Sexo en la noche

Mis piernas entreabiertas dejaban todo mi coño y culo al descubierto, a disposición de este desconocido...

Sexo en la noche.

Una noche, hace un par de semanas y como hago casi todas las noches, salí a tirar la basura. Eran las 11 de la noche y no había casi gente por la calle. Me dirigí hacia el contenedor y arrojé la basura dentro. Aproveché que hacía buena noche y aunque iba en pijama encendí un cigarro y empecé a fumar las primeras caladitas.

Escuché un ruido al otro lado de la calle y me surgió la curiosidad. Me acerqué y vi como una sombra se movía lentamente. No conseguía ver nada pero la sombra reflejaba un cuerpo varonil de alta estatura. Me acerqué despacio mientras fumaba el cigarro con ganas y de repente alguien tapó mis ojos con sus manos y me agarró por la cintura.

Al principio sentí miedo pero poco a poco mi miedo se trasformó en placer ya que las manos de mi desconocido estaban apretando mis pechos que no llevaban sujetador. Mis tetas estaban desnudas bajo el fino pijama que dejaba clarear mis pezones. Una voz que me resultaba familiar me susurró al oído que me iba a follar como nadie nunca lo había hecho y que soñaba cada noche con mi coño mojado.

Al escuchar esto mi cuerpo empezó a excitarse y mi coño tan deseado por este desconocido empezó a encharcarse. De repente unos brazos musculados me levantaron y me empotraron contra la pared. Noté un bulto muy grande bajo sus pantalones y sin darme cuenta sus dedos estaban acariciando la entrada de mi coño excitado. Sus dedos eran muy largos y me hacían estremecer de placer, no podía parar de imaginarme el tamaño de su pene entrando por mi culo, sería bestial!

El desconocido bajó sus pantalones y sacó sus gran pene, grande y voluminoso. Lo cogí con mi mano y le susurré que me haría gritar con esa polla tan grande. Su excitación subió y metió su pene dentro de mi coño. Era enorme, me hacía gritar y gemir de placer, me estaba volviendo loca con cada movimiento de su cuerpo. Sus labios recorrían mi cuello y con cada impulso, mi coño se mojaba cada vez mas y el notaba que mi excitación llegaba al clímax.

Le dije que me la metiera por el culo y me agaché apoyándome contra un coche. Mis piernas entreabiertas dejaban todo mi coño y culo al descubierto, a disposición de este desconocido. Su lengua recorría mi culo preparándolo para una experiencia muy placentera. Metió un dedo dentro de mi culo y sin apenas darme cuenta su polla estaba dentro de mi culo bien moldeado. Lo agarraba con ganas y se movía como un loco. Yo gritaba sin parar. Sus manos sobre mis caderas las apretaban con fuerza. Nuestros cuerpos estaban encharcados de sudor y sexo. Cuando estábamos en el clímax nuestros cuerpos estallaron de placer y noté como su semen calentito rebosaba por mi culo y resbalaba por mis muslos. Había sido uno de los mejores polvos de mi vida.

El desconocido se fue pero me dijo que nos encontraríamos otro día y que le había encantado follarme. No supe quien era pero sé que bajaré a tirar la basura mas a menudo