Sexo placentero.

Cada ves estaba entrando en un mundo de placer, mas y mas el torbellino sexual que los hombres maduros me hacian sentir, se convertia en un vicio, del cual se me sera dificil de salir.

Todos mis encuentros han tenido algún detalle especial, y esta ocasión: no podía ser diferente, me encontraba mirando el televisor, solo estaba a la espera de la llamada de Carlos, quien me había pedido que esa mañana no saliera de casa, pues en cualquier momento llamaría, para darme instrucciones.

Por un momento me olvide de la llamada; estaba quedándome dormida, cuando por fin se escuchó el timbre del teléfono, me apresure a responder.

-¡hola Carlos! Si todo esta bien, gracias.

-¡qué bueno Silvia!, mira tienes que apresurarte, y venir a mi casa, pues justo a las 4 de la tarde tienes una cita, en casa de un amigo mío, pero antes tengo que llevarte con otra persona, quien se encargara de prepararte para la cita.

-si está bien Carlos, solo dame un poco de tiempo, me doy un baño y salgo tan rápido como pueda.

-¡no Silvia! No te preocupes, en casa de la persona que vas te podrás bañar…apresúrate solo ven así como estés.

-está bien, salgo ya, te veo en un rato.

-Salí, con una actitud poco estresante, por un momento pensé no ir, pero tenía que cumplir mi parte del trato, tome mi bolso y después de una media hora estaba llamando, en la entrada de casa de Carlos. Quien sin darme tiempo de saludarle me dijo lo siguiente.

-vamos Silvia, apenas tenemos el tiempo justo, sube al auto…por cierto, en esta bolsa esta la ropa que usaras esta noche, al igual que zapatos y accesorios.

-mire el contenido, se trataba de unas zapatillas amarillas, una tanga del mismo color, y un minivestido igual amarillo: ¿te has olvidado el sostén Carlos? Este vestido es de tela muy delgada, no podre ocultar mis pezones.

-pues si amor, pero solo eso me pidió quien te vera hoy, no te preocupes mira, ahora vamos a casa de una señora, ahí te preparara para la cita, ella misma te llevara hasta donde te estarán esperando.

-Carlos detuvo el auto, fuera de un edificio, salimos y pulso el timbre, se escuchó una voz femenina decir.

-si Carlos, ya voy a abrir, puedes dejar a la chica ahí, en seguida salgo, cuando terminemos él te llamara.

Carlos me dio un beso en la mejilla y me dejo ahí, sin más explicación…la puerta se abrió y apareció una señora elegantemente vestida, me miro sonriendo y me dijo. (Pasa pequeña) te esperaba.

-entramos a un departamento en el cuarto piso, se notaba que esa señora vivía sin apuro alguno, el departamento lucia impecable. Ya dentro de la casa, ella tomo asiento en la sala, me miro y al tiempo que me recorría de arriba abajo con la mirada, me dijo.

-desnúdate pequeña, no te de pena, antes de prepararte, deseo mirar tu cuerpo desnudo.

-esta vez si sentí un poco de pudor, sin embargo me desnude, y al estar desnuda frente a aquella señora, sin mirarle a la cara, solo atine a decirle: estoy lista señora.

-da una vuelta, y detente de espaldas a mí.

-di vuelta y me quede quietecita, como me lo había indicado, los segundos me parecieron una eternidad, de pronto…sentí su respiración en mi nuca, y sus manos se posaron en mi cintura, por un segundo, mi piel se erizo al escucharla decir pegada a mi oído.

  • ¡Qué hermoso cuerpecito tienes pequeña! La escuche decirme, al tiempo que sus manos acariciaban mis nalgas, por ultimo me dio una nalgada, que rompió el silencio de la habitación. Plaffff, se escuchó, y un ligero quejido escapo de mi garganta, aaaahhaaa.

-Camina despacio, en aquella habitación, hay un sillón, de médico, sube en él y recuéstate boca abajo, enseguida te alcanzo, y por favor… ¡no voltees!

-camine despacio, tal y como me lo indico, me recosté en el sillón, boca abajo, y solo cerré mis ojos…esperando a que la señora estuviese a mi lado.

-no escuche sus pasos… cuando mire, ya estaba a mi lado, a un costado de mi cabeza, me acaricio el cabello al tiempo que la escuche decir.

-cierra tus ojos pequeña, relájate, y disfruta de las caricias de mis manos, cuando termine desearas que no me detenga: pero no será posible, pues yo solo me encargare de preparar tu cuerpo, pues mi esposo te está esperando en otro lugar, el será quien termine lo que yo inicie.

