Sexo pleno con Toñita
Aun fuera de la escuela, todos podemos aprender algo...
Me sumo a la larga lista de los y las que piensan que el sexo es la más maravillosa de las experiencias, y mas aun cuando este es pleno, conocí este tipo de practica a muy temprana edad ya que siempre he gozado de muy buena aceptación entre las féminas y a los 15 años ya había logrado tirarme a varias de mis compañeras de escuela, pero en aquel entonces todavía éramos muy pendejos en lo que al sexo se refiere, hombres y mujeres por igual, en aquellos entonces (principio de los 80s) y en la comunidad en la que vivía el sexo era un tema tabú aun entre amigos, por lo tanto las relaciones que había tenido se limitaban a meter sacar y correr, nada de mamadas o posturas ni nada parecido.
Pero un día todo cambio, como dije antes tenia quince años y estaba por terminar la secundaria y conocí a toñita, una preciosidad de 26 años, casada, con un volcán sexual dentro de su cuerpo y un marido que con sus interminables viajes la tenia totalmente desatendida. La vi un día bajando del colectivo con un montón de bolsas de víveres a cuestas, ese día me habían sacado de la clase por un problema con el profesor y andaba por los alrededores de la escuela buscando distraerme en lo que empezaba la siguiente materia, y vaya que lo logre; como buen niño que soy me ofreci a ayudar a esta señora con su carga y fue asi como nos empezamos a conocer, me pregunto que hacia fuera de la escuela y el porque de mi castigo, una vez en su casa me invito a pasar a tomar un refresco y yo acepte, fue al interior de su casa y cuando volvio traia puesto un short muy cortito, una blusa de tirantes blanca que dejaba entrever que no traian sostén y sus pechos se marcaban de forma deliciosa, y en la mano mi refresco, ni que decir que nada mas al verla me puse al palo, luego se puso a acomodar lo que traia en las bolsas y seguimos platicando de trivialidades, en varias ocasiones cuando se inclinaba para poner cosas en la parte baja del refrigerador o de la alacena me dejaba una espectacular vista de su hermoso trasero y es que el short se le retraía dejando ver casi la mitad de sus nalgas, mi nerviosismo no se podía ocultar y mi calentura menos, me había terminado el refresco hacia rato y con la boca seca por el espectáculo tragaba saliva constantemente, terminada la faena de acomodar los víveres se sentó frente a mi y cruzo las piernas, un vista digna de ser plasmada en un cuadro su piel era blanca, su cabello corto teñido de rubio y sus ojos de un gris claro muy misterioso, lo mejor era su sonrisa que parecía no desaparecer nunca de su cara y la hacia lucir fresca, radiante, hermosa.
Me ofreció mas refresco y yo acepte como un autómata, hacia tiempo que había dejado de pensar claramente y en mi mente solo existían imágenes de sexo con esa hermosa mujer, pero como ya he dicho mi pendejismo se acercaba a niveles crónicos y ya hubiera sido incapaz de dar un paso mas, afortunadamente me hallaba con una mujer muy liberal y bastante mas decidida que yo, cuando volvió traía dos cervezas y ofreciéndome una me dijo que eso era lo mejor para calmar la sed, yo era incapaz de negarme a nada con ella y aunque nunca había probado la cerveza deguste aquella de forma rápida tratando de calmar ese calor que me invadía por dentro, no se de mas hablamos durante ese tiempo mi mente estaba en otro lado, toñita al darse cuenta de que mi cerveza se había terminado me invito otra y al dármela me acaricio la mano de forma muy suave, sentí una descarga eléctrica que hizo estallar todas las emociones dentro de mi cabeza, después de un rato cuando ya me había tomado la mitad de mi cerveza, esta vez de forma un poco mas calmada, toñita me dijo que me sentara a su lado y cuando me levante para cambiar de sillón me fui de bruces, el efecto de la cerveza y el nerviosismo que traía me hicieron caer afortunadamente encima o mejor dicho en los brazos de mi acompañante, en ese momento sin pensar puse mi mano sobre uno de sus pechos y automáticamente comencé a masajearlo, toñita se quedo muy quieta y yo asustado me retire pidiendo disculpas, ella se paro y yo creí que me iba a correr de su casa, por el contrario levantando la blusa por encima de su cabeza me dijo que continuara ahora con sus pechos totalmente al descubierto.
