Sexo en palacio (las orgias de la opera)
estaña es un país gobernado por un amlefico rey,ahora es el momento de alzarse en contra mediante el desvelo de grandes secretos sexuales del país
Sexo en Palacio.
Las orgías en la opera.
(esta historia es ficticia así como sus personajes y situaciones. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)
Hace mucho mucho tiempo, en un país muy lejano un rey gobernaba con puño de hierro y guante de seda a sus fieles. Este rey, conocido como Carlos Juan I, reinaba fielmente casado con su esposa y reina Doña Zobia, su matrimonio nunca tubo altibajos, fue un constante noviazgo (al menos eso decían los periodistas amarillos del país), de su relación nacieron tres hijos, dos niñas y un niña que a su vez estaban fielmente casados/as con sus respectivos cónyuges. Todo era paz en el reino de Estaña, los fieles al rey se sentían seguros bajo su cetro, nadie dudaba de los monarcas, a más a más el férreo control de los gobernantes sobre la prensa hacía que nadie se atreviera a alzar la voz en contra del opresor del pueblo, como se le conocía en el extranjero.
Los siguientes acontecimientos ocurrieron durante el trigésimo tercer año de mandato de Carlos Juan, la gente tras un largo adormecimiento, causado en gran parte por el terror que el ejercito azul, empezaba a despertar, la gente deseaba salir de fiesta, disfrutar de la noche, el pecado llamaba a la puerta de cada uno de los habitantes de Estaña. Así el régimen viendo que el pueblo empezaba a demandar libertad el rey y su consejo decidieron que a partir del siguiente sábado en todas las ciudades del país se permitiría salir de fiesta hasta las dos de la madrugada. La ley fue aprobada por mayoría, el rey, y se aplico, pero una pequeña clausula impedía que los ciudadanos de Adrid (la capital) disfrutarán de estas libertades y así en la ciudad del rey el toque de queda seguía sonando a las 9 de la noche y todo ciudadano que se encontrara en la calle a partir de esa hora sería condenado por vago y maleante, según las leyes orgánicas del régimen. Los conciudadanos de Adrid se sintieron engañados por aquel que antaño veneraran, veían como la gente empezaba a disfrutar mientras ellos seguían viviendo para trabajar.
El murmullo de indignación iba creciendo en la capital, los primeros valientes empezaban a romper el toque de queda, no corrieron mucha suerte y fueron cogidos por la policía, juzgados y condenados. Los grupos subversivos se iban haciendo más grandes y a la vez más organizados, empezaban a salir y regresar sin ser detectados, era lo máximo a lo que se atrevían aquellos valientes, cada vez más rato así hasta pasar más de cuatro horas seguidas en la calle. Extrañamente a partir de las doce de la noche ya no tenían que moverse del sitio porque la policía desaparecía del lugar, no sabían donde estaban, realmente no les interesaba, ya que durante ese periodo de tranquilidad ellos disfrutaban de lo lindo riendo sin miedo y haciendo planes para cuando el rey abandonara el poder.
Estos grupos empezaron a planear cosas más serias, ya estaban hartos de no poder hacer nada con libertad, sus salidas nocturnas ya no eran meras reuniones de colegas, eran grupos rebeldes en toda regla. Sus primeros planes eran pequeñas pintadas que no duraban ni una noche ya que los censores no querían ni oír hablar de descontento y se encargaban de que nadie viera las pintadas. Los planes del Grupo de liberación del pueblo Estañol (GLIPE), empezaban a crecer en ambición y en objetivos, las pintadas dejaron paso a la investigación, gracias a estos planes consiguieron descubrir a que lugar iban los policías por la noche.
Las fuerzas de seguridad se reunían todas las noches en frente del palacio real , donde allí recogían una carpeta con una dirección. El GLIPE, seguía planeando, el siguiente paso lógico era la infiltración en la policía y descubrir donde se reunían, este paso costo un poco más, el echo estaba en quien arriesgaría su vida, la solución costo de encontrar, al final de una ardua discusión el sujeto estaba elegido y destinado a la infiltración.
