Shirly Hot House capitulo 2

El capitulo dos de la novela: Shirly hot House, que cuenta los avatares de una familia muy promiscua, dentro de una trama de suspenso llena de sexo hetero, grupal, bi, les y gay, que aran que el lector no podra dejar de masturbarse con las inimaginables esenas, más pervertidas

Capitulo 2

(Mamá coge en el cuarto)

Estando en la casa después de la boda, el problema se presentaba por la manera en cómo le dirían a los hijos de ella que estaba casados, y pensaron juntos hasta que decidieron  que la manera más fácil era, andar sin rodeos, más o menos a esa hora ambos hijos llegaban a la casa del colegio, la pareja de recién casados los espero sentados en el sofá del living y la impaciencia por comenzar su noche de boda era tal, que no pudieron evitar, besaban y se hacían arrumacos. Cuando ambos hijos entraron, se asombraron, pero Davis fue el más sorprendido,

—¿Quién es este hombre?, y ¿qué hace besando té?, -enfurecido pregunto Davis, con un tono agresivo-,

Shirly se levanto, sumisa, con su cabeza baja, por tantos años que le había dejado creer a Davis que era su propiedad, temiendo su reacción le hablo con una voz suave.

—Es mi esposo, -le contesto ella-,

Algo que lo dejo helado a Davis, Sophia en cambio salto de alegría dando un alarido y un abrazo fuerte a su madre diciéndole.

—Te felicito mamá… te lo mereces…, -exclamo Sophia-, ya era tiempo que formaras una nueva pareja…

—Gracias hija, -le respondió ella-,

Sophia lo miro a Cristopher y al igual que a su madre le dio un fuerte abrazo, y como si fuera un accidente él roso con sus manos los pechos de ella e intencionalmente al querer rodearla con sus brazos le paso las manos por su cola, pensó él: «¿que buen cuerpo tiene?, ¿tan lindo como el de su madre?»,

—te felicito…, hacen una muy linda pareja, los dos son atractivos, sexys y jóvenes…, -dijo ella, pero pensaba: «me alegra que seas el marido de mi mamá, así este potro no andará libre por allí… ¿y quizás en algún momento... deje que me monte un ratito?»-.

—Muchas gracias eres muy alegadora que me recibas con tanta efusividad, -respondió él, «¿y lo que más me gusta?, es que me sacudas las tetas delante de la cara».

Shirly miro a Davis, se notaba su ira carcomiéndolo por dentro incapaz de sentir alegría por el hermoso momento que estaba viviendo su madre.

—¿No nos vas a felicitar…?, -dijo Shirly, Ironicamente-.

Él se quedo mudo, no podía decir una sola palabra, pero Cristopher sabía muy bien lo que debía hacer para encender la mecha  que hiciera explotara toda su bronca, extendió muy amablemente su mano y le dijo.

—mucho gusto Davis…, -lo sobraba colocando una sonrisa falsa en su rostro-, gracias por cuidar todos estos años de esta preciosura, -«…y mantenerla bien excitada, para que pueda venir a cogérmela sin que oponga resistencia…»-.

Eso sólo basto para que reaccionara, con toda la ira que tenia dentro.

—como se atreve a venir a mi casa, y tocar a mi madre … no es bien venido… lo quiero lejos de aquí, -dijo Davis-,

De inmediato se interpuso Shirly y lo enfrento, como nunca lo había hecho antes.

—No le hables así… él es mi esposo y lo amo mucho, -dijo ella-

—¿pensé que había algo entre nosotros?, -dijo Davis-,

—lamento que te hayas confundido, lo único que puede haber entre nosotros es una relación de madre e hijo…, nada más, -le contesto-,

—Tú sabes lo que siento por ti…, -decía Davis-, ¿Por qué me ocultaste que estabas saliendo con ese hombre y que te ibas a casar?,

—No lo oculte… lo conozco desde hace una semana…  ayer me propuso matrimonio y hoy lo llevamos a cabo…, -le respondió ella-, no tuve tiempo de contárselo a nadie…

—Algo que se hace a las apuradas no normal, no es correcto…, -le dijo él-, no lo acepto… y no lo quiero en mi casa…

—Pero, ya está hecho, -dijo Cristopher-, y lo tendrás que aceptar quieras o no… ahora yo soy el hombre de la casa.

