Sexo escrito

Conversación con la que he hecho correrse a decenas de mujeres en un chat de sexo.

¿

Hola, qué tal? ¿Te gusta el sexo escrito?

¿

Y de qué te gustaría hablar: alguna experiencia, alguna fantasía...?

¿

Puedo sugerir algo? ¿Te gustaría que habláramos de qué haríamos si me tuvieses allí contigo ahora mismo?

¡

Genial! ¿Te importaría decirme un par de cosas, solo para situarme, como dónde estás ahora: sofá, cama, sentada ante el escritorio...?

¿Y qué llevas puesto?

Me encantan los tangas. No será negro por casualidad? Ufffff, me parece muy sexy en negro.

Sólo una pregunta más, por no parecer pesado: ¿llevas el pelo largo o corto?

¿Largo? Entonces tendré que apartarlo para poder besarte el cuello.

Para recorrerte desde la orejita al hombro.

Mientras con los dedos recorro tus brazos, erizándote la piel, llegando a tus manos.

De ahí paso a tus piernas, recorriéndolas hasta las rodillas, que acaricio suavemente antes de volver por el interior de tus muslos.

¿Es una zona muy sensible, verdad?

Sientes mis dedos recorrerte hasta llegar justo al límite que marca el tanga.

Recorro esa línea, subiendo hasta tu pubis con la yema de los dedos.

No dejo de subir hasta encontrarme con tus senos, que acaricio por la base, recorriendo su contorno.

¿Te gustaría que los acariciase?

Entonces tendrías que ayudarme. ¿Te quitarías el sujetador?

¿Sí? Hazlo.

Siente mis dedos deslizarse por el contorno de tus pechos, empezando a dibujar sobre ellos espirales lentas, apenas con la yema de los dedos.

Me detengo justo antes de tocar las areolas porque quiero que desees aún más mi tacto sobre ellas y tus pezones.

Quiero dejártelos así, enhiestos, duros, desafiantes.

¿

Quieres que te los acaricie?

Entonces acerco mi boca a uno de ellos, echando mi aliento cálido sobre él.

Saco mi lengua y lo ensalivo bien.

Me aparto un poco y le soplo, dejándolo frío, más duro y sensible.

¿Te gusta?

Esto te va a gustar más.

Lo meto en el calor de mi boca, lamiendo, succionando.

Jugueteo con tu pezón como si fuese un caramelo.

Mientras, con mis dedos acaricio a su gemelo (no queremos que le dé envidia, ¿verdad?)

Poso mi boca en uno y otro de tus senos, cubriéndolos de besos,

chupando, lamiendo.

Los acaricio con mis mejillas, recorro el canalillo con mi lengua.

Y empiezo a bajar por tu vientre, beso a beso, mis labios calientes por tu pubis, deteniéndome justo en el borde de tu tanga.

¿Quieres que siga bajando? Pues tendrías que volver a ayudarme: ¿te quitarías el tanga para mí?

Eso es, quédate así, bien abierta de piernas, expuesta, ofrecida.

Siénteme besando el interior de tu muslo, acariciando con mi mejilla, recorriendo el otro muslo con mi mano, acercándome poco a poco a tu chochito jugoso.

Aspiro el aroma a hembra excitada.

Te acaricias las tetas mientras me miras acercarme más y más, deseando sentir mi lengua.

La saco y coloco la punta en tu hoyito trasero, mirándote a los ojos cuando empiezo a dibujar círculos en tu esfínter.

Subo recorriendo tu perineo, abriendo lo que puedo la lengua para abarcar tu rajita entera.

Recojo todos los jugos que puedo, subiendo lentamente hasta llegar a tu clítoris excitado.

Me recreo en tu botoncito, lengüeteándolo varias veces y haciendo que jadees y te retuerzas de gusto.

Bajo de nuevo

por tu chumino hasta la entrada a tu vagina.

Te meto la lengua, girándola, buscando los puntos que te hagan jadear más intensamente.

Mero y saco despacito y tú me pones una mano en la nuca, hundiendo mi cara contra tu coño.

Empiezo a lamerte, a darte gusto, mientras con las manos acaricio tus muslos y tu culo.

Folleteo tu coño, pero ambos sabemos que tú quieres más adentro de lo que puedo llegar con la lengua.

Así que logró separar la cabeza, sacando mi lengua de tu interior para atrapar con mis labios tu palpitante clítoris, succionándolo y acariciándolo con la lengua, mientras te meto dos dedos en tu vagina.

Me estrujas los dedos con tu coño ardiente y te mamo tu botoncito, haciendo que se te empiecen a mover las caderas.

No tengo ni que mover mi mano, tú solita te follas con mis dedos.

Te retuerces y gimes al sentir mi boca y mis dedos.

Entonces empiezo a marcar el ritmo, follando despacio tu chumino mientras lamo y chupo.

Te sobas las tetas mientras echad la cabeza atrás.

Arqueas la espalda y acelero con el metesaca.

Chapoteo al masturbarte, sintiendo como todo tu cuerpo vibra con mis caricias.

Tus jugos me mojan hasta la muñeca.

Mis dedos deslizan entrando y saliendo más rápido ahora, aflojando para centrarme en que me sientas mejor, volviendo a acelerar.

Tu respiración se agita mucho, gimes bien abierta, expuesta, cachonda.

Siento como te tensas al máximo, como ti cuerpo vibra intensamente y parece cortarse tu respiración.

Gimes hondo al correrte.

Tu vagina se contrae y dilata con mis dedos dentro.

Trato de seguir masturbando, acompañando tu orgasmo, tratando de mantener mi boca mamando tu tembloroso clítoris.

Dejo mis dedos dentro de ti mientras tu cuerpo se relaja.

Lamo los restos de tu corrida de tu rajita y de mis dedos al sacarlos de tu, besando y acariciando tu pubis, tus muslos.

Entonces subo hasta tu boca, apoyando mi polla dura en tu húmeda rajita, y nos comemos para que puedas saborearte en mis labios.