Las pruebas para entrar a formar parte del cuerpo de policías de Estaña no eran cosa de otro mundo, el test psicológico, era un mero tramite donde podías contestar cualquier cosa mientras al final de cada frase contestaras: "Por el Rey y por Estaña", el test de inteligencia era cosa de niños de segundo de primaria. El problema estaba en el examen físico donde más que tu forma física, lo que buscaban los examinadores era la fuerza con la que golpeabas y la habilidad para cumplir ordenes cual perro sin ni siquiera protestar. Velasco, el infiltrado del GLIPE, paso las primeras pruebas sin mucha dificultad, era listo y sabia actuar a la perfección. El problema llegó cuando en el examen físico se le ordeno golpear con fuerza a una persona que chillaba improperios contra el rey. Velasco atizó a la joven tan fuerte como su alma le permitía, sintiendo el mismo dolor que la joven. Cuando el sargento ordeno que la esposara y la llevara al cuartel, Velasco respiro tranquilo pues ya se veía infiltrado y con un futuro plan en marcha.
Al llegar al cuartel, Velasco depositó a la chica en el calabozo y subió para ser al fin nombrado policía. Velasco lo había conseguido, ahora solo tenia que esperar, pero un problema surgió, a los novatos no se los mandaba a patrullar las calles por la noche, sino que estos se quedaban en el cuartel vigilando a los presos. Una noche de Marzo, Velasco estaba en su mesa pasando a limpio unos informes cuando escucho unos gemidos, extrañado se levanto y fue a investigar que pasaba. Los ruidos provenían de las celdas que el cuartel tenia en el piso de abajo. Cogiendo una linterna y abriendo la funda de su pistola Velasco, temeroso se encamino hacia los calabozos. Extrañamente allí encontró luz, pensó que algún "compañero" la habría dejado encendida. Al ir a apagarla momentáneamente este se olvido de a que realmente habia venido, un chillido escalofriante lo devolvió a la vida, una mujer estaba chillando.
De forma muy precavida nuestro agente bajo los escalones que le quedaban y vio la puerta entreabierta, sigilosamente se acerco a la puerta y lo que vio le congeló el pecho, la mujer a la cual él había encerrado estaba desnuda y siendo manoseada por dos policías. Velasco rojo de rabia quiso intervenir pero la muchacha, estando frente de él, le dijo moviendo la cabeza que no hiciera nada, en gran parte esta parte la descubrió cuando al fijarse bien descubrió en ella un miembro del GLIPE. El plan era los más importante se dijo a si mismo pero no podía soportar la imagen de esos dos vilipendiando a una mujer. Tras más de dos minutos cavilando, decidió no intervenir pero quedarse vigilando por si se sobrepasaban más.
La escena, con los dos policías sentados de espaldas a la puerta por donde observaba Velasco, con la chica desnuda atada con una correa a los barrotes, recordando mucho a la princesa Leia en el Retorno del Jedi cuando está con Jabba el Huth. Los dos policías reían de una forma muy cómica y decían obscenidades a la chica que insumisa intentaba arrancar las duras cadenas de los barrotes. Los policías se acariciaban sus entrepiernas, cada uno la de su compañero. La escena continuo igual durante diez minutos, hasta que uno de los policías se levanto de su silla y se bajo los pantalones, mostrando su miembro, de unos 7cm en estado de excitación, con el cual estimulado ya por su compañero se decidió a restregarle por la cara de la muchacha, mientras tanto su compañero se arrodillaba enfrente del culo del compañero y empezaba a comérselo si piedad. El policía que estaba restregando su miembro contra la cara de la muchacha intento hacerle abrir la boca para que se la chupara, la chica se negó rotundamente apretando los labios, el policía sin embargo, tapándole los orificios nasales consiguió que esta la abriera, pero sin contar con los dientes de la chica la metió de un golpe hasta la garganta de la chica, que por impulsó cerro con fuerza las mandíbulas obre el pene del policía. El grito retumbo por las paredes, el policía retiró su, ahora, adolorido miembro de las fauces de la muchacha, el agente de la ley llora desconsoladamente, mientras que su compañero de fechorías lo besa apasionadamente, las manos del agente empiezan a deslizarse por el torso desnudo de su compañero, Velasco está con los ojos fuera de sus órbitas, no se cree lo que está viendo, si antes no odia huir por miedo a lo que le pasara a la chica ahora está parado en el suelo, alucinando con lo que ve.