—estoy hablando con mi madre, -le respondió intentando ignorarlo-,

—De todas formas no lo quiero en mi casa…, -dijo él-, estará casado contigo pero se tendrá que ir a vivir a otro lado, -dando muestras del poder que ejercía.

Shirly volteo a verlo a su esposo y se rio, y se dieron un besito en los labios felicitándose mutuamente por algo.

—¡Eres tan predesible!, -dijo ella-, y pensé que esto iba a pasar, así que antes de casarnos firmamos un acuerdo patrimonial a donde le traspaso todos mis bienes a él, y como ninguno de los dos ha sido reconocidos por su padre biológicos, acepte que él los adopte como sus hijos..

—¡Eue!!! Eso no lo permitiré… tú no puedes hacer eso…, -le respondió él-

—claro que si, tu padre y el de ella no los reconocieron… así que él al casarse conmigo los adopto… -le dijo ella, así que le perteneces a él.

—Eres una maldita zorra…, -dijo él impotente por lo que ella le estaba diciendo-.

Le dio una bofetada y salió de allí, atravesó el comedor, la cocina y salió por la puerta trasera tomo el auto de su madre y se marcho, mientras que Cristopher le gritaba,

—ben aquí y discúlpate con tu madre.., eres un maldito cobarde…

Cristopher volvió al living y la abraso a su esposa

—¿estas bien mi amor?, ¿no te lastimo?...

—Déjalo… esta ofendido… si le hacemos caso nos arruinara nuestro momento, -y se le acerco a decirle al oído-, y todo esto me a excitado mucho más de lo que estaba.

—Tienes razón, -dijo él-,

—¿Donde pasaran su noche de boda?, -pregunto Sophia-,

—acá, el pensó que ustedes se deben acostumbrar a vernos y oírnos cuando estamos juntos, -le respondió ella-,

Sin más lo tomo a Cristopher de la mano y se lo llevo a recorrer la casa, aunque no era una mansión tenía cinco habitaciones, cuatro en la planta alta de la casa, y una en la planta baja para huéspedes, cinco baños, un despacho donde ella solía ocuparse del trabajo que llevaba a la casa, y una gran habitación donde Davis tenía muchos instrumentos ya que se dedicaba a lo música en sus tiempos libres, al tiempo que Shirly y Cristopher estaban en el recorrido por la casa Sophia fue a hablar con su hermano, tomo el celular y lo llamo.

—¿Cómo estás?... Davis, -dijo Sophia-,

—mal… nunca pensé que Shirly me aria esto…, -le respondió él-,

—esto… ¿casarse y formar pareja con un hombre?—, -le pregunto ella-,

—si… esto… no conocemos a ese individuo… no me agrada… parece un vividor…, -le dijo él-,

—a mi me agrado… me pareció simpático, muy divertido y creo que te hará bien a ti y a mamá, -le dijo ella-,

—a mi… ¿cómo me hará bien?,

—te estabas olvidando de que ella es tu madre y no tu esposa…, -le dijo ella-,

—nos amamos de una forma distinta yo lo sé, -contesto él-.

Pero un ruido distinto, extraño que jamás habían escuchado en la casa la hizo mirar hacia la ventana de la habitación de su mamá, eran gemidos y alaridos de pasión, que bajaban uno tras otros y se metían por la bocina del teléfono.

—¿Qué es eso que se escucha detrás de ti?, -pregunto Davis-,

—Debe estar descargando años de no hacer el amor…, -dijo ella-, grita como una puta perra…

y mientras su hermana hablaba  se intercalaban frases que gritaba la feliz parejo.

—¡si… si… mi amor!!!, no dejes de cogerme… sigue así, nadie me ha hecho gozar más que tu… eres el único macho al que amo,

Ambos hermanos quedaron mudos, los gritos decían todo por si solos,  y ella agrego,

—te tendrás que resignar y acostumbrarte a verla y oírla con un hombre cogiendo.

—Nunca, les demostrare que ese hombre es un desgraciado y se tendrá que ir de mi casa, -le respondió él-,

—ya escuchaste a mamá… él ahora es el dueño de todo y es nuestro padrastro, -le recordó ella-,

—Tú dile como quieras… para mi es, y será, un extraño, -le contesto él-.

