Sexualmente inexperta (2)

Sonó la puerta, los dos se asustaron, ¿ quién sería?, si apenas quedaba nadie en el gabinete. Continuará..............

Los golpes cada vez se hacían más insistentes, fuertes y seguidos. Marc y Samantha se encontraban en pleno calentón, mientras detrás de la puerta había alguien esperando impaciente, a que le abrieran. Marc le dio su abrigo a Samantha para que no se viera que iba medio desnuda, sólo con la falda, y él no sabía que hacer para disimular su polla empalmada.

Fue hacia la puerta, quitó el pestillo y abrió la puerta. Para su sorpresa era su nuevo becario Pablito, sintió un gran alivio al no ver a alguno de sus jefes porque se esperaba lo peor.

Marc le preguntó:

¿ Qué haces aquí? Me has interrumpido, no ves que estoy reunido con esta clienta.

Pablito:

Disculpa, no pretendía molestar. Sólo que olvidé mis llaves. Creo que se me

cayeron cerca de tu mesa.

Al agacharse Pablito para buscar sus llaves descubrió el sujetador de Samantha debajo de la mesa, miró a su jefe y luego la miró a ella, con cara de perversión y malicia.

¿Qué se le estaría pasando por su cabecita?

Se levantó y dirigiéndose a Marc, le dijo:

Jefe, ya he encontrado las llaves, ya que esta clienta es tan importante me gustaría ver como le arregla sus problemas, y así aprenderé yo para hacérselo la próxima vez.

Marc, le miró:

No es necesario que te quedes, nosotros dos solos podemos solucionar muy bien

su problema, puedes irte a descansar a casa.

Pablito:

Jefe, insisto, (y enseñándoles el sujetador) creo que lo pasaremos muy bien los

tres juntos, es más si no deja que me quede se lo comentaré a los de arriba a ver que opinan ellos de trabajarse a las clientas.

Lo que en un principio iba a ser una fiesta para dos, se convirtió en un lujurioso y apasionante trío. Marc cogió de la mano a Samantha y le presentó a Pablito. Esté le dio un beso en los morros, y le quitó el abrigo, a continuación le agarró con sus manos sus tetas, y las magreo, bajo sus manos hacia su falda, se la desabrochó y la tiró hacía abajo. Marc la acompaño al sofá, y la invitó a tumbarse, le sacó la falda, y le dijo que si no quería no tenía porque hacerlo, ella asintió con la cabeza de que sí quería.

Pues Marc se recostó encima de ella para continuar la tarea que había dejado sin finalizar, comerle toda su rajita. Acerco de nuevo su lengua a su coñito, y se abrió paso entre sus pliegues para llegar a su clítoris; su chocho estaba bien mojado y humedo.

Introdujo suavemente un dedo en su agujero para ver como estaba de lubricada, a continuación le metió otro, y los saco y los volvió a meter. De nuevo los sacó, pero esta vez para meterlos en su propia boca, para comprobar el sabor rico del coñito de Samantha. Mientras Marc continua metiendo dedos en su coñito y chupando su clítoris haciéndole estremecerse sin parar, y gimiendo como una loca.

Por otro lado se encontraba Pablito, que mientras observaba la escena, se había sacado su verga y la estaba poniendo a tono, la acariciaba con fuerza. Lo hacía igual como cuando llegaba a su casa, y se ponía una peli porno y empezaba a pajearse. En su mente se imaginaba que él era el que entra a rematar la faena en la porno, a subir el calor, y a follarse a la tia por la boca y por todos los sitios donde pudiera.

Cuando la tuvo empalmada se la acercó a Samantha a la boca, y le dijo: ¡Chupa zorra!

Ella dócilmente y sin rechistar, la agarró por la parte de los huevos, y comenzó a meneársela con la mano, para ponerla del toda dura. Después lamió su capullo, como si de un chupa-chups se tratará, mientras le miraba con cara de viciosa.

Él sin pensárselo dos veces le cogió la cabeza a Samantha y la trajo hacia su pene para que se la metiera enterita en su boca de putita virgen.

Así pues como una niña buena que tuviera que hacer bien sus deberes, fue metiendose cada vez más la polla de Pablito en su boca, lamiéndola despacio, luego rápido, despacio, más rapido era como un helado a punto de derretirse, y Samantha hacia todo lo que podía para que no quedará ninguna de sus partes sin recorrer. Jugueteo con sus huevos pellizcándolos un poco para ver la reacción de él, y al ver la cara de morbo y excitación que le produjo, mordisqueo su capullo, bajo y subió todo su pene rozándolo con sus dientes. Pablito estaba a punto de correrse, todo lo que le estaba haciendo ella era con lo que había soñado, y estaba a punto de irse.

Le dijo: ¡ Para Puta, quiero correrme ya!

Samantha se detuvo cumpliendo su orden, y dejo de lamerle; él comenzó a pajearse, y decía: Si puta, me la has comido como nadie, y voy a correrme, ahhhhhhhhh, mmmmmmmmmmm si, me voy a correr en tus tetas, venga juntalas que me corra en ellas. Allá va zorra, toda mi lefa para ti. ¿ Te gusta puta?

Claro que me gusta, deja que la pruebe.

Entonces Samantha con un dedo recogió un poco de lefa de Pablito y la llevo a su boca, MMMMMMMMMMMM si que esta buena, te podrías a ver corrido en mi boca y no haber desperdiciado tan rico manjar.

Tranquila, dijo Pablito, ahora cuando vuelva tendrás más.

Mientras todo esto había pasado Marc continuaba saboreando la rajita de Samantha, al oir que su becario se iba. No pudo más que alegrarse ya que tenía la polla apunto de reventar.

Marc: Perdona que te pregunte, ¿ a dónde vas?

Pablito: Son ahora mismo las 18h., voy a ir a mi casa a recoger unas cosas que tengo allí y que nos vendrán muy bien para rematar la faena y darle un poco más de morbo a esto. Volveré sobre las 19h. más o menos, así que tienes una horita para hacer lo que quieras con esta puta, cuando yo vuelva los dos tendréis que hacer todo lo que os mande, o sino ya sabes lo que te espera.

Y de esta manera se vistió y se largo, dejando a los dos ciberamantes, dispuestos a hacer todo lo que llevaban en mente, y lo que les dierá tiempo, y follar, follar sin parar.

En el próximo capítulo Samantha y Marc, se relamen por echar ese polvo que tanto desean y por hacer mil guarradas más.

Si os gusta el relato, o bien me podeís dar algún consejo de que lo puede hacer más morboso por favor dejarme algún comentario, o sino os gusta también decírmelo. Gracias ciao.