Sexo Express
Reflexiones sobre el sexo por sexo sin mas.
Sexo, solo es sexo. No hay amor, no hay amistad, no es tu y yo, no es un futuro juntos, es solo apaciguar los instintos mas básicos y primitivos del ser humano.
No es más que eso, sexo por sexo Y tus dedos desabrochan mi camisa con decisión, buscando el acceso a mis pechos que se mueren por tus caricias. Pasas tu lengua por mis pezones para hacerme suspirar, para hacer que mis piernas pierdan su fuerza y me cueste mantenerme de pie frente a ti.
Me apoyas contra la pared y me subes la falda por encima de la cadera mientras siento tus dientes atrapar mi cuello. Te recuerdo que no me dejes marca, ese acuerdo al que llegamos para evitar dar explicaciones a nadie de esta extraña relación. Solo sexo
Apartas mi tanga, ni siquiera me lo quitas. ¿Para qué? Con tener ese acceso es suficiente para los dos. Solo quieres sentir mi humedad, caliente y palpitante ansiosa de ti.
Sexo, increíblemente intenso y vacío de sentimiento, aunque no sea eso lo que quiera, aunque no lo necesite me veo arrastrada a ti. Me empujas contra la pared y levantas mis piernas para que me agarre a ti mientras tus embistes me golpean contra la pared, me elevan al cielo en un orgasmo veloz que ya se acumula en toda mi medula ósea.
Gemidos al oído y mordiscos desesperados que invitan a mas, a sexo mas duro y a que me folles mas rápido hasta que ahogo mi éxtasis en mi garganta, en un gemido agónico que te anuncia que lo has hecho bien, que otra vez lo has logrado.
Entonces tu, satisfecho y contento te derramas en mi interior y me bajas al suelo, nos arreglamos y salimos, un ultimo beso y hasta la próxima.
¿Es eso lo que de verdad queremos? Tan físico y tan vacuo que me deja un agujero en el estomago el pensar que se queda solo en un polvo rápido en cualquier sitio.
Llego a mi casa con las piernas aun temblando y con tu semen empapando mis bragas, recordándome que los minutos que hemos estado juntos han sido de verdad. Esa humedad que me grita que ya no me vale con sexo por sexo, que necesito también, como todos, sexo por amor.
Y sin embargo se que seguiré buscándote, buscando esos momentos de evasión del resto del mundo en el que los cuerpos piden sudar y jadearse mutuamente al oído para luego separarse como si nada y olvidarse hasta el próximo día en que la libido pida otra sesión.