Cuando vio que Sophia salió de la casa e irse a lo de una amigas para dejar que la pareja pase tranquila su noche de boda. Davis desidia entrar a hurtadillas, atormentado por escuchar los gemidos de placer de su mamá, él pensó que la mejor manera de combatirlos era molestándolos, así que fue hasta la habitación de los instrumentos y comenzó a tocar la batería lo más fuerte que podía y no paso mucho tiempo que Cristopher molesto bajo entro a la habitación y de muy buen modo le dijo,

—¿veo que volviste?... pero… por favor deja de tocar la batería,

A Davis no le molesto que le pidiera que dejara de tocar la batería, si no que entro completamente desnudo, mostrando sus músculos y sacudiendo descaradamente su enorme miembro, sin decirle nada más cerró la puerta, y se marcho a servirse algo de tomar de la heladera, Davis lo sitio por detrás y le dijo.

—eres un maldito mal educado… no te das cuenta que en esta casa viven personas civilizadas y dos mujeres decentes… espero que esto no se repita y que te pongas ropa para andar por la casa, -le dijo Davis-,

Cristopher lo miraba fijo, destapo la cerveza que tenía en la mano, le dio un par de tragos y sin previo aviso le arrogo la botella hacia donde estaba Davis, él la esquivo, y en lo que volteaba a ver el lugar que se había estrellado la botella, Cristopher se le fue encima, lo tomo por el cuello le puso contra la pared y lo elevo del piso,

—escúchame bien pequeño pervertido, yo soy el dueño ahora de esta casa, aré lo que quiera en ella, andaré desnudo por todos lados, porque me gusta, y me cogeré a tu madre en donde sea cuando tenga ganas, y tu no dirás nada… ¿entendido?,

Davis le sujetaba la mano intentándosela quitar del cuello, y lo único que pudo hacer fue mover la cabeza asintiendo,

—así me gusta…, -dijo Cristopher-, ahora limpiaras la cocina y no aras ni un ruido en toda la noche…, -muy soberbiamente dijo-,  las cosas han cambiado muchacho hay un nuevo macho alfa y si no te gustan las cosas como son, te puedes ir…. después de decir eso lo soltó tomo un par de cervezas de la heladera y se marcho. Davis limpio el suelo y recogió los trozos de vidrio, en silencio subió, entro a su cuarto sin prender la luz para que desde la habitación de su madre no se dieran cuenta que el estaba allí, se sentó en su cama a mirar por la ventana hacia la pieza de Shirly, ella estaba recostada desnuda sobre la cama y el sobre ella tomando sus cervezas y riendo, después, el dejo las botellas en la mesita de luz, separo las piernas de Shirly y vio como ese enorme pene la penetraba centímetro a centímetro muy lentamente, mientras no paraba de gritar y gemir, así fue el resto de la noche, hasta que él se quedo dormido.

El despertador lo levanto de un salto, bajo esperando que todo lo que había pasado la noche anterior hubiera sido un mal sueño, entro a la cocina, y como siempre la encontró a su mamá preparando el desayuno, vestida formalmente con su traje gris presta a ir al banco, su hermana desayunando, «entonces todo fue un mal sueño» pensó él, esbozo una sonrisa,

—ven Davis, siéntate y toma tu desayuno…, -dijo su mamá-,

Él se sentó, y en ese preciso instante apareció Cristopher, para arruinarle él día, casi semidesnudo, abrazo a Shirly y le beso en la boca, Sophia sonreía y le parecía simpático ver a su madre besando un hombre, Davis, los miraba y odiaba eso,

—Me cambio en un instante y te llevo al trabajo, -le dijo Cristepher al oído a Shirly-,

—Está bien mi amor, -le respondió ella-,

Él se retiro para ponerse algo de ropa,

—Algunas cosas van a cambiar en la casa, -les dijo Shirly a sus hijos-, él está orgulloso de su cuerpo y le gusta mostrarlo, así que tendrán que acostumbrase a verlo con poca ropa o nada, -les dijo ella-.