La pareja de policías sigue a lo suyo sin enterarse que al deshacerse de la ropa las llaves de las cadena de la chica, habían ido a parar a su lado y ahora luchaba para deshacerse de su presidio. Los dos chicos ya desnudos y sudorosos seguían a lo suyo el compañero II estaba besando el torso peludo de su compañero en dirección al miembro viril de su pareja. Los gemidos del I estaban llenando los calabozos, ya no eran simples susurro de placer, ahora eran auténticos aullidos, la verga de este entraba y salia de la cabida bucal del segundo, mientras este con la mano restante se acariciaba, des de los pezones, erectos, hasta su parte hasta ahora escondida. Su polla, un falo más grande que el de su compañero, alrededor de unos 12cm y muy grueso (7cm de diámetro), estaba lubricada con el sudor del primero, sus caricias previas a la felación lo habían excitado de tal manera que ahora mismo su nabo empezaba a tener las primeras sensaciones de eyaculación. La felación duró alrededor de dos minutos hasta que el primer guardia eyaculó en la boca de su compañero, este sorprendido se atraganta con la lefa de su colega, tose y al levantarse se golpea con la barbilla de su compañero, en estado de éxtasis.
Durante este episodio amoroso, la chica había conseguido llegar a los brazo protectores de Velasco, este sin pensárselo la condujo hasta la salida, le presto su ropa de paisano y le aconsejo que se alejara lo más posible de la ciudad. En el instante que Velasco cerraba la puerta sus dos compañeros de vigilancia subían del calabozo hablando en voz muy baja a sus oídos, estos parecían muy preocupados, Velasco sabía a que se debían sus susurros, ellos alzaron la vista y vieron a Velasco enfrente suyo, ese fue uno de los momentos decisivos, pues si descubrían que él había ayudado a escapar a una culpable, se le caería el pelo y nunca conseguiría su objetivo real, descubrir que ocurría cuando los policías desaparecían de la ciudad. Por suerte de nuestro personaje, los dos tortolitos, estaban más preocupados por la fuga de la chica y prefirieron callar boca frente un novato.
Los días pasaban, Velasco cada vez se sentía más cómodo entre sus compañeros policías, el momento de espiar empezaba a llegar, ya no estaba encerrado haciendo papeleo en la comisaria, se le asignó una pareja y con ella patrullaba la ciudad. Era un turno de día, pero estos eran rotativos y hoy era el primer día que patrullaría por la noche, tenia los nervios a flor de piel, la noche anterior informó a sus compañeros de rebelión, y en él residían todas las esperanzas de desbancar al rey.
La noche llegó la ronda empezaba con una revisión de los efectivos, los primeros indicios que allí ocurría algo extraño. La revisión consistía en un examen genital que una doctora realizaba a cada uno de los miembros del orden, cuando le toco el turno a Velasco una chica de no más de 20 años, no era la mayor belleza sobre la faz de la tierra, pero unos perfectos pechos y unos labios sugerentes, le hacían tener un no sequé, que puso a tono a Velasco, este dándose cuenta le pidió a la muchacha si era inevitable que le hiciera el examen, a lo que ella le contesto sin inmutarse, puesto que ya le habían formulado infinidad de veces la misma pregunta, un duro y seco "inevitable".