Yo inmediatamente ya estaba tratando de bajarle su short y ella me dijo que lo hiciéramos con calma, me beso como nunca me habían besado, metía sus manos por dentro de mi camisa y me arañaba suavemente la espalda me quito la camisa y alternaba sus besos en mi boca, cuello y pectorales, mi verga dentro de mis pantalones parecía un grifo abierto por el cual goteaba incesantemente liquido preseminal, empezaba ya a palpitar anunciando la inminente llegada de un orgasmo y toñita al darse cuenta de ello metió la mano dentro de mis boxers y apretando de forma suave pero fuerte mis testículos hizo que me relajara otra vez, el orgasmo que estaba por llegar pareció desaparecer por completo y mi respiración se tranquilizo un poco, después de esto saco mi verga de su escondite y la empezó a chupar, nunca me la habían mamado yo sentí que tocaba el cielo con la punta de los dedos, toñita era una experta en el arte de las felaciones me llevaba a punto del orgasmo y después con lengüetazos suaves me hacia calmar otra vez todo esto mientras sus manos imparables recorrían mi cuerpo desde los hombros hasta los tobillos por todos lados, yo ya no aguantaba mas ese delicioso tormento y finalmente succionando de forma mas ansiosa me hizo terminar dentro de su boquita, el estallido de luces dentro de mi cabeza solo puede ser comparable con los fuegos artificiales que hubo en New York a la llegada del año 2000, quise que el momento no terminara nunca, lamentablemente poco a poco fui volviendo a la realidad (lamentablemente porque no sabia lo que vendría después), cuando los espasmos de mi cuerpo se hacían cada vez mas débiles me atreví a abrir los ojos y ahí estaba ella, mi hermosa toñita sonriendo de tal manera que se los juro nunca he visto nada más hermoso en toda mi vida, yo sonreí también no se si esa haya sido la mejor ó la estúpida de mis sonrisas pero si se que fue la mas sincera, me dijo que era su turno y tomándome de la mano me llevo a su recamara y se desnudo completamente, yo no sabia que hacer mi mente se había embotado desde aquel contacto con su mano cuando me dio la segunda cerveza y ella recostada de forma gatuna en su cama me pidió que me acercara y que le hiciera lo mismo que me había hecho, mi cara debió haber parecido un gigantesco signo de interrogación porque ella se levanto un poco y tomándome de la mano de hizo recostarme con ella y me comenzó a besar otra vez, ahí como que empecé a entender (por fin) y fui recorriendo con mis labios su cuello blanco y así poco a poco fui llegando a hasta sus pechos y pasaba mi lengua y mis labios por toda su extensión, el instinto empezó a aflorar y por iniciativa propia mordí delicadamente su pezón, al ver que esto le provocaba intensos suspiros continué alternando esto con besos en su cuello, hombros, labios, mejillas, párpados, todo.
Quería de algún modo devolver todo el placer que me había dado ella, y súbitamente ella empezó a empujar mi cabeza con sus manos hacia su vientre, no sabia exactamente lo que quería (no se rían pero imagínense si nunca había besado los pechos de una mujer, mucho menos su vagina, es mas ni sabia que eso se podía hacer y que fuera tan placentero), así que nuevamente fui instruido por ella ahora en el arte del cunilingulis, y en pocos minutos de explicaciones sobre donde y como debía utilizar mis labios y mi lengua tuve los conocimientos necesarios para hacerla llegar a un orgasmo que no si fue tan intenso como el mío pero que hizo que ella apretara sus piernas por sobre mi cabeza como si me estuviera aplicando una llave de lucha libre.
Cuando finalmente ya al punto de asfixia me soltó vi que transpiraba copiosamente por todo su cuerpo y con su eterna sonrisa en los labios, me envió un beso, yo estaba en el éxtasis de la felicidad me sentía pleno y satisfecho. Se acerco a mí y desabrochando mis pantalones tiro de ellos hacia abajo, entendiendo sus deseos termine por desnudarme completamente y me volví a su lado besando su nuca, la parte de atrás de su cuello y sus hombros y toda su espalda, esperando que más me iba a enseñar esta diosa del amor, la siguiente lección llego a los pocos minutos me tiro de espaldas en la cama y tras besar unos segundos mi pene se puso sobre mi entrando toda mi verga en su vagina, yo no sabia que una mujer pudiera albergar tanto calor en sus entrañas, pero así fue, el contacto con el interior de su cuerpo me lleno de un calor que nunca había sentido antes y luego recostándose totalmente sobre mi me volvió a besar y así sin dejar de besarme y en ocasiones mordiéndome comenzó a moverse primero lenta y después mas rápidamente hasta que alcanzo otro orgasmo contrayendo las paredes de su vagina de tal forma que yo, sentí como si su vagina succionara mi pene y termine dentro de ella al tiempo que ella clavando sus uñas en mis hombros ahogaba un grito en su garganta presa de la intensidad de su orgasmo.