-cerré los ojos, y sus manos se deslizaron por mi espalda, recorriendo muy lentamente hacia abajo, llegaba a mi cintura y regresaba hacia arriba, repitió la misma acción varias veces, sus manos tenían una suavidad que convertían sus caricias en algo sensacional, se alejó un poco y después sentí un líquido correr por mi espalda, sus manos resbalaron, con mayor suavidad, ahora unos ligeros quejidos escaparon de mi garganta…a,a,a,a,a,ah,ah,ha, se fueron acentuando.

-¿sabes? Podría pasar toda la noche acariciando tu cuerpo, sé que lograría que tuvieses orgasmos repetidos, quizá algún día podamos hacerlo…por favor eleva un poco tus nalgas, deja que disfrute su suavidad, que las acaricie, son hermosas, tu piel es tan suavecita…como la de un bebé, así, eso es, así quédate,  guau Hermosas de verdad.

-sus caricias, empezaron a excitarme, mi rajita estaba mojada, de pronto uno de sus dedos se posó en la entrada de mi ano, y con suavidad lo empujo, poco a poco se abrió paso, perdiéndose en mi interior…a, a, a, a, a, a, a, a, a,…noooooo, eso nooo, por favor, ahí noooooo.

-¡claro que si muñeca! Ahí si… ¿o crees que no sé que te gusta que te cojan por el ano?  Puedo mirar como tu cuerpo se estremece, al sentir mi dedo ahí, mira, por tu raja sale un hilillo de leche, eso es un signo de que lo estas disfrutando.

-¡date vuelta y separa las piernas! Eso es pequeña, así debes ser siempre obediente con mami…se buena nena, y separa las piernitas, voy a chupar ese capullito… ¡mira qué lindo botoncito! Huy, me lo comeré con mucho gusto.

-sus labios, aprisionaron mi clítoris, dando unos ligeros apretones, no pude evitar que mi cuerpo se estremeciera por completo, y unos gemidos salieran de forma natural…a,a,a,a,a,a,a, se apartó de mi lado me miro con mirada morbosa y me dijo.

-pequeña, mira cómo te escurre tu raja, ¿me dejas probar tu lechita?

-con un movimiento de cabeza le indique que si podía hacerlo.

Se puso de rodillas y ahora su lengua se abrió paso, recorrió mi rajita, y mis piernas temblaban, saboreo a su entero placer, pasado el momento aproximo su cara a la mía y sin esperar metió su lengua en mi boca, sentí ese beso, quemante…fuera de toda realidad me dispuse a corresponder el beso, se apartó y mirándome me dijo.

-tengo que terminar de prepararte pequeña, ven ponte de pie.

-me levante y me pidió la siguiera a la ducha, como si se tratara de una chiquilla ella me baño, al terminar me vistió, siempre tratándome como si fuera su hija, me puso la tanga, después el vestido y por ultimo las zapatillas, es importante aclarar…que mis pezones se marcaban por completo en la tela del vestido, se adivinaba que no llevaba sostén, ella sonrió complacida y mientras me peinaba, me dijo lo siguiente.

-cielo, cuando estés con mi esposo, solo deja que él te guie, ya verás lo vas a disfrutar mucho. Y espero pronto estar solas tu y yo.

-salimos de su casa, en una camioneta de su propiedad, en minutos llegamos a nuestro destino, ella me indico que ahí era el lugar, la mire y un poco nerviosa le pregunte si yo entraría sola.

-si mi amor, solo baja, y camina a recepción, les dirás a quien este, que vas a la habitación, 304, con el señor, Díaz, ellos saben que te está esperando.

-antes de bajar de la camioneta, metió su mano debajo del vestido, movió la tanga y metió sus dedos, comprobó el estado de excitación en el que me encontraba, sus dedos salieron mojados, los guio a su boca y saboreo…Salí y camine con pasos nerviosos, justo en ese momento salía un auto, la pareja que iba dentro me miro con morbo, continué y por fin entre a la recepción, (señorita me esperan en la habitación 304).

-la chica me miro y sonriendo me indico por donde tenía que seguir. Camine y casi al final mire el numero en la puerta, pulse el timbre, y la puerta se abrió, solo escuche la voz de quien estaba dentro.

-pasa, está abierto, ¡que hermosa te ves Silvia!... con mucha suavidad sin ninguna prisa, despójate del vestido, déjate puesto lo demás, quiero disfrutar de tu lindo cuerpo.

-suavemente fui subiendo mi vestido, finalmente lo pude zafar por la parte superior, como si adivinara su pensamiento, gire lentamente, mostrando mi cuerpo, escuche que su respiración se hacía más agitada… me quede inmóvil esperando a que el me indicara que hacer.