—¡Que bueno!!!, -exclamo Sophia-,

—A m,i me parece una falta de respeto a ustedes… es poco higiénico y desagradable que ande desnudo,

Shirly lo miro solamente y continúo diciendo,

—me alegro que te sientas cómoda Sophia… ya que me gusta la filosofía de vida que tiene Cristopher y deseo que no se molesten si tomo sol desnuda o ando por la casa sin ropa.

En ese momento interrumpió Davis con una ironía de su parte.

—Lo siguiente que nos dirás es que andarás teniendo relaciones por todos lados, -dijo sacando todo su enojo-

—intentare que no pase eso muy seguido… por que se que te molesta… pero si… tendremos sexo, porque es lo que hacen todas las parejas casadas…, -dijo ella-, pero intentare no molestarte con ello… ¿está bien?, -y agrego irónicamente-, porque se que no has tenido sexo jamás con una mujer, -le dijo ella, y los dos se quedaron viéndose-.

—Contéstale a tu madre, -dijo Cristopher-.

Que había escuchado la conversación desde la puerta de la cocina,

—está bien… intentare no molestarme si lo veo teniendo sexo, -respondió él-.

—Bueno chicas las llevo al trabajo y a ti Sophia al colegio, -dijo Cristopher-.

—yo la llevo al colegio todos los días a Sophia, -dijo Davis-,

—ahora tiene papá…, esa no es tu tarea…, quédate aquí y espera que regrese tenemos que hablar tu y yo, -le dijo Cristopher-.

Apenas se marcho con Shirly y Sophia, Davis se fue a vagar por allí, después paso por la escuela, y termino dando vueltas con sus amigos hasta que se hizo tarde y tuvo que regresar a su casa, él estaba feliz por haber desobedecido la orden de Cristopher, pero desde que piso la entrada de la casa comenzó a ver cosas distintas, faltaban muebles y había materiales de construcción,  cuando llego a su estudio de música vio que estaba vacía que no había nada allí, cuando se estaba dirigiendo a la planta alta se la cruzo a su hermana Sophia

—ahora me parece que metiste la pata, -le dijo ella-,

Él la miro, como ella hacia una risa burlona como si estuviera disfrutando lo que pasaba, entro a su cuarto y no tenía ninguna de sus pertenencias, sólo la cama y un overol sobre ella, él observo a través de la ventana y vio que su madre le estaba haciendo el sexo oral a Cristropher, así que decidió esperar que terminara para ir a hablar con ellos. Una vez que terminaron de hacer el amor, él fue e interrumpió en el cuarto de ella,

—¿Qué a pasado aquí?.... ¿Por qué han desaparecido mis pertenencias?—, dijo Davis, al tiempo que ellos continuaban recostados desnudos sobre su cama haciendo se arrumacos, Shirly, se levanto tomo la pequeña bata de encaje negro y se la coloco sin cerrarla, camino hacia él,

—Antes que nada, se dice, hola, -y le intento dar un beso en la mejilla-,

Él de inmediato saco su cara y la alejo con sus manos,

—No me toques con esos labios que han estado en su pene, -le dijo él, muy agresivamente-.

—¿Veo que nos has estado espiando?, -dijo ella-, no importa eso… solo debes saber que le has desobedecido una orden a tu padre, -y Davis la interrumpió-.

—Él no es mi padre, -dijo-,

—Ahora lo es… -respondió ella-, si no le quieres llamar así, dile Señor, Crestopher o Patrón… de todas formas él es tu dueño y cada vez que le desobedezcas tendrás consecuencias…  ¿está claro?, -le dijo-.

—si, señora, -respondió muy seriamente-,

—Ahora los dejo para que hable, -dijo ella, y se retiro de la habitación.

—Que linda puta es tu mamá, tiene una boca exquisita y disfruto cuando ella se come mi semen, -intentaba molestarlo-

—¿de qué quiere hablar conmigo?, ¿imagino que no es sobre lo bien que coge mi madre?...

—claro que no…, -dijo él-, como viste sobre tu cama hay un overol, he hablado con tu madre y pensamos que la mejor forma que drenes tu ira es con el trabajo físico, -le dijo él, muy soberbiamente-.

—¿Que pretende que haga?, -pregunto él-,

—are unas reformas a la habitación, ampliaremos el baño y colocaremos un yacusi… esas cosas que van a darle confort a mi estadía aquí…, -dijo Cristopher muy tranchilo-, y tu trabajaras en ese proyecto…, -haciendo muecas de alegría, se intentaba burlr de él-, ¿te gusta la idea?...