Una gotas de sangre corrían ahora por mis hombros, me había clavado sus uñas con tal intensidad que logro herirme sin embargo no sentí dolor, ni en ese momento me dolía tampoco aun sin embargo ella se empecino en curarme, yo no sabia como, acercando su boca a mis hombros comenzó a lamer la sangre que escurría de mis cuerpo y después la compartió conmigo en un apasionado beso repitiendo esto varias veces hasta que ya no hubo mas, este jugueteo sexual nos había vuelto a calentar y me dijo mi pene era perfecto para intentar algo que ella siempre había querido hacer, sexo anal. (what????) Que demonios era eso, pronto lo iba a saber.
Mi pene curiosamente es muy delgado y fino en la punta y se va engrosando hacia la parte media y casi en la base es un poco mas delgado que en el centro, algo así como un bulbo, yo no presumo de grandes dotes, solo 17 cm. pero que nunca me han fallado.
Me pidió que sentara en el borde la cama y ella poniéndose de espaldas a mi se fue sentando poco a poco sobre mi, puso la punta de mi verga en la entrada de su culo y lenta, muy lentamente pero sin detenerse fue bajando, yo no me atrevía casi ni a respirar porque veía por el espejo el gesto del dolor que esto le producía, cuando finalmente sus nalgas hicieron contacto con mi mis piernas respiro profundamente y pareció relajarse un poco, en su cara volvió a dibujarse un leve sonrisa y me relaje yo también porque la tensión que tenia era mucha, lentamente empezó a moverse como en círculos y después hacia arriba y hacia abajo, cada vez mas fuerte y cada vez mas profundo, luego inclinando todo su cuerpo hacia delante prácticamente sacaba y volvía a meter mi verga dentro de su culito hasta que ahora con un fuerte grito estallo en otro orgasmo que la hizo perder el equilibrio y cayo a gatas en la alfombra, yo miraba atónito como en medio de las ultimas sacudidas el agujero de su ano abierto casi una pulgada se contraía y volvía a abrirse, vi también como un poco de sangre se deslizaba de su ano hacia los labios de su vagina, recordé lo que había hecho con la sangre de mis hombros y quise hacer lo mismo, así que me arrodille detrás de ella y comencé a lamer ese hilillo de sangre que mana de su agujero posterior, note como se excitaba nuevamente y me dijo damelo así puse mi verga en posición y comencé a metersela de nuevo por el culo, despacio y luego ella se empezó a mover mas rápido y captando el ritmo que quería marcar arremetí con fuertes embestidas que la hicieron entrar en una serie de orgasmos durante los cuales no paraba de gritar y gemir hasta que estalle nuevamente dentro de ella con todas las fuerzas que me quedaban y caí a su lado sobre la alfombra, entre en una especie de estupor porque no fue sueño, hasta que las fuerzas volvieron poco a poco a mi cuerpo.
Ya casi era la hora de la salida de la escuela y debía volver, ella se quedo ahí acostada sobre la alfombra diciéndome que me esperaba pronto, sonriendo, siempre sonriendo.
Afortunadamente un compañero saco mi bolsa escolar y pude regresar a mi casa como si nada hubiera pasado, únicamente las marcas de sus uñas delataban que esa mañana aprendí a ser un mejor amante.
Durante el resto del año escolar, seguí asistiendo a mis lecciones con la maestra toñita, dejando de lado muchas horas de escuela que a final de año se vieron reflejadas en varias notas rojas en mi boleta y por las que tuve que asistir a varios cursos durante el verano. Finalmente la escuela preparatoria me dejaba poco tiempo para ver a mí adorada y un cambio de ciudad me alejo definitivamente de ella.
Sin embargo no olvido que ayudar a nuestros semejantes con las bolsas de los víveres nos puede dejar satisfacciones para toda la vida.
Toñita, si acaso lees esto debes saber que aunque tuve otras mujeres y me case, tu siempre fuiste y serás la mejor. Besos......Daniel.