Sexo en la oficina (II)
Como culmino una amistad en un amor tierno y muy candente.
Les terminare de contar la historia con Andrea, la nueva chica de soporte y en lo que termino aquella invitación a tomar café.
Ese día fue muy pesado, mucha carga de trabajo etc, pero ya en la noche en la tranquilidad de la casa de Andrea y tomando el café mas rico del mundo, platicando de mil cosas, de sus exnovios al principio y de mi divorcio al ultimo estábamos ya muy juntos y nuestras bocas casi chocaban, no tardo mucho tiempo y cuando menos sentí poso sus labios sobre los míos haciéndome guardar silencio, fue un beso tierno, suave y al mismo tiempo lleno de lujuria, cuando se separo, mi reacción fue de salir de inmediato de ahí, no quería que Andrea sintiera que me aprovechaba de la situación, me detuvo diciendo que no me sintiera mal que ella si lo había querido y no se arrepentía, me pregunto que si quería mas café, a lo que respondí que si de casualidad tenia algún licor, me dijo que no, por lo que llame a la vinatería y encargue una botella de brandy, al llegar la botella inmediatamente me serví un buen trago, ella no quiso y siguió tomando café, pasamos a la sala y seguimos conversando, pero ahora ella estaba muy cerca de mi y yo la tenia abrazada, me confeso que desde el primer momento en que me vio le había yo parecido atractivo y con el tiempo se fue enamorando de mi, por ser un hombre de buen corazón que la había ayudado sin pedirle nada a cambio, yo hasta ese momento me fije en ella como la mujer que era, descubrí su cuerpo delgado, sus senos pequeñitos y sus bien formadas piernas, lo que mas me encantaba de ella era su larga cabellera hasta poco mas debajo de la cintura, me volvió a repetir lo que ya una ocasión me había escrito "Gracias mi Príncipe Azul" al terminar se pego a mi ofreciéndome sus labios y sentándose en mis piernas, hasta ese momento ella descubrió mi excitación que ya tenia un buen rato.
Sentada así como estaba podía yo acariciar muy bien sus piernas, eran delgadas pero firmes y envueltas en esas medias negras se sentían divinas, yo no dejaba de besarla y de acariciar sus piernas y su cabello, ella me empezó a desabrochar la corbata y después la camisa, yo subí mis manos hasta la altura de sus senos, se los tocaba por encima de la blusa y se sentían duros y calientes le desabroche su blusa y pude ver su bra me éxito su forma, era de encaje blanco, prácticamente transparente, deje sus labios y me dedique a besar sus pechos sobre su bra, ella aumentaba el ritmo de su respiración, mientras esto pasaba con mi otra mano subía mas por sus piernas hasta llegar a su entrepierna, pude sentir su panty caliente y mojada, cuando recorrí con mis dedos su panty, ella se sobresalto y dio un gemido al parecer le estaba gustando, le desabroche por completo el bra y me dedique a mordisquear sus pezones, pequeñitos pero duros y calientes, se sentían suaves y virginales, ella estaba respirando muy rápido y acariciando o mejor dicho arañando mi espalda, después de un rato de estar así, acerco su boca a mi oído y me dijo muy suavemente "me llevas a nuestro cuarto" no respondí, solo la cargue y caminamos a la recamara, al entrar la deposite muy suavemente sobre el lecho, ella misma se quito la blusa y el bra y se recostó sobre la cama, yo hice lo propio desnudándome y quedando solo en ropa interior y me recosté a su lado para continuar besándola en los labios.
Mientras besaba sus labios acariciaba sus piernas, su cadera, su espalda y sus senos, no deje de acariciar cada centímetro de ese divino y terso cuerpo, a cada caricia mía ella se estremecía de placer y gemía mas rápido y fuerte, mi boca bajo de la suya a sus senos y de ahí a su estomago, para posteriormente posarme a disfrutar el calor y sabor de su vagina, le recorría con mi lengua toda su panty, misma que estaba empapada, no se si por sus jugos o por mi saliva, muy despacio la despoje de su ultima prenda, le abr las piernas para poder chuparla mejor, mi lengua recorría cada rincón de su vagina y ella estaba súper excitada, debió de tener dos orgasmos en esos momentos, me levante y me recosté sobre ella, cerro sus piernas y con ellas me despojo de mi trusa y volvió a abrir las piernas, mi pene quedo justo a la entrada de su vagina, volvió a hablarme al oído "quiero sentirte dentro de mi" dijo en tono muy sensual, así que me acomode para penetrarla, mi pene entro un poco en ella hasta que una mueca de dolor me detuvo así que ahora se lo metía aun mas despacio recordé que era su primera vez, así estuvimos por algún rato hasta que por fin tenia mi pene hasta el fondo de su vagina tenia unas lagrimas en los ojos, las cuales seque con mi lengua y comencé a moverme poco apoco el gesto de dolor desapareció hasta el grado que me pedía mas y que no parara que se sentía muy rico, mientras le metía mi pene no dejaba de besar sus labios y de acariciar sus senos, tuvo dos orgasmos mas y cuando le venia el tercero yo también me vine dentro de ella, llegamos a un maravilloso orgasmo en conjunto, le deje mi pene adentro la abrase y nos quedamos dormidos, al otro día al despertarme ella no estaba, serian algo así como las 6 de la mañana, me levante como loco y me disponía a vestirme, cuando entro al cuarto vestida con un pantalón corto y una camiseta diciéndome que el desayuno estaba listo, fuimos a desayunar y al terminar nos metimos a bañar los dos juntos, yo detrás de ella le besaba su espalda mientras con una mano acariciaba sus senos y con la otra le acariciaba su vagina, mi pene estuvo duro casi de inmediato, así que en esa posición le levante una pierna y metí todo mi pene en su vagina, nuestros movimientos eran salvajes y tiernos al mismo tiempo, cuando casi me venia se lo dije y me dijo que lo quería sentir en sus senos, se volteo y se puso de rodillas frente a mi, mi pene quedaba justo frente a su pecho, ella me lo jugaba con fuerzas hasta que ya no pude mas y me vine llenándole por completo su pecho, terminamos de bañarnos, nos vestimos y nos fuimos al trabajo, en el camino la platica fue de lo mas normal, nadie dijo nada de lo que paso, aunque yo quería decirle muchas cosas que tal vez ella ya sabia por comentarios en la oficina, llegamos casi a las 9 de la mañana y como nos vieron llegar juntos, las habladurías no se hicieron esperar, sobre todo de parte de mi secretaria y del personal en general.
Después de todos los comentarios que se suscitaron en la oficina, pensé en ponerles un alto, pero necesitaba hablar con Andrea primero así que le marque al laboratorio y le dije que la invitaba a cenar esa noche porque necesitaba hablar con ella muy seriamente, ella acepto, pero lo sucedido en esa cena se los platicare en otra ocasión.