—¿Qué paso con mis instrumentos?, -le pregunto Davis-,

—Los vendí para comprar los materiales de construcción, -le respondió  Cristopher, con toda naturalidad-.

—No tenias derecho a hacer eso, -le dijo Davis-,

—Parece que no has entendido aún…, soy el amo y señor de todo aquí, yo gobierno la casa, a tu sexy madre, a tu linda y joven hermanita, y tu eres mi perra… ¿por si no te has dado cuenta?, -dijo Cristopher-,

—No te metas con mi hermana…, ni mi madre, -le dijo él muy acaloradamente-, ni ellas ¿ni yo te hemos hecho algo para que vengas a arruinarnos la vida?

—Tú vida se arruina…, -respondió Cristopher-, ellas son felices ahora… no tienen que soportar a un niño pedante con  Complejo de Edipo que cree ser un hombre…

—no soportare tus atropellos, -dijo Davis-,

—¿Qué aras?... ¿te enfrentaras a golpes conmigo?, ¿o te podrás a llorar como un bebito?, -dijo el burlándose descaradamente-,

Él bajo la mirada pensaba: «es mas grande y más fuerte que yo, ¿no hay forma que le gane físicamente si me enfrento con él?», Cristopher lo miraba desafiándolo, y sabía que Davis no era capaz de ganar en una pelea limpia, con lo cual él tenía la victoria y el control total de la casa sin mover un dedo.

—¿eso pensé?... no aras nada…, te exaltas demasiado, pero es en vano, -le dijo Cristopher-, aceptalo… tu complejo de Edipo están fuerte... Qué te crees el papá de Sophia, y el marido de tu madre, pero las has perdido a las dos… ¿Qué te entre en tu cabeza eso? ¿y que no se te olvida?

—eso es asunto mío, -le respondió-,

Lanzo una carcajada al aire, burlándose de él una vez más.

—¿Date cuenta muchacho?... ellas están casadas de ti… por eso me dejan hacer lo que quiero…

Cuando volvió al cuarto, Shirly, escucho las rizas de su esposo, se acerco a él con un vaso de Whisky en una mano y un cigarrillo en la otra,

—¡veo que se están entendiendo!!!, -dijo ella-,

—¿Ahora fumas?, -le pregunto asombrado-,

—Es un poco de mota, -le respondió ella-, ¿y después de coger me gusta fumar un poco?.

—antes de coger… ¿también te gusta fumar otra cosa?..., -dijo Cristopher, con doble sentido-,

—Caro mi amor… -respondió, mientras se reia picaramente-,

—¡Con razón que haces tantas locuras!!! ¡Estas drogada!!!, -le dijo Davis-,

—Más respeto jovencito… ¡aún son tú madre!!!, -dijo ella-, por más que se te para queda vez que me vez, -ella se estaba burlando también de él-.

—¿Le has dicho cual es la condición para que siga en esta casa?, -le dijo a Cristopher, mirando fijo a su hijo-,

—Te esperaba para que lo hiciéramos juntos, -le contesto él-.

Se hizo un momento de silencio, ella camino hacia la puerta la cerro y le hecho llave, Davis no entendía que pasaba, ella lo abrazo desde atrás, le dio una pitada al cigarrillo, y le exhalo el humo en la cara a su hijo, le paso el cigarrillo a su esposo, para poder refregarse y apretar su cuerpo contra el de Davis con mayor comodidad, al tiempo que Cristopher le decía,

—Tendrás que seguir unas pequeñas reglas, no saldrás de aquí para nada, dejaras la escuela y trabajaras para mí en la casa, aras todo lo que te ordene… ¿entendiste lo que te estoy diciendo?,

Resignado, Davis solo asintió con la cabeza, porque no podía pensar claramente mientras su madre le acariciaba el cuerpo, besaba el cuello y jugaba con la lengua dentro de la oreja como si fuese una strippers.

