Sexo y morbo real
Un contacto por internet acaba en una noche de sexo, morbo y placer con un punto bdsm
Entré en su casa. En realidad él antes ya estaba esperando asomado a la puerta, haciéndome un gesto para que localizase pronto el piso y no tuviera que estar mucho tiempo en el rellano… Sería cosa de evitar miradas indiscretas de los vecinos. Ya había estado allí, hacía más de un año. En aquella ocasión habíamos hecho un trío en el que el tercero, un sumiso, no sabía comportarse adecuadamente, aunque hay que reconocer que nos comió bastante bien las pollas, alternando entre una y otra. Pero hoy iba a ser muy, muy distinto, mucho mejor.
Esta vez yo había llegado con un punto… algo colocado… que es cuando me pongo maricona y tengo ganas de una buena polla, por lo demás, me gusta las mujeres más que a un tonto un caramelo, pero ya digo, de vez en cuando me gusta una buena polla. Y sabía que él la tenía, pero no sabía que la fuese a usar tan bien y que hubiese tal entendimiento entre nosotros con un único objetivo común, disfrutar a tope de sexo con mucho, mucho morbo. Ayudó que él también estuviese colocado, bastante. Lo definitivo –según me contó después- es que se había ayudado de una de esas pastillitas azules, lo que le mantenía en constante erección su polla de unos 20 cm y generoso calibre.
Entré de buen humor y rápidamente, para romper, el hielo él echo mano a mi paquete, que ya se estaba poniendo en posición. No soy presumido, pero tengo que decir que a mis casi 50 tacos conservo un bonito cuerpo y una polla más que decente, no muy larga, pero sí gorda y bien formada. Nada comparable a la de él, pedazo de polla, de piel muy blanca y capullo rosado. Contesté metiendo la mano bajo su chándal , agarrándosela y notando con gusto su peso en mi mano, un punto preocupado a la hora de pensar como iba a meterme todo eso en mi culo….
Se sentó en el sofá y mientras me iba bajando los pantalones comencé a mamársela…mmmm… a fondo, como a mí me gusta. En pocos segundos ya estaba haciendo fuerza con mi boca contra su vello púbico, con su polla metida hasta dentro, ahogándome en la garganta…. Joder! q polllón tenía el hijo de puta. Eso sí, olía a limpio y sus movimientos siempre fueron relajados y suaves. La saliva del fondo de la garganta no sé lo que tiene, pero es mas espesa que la de la boca y hace un lubricante cojonudo… Le acaricié suavemente el capullo con mis labios llenos de baba espesa y transparente… luego con la mano… suavemente. Me estaba poniendo muy, muy cerdo.
Lo mejor vino después, hubo un momento que me tuve que poner de pie para quitarme los zapatos y los pantalones. Él estuvo rápido en ese momento, me hizo darme la vuelta y agacharme de forma que quedó plenamente expuesto ante él mi culo, no depilado, pero sí con muy poco vello, pues soy poco peludo. Dios! Que bien me lo comía…mmmmm….no pude evitar gemir de placer cuando notaba sus penetraciones con la lengua. Uf. Que morbo tenía el cabrón. Yo agarrado a la mesita con las dos manos, eé dándose el lote y yo dejándome hacer… Que placer…. Pero pronto comenzó a usar el dolor…. No desagradable, sino bien dosificado… en su justa medida…. Un pellizco en el escroto o en el glande, cachetes en el ano, picantes y también comenzaron las penetraciones -primero con los dedos- que anticipaban lo que se veía venir y que me hacía jadear como una cerda.
Educadamente me preguntó qué me gustaba y me aviso de que dijese basta cuando algo me desagradara. Yo le contesté que estaba allí para ser su puta y que podía hacer conmigo lo que más le gustase…. Cuando me pongo, me pongo. Pronto me ví con unas braguitas negras muy suaves en las que apenas cabía la polla empalmada y mis grandes huevos. Inmediatamente quedaron manchadas de líquido preseminal. Ya estaba a 100, pero eso era solo el principio… Una collar de perro con correa me puso en mi sitio…. En el suelo, a cuatro patas, listo para lamer y lamer. Comencé, como no, con la polla…. Uf. Pero antes, un poco de poppers para aumentar el calor del momento. Como me gustó la sensación de tener que abrir la boca al máximo y que aún así me la llenase…Uf lo que me costaba tragármela toda… y eso que soy bueno conteniendo arcadas…. Pero esto! Me puso algunas pinzas de ropa…. en el escrto, en el glande… en los pezones….recibí algunos azotes, nada serio, pero sí muy morboso… con la mano, con una fusta con colas…con una pala de spank, me mordió deliberadamente en diversos sitios y siguió comiéndome la polla y el culo en un cóctel mezclado, no agitado, de placer y dolor. Un enorme consolador entró poco a poco en mi culo y yo estaba ya a punto de correrme de placer. Luego, sin premeditarlo y sin que me lo pidiese él, hice algo que lo puso a mil por hora…. Le lamí los pies, como buena perra que era en ese momento…. Cuando metí su dedo gordo en mi boca, gimió de placer, mejor dicho… aulló de placer…. Ese fue el punto de rotura….