El examen genital empezó de forma muy corriente con unos palpamientos en la zona escrotal, pero unos momentos después el palpamiento se convirtió en un toqueteo en toda regla, la chica subía y bajaba la mano por el falo semis erecto, que empezaba a coger su tamaño en máximo esplendor, la chica siguió con los tocamientos hasta que el pene de Velasco alcanzó su tamaño máximo, este fue medido y anotado en una libreta por la jovencita, acto seguido, la jovencita le dio un certificado medico a Velasco, en este se comentaba sus medidas a más a más de un sello con el membrete de la policía y la palabra apto debajo del escudo de los cuerpos de seguridad del estado. Tras esta revisión tomaron posiciones frente al oficial en cabo para recibir las instrucciones, esa noche las instrucciones fueron muy escuetas, un simple listos y a los vehículos fue lo único que dijo al turno.
Todos los miembros presentes se dispusieron en sus autos para empezar las rondas. Velasco se disponía a subir a su asiento cuando de pronto una mano le toco el hombro, era el oficial en jefe. Condujo a Velasco hacia un rincón, allí empezó a desenrollarse una historia que acabaría con el estado con el que todos conocían. Las palabras del oficial fueron escuetas y directas una simple frase que supondría mucho más de lo que esperaba. "hoy es tu primer día, disfruta y no pienses.
Tras estas palabras Velasco subió al coche para empezar la ronda mucho más nervioso que antes, pues las palabras de su superior más que facilitarle la investigación provocaban en él un estado de confusión solo percibido por el cuando su virginidad fue quitada, hacia ya más de 9 años. Los vehículos siguieron todos la misma dirección si desviarse para completar sus recorridos marcados anteriormente, por lo que reconocía al ver el paisaje se dirigían hacia el viejo teatro de la opera en el barrio alto, una zona que quedaba separada de la ciudad por el río "Perales". Allí la rebelión no había conseguido colarse nunca, ya que un puente levadizo evitaba las incursiones de estos.
El trayecto fue más largo de lo esperado, no se sabe bien si por el echo del nerviosismo o el miedo lo que podía encontrarse allí donde fueran. Velasco ya había comprobado como las gastaban sus compañeros. Al cabo de 20 minutos que a Velasco les parecieron horas llegaron al Gran teatro de la Opera, el Carlos V de Estaña, inmediatamente se apearon de los vehículos y se dirigieron de forma muy alegre al interior del teatro. Al entrar, Velasco se quedo totalmente paralizado ante lo que vio, las más altas figuras del país en medio de el mayor espectáculo sexual que nunca antes hubiera visto nadie. En esos momentos el jefe de la policía se acerco a sus muchachos y con un tono firme y seco les ordeno que se desnudaran, los presentes, obedecieron sin inmutarse de la curiosa escena que se iba formando. Velasco cada vez se sentía más y más confuso, sus ojos no daban crédito a lo que veía, aún así era difícil de no creerse los ruidos que provenían de la escena, largos jadeos subían desde el foso donde habitualmente se sitúan los músicos, allí el gobierno al completo estaba situado, todos con despampanantes y voluptuosas mujeres, gozando de lo que habían prohibido explicablemente (mediante decreto ley), disfrutando del sexo, no solo utilizándolo para la reproducción de la especie. El presidente del gobierno estaba situado detrás de una rubia de unos 30 años.
