Sexo por venganza

En ese momento tenia que escoger entre tener una relación anal que ella disfrutara o una en la que sintiera intenso dolor, me fui por la segunda opción solo por desquitarme.

Primero que todo, reciban un cordial saludo desde Bogota, Colombia. La historia que narro a continuación es basada en la vida real y sucedió hace como cinco años. Sin embargo su comienzo se remota 8 años atrás cuando entre a la universidad y conocí a Roció.

Roció una bella mujer (Un poquito gordita, como a mi me gustan), media alrededor 1:60, pesaba alrededor de 60 kilos, tez blanca, su principal atractivo es un busto grande y una cola no del todo bien formada, sin embargo grande y firme. Desde que la vi me sentí bastante atraído y busque durante mucho tiempo que ella se fijara en mi.

Sin embargo no lo conseguía, de alguna forma como que siempre tenia un capricho que hacia que no me tomara en cuenta; eso es algo que un hombre debe aceptar y asi lo hice. Roció y yo éramos buenos compañeros (éramos muy juiciosos y estudiábamos mucho), mi plan era tener una buena amiga el resto de mi vida.

Sin embargo las cosas cambiaron, ella al saber que yo estaba atraído por ella, comenzó a aprovecharse de mi en los trabajos y a hacer cosas que no se le hacen a un buen amigo como avergonzarlo en publico, sin embargo lo que detono los acontecimientos centrales eróticos del relato fue el que ella con tal de pasar una materia mintió para quedar bien con el profesor de turno, acusándome de que yo hablaba mal del profesor y haciendo que casi me expulsen de la universidad.

Después de eso no hablamos en un año, en mi creció el rencor y las ganas de desquitarme y la oportunidad se dio, y fue en una fiesta de compañeros de la U, fue una fiesta en la que bebimos mucho, en la que todo el tiempo me hizo mal ambiente y en la que finalmente me cobre todos sus desplantes y traiciones. La gente se iba de la fiesta, el alcohol comenzaba a cumplir su función, le dije que fuéramos a otro lugar que necesitábamos hablar, a lo que accedió con dificultad.

Llegamos a un bar, donde el ambiente era muy oscuro e intimo, le dije olvidáramos las cosas y que nos diéramos una oportunidad, a lo que ella se burlo y dijo que no me vería nunca como alguien con quien estar. En ese momento decidí cobrármelas, tal vez por aquello del orgullo masculino herido. Soy bueno en los juegos previos a la relación sexual, en primer lugar empecé acariciar su cuello, sintiendo como se estremecía con cada una de mis caricias, quise darle un beso a lo que ella se negó, e insistió en que nos fuéramos, hice el que pedía la cuenta, en tanto ganaba tiempo y volví a acariciarle el cuello esta vez con mas dedicación y paciencia, el resultado fue mejor pude besarla y sentir aquella sensación húmeda de labios que tanto había deseado tener con ella. Los besos se hicieron cada vez más eróticos, en la medida en que empezamos a acariciarnos todo el cuerpo. Empecé a acariciarle la espalda sorprendido de que las cosas estuvieran saliendo tan bien y contento de tener ese manjar que tanto tiempo había deseado y me había sido esquivo. Seguí acariciándole la espalda pero esta vez por debajo de su blusa, sentía ese piel suave y supe que esa noche podia tener relaciones sexuales con ella; casi desmayo al desabrocharle el sostén tomar su busto en mi mano y tocar con apretar sus duros pezones. En realidad creo que por momentos como ese vale la pena vivir. El bar ya no nos daba abasto por lo que decidimos ir a un motel.

Una vez en el motel, me decidí ser el mejor amante del mundo, quite suavemente su ropa, cuando la vi del todo desnuda, logre una erección notable a pesar del efecto del alcohol, y es que Roció desnuda era toda una tentación. Seguimos con los besos, al cabo de un rato era dueño de su cuerpo, no había en el rincón al que yo no tuviera acceso, podía besar sus pezones mientras con el dedo estimulaba su clítoris, podía besarle la espalda mientras halaba su cabello y la ponía en posiciones humillantes algo dolorosas, debo decir que en ese momento Roció era una mujer apasionada deseosa de que hicieran con ella lo que a mi se me viniera en gana y así lo hice.

Cuando literalmente me arte de acariciarla y estaba bastante excitada, chupe sus pezones mientras introducía en su conchita mis dedos, y estimulaba su clítoris, no soporto así mucho tiempo, me dijo Javi, ya penétrame no soporto más tiempo de esta forma, en ese momento la tuve a disposición e hice que me rogara de hay en adelante, para eso entonces, comencé con mi lengua a estimular su clítoris mientras apretaba con ferocidad sus pezones, en realidad eso debía de estar doliendo, pero en medio de la excitación solo atinaba decirme JAVI YAAAAA, , por favor, hazme tuya, penétrame.