Me llevó a su cama, me puso a cuatro patas, me sujetó por la correa de forma que mi cabeza quedaba levantada, mis riñones abajo y mi culo expuesto en pompa…. Y comenzó a embestirme….demasiado pronto…. A pesar del consolador que previamente había tenido en el culo, su polla era demasiado grande para metérmela de golpe. Le tuve que pedir que parase. Después, tumbado él boca arriba, fui yo quién se puso encima, dándole la espalda y en cuclillas, y comencé a clavarme el pepino poco a poco….dios! me costó…. Pero cuando finalmente la tuve toda dentro no cabía en mí de gozo…. Q sensación de estar totalmente follado, como una actriz de peli porno….. Me imaginaba mi propio culo, todo abierto y dilatado cuando él la sacase para volver a meterla al momento….
Estuvimos follando mucho rato, con la mezcla dulce del placer y el picante del estímulo del dolor. A veces era yo quién me movía, insaciable, buscando que me entrase más y más, y a veces era él quién me empotraba hasta el fondo, hasta que mis piernas ya no aguantaron más y caí tumbado boca abajo en la cama. Pero él no paró, siguió follándome y haciendo conmigo lo que quiso, mientras mi posición era totalmente pasiva. No recuerdo una sensación de entrega y sumisión tan grande y tan placentera…. Eso es lo que deben sentir las mujeres cuando las follan bien. Q gusto tan grande, una polla enorme y frenética entrando y saliendo sin parar… La sensación de suavidad tras haberse adaptado al tamaño, a la vez que la tensión de la dilatación invadía todo mi interior
Descansamos…. Volvimos al sofá… un trago y volvimos a empezar. Estaba haciéndole una profunda mamada cuando me pidió que me liase un canuto…. Me reí… y se me ocurrió una idea muy morbosa…. Me puse encima de él y volví a clavarme su pollón, de golpe esta vez pues ya estaba muy dilatado, y comencé a follármelo suavemente, haciendo círculos con mis caderas, adelante y atrás, arriba y abajo… mientras me liaba el canuto y él se reía. Después de fumarlo volvimos a lo nuestro…. Fue una larga sesión de sexo y morbo
A esas alturas estaba ya agotado, llevábamos más de una hora follando en todas las posiciones posibles y caí al suelo a cuatro patas, sudado, violado y totalmente satisfecho… pero con ganas de correrme todavía, aunque sin fuerzas para seguir…. Estaba en el suelo justo delante de su polla… No podía hacer más que una cosa, volver a mamársela… su erección no bajaba nunca y me acercó a ella tirando de la correa. Me sentía como una auténtica perra insaciable. En esas estaba cuando cerca de mí vi el consolador que habíamos utilizado antes. Sin perder un segundo me lo metí en el culo, de golpe -fácil comparado con su pedazo de polla- y comencé a masturbarme para, por fin, correrme y terminar lo que fue uno de los polvos más morbosos de toda mi vida. Era difícil mantener el equilibrio, aún a cuatro patas, mamar la polla y masturbarme a la vez… El se dio cuenta…. Y se hizo cargo del consolador…. Entraba y salía cada vez más rápido…. El ritmo era frenético…. Sentía una vibración intensa y veloz dentro de mí….. estimulaba todos los recovecos de mi culo, cada vez más rápido. Mis gemidos, también cada vez más rápidos se convirtieron poco a poco en un aullido de placer que iba subiendo de tono, a medida que alcanzaba el clímax. Ya no podía mamar…simplemente tenía la boca abierta, llena de polla y baba, que se movía al ritmo de las embestidas que de vez en cuando él alternaba con movimientos cortos y rápidos del consolador, me estaban poniendo fuera de mí.
No sé si fue por tener aquello ocupando todo mi culo y excitando mi próstata a más no poder, pero cuando estaba a punto de alcanzar el orgasmo sentí todo el recorrido previo del semen por mi interior hasta la base de mi polla y luego cómo salía disparado a borbotones calientes y espesos… Dios! Qué orgasmo! Parecía que no fuese a acabarse nunca. Lo que sí acabó fue con el resto de fuerzas que me quedaban….caí al suelo sobre mi barriga, sintiendo como se me pegaba a la piel todo el semen caliente que acababa de eyacular… sudaba, me reía. ¡Q pedazo de morbo tienes, cabrón!, le dije…. Él me pidió que limpiase los restos de semen con mi lengua, tirando de la correa hacia abajo, pero yo me negué, había pasado muchos límites esa noche y después de correrme ya no encontraría placer alguno en lo que me pedía…. Cogí aire, fumamos un pitillo mientras me vestía…. Y me fui… Él estaba tan entusiasmado como yo -¡que polvazo!, decía, -uno de los mejores que recuerdo-. Me pidió repetir otro día, pero no sé si lo haré. Sinceramente. Con el vicio que tengo, me da miedo deslizarme por una pendiente de bdsm y morbo que no sé a donde podría llevarme. Pero…. Por otro lado…. no sé cuanto tiempo podré resistir las ganas de repetir tanto placer como recibí esa noche. Si vuelvo a hacerlo, os lo contaré como he hecho ahora, no lo dudéis.