-él estaba sentado en un sillón, me miraba y se tocaba la barbilla, por fin se puso de pie y camino hasta quedar a mi lado, rodeo mi cintura y mientras me besaba apasionadamente, sus manos recorrieron mi espalda, fue bajando lentamente hasta llegar a los elásticos de la tanga, los tomo con sus dedos y la deslizo, hasta quitármela por completo, su mano busco mi raja y al sentir su contacto, me estremeció, en verdad estaba muy caliente, deseaba ser penetrada.

-vaya, estas bien mojadita linda, no cabe duda, mi esposa te ha dejado excitada… ¿verdad?

-sí, estoy muy excitada. Se tendió en la cama y me dijo le aproximara mi raja, su lengua paso con suavidad, y cuando toco mi clítoris fue algo enloquecedor, por instinto, presioné su cara con mis piernas, tratando que la caricia fuera más prolongada.

Ahahahahahah, escaparon gemidos de placer de mi garganta, sentí como aprisionaba mi botoncito y le daba ligeros mordiscos, me ayudo a levantarme por fin después de un rato de excitante placer, se quitó el bóxer que era lo único que tenía puesto, salió una pequeña verga, pero su grosor me pareció compensatorio, sin esperar abrí mi boca y la metí toda dentro, chupe con verdadera ansiedad.

¡O pequeña! Que boca más deliciosa, sigue chupando, no te detengas, así ahahaha.

-a punto de explotar me aparto, me dijo me recostara en la cama y separara  mis piernas, trate de quitarme las zapatillas, pero me dijo que no lo hiciera, pues le encantaba como se me veían

-su verga entro, en mi rajita, de inmediato enloquecí de placer, mi cuerpo estaba ardiendo, sentía un calor recorrer de arriba abajo, de pronto detuvo sus movimientos y saco su verga…se recostó a mi lado y se quedó inmóvil, solo respirando agitadamente, me arrodille y sin darle tiempo, volví a mamar su verga, el calor de mi boca, logro ponerla nuevamente erecta, pero me miro y me dijo.

-espera un poco pequeña, tengo que reponerme, ya no soy un joven, dame unos minutos y continuaremos.

-un tanto frustrada me recosté, mi cuerpo no podía esperar más, estaba en el punto exacto del deseo, dirigí mi mano a mi raja, y al darse cuenta de mi estado de excitación, se puso de pie, separo mis piernas y metió dos dedos dentro de mi rajita, con movimientos suaves pero rápidos, me masturbo, logrando arrancarme un torrente de líquidos, mi cuerpo se sacudía violentamente, por fin un momento de calma me invadía.

Sin embargo, al darse cuenta que me había gustado la masturbación, me ayudo a ponerme de pie, con una pierna montada sobre la cama, se preparó y nuevamente me masturbo, esta vez eh tenido que tomarme de su hombro para no caer, sin duda alguna, estaba experimentando un nuevo placer.

-eres muy caliente pequeña, vamos a ver, apóyate en la pared, y abre tus piernas, no las cierres, disfruta de la sensación de sacar tu leche, vamos preciosa.

Me apoye en la pared, separe las piernas, y nuevamente ataco, esta vez solo bastaron unos segundos, un nuevo torrente de líquido salió, sin darme tiempo de reaccionar repitió la acción, esta vez no logre mantenerme en pie, caí, de rodillas, mi cuerpo convulsionaba, estaba exhausta, pero al mirarlo, ya tenía su verga en la mano, totalmente erecta.

-con un movimiento un tanto brusco, me puso en posición de perrito, y sentí que me partía en dos, su verga entro de un solo golpe en mi ano. Trate de zafarme, pero me lo impedía, sus brazos me tenían fuertemente aprisionada, en ese momento me di cuenta que su verga era demasiado gruesa, sentí como mi ano se dilataba amoldándose, y poco a poco el dolor cedió.

-que rico culo tienes, por fin estoy disfrutando de un delicioso culo, aprietas muy deliciosamente amor.

-casi desfallecida, sin fuerzas sentí un torrente de lava inundar mi ano, su leche como lava hirviendo, salió con fuerza inundándome, por fin me soltó, y no pude más, caí sin fuerzas, el me levanto y me recostó en la cama, lo mire entrar a la ducha y después vestirse, me dio las gracias y me dijo que yo podía irme cuando lo deseara, me quede dormida y desperté cuando los primeros rayos de luz entraban por la ventana…me duche y Salí, mi ano me dolía, me apresure a vestirme, llame a Carlos y fue por mi al motel, llegue a casa y pensé en no seguir con esas relaciones…pero solo fue eso un pensamiento.