La puse boca arriba entonces, y le dije, quieres que te penetre perra!!!, quedo quieta en el acto, estaba sorprendida de que la hubiese llamado así y no dijo nada, atine entonces a meter, dos de mis dedos en su pagina, entro de nuevo en si y me dijo, YA que me penetres, penetra a esta perra de una vez por todas, en realidad escuchar eso fue música para mis oídos, coloque mi pené cerca de su vulva, asegure sus piernas con mis hombros y la penetre de golpe, al estar ella tan excitada, la relación fue superlativa, entraba hasta el fondo, su cuevita estaba húmeda y calientita, de otra forma no hubiera podido hacerse, por que ese sexo rudo necesita una gran lubricación por parte de la mujer para poder ser llevado a cabo.

Ella en tanto gemía, decía, que rico, no pares, dale, dale, dale, resulto que con cada embatida ella suspiraba y gemía con voz entre cortada, en realidad eso me puso a mil y exigió todo el control de mi parte para no terminar. Era ya tiempo de la parte B del plan, de cobrármelas todas ahora si, quería penetrarla analmente, penetrarla analmente hizo que me motivara a hacer todo lo anterior, quería que con el dolor en su cuerpo supiera lo que se siente ser engañado y sufrir, quería propinar muchísimo dolor a esa mujer y quería que ella misma fuera la que me lo pidiera. Entonces baje sus piernas de mis hombros y las coloque sobre la cama mientras seguía bombeándola, ella seguía en éxtasis, todo iba con viento a favor, fue entonces cuando lleve mi dedo a su agujero trasero, comprobé que aun era virgen por allí, por que lo tenia muy apretado, al notarlo ella dijo, que no que no siguiera, a lo que atine a acelerar el ritmo de penetradas y a darle un beso, con eso ella se olido del asunto del dedo y pude meter el dedo en su ano, con ayuda del fluido que venias de su vagina, el cual en ese momento era abundante y casi lubricaba su ano al mismo tiempo.

Hice que se pusiera en posición de perrito, posición desde la que me fue mas fácil acceder a su ano, ella disfrutaba de lo lindo y casi no sintió cuando la seguía penetrando y le metía un segundo dedo a su agujero trasero. Busque que ella tuviese un orgasmo, lo cual se logro con facilidad estimulándole su clítoris, cuando sentí que aceleraba su ritmo, saque mi verga de su vagina y busque su ano, ella no atino a quitarse y le introduje mi pené en su ano (bueno solo el glande), no se si alcanzo a tener el orgasmo, solo se que ya tenia mi pené en su culito y allí era donde yo quiera llegar. Me dijo, sácalo, que haces???. En ese momento tenia que escoger entre tener una relación anal que ella disfrutara o una en la que sintiera intenso dolor, me fui por la segunda opción solo por desquitarme.

No dije nada, simplemente le introducía la verga cada vez más, empezó de inmediato a llorar y a decirme que parara, hice caso omiso de sus gritos y seguí enterrándole mi miembro entre sus nalgas, en ese momento como el cuarto estaba lleno de espejos, comente a ver lo que sucedía desde todos los ángulos, eso combinado con sus sollozos resulto ser muy excitante. No resistió mas en cuatro y se desvaneció en la cama, yo ya la había penetrado con todo mi falo, no espere a que la linda Roció se acostumbrara ni nada, de inmediato empecé a penetrarla salvajemente, escuchando verdaderos aullidos de su parte, escuchando suplicas que no planeaba escuchar. Eso debía estar doliendo mucho, la verdad es que a mi mismo me estaba doliendo el pené debido a lo apretado de aquel culito. Estaba por terminar pero me contuve, aquello era demasiado bueno como para que acabara tan pronto. Hable con ella y le pregunte que como la estaba pasando, repito mi intención era demorar la inminente eyaculada, ella me dijo que bien, pero que por favor no lo hiciera mas por atrás, entonces le dije Roció, tranquila que esto te va a terminar gustando, empecé de nuevo sacando mi falo por completo y penetrándole ese culo por completo, la excitación no la puede controlar, cuando aunado a los gritos, sentí como su culito se calentaba y empezó a salir un hilo rojo de el, supe que labia roto, supe que esa desgraciada mujer había pagado por sus desaires, con la satisfacción de la labor cumplida empecé la cabalgata final, la penetre lo mas fuerte posible y finamente termine en sus intestinos.

Pasado el ataque bestial y mi estado de bruto vengador, vi su cara, vi que se sentía humillada al máximo, vi que estaba deseosa por tomar cualquier clase de liquido, vi que sus mejillas estaban llenas lagrimas. Al sacar mi verga de su ano, observe como su esfínter había quedado completamente distendido y como de el salía sangre. MI pene estaba rojo, casi negro. E nese momento sentí una satisfacción indescriptible, me recosté al lado de rocío, la cual no atinaba a hacer nada aun. Sabia que ya me había desquitado, sin embargo no quería represalias ni nada por el estilo y le dije que ella hacia el amor muy bien, que su entrega (su culo) era única, nunca iba a olvidar aquello y que de ella siempre tendría el mejor recuerdo. Lo cual literalmente es cierto, solo que uno escucha solo lo que quiere escuchar.