mauro me comenzaba a acariciar la espalda y me empezaba a retorcer de placer.
Su mano rasposa comenzaba a tocar mis nalgas diciéndome. – Ya quítate el bóxer y comencemos.
– Lo obedecí y cambié el estado a “500 fichas y tenemos sexo” ; había usuarios de diferentes partes del mundo, mandaban de 10, de 20, incluso de 5 fichas; pero hubo alguien que mando 200 fichas pidiendo que nos besáramos.
Únicamente habíamos acordado sexo, pero nada de besos; nervioso le dije. – Piden besos, ¿Qué hacemos?
– Mauro me sonrió, se incorporó a mí diciéndome. – Sube a dos mil fichas y les complacemos.
– Dudando que llegáramos a la meta hice lo que pidió.
Luego de tocarlo y excitarlo demasiado, su pene estaba erecto, muy erecto, tanto que la cabeza de su pene parecía una fresa invertida de lo roja que estaba; estaba lubricada y se le veían las venas gruesas y abultadas de la cantidad de sangre que tenía; sí, era la primera vez que tenía frente a mí una verga gruesa, cabezona y con una erección de 10, qué digo 10, de mil.
Sin tapar la cámara y obstruir la vista, le escupí bastante saliva, la unte de la base a la punta y comencé a lamerla, besarla y saboreando su precum; él jadeaba y con su mano derecha me sostenía la cabeza guiándome y con la otra mano me apretaba las nalgas; ese manjar lo introduje poco a poco en mi boca y lo hundía hasta tocar mi campanilla, arqueaba y babeaba mucho, pero eso no me detenía a sentir lo caliente de ese miembro viril.
Él me detuvo diciendo entre jadeos. – ¡Mira, mira, hemos llegado a la meta!
– Me detuve; procurando no ser capturado por las fotos instantáneas para hacer promoción a la página.
Observé y sí, éramos la cámara más vista y el mejor show del momento; siendo las 5 y media de la tarde, habíamos obtenido la meta máxima y con casi cuatrocientos usuarios viéndonos y unos quinientos de observadores sin registrar en la página; para ser la tercera vez que transmitía, era un éxito total; sí me siento orgulloso de eso.
Mauro se acomodaba y me decía sonriendo. – Pues ya llegamos a la meta, ahora vamos a complacerlos.
– Mauro se me acerco sin que su rostro saliera en cámara y me besó.
Su barba me raspaba mis labios; eso no impedía que disfrutara del momento; Mauro me tocaba mi pene que estaba más mojado que el suyo; jugaba con él, mientras seguía besándome y mordiéndome los labios.
Entre jadeos me decía. – Se mi puta, se mi pinche perra puta, se mía.
– Yo disfrutando sus besos en el cuello y hombros le decía. – Sí, soy eso y más.
– Los usuarios eran más y más que apenas y logro recordar, recibimos varios premios por parte de usuarios con cuenta gold.
Mauro me miraba deseoso diciéndome. – Quiero clavártela por el culo.
– Yo feliz de la vida le dije. – Sí, pero no me vayas a lastimar.
– Mauro con voz quedita me decía. – Te lo meteré despacio mi putita.
– Sonreí y confiado me giraba.
Para serles sinceros, estaba muy caliente, ya me había olvidado de que estábamos transmitiendo en cam four; al girarme, con su barba me rosaba la espalda haciéndome retorcer de placer, erizando mi piel; con su lengua lamía mi espalda baja y mordía mis nalgas de modo que sólo se viera la boca de él y mis nalgas, pero nada más.
Él acomodaba la computadora para tener un mejor encuadre; con ambas manos me abría las nalgas y escupía como unas tres veces y con su mano derecha me la ponía en la boca diciéndome. – Escupe lo más que puedas, es más babea mucho.
– Obedeciéndole, hice saliva y le escupí la mano, para así usar mi saliva como lubricante en su verga enorme.
Sí quieren saber medidas, soy malo para eso, pero sí le calculo como unos 18 o 19 centímetros y como tres centímetros de grueso; como les dije la cabeza de su pene peludo era como una fresa invertida, una gran fresa invertida.
Mauro despacio jugueteaba con su lengua mi ano y metía poco a poco su dedo; gritaba de placer, gemía y apretaba la almohada con mucha fuerza; él se excitaba, sentía que comenzaba a sudar porque su frente al rozar con mis nalgas me las dejaba húmedas; sintiendo como se acomodaba para que me penetrará, me relajé lo más que pude y respiraba con calma; su cabeza me la comenzaba a meter poco a poco, sin problema alguno entraba, pero ya a mitad de tenerlo dentro, comencé a sentir mucho dolor y comenzaba a sudar; su verga estaba gruesa, muy gruesa para mi culo.
Él me preguntaba mientras yo pujaba de placer y dolor. – ¿Te duele?
– Respondiéndole jadeando. – Sí, me duele.
– Preguntaba. – ¿Te la saco?
– Yo le respondía adolorido. – Sí, sí por favor.
– Sacaba su verga y él me miraba el ano diciéndome un poco preocupado. – Te lastime un poco por qué tienes un poco de sangre.
– No me asuste, pero sí le dije adolorido. – No he tenido sexo desde hace como dos años, nunca lo he hecho sin condón, está es la primera vez en todo este tiempo que lo hago y mis análisis no han revelado ninguna enfermedad sexual, estoy limpio.