—¿Eso es todo?… ¿me puedo retirar?, -dijo Davis-,

Pero muy sensualmente Shirly, su mamá,  le dijo al oído,

—no… ¿no es todo?… aún queda algo por hablar… desde que lo conozco a Cristopher descubrí que me fascina  hacer el amor en lugares públicos, me a cogido en, baños de bares de mala muerte, en probadores, en el auto y nos excita el saber que nos espías cuando lo hacemos…, -le decía ella-,

Haciendo que se calentara más y más, sin dejar de lamer y besar su oreja y cuello, algo que le causaba una erección instantánea, cada vez que lo hacía: «¿no los entiendo?, ¿les molesta mi complejo de Edipo, pero ellos me provocan?»,

—Pero ahora quiero que estés presente en la habitación cada vez que me coja y veas como un macho de verdad me hace gritar, -le decía ella-, y sepas que tu no sos ese hombre…

Cristopher estaba acostado en la cama viendo y escuchando como Shirly jugaba con la cabeza de su hijo, «¿es una zorra, mi esposa?»,

—ben mi amor…, -dijo Cristopher-

Ella camino hacia él, muy sensualmente se paro delante de su hijo y dejo caer la bata que apenas la cubría, miro a Davis por sobre el hombro, le hizo una pequeña sonrisa, y se monto sobre el pene de Cristopher, comenzó a cabalgarlo, gritando y gimiendo, teniendo sucesivos orgasmos, mientras Cristopher le apretaba y acariciaba sus pechos y sus nalgas, ambos estaban extasiados ¿tal vez?, por la droga que habían ingerido, pero ella realmente disfrutaba el provocar los celos de su hijo, desde mucho antes de ese día y ahora casada con ese maldito desgraciado ella había encontrado la combinación perfecta para dejar salir todas sus macabras fantasías. Davis a pesar que estaba excitado en ese momento viendo cómo cogían y no podía dejar de masturbarse, no lo disfrutaba, amaba a Shirly y no toleraba verla con ese hombre, así que ante que los celos lo hiciese estallar y darles el gusto a ellos de hacerlo terminar viéndolos coger, decidió tomar las llaves del cuarto, abrir la puerta y salió corriendo, se fue al patio, y se la ter mino de jalar, sentado en una reposera al costado de la piscina,

—¡si que tienes leche!!!, -dijo Sophia, que estaba nadando en el agua-.

—disculpa… no quise ofenderte…, -dijo Davis, apenado por haber terminado delante de su hermana-, no me pude aguantar…

—no me ofendes… además no es la primera verga que veo, ni al primer chico jalándosela, -le respondió ella-, tú normalmente estas muy caliente… pero siempre te ocultas cuando te pajeas… ¿Por qué estas tan excitado?, -pregunto-,

Saliendo de la piscina, con una bikini muy pequeña y sexy, se sentó al lado de él, le tomo la mano que chorreaba semen,

—Cuéntame… somos hermanos… no tengas vergüenza…, -le dijo ella de manera muy cariñosa-,

—Mamá apropósito tubo sexo delante de mí, para molestarme, -dijo él-,

—Hay algo que tú no sabes… y que no debería contarte…, -dijo ella-,

Mirándolo con sus ojos azules profundos como él mar, que hipnotizaban a cualquiera que le quedara viendo.

—¿Qué cosa debo saber?, -le pregunto él-,

—tu psicóloga, a menudo, viene y le da un reporte a mamá,  de tus sesiones con ella, pero hoy, cuando tu no estabas vino, y nos reunió a todos…, -le iba diciendo ella-,

Davis, la miraba totalmente sorprendido por lo que escuchaba.

—Nos pidió que fuésemos agresivos contigo, que marquemos una diferencia entre tú, y ellos, asiéndote sentir inferior, y en todo momento que manifiesten de la forma más cruda su amor ante ti, -dijo ella-,

—¿Tú crees que lo hicieron por eso?, -le pregunto él-,

Que en parte se sintió aliviado, ya que su madre había obrado así con él por recomendación de su psicóloga y no por voluntad propia.

—Apuesto que entendieron, que deben ponerte en una situación extrema para que dejes de sentir atracción por mamá, -expreso su idea ella-.

Sophia se levanto y se marcho, lo dejo a él pensando en lo que ella le había dicho, «¿tal vez?, en el fondo lo que hacían era por el bien mío?», se decía así, mismo, he intentando de convencerse de las buenas intenciones de su madre se fue a dormir.