Velasco alzó la vista para disimular su asombro enfrente aquella escena, pero lo que vio le sorprendió más, el General del ejercito Español estaba situado en la tribuna principal practicando una buena sesión de sexo oral con su pareja, su miembro entraba y salía de la dulce boca de una jovencita, mientras el viejo general con su tripa incipiente y aún con la chaqueta llena de medallas la agarraba del pelo tratando que la jovencita introdujera su miembro en su cavidad bucal. El tiempo parecía haberse detenido ante la gran orgía que Velasco estaba contemplando, con lo que estaba viendo tenía suficiente para armar una rebelión del pueblo, pero aún no podía descubrirse su plan podía irse al garete si no continuaba con su pantomima. Siguiendo las ordenes del capitán empezó a desnudarse, para seguir a sus compañeros a la escena que se estaba desenvolviendo ante sus ojos. Medio asustado sin saber que hacer fue dándose de bruces ante los presentes en la orgía. Al fondo del escenario una chica morena de 1'65 de unos 26 años con un cuerpo perfecto le hacía señales para que se acercara a ella, él ya sin pensar en otras cosas se acerco a ella, un beso largo y húmedo los unió por unos instantes, la muchacha no parecía estar para preámbulos y empezó a acariciar el miembro aún flácido de Velasco, instintivamente empezó a acariciar el terso trasero de la chica comprobando que estaba en tan perfectas condiciones como parecía estar des de la lejanía, el instinto animal empezó a surgir del joven policía para que los magreos subieran de nivel, la chica empezó a besar el torso desnudo y curtido en el entrenamiento, seguía bajando de forma muy sensual por el estomago mientras tanto Velasco aprovechaba para contemplar la escena que se esdevenia a su alrededor, el juez del tribunal supremo estaba en esos momentos siendo azotado por tres chicas con sendos cinturones de piel mientras con la lengua lamía los tacones e una alta bota de otra chica, más allá de las butacas solo se veia que cabezas y cuerpos desnudos mientras un olor a sexo invadía la escena de forma que las feromonas hacían volver más sensual la escena. La chica llegó al tieso falo de Velasco, con unas manos suaves y blancas este empezó a ser acariciado por la chica mientras que con una lengua a ratos áspera a ratos aterciopelada los testículos del muchacho eras lamidos sin dejar un solo espacio seco, el miembro de Velasco alcanzo su máxima cuota cuando un aire tibio le recorrió todo el tronco momentos antes que la mujer se introdujera su polla en la boca, una cálida humedad le hizo erizar el pelo, pequeñas descargas eléctricas le recorrieron la espalda mientras el ritmo de la felación empezó a intensificarse y hacerse más constante. En esos momentos Velasco ya no miraba nada sencillamente disfrutaba, era la primera vez que alguien le hacia esto, situándolo en el séptimo cielo, él acariciaba el fino pelo de la chica mientras disfrutaba de la mamada que ahora estaba siendo combinada con una masturbación. Al cabo de 15 minutos, la chica se levantó y cogiendo de un cesto un preservativo se lo coloco en las manos a Velasco, este atónito, pues sabía que los profilácticos habían estado prohibidos y castigado con pena de muerte su uso. La chica viendo el colapso del chaval cogió ella misma el condón y se lo puso en su duro miembro.
El momento había llegado la muchacha se había situado a cuatro patas mostrándole ese culo perfecto a Velasco, este intento penetrar a la chica pero confundido y falto de experiencia este no podía introducir dentro del triangulo de las maravillas su enrojecido pene. Otra vez la chica cogió las riendas del asunto y se penetro ella misma, el instinto volvió a surgir y nada más introducido dentro de la vagina de la chica empezó un movimiento de vaivén hacia delante y hacia atrás, el ritmo era lento pero profundo y unos leves jadeos se dejaron escapar de la chica mientras Velasco realizaba enormes esfuerzos para no terminar con aquel placer que se les había negado por creencias religiosas. El movimiento se hizo más veloz y entre los jadeos de la gente Velasco eyaculo dentro de la muchacha que rápidamente se aparto y de sorpresa se abrazó a Velasco con los labios (superiores) muy cerca de su oído, tras unos minutos, ella le susurro:
Se quien eres y estamos contigo, sigue así y descubrirás toda la verdad.
En medio de un colapso por la frase escuchada Velasco alzó la vista y ante sus ojos lo contemplo en medio de un corrillo de 6 chicas estaba aquel que les había impedido disfrutar libremente de la noche, del sexo y de los otros placeres de la vida, el rey.
Fin del primer capítulo.
Gracias por haber leído esta primera parte, mi intención es crear una compleja historia sobre este país, acepto ideas, consejos y criticas tanto como comentarios aquí o en mi e-email.