– A lo que Mauro agitado y sudado me decía. – Pues yo tengo la vasectomía así que no hay riesgo que te deje embarazada mi putita.
– Me giraba colocando su toalla en mi culo para no manchar la colcha y le preguntaba jadeando. – ¿Qué hacemos?
– Observaba el chat de mi perfil y veía que varios pedían que me cogiera.
A lo que les respondía. – “Me duele mucho cuando me lo mete, soy virgen por cicatrización”, “Falta de uso por eso me duele”.
– Sin dejar de estar erecto, él se masturbaba diciéndome. – Quiero cogerte, sentirte y dejarte mi leche en tu culo.
– Yo lo miraba lentamente, hasta que mi mirada se centró en sus pies.
Esos pies con venas remarcadas, me llamaban, me incitaban a ser lamidas; le sonreí diciendo. – Dame tus pies, tengo fetiche por el sudor y por los pies, tus pies me gustan, quiero lamerlos.
– Mauro acomodándose me decía. – Eres un pinche putita lujuriosa y ganosa.
– Me ponía sus pies en mi pecho diciéndome. – Son tuyos putita, trágatelos.
– Y como fue, tome sus pies, los olía y lamia poco a poco entre cada dedo; los usuarios y visitas aumentaban, más regalos nos daban y más orgulloso me sentía.
Lamia las plantas de sus pies, en lo que él se masturbaba y tocaba sus tetillas; sus piernas velludas las apretaba, besaba con mucha ansia y desesperación; ¡qué puedo hacer, me encantan las piernas velludas y los pies así, son mi debilidad y con esas manos puff, peor!; sus pies son perfectos, pareciera que los esculpieron para sostener todo ese hombrezote.
Él quitaba sus pies y bañado en sudor me decía. – Lame mi sudor, es tuyo.
– Yo encantado, me encime en él y lamía el sudor de su barba, su cuello y sus axilas.
Que olían a jabón; todo él estaba muy rico; la pila de mi laptop estaba muriendo, llevábamos el show más largo ya eran casi las 9 de la noche.
Él me decía jadeando. – Tengo que penetrarte.
– A lo que le decía mientras le besaba sus tetillas. – Pero me duele mucho cuando lo haces.
– Fue ahí cuando se me ocurrió una idea fenomenal; como mi pene estaba poniéndose flácido, lo agarre de la punta, lo jale hacía dentro; cómo si fuese hacerme una auto-penetración y lo apreté entre mis piernas; ocultando mi pene, dejaba ver únicamente los vellos púbicos que tenía, así como un poco de mi escroto.
Al estar así él me miraba con unas ganas y saboreándose me decía. – Así pareces una mujercita, delgadita y bien lujuriosa, así te cogeré sabroso.
– Su cuerpo lo dejo caer sobre mí, introdujo su pene en entre mis piernas y comenzó a moverse como si estuviese penetrando una vagina.
El límite máximo habíamos alcanzado; habíamos ganado entre él y yo treinta mil dólares, siendo este uno de los pocos shows mexicanos que han ganado tanta cantidad de dinero en una sola función, obvio partes iguales se repartirá; me quedaba sin pila y automáticamente la laptop se ponía en hibernar, quedando así el show a medio terminar; no nos habíamos dado cuenta, pues entre sus besos, nuestros jadeos, nuestra intensidad, ambos nos dejábamos llevar por ese grato rato de lujuria.
Siguiendo con esa penetración, me decía jadeando. – Me voy a venir.
– Yo le respondía jadeando. – Dale, échamelos así como estamos.
– Él quería venirse en mi culo, pero no le dio tiempo de moverse, pues en un empujón con su verga caliente y venosa, comencé a sentir el semen caliente salir a chorros.
¡Estaba muy cargado, me dejo embarrado de su leche, parecía yogurt hirviendo, estaba muy espeso su semen y muy rico por qué probé un poco!; posteriormente a que él terminara, me saque mi pene y segundos después igual eyacule, no mucho, pero sí eyacule con gran placer.
Luego de un breve descanso, ambos nos bañamos; acordando que nada de esto sería mencionado y que el dinero ganado se dividiría en partes iguales una vez que fuera cobrado; nos secamos, vestimos y dejamos la habitación como si nada hubiera pasado; la toalla había sido lavada y puesta a secar; orgulloso me sentía por cumplir mi fantasía sexual y por haberla realizado en la cama dónde noche a noche duerme con mi prima.
De las pocas veces que cogí cuando era menor de edad, está había sido la que más me había dejado exhausto pero satisfecho por cumplir una fantasía que desde tiempo atrás venía imaginando; me fue a dejar a mi casa, inventando una buena excusa obviamente ayudado por él.
Nos besamos en su carro y suspirando él me decía. – Ojala se repita y esta vez te tragues mi leche.
– Sonreí diciendo. – Claro que sí, se debe repetir.
– Otro beso me dio y dijo. – Bueno pues ahora sí, que descanses y pases buena noche, sueñas con los angelitos; me siento muy cansado, llegaré y dormiré mucho.
– Me despedí de él y me bajé de su carro; no sin antes tocarle su pene que estaba semi-erecto.
Han pasado casi 2 semanas de ese encuentro y espero con ansias poder volver a repetirlo, nunca me habían penetrado así, me gusta y pensaré en tal vez algún día en cambiar de sexo; espero les haya gustado, prometo regresar con otro relato de mis show´s en cam four, hasta entonces.